Llega septiembre y empieza la cuenta regresiva para despedir el 2019 y darle la bienvenida a una nueva década en la que, esperamos, la música hecha en Colombia tenga un valor mayor y se le dé el lugar que se merece. La diversidad de sonidos, propuestas alternativas y fusiones coherentes es lo que queremos consumir para que la industria musical sea equitativa para todos los géneros. Aquí venimos con una nueva tanda de estrenos musicales y, posiblemente, entre estos lanzamientos esté la que sea la canción más relevante del año en curso. Hasta viejitos - Alejandro González, Carlos Vives ¿Quién está detrás? Alejandro fue el líder de Bonka y de paso el rostro más conocido del famoso movimiento tropipop. Luego de camellarle duro al grupo, empezó a hacer ranchera y se olvidó del género que había hecho en el colegio. Ahora, en sus treinta y pico, se volvió a conectar con el género que lo hizo famoso y ha lanzado par de track en el marco de la campaña “Tropipop is back”. En este tema lo acompaña Carlos Vives, uno de los que más le ha apostado al regreso del género. ¿De qué trata? Hasta viejitos habla de ese momento de la vida en que uno está seguro de sus sentimientos por otra persona. Con esa canción el artista decidió proponerle matrimonio a su novia y, por supuesto, hacer de este tema la canción que define su historia sentimental. ¿Sobre el video qué? El video fue dirigido por Sergio De Ávila y grabado en una casa en Yerbabuena, a las afueras de Bogotá. Cuenta precisamente la historia de una pareja enamorada, que está junta desde joven hasta volverse viejitos. ¿Cuándo escucharla? Póngala cuando vaya a pedir matrimonio. #LaMúsicaNosUne
En 1997 se formó en Miami una banda de pop latino internacional que tenía talentos de Colombia, Brasil y Puerto Rico llamada Bacilos. Esas tres fuerzas lograron darle un nuevo aire a la música del nuevo milenio; lanzaron varios álbumes y lograron pegar en la radio varias canciones. Una de las más importantes es Caraluna, perteneciente al álbum del mismo nombre, y que se convirtió en uno de los hits más importantes de la historia del pop latino. Jorge Villamizar quería hacer un tema que eliminara los regionalismos en Colombia. La canción fue compuesta entre 1997 y 2003 por Jorge Villamizar y segundo sencillo promocional del segundo álbum de la banda. En Detrás de la canción los integrantes de Bacilos nos cuentan cómo fue el proceso creativo para darle vida y sonido a este tema. #LaMúsicaNosUne
El tiempo pasa y la vida cambia, pero la música es la que nos muestra ese mar de recuerdos. Hace más de una década muchos se bautizaron con el tropipop y, aunque algunos lo consideramos como un género de nostagia (como las canciones de Soda Stereo en los quinces), Wamba se puso la 10 para dar un nuevo aire a lo que todos consideran eso que dicen tropipop. Esta banda bogotana tiene los mas grandes hits de la era radial rola juvenil del 2000 (Ah Ah Oh no, Compradre, Por Ti, Otra Oportunidad), pero se separaron hace un rato porque había un mundo más allá de las giras, promos y videos. Salo sacó un álbum hominomo maravilloso, es enorme en vivo y desde México le ha dado vida al pop de esta tierra. Pasó el tiempo y dicen que el tropipop is back y seguramente por eso la banda se reunió a ver cómo estaban sus poderes musicales. Esto es Fue por tu amor, el sencillo del regreso. Bomby y la “Nación del corrinche”: el arte sí da más frutos que la guerra ¿Quién está detrás? Wamba es insignia del tropipop. Aparecieron en revista Shock y luego llenaron todos los vemues del país. Compadre, Por ti, Canción del mes y Compadre son parte de las canciones que los identifican. La composición es de Jose Baquero, Efraín Ardila y Santiago Deluchi. La masterización corrió por cuenta del gigante Dave Kutch, que ha estado firme en los discos de Beck, Christina Aguilera, Justin Timberlake y Miley Cyrus. ¿De que trata? Con la voz de Salo en el liderazgo, la banda ofrece una canción de coqueteo, amor y aventura. Eso sí, con los meses como protagonistas. ¿A qué suena? Parece un bonus del primer álbum de Wamba De Un Lado Al Otro, pero tiene un trabajo de composición más desarrollado; más actual. ¿Cuándo escucharla? Ya hemos dicho que el tropipop es noltagia, pero el solo de guitarra de este tema nos hace considerarla para dedicarla o para el climax de una rumba rola. Y ajá, hablamos con Wamba sobre este regreso. ¿Por qué decidieron volver a reunirse para hacer música? Desde 2014 que nos separamos ha sido muy difícil para todo cerrar ese capítulo, tanto, que hemos tocado en varios conciertos a los que nos han invitado y creemos que la razón es porque disfrutamos estar juntos. Creo que una de las cosas más lindas que tiene una banda es poder compartir con los amigos y cumplir esos sueños. Desde al año pasado empezamos a tantear la posibilidad de hacer un regreso, incluso hablamos de grabar un disco, y nunca logramos definirlo hasta en enero que ya tomamos la decisión de darle una segunda parte a la banda y empezar lanzando música nueva. ¿Cómo fue el nacimiento de “Fue por Tu Amor”? ¿Hubo más canciones para este come back? Fue Por Tu Amor nace del agradecimiento. Han pasado muchas cosas en nuestras vidas y, personalmente, la escribimos –junto a Efra Ardila, compositor también de Canción del Mes agradeciéndole a nuestras esposas por, de una u otra forma, habernos salvado la vida. Es una canción que intenta ser agradecidos con quienes nos han tendido la mano, con quienes nos aman, así como somos y por supuesto, donde el amor ya tiene otra dimensión. Antes era el amor de los pelaos de colegio y hoy es el amor que se expande hasta ser padre. En el proceso de componer aparecieron casi 15 canciones. Canciones mías, otras de Salucho, otras de Efra y algunas más de otros amigos autores. De esa selección decidimos irnos con la más tropipopera. Muchos ‘tropipop’ de ahora tienen una fuerte presencia de ritmos urbanos y reggaetón, pero esta canción suena a tropipop puro y duro. ¿Por qué decidieron que sonara como si fuera un bonus del primer disco de Wamba? Creo que, porque queríamos ser muy fieles a lo que somos, porque el regreso no tenía que suponer sonar a otra cosa que no somos, si no sonar a lo que siempre hemos sido, pero con un sonido que represente el momento en el que estamos. Santiago Deluchi, nuestro productor, pudo rescatar todos aquellos elementos que han sido muy fuertes en la banda y creo que, a eso suena esta canción. Somos una banda y como banda no queríamos remplazar ningún instrumento real por cosas programadas, queríamos sonar a banda. ¿Qué vamos a ver en el video? Queríamos mostrarnos como banda y por eso, el video, es un performance de los cinco. Pero también tiene un componente muy lindo y es que nuestras familias hacen parte del video. Ya crecimos. Ya no somos los pelaos que están de fiesta y detrás de niñas todo el tiempo; nuestro entendimiento del mundo es otro y, aunque el tema sigue siendo el amor, es otra dimensión del amor, otro entendimiento y por eso en el video van a ver a un Wamba más maduro y mucho más familiar. ¿Cómo es volver a hablar sobre Wamba 10 años después, en una era en la que todo tipo de contenidos se consumen por medio del celular? Creo que nos estamos adaptando como banda. Cuando Wamba salió no existía Instagram, Facebook ni las plataformas de streaming. Pero, y a pesar de eso, pues todos estamos muy conectados con este mundo. En nuestra cuenta oficial @wambaoficial estamos poniendo contenido constantemente tanto, que estamos publicando capítulos de 3 minutos de un documental que quisimos hacer para contar nuestra historia. Somos conscientes que hay mucha gente que no sabe quiénes somos y queremos que, con este documental, sepan de nosotros. Todo es más rápido, más ágil, más inmediato y queremos adaptarnos a las nuevas formas de consumo. ¿Ha sido difícil volver a contactar a esos fans de Wamba que, al igual que ustedes, crecieron y ahora son más grandes y con vidas diferentes a la de una década atrás? Creo que nuestros fans han estado siempre y seguro están en este momento. Por eso creemos que Fue Por Tu Amor puede llegar a conectar con todos ellos, porque al igual que algunos de nosotros, ellos también pueden ya estar casados o tener hijos y eso nos conecta de alguna forma. Estamos muy agradecidos con todos los fans que nos han acompañado y que, de una u otra forma, también son la razón de nuestro regreso. ¿Cuál es la mayor expectativa de este regreso de Wamba? Esperamos poder conectar con nuevos públicos, llevar esta bandera del Tropipop con el orgullo que merece. Gústele a quien le guste, nadie podrá quitarnos el hecho de que nosotros, esta generación de tropipop, encabezada por Carlos Vives, ha escrito una página en la historia de la música nacional por haber creado un género propio. Hoy somos orgullosos de hacer tropipop porque entendimos –y esto gracias a haber crecido y madurado- que el tropipop es un hijo digno de nuestra cultura, una representación de lo que podemos hacer y una vertiente mucho más pop del vallenato. #LaMúsicaNosUne
