Hay muchas cosas que siempre recordaremos de esta Copa Mundial de la FIFA Rusia 2018, como a Maradona, los peinados de los jugadores, los memes de Neymar y la apretada derrota de Colombia . A esto añadimos algunos errores de los arqueros, sin duda una de las posiciones más desagradecidas del fútbol. David de Gea (España) Un error del arquero español le dio a Cristiano el chance de hacer su segundo gol contra España en la fase de grupos. Willy Caballero (Argentina) Caballero le hizo fáciles las cosas a Ante Rebić, de Croacia, y así logró marcar el primer gol del partido en la fase de grupos. Fernando Muslera (Uruguay) El arquero de la celeste es un crack, pero seguro todavía le duele el