En los tiempos en que MySpace era la red social más usada en Colombia hubo una canción que se pegó fuerte en el cerebro de las personas. Usted me encanta de Majua se convirtió en la canción favorita de un montón de estudiantes de colegios y universidades y hoy en día es considerada uno de los himnos dorados del tropipop. Mauricio Tejeiro, la voz principal de aquella agrupación, siempre ha estado rodeado de música y luego de la desintegración de la banda se embarcó en diferentes proyectos que lo han hecho crecer como persona, como profesional y como artista. En 2018 el rostro de Tejeiro volvió a aparecer por ahí como el vocalista que le ayuda a Juanpis Gonzalez, personaje del comediante Alejandro Riaño, a cantar y poner a bailar a sus seguidores. 20 himnos del tropipop vieja escuela para su rumba del fin de semana En el marco de la campaña #TropipopIsBack, Tejeiro se puso la 10 y empezó a camellarle a su proyecto musical que representa un regreso a parte de sus raíces. Si la vieran es la primera canción propia del músico que conocemos y con la que espera ser nuevamente parte de las listas de reproducciones de aquellas personas que están buscando una forma de decir lo que sienten por medio de canciones frescas y románticas. Además, en este sencillo hay un guiño nostálgico a La Mona de Bonka, que seguramente le va a agradar. El 28 de abril en el marco del Festival de la leyenda vallenata en Valledupar, Tejeiro fue invitado especial al show Carlos Vives y los hijos del vallenato donde interpretó a dúo con el samario la legendaria canción Déjame Entrar, canción principal del álbum del mismo nombre con la que Vives ganó su primer Grammy Americano en la categoría Mejor Álbum Latino Tradicional Tropical. Dele play a Si la vieran, lo nuevo de Tejeiro Hablamos con el artista sobre esta nueva etapa y los retos que representa regresar a la escena musical después de tantos años de silencio. Canciones muy gomelas, una selección de Juanpis González ¿Qué pasó en la vida de Mauricio después de Majua? A los tres meses del último concierto que hicimos con Majua empaqué maletas y me fui a México a estudiar Music Business, a prepararme y a entender realmente cómo funciona esta industria. Era muy consciente que, con Majua, cometimos muchos errores que no estaba dispuesto a volver a cometer y quería prepararme de verdad para cuando la música me llamara de nuevo. Entendí que uno de mis grandes fuertes era la composición y por eso el foco de mi preparación fue el Songwriting. Al rato empecé a escribir canciones sin parar para otros artistas mexicanos y ahí sabía que no podía dejar mi proyecto musical, así que complementé esa preparación con entrenamiento vocal y guitarra. ¿Cómo decidió que era el momento de regresar a la música? No fue una decisión difícil de tomar la verdad. Algo muy adentro me decía que era el momento y, por allá en agosto del año pasado, la vida empezó a llenarme de señales y distintas situaciones que me dieron el empujón final. Este proceso que empezó el año pasado se ha ido construyendo poco a poco y, todo esto del “Tropipop is back”, se ha puesto en el camino como un escenario perfecto. Hoy, más que nunca, siento que este es el momento adecuado para hacer la música que he querido. ¿Quiénes trabajaron para esta canción? La canción fue producida por Alejandro Velásquez y Nicolas González que son dos productores jóvenes sumamente talentosos y que están haciendo cosas muy interesantes. Desde la primera sesión de trabajo sentí que entendieron, perfectamente, lo que quería con esta canción y la conexión con ellos fue inmediata, La grabamos en tres estudios acá en Bogota: Abduction Récords, los estudios de Warner Chappell y Palo Santo estudio. Fue mezclada por otro tremendo productor, Felipe Mejia. ¿Cuáles son los planes para que la gente que conoció su proyecto musical hace más de 10 años se conecte con esta nueva propuesta? Yo creo que, por encima de cualquier plan, estrategia o método, hay algo que hay que tener absolutamente claro en cualquier proyecto y es estar 100% convencido de uno mismo, hacer las cosas con pasión, amor y sinceridad. Esta canción es la historia del comienzo de cualquier relación y creo que todos pueden sentirse identificados con ella. Creo que mi forma de contar historias será clave para que la gente pueda conectarse de inmediato. Por supuesto hay un componente de estrategia y un grupo de trabajo que me apoya para que las cosas vayan andando, pero sí creo que todo empieza desde la honestidad de la canción. ¿Qué tiene de especial esta canción para elegirla como sencillo debut de Tejeiro? Si la vieran tiene, para mí, todo de especial. Es una canción muy sincera, una canción que escribí con las herramientas que aprendí en estos años y en la que logré contar una historia como siempre la quise contar. Es un tropipop muy actual y que, a pesar de que mantiene la esencia del Tropipop viejo, tiene elementos muy actuales que creo van a conectar muy bien con el público. Recomendado: Alejandro González y la importancia del Tropipop para Colombia #LaMúsicaNosUne
Juanpis González fue uno los Personajes Shock del 2018 y seguramente usted se ha encontrado alguno de sus videos navegando en las redes sociales. Gomelo, arribista, prepotente, creído y crecido, se ha convertido en un personaje que representa a esa parte mega privilegiada de la sociedad que cree que la pobreza es mental. Juanpis, de la mano de Mauricio Tejeiro, ha entrado al mundo de la música y ya tiene dos canciones con muchas reproducciones en las plataformas digitales. Este man sabe que la música define la personalidad de las personas y por eso nos compartió su playlist personal que está llena de canción muy gomelas. Esta es la playlist 1. Ni a bate - Juanpis González 2. Niña - Mauricio & Palodeagua 3. Todo lo que quieres es bailar - Bacilos 4. La mona - Bonka 5. No puedo olvidarme de ti - MDO 6. El problemón - Bonka 7. El parrandero - Sin ánimo de lucro 8. Barman - Sanalejo 9. Morat- Se que te duele 10. Carlos vives- 19 de noviembre 11. Wooffine- Bella 12. WTF? - Juanpis González 13. Baile en el Magangue - Fonseca 14. La pastilla - Sergio Vargas 15. Yo no te pido la Luna - Daniela Romo 16. Todo de cabeza - Kaleth Morales 17- Siempre así- si los hombres han llegado hasta la luna. 18. Todavía - La Factoria 19. Me vale - Maná 20. Caminado por la vida - Melendi 21. Noche de Carnaval- Baby Ranks 22. Auto Rojo - Vilma Palma 23. Mi Primer Millón - Bacilos Ni a bate es el segundo sencillo de este petardo hijo de papi de 29 años y en él cuenta cómo fue su relación con una mujer arribista y embarazada. En el listado destacan un montón de canciones de tropipop, uno que otro reggaetón, pop mexicano de los 90, baladas bogotanas y vallenatico aguardientero. ¿Y para usted qué otras canciones deberían estar en la playlist de un gomelo de pura cepa? #LaMúsicaNosUne
Antes de que llegue mayo, una cantidad de artistas y bandas colombianas eligió el último viernes de abril para estrenar canción e intentar que tengan la atención necesaria de las personas para entrar en el listado de los temas más importantes de 2018. Todos los géneros musicales en Colombia están trabajando 24/7 para poder crear piezas que sean recordadas por décadas gracias a su letra, ritmos e impacto. ¡Celebramos la diversidad de la música nacional! Ganas - Gusi ¿Quién está detrás? Andrés Acosta Jaramillo, nombre de pila de Gusi, nació en Puerto de la Cruz, Venezuela, pero es tan colombiano como el vallenato. Luego de estudiar música en la Javeriana empezó a lanzar música; primero con Gusi & Beto y después con su proyecto en solitario. Ganas, su nuevo tema, fue escrito por él en compañía de Omar Alfano y Yadam. ¿A qué suena? El vallenato, el tropipop y el reggaetón hicieron el amor y así nació la base sonora de esta canción. ¿De qué trata? La canción incita al deseo visto desde la inspiración. Es un tema de amor con esa dulzura cursi que produce que la persona que tanto quiere le hable al oído. ¿Y sobre el video qué? El video fue grabado en Bogotá, Colombia, bajo la dirección de Rafatoon; una historia que es conducida por el romance y la sorpresa. En resumen, cuenta el nacimiento de un noviazgo. ¿Cuándo escucharla? Dele play en la mañana para empezar el día con buenas vibras. #LaMúsicaNosUne
Una nueva polémica sonará este año alrededor del Parque de la Leyenda Vallenata: el show anunciado como “Carlos Vives y los Hijos del Vallenato”. ¿Es necesario intentar “revivir” el tropipop en el Festival Vallenato? Por Jenny Cifuentes @Jenny_Cifu Por estos días los amantes del vallenato suenan con volumen: “Ya comienza el festival, vinieron a invitarme, ya se van los provincianos que estudian conmigo”, dice el inicio de una canción sabrosa interpretada por Silvio Brito, himno del Festival de la Leyenda Vallenata, que se realiza en Valledupar cada año. Un encuentro en el que se elige al acordeonero más duro. Durante varios días de eliminatorias, músicos diestros en el instrumento, se baten a duelo haciendo incendiar sus fuelles en las tarimas. Ellos son los que saben cómo se tocan el paseo, el merengue, la puya y el son, los cuatro aires del folclor vallenato. El vencedor obtiene la gloria y el máximo orgullo para un acordeonero: ser Rey Vallenato. El festival, que arrancó en 1968, es el templo del género en el país. Además de elegir a su soberano, Valledupar se enfiesta al cien, sus figuras tocan, y por todas partes resuenan cajas, guacharacas y acordeones. Mejor dicho, el perfecto escenario para vivir como el hit que tocaba el Binomio de Oro: “la parranda es pa amanece´, el que se duerma lo motilamos”. En esta edición, el número 52, que luce el lema: “Vallenato para el mundo”, los shows centrales se darán del 26 al 30 de abril. Hace rato en redes se invita a la gente con el hashtag #Todoelmundovienealfestival, sumado a unas bellas piezas promocionales con Carlos Vives como protagonista, en las que aparece recorriendo los pasos de Alejo Durán, - primer Rey de la Leyenda Vallenata-, mostrando los sabores de Valledupar, y contagiando con música e imágenes el espíritu y el poder del vallenato. Ya empezaron actividades festivaleras: concursos de pintura infantil relacionadas con la celebración; el desfile de “Jeeps Willys Parranderos”; la obra de teatro Flores de María, inspirada en el clásico tema Alicia Adorada que compuso Juancho Polo Valencia (popular en la versión de Alejo Durán); conferencias sobre plataformas digitales y vallenato; y se tienen programados, entre otros, homenajes a íconos del folclor, como el fallecido guitarrista Hugues Martínez (tremendo de las cuerdas, en las filas de Poncho Zuleta por largo tiempo) o la autora Rita Fernández (creadora del clásico Sombra Perdida, que hiciera El Binomio de Oro); la exposición de fotografía La Hamaca Grande, el tradicional Desfile de Piloneras, la elección de la mejor Casa Festivalera y la mejor Parranda Vallenata de la ciudad. Iniciaron también las contiendas en algunas de las categorías de acordeoneros (las hay Profesional, Aficionado, Infantil, Canción Inédita y Piquería, que es un enfrentamiento a punta de versos improvisados), y como novedad, esta edición inauguró los concursos entre mujeres, quienes antes, competían con los hombres. Desde ahora, existirán las categorías Acordeonera Menor, en la que tocan niñas de 8 a 15 años, y Acordeonera Mayor, para participantes de 16 en adelante. Sí señores, en 2019, habrá Reina Vallenata. ¿Por qué murió (y ahora resucita) el tropipop? Este año el festival, además de reconocidas estrellas vallenatas, incluye en su cartel a los puertorriqueños Ozuna, y Zion & Lennox, también a Sebastián Yatra, y un show en el que Carlos Vives tiene como invitados a varios exponentes del tropipop. Ver artistas de otros géneros presentados como cabezas de cartel en un evento que apunta a resaltar y preservar el folclor vallenato, sigue siendo para muchos, confuso y raro, a pesar de que incluir nombres internacionales o de otros estilos se viene haciendo desde hace años. Yendo hacia atrás, en 2003, se vio a Juanes en concierto en la Plaza Alfonso López, (en ese entonces escenario más relevante del encuentro) cantando un par de temas de Diomedes Díaz. En la siguiente edición, Andrés Cepeda estuvo presentándose en el recién estrenado Parque de La Leyenda Vallenata, que desde ese año se alzó como tarima principal del festival. Ricky Martin el año pasado, luciendo sombrero vueltiao, - regalo de alguien de la audiencia -, soltó un “¡Ay hombe Valledupar!”. El escenario del Parque ha desplegado a Franco De Vita cantando Matilde Lina de Leandro Díaz, a Ricardo Montaner interpretando Jaime Molina, de Escalona junto a Jorge Celedón, o a Daddy Yankee improvisando versos dedicados a Diomedes y al vallenato. Pitbul, Ana Gabriel, Juan Luis Guerra, Maná, Nicky Jam, Marc Anthony, Wisin y Yandel o Enrique Iglesias han estado allí en vivo. Algunos locales aplauden la invitación de estas figuras afirmando que es la única oportunidad que tienen en la ciudad para verlos, y muchos devotos del vallenato, que acuden a la cita justo para sumergirse en el género, continúan criticando la presencia de esos estilos en la programación, que se realiza bajo la curaduría del equipo de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata (la que arma el encuentro). Incluso en 2013, luminarias vallenatas como Jorge Oñate, Diomedes Díaz, Poncho Zuleta y Beto Zabaleta, a modo de protesta, según su versión, ante la desigualdad en la publicidad que se hizo a los otros artistas, respecto a la de ellos, cancelaron su presentación en el Parque. Este año, en parte del público vallenato, desató polémica el anuncio de la presentación de nombres del tropipop en el Parque de la Leyenda Vallenata, en un show al lado de Carlos Vives, que ha sido anunciado como “Carlos Vives y los Hijos del Vallenato”. Acto que, según Juan Rincón, jefe de prensa del evento, fue propuesto por Vives, argumentando que el tropipop también viene del vallenato. Es claro que el festival convoca miles de personas de todas las regiones, se ha solidificado como una gran empresa y es buena vitrina para los músicos; y también, que este encuentro es el mejor momento para que brille el vallenato, para que crezca, para exaltar a sus clásicos cultores, actuales estrellas y la nueva sangre del género que guerrea en la tarea nada fácil de abrirse camino. En medio de este panorama surgen preguntas. Ahora que el tropipop, estilo que emergió hace ya casi dos décadas, es un movimiento que la industria quiere hacer crecer, que tiene toda la maquinaria trabajando por ello, con la fuerza de una discográfica, herramientas como las plataformas, redes, promoción en emisoras, vallas, concierto en mayo en Bogotá, etc. etc. ¿Es necesario también intentar “revivirlo” en el Festival Vallenato? El festival, además de poner a sonar populares ídolos del reggaetón, salsa, balada o ranchera, ¿también debe ser trampolín de otras movidas musicales que quieren de nuevo salir a la luz? ¿No deberían esos espacios abiertos a otros estilos ser ocupados por vallenatos? Creo que sí. Hay muchos artistas vallenatos con el nivel y las ganas de exponerse en una tarima así. En todo caso, si le gusta el vallenato, coja el sombrero vueltiao y arranque para Valledupar, que ya tiene hasta Paseo de la Fama para sus íconos, - como los rockeros -. Y ¡que viva el festival! tierra prometida de los parranderos.
Termina marzo y con él cierra una temporada de interesantes lanzamientos musicales. El 2019 ha sorprendido por la diversidad de canciones que han llegado a nuestros oídos, ofreciendo un catálogo inmenso de sonidos y composiciones. Pocos artistas/agrupaciones están lanzando álbumes o EP y están concentrados en presentar música nueva por medio de sencillos. El reto en una era digital en que la inmediatez es protagonista es crear tracks que logren permanecer en la mente de los oyentes por lo menos durante un año completo. Con tanto problema político en Colombia, es necesario hacer una pausa y darle play a esos artistas que están ahí fuera intentando crear pistas que puedan entrar a ser parte de la historia musical del país. Aquí tres nuevos temas para decir “Tropipop Is Back” ¿Por qué murió (y ahora resucita) el tropipop? Para alegrar tu corazón – Santiago Parra ¿Quién está detrás? El artista lleva desde 2001 dándole forma a su proyecto artístico. Desde entonces ha estado comprometido con mezclar diferentes sonidos con los que se siente comprometido. El nombre de Santiago fue parte de la era dorada del tropipop. ¿A qué suena? Como si no hubiese pasado el tiempo, Para alegrar tu corazón es una canción fresca, romántica y que tiene vibras tropicales propias del género. ¿De qué hace parte? Este tema es la carta de presentación del próximo EP de Santiago Parra que estrenará en abril bajo el nombre El Camino. ¿Cuándo escucharla? Cada vez que tenga en mente a la persona que lo enamora Me quedo solito – Jerau ¿Quién está detrás? Jerry es un artista de la casa y uno de los papás del tropipop. Durante años tuvo palos radiales que están en la memoria de todas las personas como Conquista, Feeling y Estás Conmigo. Ahora, en el marco de Tropipop Is Back, Jerau regresa con nueva música en la que su voz y alegra son más protagonistas que nunca. El sencillo fue producido por Andy Boza, ganador de Latin Grammy, Farios, Javier Bajaire y Boris Milan. ¿De qué trata? Es una canción hecha para llegar a esas personas que buscan refugio y huyen de la soledad, con tremendas ganas de amar. Una poesía llena de sentimientos, un cántico al amor desesperado. ¿Cuándo escucharla? Caminando por su vecindario, mientras piensa a quién dedicarle esta canción. Jugar al amor – Qarto Aparte ¿Quién está detrás? Estos cartageneros llevan varios años firmes en la música, a pesar de que el tropipop desapareció un tiempo. Son recordados porque crearon hace más de 10 años dos de los himnos del género: El Cuadrito y Todo de ti. Ahora regresan para aportarle al renacimiento que el tropipop quiere tener. ¿A qué suena? Los tiempos han cambiado y la banda sabe que hay que untarse un poco de lo urbano para llegar a diferentes públicos. En este track los caribeños le apuestan a un tema romántico en el que mezclan su sonido tradicional con algo de reggaetón. ¿De qué trata? Para amar hay que arriesgarse y ver qué ocurre. Quarto Aparte creó una canción para apostarle a las relaciones sin temer si se pierde en algún momento. ¿Cuándo escucharla? En la carretera cuando esté de viaje. #LaMúsicaNosUne
Con la nota ¿Por qué murió (y ahora resucita) el tropipop? se abrió un debate sobre la importancia del género musical para Colombia. El tropipop fue la banda sonora de toda una generación, sonaba por todo lado, tuvo canciones que hacen parte de la historia del país y tuvo representantes que lograron llevar la propuesta hasta la Academia de la Música. Como lo resaltamos en ese escrito, Mauricio Rodríguez es uno de los responsables del fenómeno y con su disco Canto Caribeño, se convirtió en un ejemplo a seguir para muchas bandas colegiales. Fotos: Katherin Fresneda El artista ha mantenido firme su proyecto pese a las adversidades. Año tras año ha venido lanzando música por el placer de hacer lo que le apasiona y tiene muchas metas como artista: lograr que el tropipop tenga su espacio en la industria de la música, ganarse un Latin Grammy y hacer que todo el país se enamore de los sonidos tropicales de la misma forma en que él lo logro. Esta es una conversación bien tropipopera con el creador del coreadísimo Paru papa ruparu paru, paru papara Del tropipop se ha hablado un montón últimamente. ¿Cómo podría describir esa palabra Mauricio Rodriguez? Ufff para mi lo es todo. Es la mezcla de todo lo que ha pasado en la música Latinoamérica, de la música romántica, de los artistas que han podido fusionar y tener una medida cercana a la música tropical sin salirse del pop o balada que siempre ha causado sensación en nuestro estilo a la hora de componer. Esa es la definición del tropical pop que es lo que define a los latinos en la industria musical. ¿Cómo fue que un rolo del tradicional Gimnasio Moderno de Bogotá se empezó a interesar por los sonidos caribeños a tal punto que nombró Canto Caribeño su álbum debut? Digamos que Bogotá ha sido la casa matriz de la música del país. Acá empezó a abrirse el vallenato muy fuerte, con el vallenato fue furor en los 90 con Diomedes Díaz o también con el folclor de Pacho Galán u orquestas tradicionales, siempre Bogotá ha sido la casa de esos sonidos y eso hace que yo haya crecido en un lugar donde no había frontera para la música y eso no sucede en otras ciudades del país. Bogotá incumple esa regla y es donde hay la fusión musical más grande de Colombia. Y ahí fue que nació el proyecto Palodeagua, ¿no? Cuando estaba en el colegio formé un grupo que se llamaba Palodeagua y venía de la idea del Gimnasio Moderno de crear una orquesta donde hacíamos música tropical. Yo me tomé el riesgo de hacer la banda a pesar de que los cachacos me decían que era demasiado tropical. Ahí me tomé el riesgo de hacer música tropical cuando la norma era hacer rock. Digamos que ese reto hizo que muchos colegas hicieran sus propias bandas haciendo eso que ahora llamamos tropipop. Yo he vivido muchos años al lado de la playa y tengo una conexión muy bella con la costa. Gracias a Canto Caribeño fue nominado como Mejor Nuevo Artista en los Latin Grammy. ¿Qué representó eso para usted? Yo siempre soñé con eso, ha sido de mis grandes metas. Sentir ese reconocimiento es algo muy grande. La nominación fue una sorpresa porque el álbum acababa de salir al mercado. Eso fue una motivación muy grande, me abrió muchas puertas y a seguir creyendo que se puede creer en la música tropical. Hoy en día yo sigo con ese impulso que me dio la nominación a los Latin Grammy en ese momento. Imagínese cuando ganemos el primero, ojalá sea muy pronto. Muchos dicen que el tropipop era un género musical de gomelos. ¿Por qué? Tiene toda la razón y la gente sigue pensando eso. Los exponentes del tropipop de alguna forma eran de colegios buenos de Bogotá, eran grandes artistas y compositores, pero que hasta ahora comenzaban la ola de los proyectos discográficos. Uno siempre ve que la gente que hace la música tropical está hecha por gente humilde que empieza desde abajo. Ver personas de clase alta o con grandes recursos haciendo música causa sensación, envidia y de una forma logra motivar a otros a seguir el ejemplo. Algunos ven negativo que la gente sea gomela, pero yo creo que las personas empiezan a seguir ese ejemplo de las personas de clases altas y eso da una enseñanza a los demás. Yo creo que uno en Colombia lo que tiene que hacer es oír las canciones y dejarse llevar por lo verdaderamente importante que es la música. El tropipop como fenómeno explotó durante el Gobierno de Álvaro Uribe y de hecho tu fuiste parte de la campaña Colombia Es Pasión que fue musicalizada con un tropipop. ¿Por qué cree que algunas personas asocian el género con el uribismo? (Risas) Yo creo que estábamos todos con ese Gobierno. Estábamos todos pasando por una situación política fuerte donde todos éramos un presidente, todos éramos una nación atacando esa guerra y violencia en el país. Yo creo que fue un momento de unión de todos los colombianos y éramos uribistas, cuando hablo de uribistas me refiero a que él era nuestro presidente. Yo no he sido nunca uribista, ni he sido de un partido político porque siempre he estado alejado del proselitismo. Yo he trabajado con los gobiernos porque me permite trabajar con la gente. A nosotros nos vieron en el Palacio de Nariño, siendo parte de los procesos de paz, haciendo campañas y por eso nos relacionan con Uribe. Con nuestra música aportamos mucho y llevando un poco de patria a todos lados. ¿Cuáles son sus canciones favoritas del tropipop? Me encanta El Problemón de Bonka, de mi repertorio me gustan Canto Caribeño, Niña y Es Ella que no sonó mucho. Me fascina El Parrandero de Sin Ánimo, Tabaco y Channel de Bacilos es encantadora y con esa muchos empezamos a tocar guitarra, de Jerau me gusta mucho Feeling, de Fonseca mi favorita es Te Mando Flores y me gusta la contestación que hizo Jose Gavira a esa canción con No Te Pido Flores de Fanny Lu. De Carlos Vives algo bien tropipero es La Cartera y Amor Eterno. En este momento está vigente la campaña Tropipop Is Back. ¿Qué es lo que quieren lograr este año con el género ya que varios artistas se han sumado al movimiento? Lo que queremos es que nos amemos los unos a los otros y que tengamos los espacios que nos merecemos como grupos, como bandas, como soñadores colombianos. Que no tengamos ese conflicto de intereses y que la música no tenga vetos. Hay que unirnos y estamos tratando de hacer equipo entre todos, hacer alianzas y dejar a un lado el ego, porque el ego siempre mata la unión. Hoy en día sentarse al lado de mis amigos y hacer música es lo único que queremos hacer. Hay que cuidar, valorar y darle vida al tropipop, porque es nuestro y es parte de la identidad colombiana. El día de mañana muchos músicos jóvenes dirán “bueno, queremos que nuestro grupo sea de tropipop”. Usted fue referente de muchas bandas de la época dorada del tropipop. En ese momento varios líderes de opinión criticaban que los integrantes de las agrupaciones no eran músicos profesionales. ¿Usted qué opinabas de eso y de ser el ejemplo para una camada de artistas nacientes? Hay dos puntos de vista, está el de músico y el público. Como músico muchas veces critiqué algunas canciones o bandas porque no estaban bien grabadas, pero también estaba latente ese pensamiento que me decía “no esta bien grabada, pero esta canción me enrumba”. Hay muchas canciones así, que causaban lo que otras no lograban, y nos pudimos dar cuenta que la música es magia. Todas esas canciones siguen en el corazón de la gente. Se habla mucho de que Julio Sanchez de la W afectó mucho al género con su campaña No Más Tropipop. ¿Usted se sintió afectado con ese movimiento? En medio de una gira promocional sentí el rechazo directo al género y sus representantes, me di cuenta de que la gente sí le copió a esa campaña en contra de la música que hacíamos. De una forma u otra le estaban cerrando la puerta al género. Los directores de las emisoras me preguntaban ‘¿esa nueva canción suya es tropipop?’. Cuando les decía que sí me respondían ‘lo siento es que acá ya no ponemos esa música’. Lo sentí como una guerra y nunca entendimos el por qué”. ¿Y qué decía usted cuando alguien comentaba que las canciones de tropipop sonaban igual? Cada canción tiene un mundo diferente así sea del mismo estilo, pero también hay gente que le gusta copiar. En todos los géneros y durante todo el tiempo. Yo creo que es una tendencia y eso es parte del ciclo; hacer canciones similares porque eso es lo que está pegando en ese momento. Me parece que es parte de esa búsqueda, los grupos que han sabido mantenerse en la industria han sido originales y han hecho sus propias carreras. En el tropipop es muy jodido que los temas no se parezcan porque tienen una base muy importante que es la champeta, música africana, que hoy en día se llama reggaetón. Todo lo que ahora pasa en la música colombiana es tropipop y es un tema muy largo porque la base de todo está en nuestras raíces africanas. Para 2019 Mauricio & Palodeagua tiene seleccionados varias canciones para lanzar como sencillos en la que se evidencia su evolución como músico y exponente del tropipop. También está trabajando parejo con sus colegas para hacer canciones que revivan el género y le den el espacio que se merece en la música colombiana. Recomendado: ¿Qué es el tropipop? Así es la historia de un género musical 100% colombiano
Más de una década después de su boom, el tropipop vuelve tímidamente a emisoras, festivales, discotecas y el gusto popular. El que alguna vez fue el género rey de la radio se diluyó lentamente por una mezcla de agotamiento de la fórmula y, sobre todo, el polémico nacionalismo que este género encarnaba y adornó. ¿Por qué nació y murió el tropipop? Por: Sebas Peña // @SebasNews - Juan Pablo Castiblanco // @KidCasti El cambio de milenio fue un sinónimo de esperanza para todo el mundo. La tecnología nos haría más felices, el medio ambiente sería cuidado y por fin seríamos una civilización respetuosa y tolerante. Pero no. Nada de eso. Y en Colombia menos. El cambio de milenio nos agarró con un proceso de paz con las FARC fracasado; con las heridas aún abiertas del Proceso 8000 que nos demostró que la mayoría de la clase política era fichita del narcotráfico; con atentados en pueblos y ciudades cada vez más salvajes; y con la aberrante y temible aparición de las “pescas milagrosas” en las que las guerrillas cerraban carreteras y secuestraban a todo el que estuviera en la vía en ese momento. Fueron días oscuros. Le teníamos miedo a nuestro propio país. La brecha entre las ciudades –aisladas del conflicto– y el campo se hizo más grande. Los colombianos no andaban por tierra por miedo a una balacera o una pesca. Colombia se quebró y se dejó de reconocer. En 2002 todo cambió con la llegada de Álvaro Uribe a la presidencia junto a su “mano firme y corazón grande” y su apuesta por solucionar los problemas desde polémicas acciones militares. La historia dirá si Uribe es culpable o no de todo lo que se le acusa, pero indudablemente instauró a la fuerza una sensación de seguridad que permitió que las ciudades, particularmente Bogotá, volvieran a mirar al resto del país. Una generación de jóvenes que había vivido aislada redescubrió las maravillas naturales y culturales. Campañas institucionales y gubernamentales como “Colombia es pasión” masificaron un nuevo nacionalismo pintoresco y poco reflexivo. ¿Y cuál fue la banda sonora de todo este renacer? El tropipop. Bacilos –integrada por un colombiano, un brasilero y un boricua– fue una de las primeras bandas de este nuevo boom con hits como Caraluna o Mi primer millón. Para su líder Jorge Villamizar (nacido en Córdoba, pero criado entre Bogotá, Quito, Londres y Miami), su proyecto musical logró mostrar que un colombiano podía identificarse con los sonidos del Caribe y sentir el sombrero vueltiao’ como propio. Villamizar no solo llevaba esta fusión en la música, sino que también se atrevió a ir a las entregas de los Grammy vestido de guayabera: “en ese momento le demostramos a muchos que un pelado de colegio privado de Bogotá estaba más interesado en hacer sonidos tropicales colombianos que en hacer el rock argentino que sonaba en la radio”. Para ser justos, lo que estos “pelados de colegio privado de Bogotá” estaban haciendo, tenía sus raíces en 1993 cuando Carlos Vives lanzó el álbum Clásicos de La Provincia: un disruptivo disco que retomó composiciones clásicas de eminentes vallenateros como Rafael Escalona, Alejo Durán, Emiliano Zuleta, Adolfo Pacheco o Carlos Huertas, entre otros, y se atrevió a tocarlas en clave de rock. Como lo logró el tropipop colegial de nuevo milenio, Vives y La Provincia engancharon a muchos jóvenes de la época con el folclor nacional y los inspiraron a tomar guitarra y explorar el sonido tropical. El bogotano Mauricio Rodríguez, egresado del tradicional Gimnasio Moderno, puede ser un nombre que muchos desconocen, pero si hablamos de Mauricio & Palodeagua la cosa cambia. Con la pegajosa Niña (la del famoso “Paru papa ruparu paru, paru papara”) fue clave para la expansión del tropipop en sus inicios y logró que una disquera grande como EMI lo fichara. En una entrevista en 2004 para La Mega, el cantante, junto al periodista Antonio Casale, bautizaron así el género por ser la mezcla entre sonidos tropicales como la salsa, el merengue y el vallenato con otros más anglosajones como el pop y el rock. No contento con adueñarse de emisoras como La Mega y 40 Principales, gracias a la mencionada Niña y a otras como Esa muchachita o Canto caribeño, Palodeagua lideró la expansión regional y consiguió para el tropipop la primera nominación a los Latin Grammy 2004 como Mejor Nuevo Artista, al lado de los también colombianos Superlitio. Eventualmente la ganadora en su categoría fue la brasilera María Rita. Palodeagua abrió la trocha para otros muchachos de colegios “gomelos” como el suyo. A él lo siguieron bandas como Wamba, Majua, Bonka y un sinnúmero de agrupaciones adolescentes que encontraron en él un referente, se interesaron por crear canciones enfocadas en la conquista o la parranda y adoptaron ritmos tropicales sin mayores estudios en estos géneros. Sencillos como La Mona de Bonka, El Parrandero de Sin Ánimo de Lucro, Compadre de Wamba, Usted me encanta de Majua, o Barman de San Alejo, entre otras, fueron compuestas por una generación joven preocupada por el vago deseo de enfiestarse los fines de semana a punta de aguardiente, contarle los problemas del corazón a sus amigos y buscar la forma más fácil de declarársele a la “muchachita” de su colegio. Otro de los himnos del género fue la versión tropipopera de la clásica salsa Ah Ah Oh No, original de Willie Colón y Héctor Lavoe, que realizó Wamba en 2007; la canción se mantuvo #1 a nivel nacional en 40 Principales por más de cinco semanas, superando lanzamientos de artistas nacionales de peso como Juanes y Fonseca o totazos globales como Umbrella de Rihanna, I Wanna Love You de Akon, Big Girls Don't Cry de Fergie, Tango del Pecado de Calle 13, o Sola, Héctor El Father (representante de un monstruo que comenzaba a despertarse y nadie veía venir: el reggaetón). A pesar de que la radio fue esencial para que el tropipop se metiera en la sangre de los jóvenes de la década, el voz a voz fue esencial para que el género destronara en los gustos de su nicho al pop anglo. Por ejemplo, El Parrandero, canción de Sin Ánimo De Lucro, nació sin pretensiones y se convirtió en uno de los himnos musicales del 2005. Camilo Rivera, acordeonero de la agrupación y actual integrante de Consulado Popular, recuerda que “grabamos un demo de El Parrandero que costó 300.000 pesos. La canción se empezó a regar. El demo llegó a los Dj que la ponían en discotecas de la época, la gente la cantaba con el alma y todo eso se logró de forma orgánica antes de sonar en radio. La primera vez que el tema se escuchó en una emisora fue a las 6 de la mañana de un diciembre de 2005 en La Mega. Luego nos llamó Universal Music Colombia, firmamos con ellos sin saber mucho de la industria y grabamos el primer disco con los productores José Gaviria y Carlos Huertas”. Además de Palodeagua, Sin Ánimo de Lucro o Bacilos, otros grandes bastiones del tropipop fueron agrupaciones como Bonka, Wamba o Majua que encarnaban una versión muy rola, urbana y colegial del concepto de la boy band anglo: grupos de jóvenes a la moda del momento (jeans desaliñados y desteñidos, riatas, piercings en la ceja, camisetas en v, una que otra Polo, chaquetas de cuero) con más pinta de roqueros, pero interpretando canciones semi-caribeñas que estaban escritas para conquistar a la niña linda de su círculo social y que hablaban del primer amor o la amistad fraternal de su “compadre”. El tropipop fue un retrato del caribe, pero desde la ciudad, desde Bogotá, desde sus colegios privados, y por eso emisoras como La Mega o 40 Principales organizaron concursos en estas instituciones buscando la nueva banda popular que pasara de bazares, lunadas y días culturales a tocar ante 60.000 personas en el Evento 40 o en el tradicional concierto Nuestra Tierra de RCN Radio. Tantos elementos en común generaron una masa en la que era difícil diferenciar una banda de la otra y en la que la exploración por la colombianidad –o más bien la nueva colombianidad– apoyada en el nacionalismo de la era Uribe era un elemento clave. Ahí, en ese definitivo y crucial elemento, estuvo una de las razones de su auge y a la vez oposición. Mientras muchos se sentían identificados con este renacer esperanzador, otros veían en este género, en este modo de apropiarse del país, una falsa construcción de nación excluyente e indolente. Hacia el final de la presidencia de Andrés Pastrana en 2002, los colombianos tenían la esperanza por el suelo; no se confiaba en el Gobierno y las guerrillas causaban temor entre el pueblo. Diego Bolaños, periodista de Radiónica y politólogo bogotano, opina que este género musical “nació coincidencialmente en una época socio cultural importante para el país. Durante ese tiempo la clase media-alta tenía la concepción de que el país gozaba de una mejor situación económica que le permitía mayor seguridad para celebrar y transportarse por el territorio nacional en sus carros, e irse de parranda a sus fincas”. Como parte de la propaganda de la nueva administración, el gobierno Uribe creó la campaña Colombia Es Pasión que se basaba en el orgullo nacional y que, a través de un género musical, pretendía mostrar la unión y la representación de todos los ciudadanos. Esta campaña, ampliamente conocida en el país y a la que se le invirtieron miles de millones de pesos, invitaba a “creer en lo nuestro” y eso ayudó a que muchos pudieran tener una confianza casi que ciega en la presidencia de turno. La campaña fue musicalizada con un tropipop sentimentalista en el que participaron artistas como Mauricio & Palodeagua, Maía, Sanalejo y Tinto, quienes a raíz de esa propaganda se fortalecieron en la escena artística nacional. El sociólogo Oscar Beltrán concluye en su trabajo de grado de la Universidad Nacional de Colombia Dimensiones y estéticas del tropipop que “este género tiene un sonido urbano bogotano, que captó elementos de la música costeña, se apropió de unos clichés y se lanzó a anunciar una Colombia nueva a través de un renovado mercado de identidades nacionales promovido en gran medida por el gobierno de Uribe Vélez”. UNA MUERTE ESCRITA CON W El empujón del contexto sociopolítico logró que para el año 2007 canciones como Otra oportunidad de Wamba, Lo mio es nuestro de Sin Ánimo de Lucro, No te pido flores de Fanny Lu, Me gusta (pequeña putita) de Sanalejo o Del 1 al 7 de Bonka se pelearan cada sábado el #1 de los listados radiales en Colombia. Era una época dorada para el tropipop con giras por todo el país, clubs de fans y, como lo predicaban sus canciones, “parranda y aguardiente”. Gonzalo Gutierrez, creador de la disquera SCP Music, es uno de los nombres más importantes para el género ya que se encargó de firmar a todas estas bandas de colegio, darles un sonido, mostrarles la industria de la música en Colombia, grabarles canciones y conseguirles contratos. Él pudo ver delante de sus ojos cómo el pop tropical de esas agrupaciones creció, despegó y se cayó, porque además del debate social llegó un adversario que nunca esperaron. Para Gutiérrez, una de las primeras razones por las que el tropipop se empezó a apagar fue la campaña No Más Tropipop de la emisora La W, dirigida por Julio Sánchez Cristo: “él empezó a hablar mal de los chicos y de la propuesta en su programa mañanero que es uno de los que más se escuchan en Colombia y que de alguna forma marca la agenda del país. De un momento a otro creó un espacio que se llamaba ‘No más tropipop’ donde invitaba a bandas musicales de otros géneros a enviar sus temas para sonarlos en su programa, que no es y nunca ha sido musical”. Salo, Alejandro González, Mauricio & Palodeagua y Katamarán coinciden en que esa campaña, respaldada por Sánchez Cristo, locutores y bandas de otros géneros, ayudó a que la gente empezara a mirar por encima del hombro a aquellos que hacían pop fusionado con tropical. Mauricio Rodriguez recuerda que en algún momento en medio de una gira promocional sintió el rechazo directo al género y sus representantes, “me di cuenta de que la gente sí le copió a esa campaña en contra de la música que hacíamos. De una forma u otra le estaban cerrando la puerta al género. Los directores de las emisoras me preguntaban ‘¿esa nueva canción suya es tropipop?’. Cuando les decía que sí me respondían ‘lo siento es que acá ya no ponemos esa música’. Lo sentí como una guerra y nunca entendimos el por qué”. Gonzalo Gutierrez cree que todo este movimiento surgió de la mente de Julio Sanchez luego de que un artista de tropipop se negó a seguir ofreciendo toques gratuitos para los eventos de La W: “alguna vez me reuní con alguien y me contó que todo se trataba de una pelea de Sánchez Cristo con un artista del género porque este no quiso tocarle gratis en un evento y él creó esa campaña para afectarlos a todos”. Sin embargo, dado el poder mediático que siempre ha tenido el periodista se cargó en él un juego de intereses comerciales que en realidad involucraba a mucha más gente de la industria. Según los artistas, la baja en la popularidad del tropipop en la radio empalmó con una de las prácticas más nocivas y corruptas en la radio: la payola (que viene de la frase “pay to play” / “pagar por sonar”). Los integrantes de Wamba contaron en el programa Puntos Cardinales de Dia TV de 2013 que Fernando Palma, director de 40 Principales en esa época, les pidió en una oportunidad cosas a cambio de sonar en radio: “cuando lanzamos en abril de 2012 la canción Don’t Give Up él nos dijo directamente que necesitaba unas vacaciones para navidad que costaban alrededor de 4 millones de pesos”. Cleiver Espitia fue promotor radial de la época dorada del tropipop para bandas como Bonka y Wamba; es decir, el eslabón entre las emisoras musicales y las nuevas canciones de los artistas. Desde su punto de vista el género se apagó en gran parte porque no había unión entre las bandas, no se adaptaron al cambio del mercado, no evolucionaron y se confiaron de que siempre estarían amparadas por la radio, esa que logró llevarlos a la cima y que también los hundió o les dio la espalda. La formula se agotó, el no sonar en radio con constancia llevó a que los contratos por shows bajaran y a que las bandas empezaran a sonar diferente para tratar de adaptarse al público. Una muestra clara de ello es que los álbumes Todo pasa por algo (2009) de Sin Ánimo de Lucro y Más que ayer (2015) de Bonka tuvieran un sonido más rockero y completamente alejado del tropical que los llevó al reconocimiento nacional. Otra señal de derrumbe y un golpe fuerte para esta era del tropipop se dio al interior de las bandas y sus familias porque muchos sintieron que era el fin de su vida artística. El sueño de la música se diluyó en otros caminos profesionales y académicos. Bandas como Sanalejo, Wamba, Tinto, Majua o Bonka se separaron y, en algunos casos, los vocalistas iniciaron carrera en solitario. De un momento a otro el tropipop dejó de ser ese género que marcó una época esperanzadora y a la vez difícil para el país, y se convirtió en el recuerdo de una generación. LA RESURRECCIÓN NOSTÁLGICA DEL TROPIPOP La nostalgia es un motor poderoso. Según explica el profesor de sicología de la Universidad Estatal de Dakota del Norte Clay Routledge, algunos estudios han demostrado que esta sensación produce en las personas sensaciones de autoestima y pertenencia social, crecimiento sicológico e incluso los incita a ser más caritativos. La nostalgia restablece bienestar y por eso es que muchas veces, teniendo un océano de canciones por oír o series o películas por ver, siempre volvemos al mismo título de siempre. Y, por supuesto, la publicidad ya descubrió su poder como herramienta de mercadeo. El tropipop fue la música que acompañó la adolescencia de una generación, la banda sonora de primeros amores y borracheras y por eso es que, más allá de sus implicaciones políticas o sus coyunturas, quedó incrustado en el subconsciente de muchos. El periodista Mark Joseph Stern explicó en un artículo para la revista Slate que nuestros cerebros nos atan a la música que oímos de adolescentes más fuerte que a la que oímos de adultos; “la nostalgia musical no es un fenómeno cultural, es una orden neuronal. (…) Entre los 12 y los 22 años nuestros cerebros atraviesan un rápido desarrollo neurológico, y la música que amamos en esa década se incrusta en nuestros lóbulos para bien. Cuando creamos conexiones neuronales con una canción, también creamos un fuerte rastro en la memoria que se carga con una emoción aumentada, gracias en parte a un exceso de hormonas de crecimiento de la pubertad. Estas hormonas le dicen a nuestro cerebro que todo es increíblemente importante, especialmente las canciones que forman la banda sonora de nuestros sueños (y vergüenzas) adolescentes.” Así que ya saben por qué en el 90% de las fiestas caseras terminan sonando canciones del corte de Mis ojos lloran por ti de Big Boy, Todavía de La Factoría, El gato volador de El Chombo, o Gimme The Power de Molotov. La nostalgia es en este momento el mejor amigo del tropipop y lo que le ha ayudado a flotar en el mar del olvido en tiempos donde todo pasa de moda muy rápido. En el 2013, en pleno reino del reggaetón y en el marco de la campaña “El tropipop vuelve a nacer”, La Mega sentó a Carlos Vives, Alejandro González de Bonka y el director de la emisora, Alejandro Villalobos, a dialogar sobre el declive del género y los cambios en la industria. Vives, considerado por muchos el patrón de la música nacional, se comprometió a hacer un álbum de estudio en el que participarían todos los artistas que fueron parte del movimiento y lanzarlo con bombos y platillos en su restaurante-bar Gaira. Ese proyecto nunca se realizó, la campaña radial no dio frutos y los artistas del género seguían sin sonar en emisoras, ni ofrecer conciertos. Pero al parecer un proyecto le dará un nuevo respiro al Tropipop en este 2019. Como una mosca estrellándose contra una ventana, el tropipop sigue rondando su camino de regreso a la primera plana. A finales de 2018 Alejandro González estrenó una nueva versión de la canción Te Pediré, originalmente incluida en el álbum de Bonka Lo que nunca nos contamos de 2016. La canción, que tuvo un beat reggaetonero bien encaletado de fondo, tuvo una floja recepción a pesar de ser interpretada por grandes del género como Salo (Wamba), Samper (Sin ánimo de lucro), Sebastián Yepes (Sanalejo) y Mauricio & Palodeagua. Sin embargo, de ahí nació la idea de hacer un concierto en el marco de otra campaña radial liderada por Rafael Cifuentes, director de Los 40 Principales: “Tropipop Is Back”. El evento se realizó en el Teatro Cafam de Bellas Artes, pero allí sólo se cantaron canciones clásicas, nada de sus nuevas creaciones que pudieran recapturar audiencia, recordando el poder de su mayor aliado: la nostalgia. Jose Baquero, ex baterista de Wamba y periodista musical, asegura que ese concierto de Los 40 fue el inicio de lo que será la reactivación del género: “para este año va a haber muchas nuevas canciones. Hemos estado componiendo, explorando entre varios del género, integrando a Jerau, Lucas Arnau y Gusi, y crearemos una especie de colectivo musical en el que hay colaboraciones, pero que contará con las ideas y experiencia de todos”. Este colectivo tropipopero, apoyado por Carlos Vives, Claudia Elena Vásquez y GML Estudios (paradójicamente se rumora que el mismo Julio Sánchez será uno de los grandes activistas del renacimiento del género), espera seguir brindándole al país un género netamente colombiano, resaltando la fusión de diferentes personalidades y mostrando la evolución artística de esos cantantes que eran adolescentes cuando el género estalló. Inevitablemente el tropipop ya hace parte de la historia musical de Colombia, así como la nueva cumbia, el dancehall, el folclor pacífico, el rock o la electrónica. Así muchos lo recuerden como la banda sonora del uribismo hay que reconocer su importancia para que bandas vigentes como Piso 21, Morat, Pasabordo y hasta Sebastián Yatra suenen hoy con fuerza en radio o plataformas digitales y sean los ídolos de la nueva generación. A su manera abrieron camino para que los públicos jóvenes conocieran y valoraran la música hecha en Colombia. Hoy el consumo musical en el país es diferente: el reggaetón, el vallenato y la ranchera son los reyes del sonido comercial, las propuestas independientes están capturando públicos potencialmente fieles y la radio ya no manda la parada porque cada uno elige lo que quiere escuchar gracias a la accesibilidad del adictivo smartphone. Eso no implica que la música, comercial o independiente, fiestera o introspectiva, sea ajena al contexto sociopolítico y a un tenso momento histórico en Colombia. Sería bueno que surgiera una nueva camada de artistas que además de cantarle a las niñas bonitas y festejen la llegada del fin de semana para tomar aguardiente, entiendan su arte como una fuerza social que tiene profundas implicaciones sociales. Todas esas agrupaciones que encasillamos en el tropipop inconscientemente jugaron un papel histórico en una construcción de nación. Hoy no gozan del mismo reconocimiento, pero la madurez los ha llevado a entender el papel que su música tuvo para el país. Ahora tienen las botas puestas para mostrarle al público que la historia de ellos, y del tropipop, se niega a terminar. ... Si quieren darle suelta a la nostalgia, armamos esta playlist con las canciones imprescindibles del tropipop. #LaMúsicaNosUne
Blessd se une a una de las leyendas más grandes del futbol mundial, Ronaldinho Gaucho, para jugar un partido de futbol. La cita será el 16 de mayo en el marco del Si Sabe Fest Deluxe en el Coliseo Cubierto Iván De Bedout de Medellín. La entrada es gratuita, hasta completar el aforo. El paisa presenta su nuevo trabajo musical “BLESSDELUXURY” a través del fútbol, una de sus más grandes pasiones. Ya hubo una primera fecha entre los 2 en Miami, así que Blessd espera una victoria en su tierra. “Estamos listos para romper de nuevo, pero ahora en nuestra ciudad, vamos a hacer la revancha y todas las entradas serán gratuitas exclusivamente para los fanáticos del Bendito y del buen futbol Si Sabe … Prometo esta vez ganarle a Ronaldinho y a los cracks que lo acompañan”, dice Blessd. El juego será una exhibición en compañía de una nómina de lujo que contará con dos grandes figuras en la dirección técnica de ambos equipos. Dirigiendo al equipo de Blessd estará una de las glorias del futbol, el portero de la selección Colombia René Higuita y dirigiendo al equipo de Ronaldinho estará Francisco Maturana, uno de los directores técnicos más recordados quienes dejarán toda su experiencia en la cancha en un espectáculo especial para todos los asistentes. Para quienes no puedan entrar, la transmisión estará a cargo de Westcol, unos de los streamers más conocidos del mundo y el #1 de ColombiaAmbos capitanes Blessd y Ronaldinho lo dejarán todo en la cancha. ¿Quién es Blessd?Stiven Mesa Londoño, conocido artísticamente como Blessd, es un cantante y compositor colombiano nacido en Medellín el 27 de enero del año 2000. Desde pequeño, Blessd estuvo rodeado de música gracias a la influencia de su tío rapero, quien lo introdujo al mundo del freestyle y las batallas de rap.Su pasión por la música lo llevó a comenzar su carrera como aficionado a los 15 años, participando en competencias y presentaciones locales. A los 17 años, compaginaba su pasión por la música con el trabajo familiar, vendiendo frutas y verduras en la Central Mayorista de Antioquia.
El Tribunal de apelaciones de Nueva York anuló la condena de Harvey Weinstein por delitos sexuales el jueves 25 de abril del 2024. La juez Jenny Rivera, la voz mayoritaria del tribunal, aseguró que la decisión fue tomada porque en el juicio se cometieron errores fundamentales. El veredicto, con cuatro votos a favor y tres en contra, llevó a que se ordenara un nuevo juicio demostrando que en el juicio del 2020, en el que se le dictaminó una condena de 23 años de cárcel, se permitió injustamente que mujeres que no eran parte de los cargos iniciales testificaran contra Weinstein.El abogado del exproductor de Hollywood, Barry Kamins, dijo en una entrevista que Harvey Weinstein se presentará frente a un juez en Manhattan para solicitar la libertad bajo fianza mientras se establece la fecha del nuevo juicio. "Nos complace que el tribunal haya acordado que al Sr. Weinstein se le negó su derecho fundamental a un juicio justo", comunicó Kamis. La juez Rivera resaltó que, el hecho de haber incluido injustamente los testimonios de mujeres que no hacían parte del caso, hacían que se reforzara la posición en contra al exproductor de 72 años por conductas anteriores y no solo por las que estaba siendo imputado. Incluso, podía haberle impedido a testificar en su favor. Por su lado, Barry Kamis y Arthur Aidala, otro abogado de Weinstein, consideran que en el proceso judicial del 2020, el juez "abandonó repetidamente su deber de salvaguardar las garantías constitucionales y los derechos procesales de Weinstein". Por esto, lo dejó "impotente para defenderse de un fiscal incontrolado".La condena por delitos sexuales de Harvey Weinstein en CaliforniaSin embargo, esta no es la única demanda que enfrenta Harvey Weinstein. Actualmente, también está condenado en California a 16 años en prisión por violar a Evgeniya Chernyshova en un hotel de Beverly Hills en el 2013. Por esto, el exproductor deberá seguir en prisión. El caso está ahora en manos del fiscal del distrito de Manhattan, Alvin Bragg, quien aseguró a través de un portavoz que: “Haremos todo lo que esté en nuestra mano para volver a juzgar este caso, y seguiremos firmes en nuestro compromiso con las supervivientes de agresiones sexuales”.¿Un retroceso para el movimiento #MeToo?Ashley Judd, la actriz estadounidense de cine y una de las voces más destacadas detrás de la demanda, consideró esta anulación como una "traición institucional". Asimismo, el abogado de Evgeniya Chernyshova, la mujer detrás de la demanda en California, afirmó que "está obviamente decepcionada" y "se siente mal por las víctimas que soportaron ese juicio y las posteriores apelaciones, sólo para ver cómo se revocaban las condenas".Los abogados también se han manifestado a favor y preocupados por sus defendidas. Por un lado, Lindsay Goldbrum, quien ha representado a seis víctimas, dijo que: "Lamentablemente, la sentencia de hoy arroja una oscura sombra sobre su valentía y, sin duda, disuadirá a futuras víctimas de agresiones sexuales de denunciar". Por el otro lado, Douglas Wigdor, abogado de ocho víctimas, subrayó una de las consecuencias más impactantes y crueles de la anulación. “La decisión de hoy supone un gran paso atrás en la exigencia de responsabilidades por actos de violencia sexual. Anular el veredicto es trágico porque obligará a las víctimas a soportar otro juicio más”. Scott Berkowitz, el fundador y presidente de la organización contra la violencia RAINN, también se manifestó y comunicó que: "Anular la condena de Harvey Weinstein es una decisión horrible que no protege el debido proceso: pone en peligro la justicia para las supervivientes de sus crímenes".
El concierto de Megadeth fue uno de los más esperados del año. La banda liderada por Dave Mustaine sorpendió no solo con su show, sino con la acción de los fans de una bandera gigante de Colombia en el Movistar Arena, que se hizo viral en redes sociales. https://www.instagram.com/reel/C6DOr2os6QN/?igsh=bDR2dWd4Mm9rMTU2"La idea de la acción en el concierto surge porque nosotros desde el 2011, que fue la primera visita de Megadeth a Colombia", nos cuenta Dick Carvajal, presidente del club de fans de la banda. "Empezamos a hacer esos fan action, en esa oportunidad fue con carteles y tuvimos visita de 2011 a 2014 y cada año hacíamos algo diferente. La última visita fue en 2014, pasaron 10 años, y en esta oportunidad era un escenario mucho más grande", agrega Carvajal. Los fans crearon un cartel con instrucciones precisas para lograr el efecto deseado. Caraja dice: "Me inspiré en cosas que yo habia visto en otros países y el Movistar Arena ayuda muchísimo". No era necesario ser miembro oficial del fan club para sorprender a la banda, el único requisito era leer las instrucciones, hacer las actividades y disfrutar del show.A algunos fans del metal no les gustan este tipo de acciones, argumentando que los conciertos son para disfrutar de la música, y no para grabar el celular. "Algunos fanáticos del metal son un poco radicales y no les gusta este tipo de cosas porque les parece un poco blando y no es lo que es el metal que suele ser un poco rudo", según nos cuenta Carvajal. Él explica que en la primera visita de Megadeth en Colombia asistieron 3.000 personas y hoy se agotaron 2 fechas en el Movistar Arena, lo que demuestra el creciente interés por la banda en diferentes generaciones, no solo en los metaleros más consagrados. ¿Como se acercó el cub de fans a Dave Mustaine?El club de fans de Megadeth colombiano es sumamente cercano a Mustaine. Como nos cuenta Carvajal, "esto ocurrió en 2012 cuando hicimos una acción que nos salió muy bien y estaba el Royal Center lleno de carteles. "Él se da cuenta, y pide conocerme. me réuno con él y empieza una amistad con Dave Mustaine y en los años siguientes me ha recibido varias veces en el hotel en las ciudades que ha visitado. En 2022, Dave Mustaine me regaló un ingreso para el festival Hell and Heaven en México, y pude ver a la banda desde el escenario". Justamente en su último show en Bogotá, me agradeció por todo lo que hice, y le dijo a los fans que gracias a mí era muy especial venir a Colombia. Fue muy bonito y emotivo.
Una de las primeras veces que Kool & the Gang y Village People estuvieron juntos —sin compartir escenario o ser cercanos musicalmente— fue en la discoteca The Empire, uno de los focos infecciosos de la cultura disco en New York en la década de los 70. Ubicada en Crown Heights, Manhattan, The Empire se convirtió en el escenario más preeminentemente oscuro de la escena disco de los neoyorquinos debido a su DJ Peter Brown.La pericia de Brown para combinar clásicos disco (como Girl You Need a Change of Mind de Eddie Kendricks, San Francisco [You’ve Got Me] de los Village People) y standards del funk (como Hollywood Swinging de Kool & the Gang) hizo que dos ritmos totalmente opuestos se unieran por primera vez para hacer explotar —sin parar— la energía de sus visitantes los viernes y los sábados en la noche.Las mezclas y las transiciones suaves que elaboraba Peter Brown en sus bandejas no solo fueron emblemáticas, sino que rompieron las cadenas que contenían nuevas formas de placer y nuevos tipos de identidad.Hoy nos parece natural, pero en un principio juntar a Kool & the Gang (funk) y a los Village People (disco) no fue tarea fácil, sobre todo porque para los cultores de la música funk como George Clinton de Funkadelic y Sylvester Stewart de Sly & the Family Stones, el disco (entre esos Village People) no era más que un “síndrome placebo”, una imitación pálida del funk, cuyos ritmos maquínicos eran un sustituto falso del principio del placer. Es decir, la música disco representaba la pasión descafeinada, la cerveza sin alcohol y el ritmo sin sexo.El funk era concebido como el punto final, el orgasmo, la eyaculación, el sexo despojado de cualquier tipo de mediación. Por ejemplo, la animalidad y la explosión de canciones como Jungle Boogie, Funky Stuff y This Is You, This Is Me de Kool & the Gang demostraban que el funk era una especie de elevador de las emociones cuyo sonido tenía el poder de alterar el ambiente. La historia de Kool & the GangKool & the Gang fue uno de los principales representantes del funk grasiento y sucio; un tipo de funk suelto, libre y fluido que invitaba a sus oyentes a viajar por el infierno y retornar nuevamente a la tierra despojados de cualquier culpa.La banda se formó en 1964 bajo el nombre de The Jazziacs en Nueva Jersey, pero solo hasta 1969 se convirtieron en Kool & the Gang cuando publicaron su primer álbum homónimo. La agrupación estaba conformada principalmente por Robert “Kool” Bell, su hermano Ronald y sus amigos Clifford Adams, Charles Smith, Woody Sparrow, Robert “Spike” Mickens, Dennis “D.T.” Thomas, Ricky West y Funky George Brown. Su éxito comercial llegó con Wild and Peaceful de 1973, álbum que obtuvo un disco de oro y logró posicionar dos canciones en el top 10 del pop.Sin embargo, el estomago de carburo del auge de la música disco de mediados de los 70 metabolizó el sonido funk de la banda, llevándolos a adoptar un sonido más “moderno”, en el que los tacos altos y los labiales insinuantes eran la regla, así como los jeans ajustados y los pectorales trabajados. Para esta nueva etapa Kool & the Gang contrató al cantante James “J.T.” Taylor, quien le permitió a la banda cosechar éxitos masivos como Ladies Night, Too Hot, Cherish y Celebration. Esta última, como salida de un dibujo animado, invitaba a celebrar los supuestos buenos tiempos que se vivían en los Estados Unidos a principios de los 80 con la llegada de la reaganomanía.La conversión de Kool & the Gang hacia el lado disco de la luna y el abandono del lado funk de la tierra, demostraba que la música disco también tenía el poder de agitar las aguas y activar las pulsaciones infinitas que encendían a muchas personas hasta llevarlas al tan anhelado orgasmo.Lo interesante de combinar el funk (Kool & the Gang) y el disco (Village People) en un mismo espacio es que permitió no únicamente que dos ritmos musicales o dos bandas totalmente opuestas se acercaran, sino que abrió la posibilidad de articular diferentes tipos de sexualidad, así como la oportunidad de explorar nuevas formas de identidad sexual.La historia de Village PeopleEl experimento en las bandejas de Brown —como de otros DJ de la época— creó un tipo diferente de música y generó un ambiente en el que la corporalidad dejó de estar prohibida; empujó a los cuerpos más allá de la vergüenza. En otras palabras, el logró de Brown fue mostrarle al mundo que los revolcones con extraños (funk y disco) y las orgías musicales (Kool & the Gang y Village People) podían desatar la lascivia que posibilitó explorar y trascender la posición del misionero.Y eso fue lo que caracterizó a Village People. Una estética provocativa de tipos vestidos con un penacho de plumas de cacique norteamericano y un taparrabos, el uniforme de un trabajador de la construcción y el equipo de cuero de un motociclista, así como letras vulgares —carentes de sutiliza— que fantaseaban con aventuras capaces de incendiar y liberar el mundo a través del sexo. La banda se formó luego de que los productores musicales franceses Jacques Morali y Henri Belolo se mudaran a New York. Su primer e innovador proyecto camp, llamado The Ritchie Family, basado en el sonido de Filadelfia Internacional, se desvaneció tan rápido como un single promocional.Pero lo que vendría después sería histórico. Village People nació de un modo bastante particular: un día que Belolo y Morali caminando por el West Village de New York vieron a alguien vestido con un traje de indio norteamericano. Ambos quedaron absolutamente impresionados por el personaje hasta el punto de seguirlo a una discoteca donde se dieron cuenta que trabajaba como bailarín. Una vez en el lugar, el Anvil (uno de los lugares más emblemáticos e “infames” de la escena disco gay), Belolo y Morali se encontraron con un mundo asombrosamente inédito: clientes vestidos con sombreros de cowboys (vaqueros), pantalones y chaquetas de cuero, overoles de trabajadores, tangas ajustadas y musas emplumadas.La escena era tan surreal que detonó en ellos la idea de retratar el “increíble mosaico” del hombre americano y a todos esos personajes fantásticos que habían visto en el West 14th Street de Greenwich Village. Con esto en mente la banda se transformó en los Village People (La Gente del Village) y dieron origen al mito del macho/drag.Los Village People se crearon en torno a una banda de estudio, así como al cantante Victor Willis, un extra de Broadway (el policía y atleta), Felipe Rose (el nativo americano), Alex Briley, ex corista de Bobbi Humphrey (el marinero), David Hodo, actor desempleado de Broadway (el obrero de la construcción), Randy Jones (el vaquero) y Glenn Hughes (el motociclista vestido de cuero).La banda alcanzó por primera vez la lista Billboard Hot 100 de singles en 1978 con Macho Man, canción que daba título a su segundo álbum: una oda burlona y pegadiza que exponía la expresión musculosa que estaba empezando a dominar la escena disco gay. Su crítica a la hipermasculidad se hizo más fuerte en su tercer álbum, Cruisin’, de 1978, un éxito rotundo que alcanzó el número 3 en las listas gracias a canciones como Y.M.C.A. y el éxito In the Navy, un himno que representaba el fetiche militar homoerótico.A pesar de todos estos éxitos que “celebraban” formas alternativas de masculinidad y “cuestionaban” al clásico “Macho Man”, los Village People fueron declarados “personas no gratas” en los clubes gay de Estados Unidos.Para muchos críticos la banda representó lo peor de la música disco: “beats trillados compuestos por perezosos escritores de estudio; letras simplonas y tipos vestidos de forma caricaturesca”. Por otra parte, para la comunidad gay y drag, la banda no era más que un producto del mercado que despojó de sus “propiedades malignas” a lo gay y lo drag para comercializarse de manera tal que liberales y conservadores pudieran hacer coreografías formando letras con los brazos con “Y.M.C.A”.No obstante, el verdadero logro de la banda fue expresar mediante su estética camp el distanciamiento que existía entre la sexualidad de los primos extrovertidos (gays y drags) y el resto de la sociedad que hipócritamente seguía escondiendo sus pasiones. El acto subversivo de Village People fue acercar una serie de valores y tabúes sociales de las comunidades gay y drag, fuertemente rechazados y caracterizados como inferiores, mediante estilos de seducción que ayudaron a bloquear la desconfianza por esas formas culturales vistas como inferiores.La estética gay y drag que impulsaron (y comercializaron) los Village People implicaron un compromiso excesivo con lo marginal solo porque en estos estilos encontraron un “valor” artístico reconocido (y aceptado) por diversos grupos sociales de manera superficial. Es decir, la forma característicamente gay y drag de tratar los valores, las imágenes y los productos de la cultura dominante mediante el uso de la ironía, la exageración, la teatralización y la burla ambivalente de lo serio y respetable fue lo que le permitió a Village People convertirse en una de las agrupaciones más subversivas de la historia de la música popular.Claramente, nada de esto fue abiertamente político, sin embargo, hoy en día no deja de sorprender que muchos medios, ya bien sean especializados en música o no, reconozcan a la banda como “iconos de la era de la música disco y del movimiento por los derechos LGBTQ”. Para ellos, el estilo camp de los Village People aludió a una especie de construcción ideológica del comportamiento que era supuestamente natural y correcta. Y a través de la suplantación y la parodia la banda simulaba el respeto por las normas interpretando ciertos papeles de la sociedad (el macho, lo indio, el trabajador, el obrero, el atleta), al tiempo que los socava “accidentalmente”, manteniendo la pose durante un instante y exagerando algún detalle estilístico o cliché hasta el absurdo.***A propósito de los cruces entre música y género, les recomendamos leer ¿Importan los géneros?
Carlos Sadness regresa a Bogotá con un show para todas las edades bajo la producción de CUSUMBO, el próximo 27 de septiembre en el Lourdes Music Hall.Ahora le llega el momento a un nuevo álbum, 'Realismo Mágico' (del que ya se conocen adelantos como Lo Que Fuera, junto a Ximena Sariñana o Feliz Feliz) es una evolución sonora del artista indie español que mira hacia atrás en su propia identidad y hacia nuevos horizontes.Encontrar la magia en medio de la realidad es el objetivo de este disco. Es por eso que profundiza en conceptos que pretender salvar a las personas de un mundo donde todo se consume velozmente, como la bondad, la ternura o la empatía. Todo ello guiado por el hilo conductor de varias estrellas que aparecen en momentos clave y que presiden la portada y el arte del disco, ilustrado por él mismo.El oyente más atento se encontrará con paisajes sonoros, a veces paradisíacos y otras desérticos, siempre bajo la mirada de los astros.En 'Realismo Mágico' hay vestigios de aquel sonido que le encumbró hace casi diez años (ahí están temas como Big Bang o Me Enamoro pero, sobre todo, se trata de una evolución de su música, abriéndose al nuevo pop alternativo de los nuevos años 20 y al sonido internacional en temas como 'Personita Buena' o 'Vibramos'.El nuevo disco de Carlos Sadness tiene tres grandes colaboraciones: Ximena Sariñana, Carla Morrrison y Melissa Robles. El Realismo Mágico es un movimiento literario que pretendía conocer la verdad del mundo a través de lo mágico. Así, Carlos Sadness hace lo propio con un trabajo que demuestra que la sensibilidad es revolucionaria.Pueden encontrar las boletas para el concierto de Carlos Sadness en la página de All Tickets.¿Quién es Carlos Sadness?Carlos Sadness, cuyo nombre real es Carlos Alberto Sánchez Uriol, es un artista español nacido en Barcelona el 31 de marzo de 1984. Además de cantante y compositor, también se destaca por su talento como ilustrador.Su incursión en la música comenzó en la adolescencia, grabando maquetas de rap mientras estudiaba bachillerato. Inicialmente se dio a conocer bajo el nombre Shinoflow, e incluso tuvo un proyecto previo llamado Bye Bye Sadness que nunca llegó a materializarse.En 2006 publicó de forma gratuita en internet 'El misterioso ciclo de tu pestañeo', un adelanto de su primer disco oficial: 'El presidente de los estados de ánimo' (2007). Este álbum de rap alternativo con letras introspectivas marcó el debut de Carlos Sadness como artista solista.Su carrera tuvo un punto de inflexión en 2010 con un viaje a Los Ángeles. Allí experimentó una transformación musical, dejando atrás el rap para abrazar sonidos indie y folk. Este cambio se reflejó en su álbum 'Ciencias celestes' (2012), publicado ya bajo el nombre definitivo de Carlos Sadness.Desde entonces, su trayectoria ha estado ligada al indie español. Ha tenido canciones virales como 'Amor Papaya' junto a Caloncho, y se convirtió en el primer artista indie español en superar los 600.000 oyentes mensuales en Spotify (2017).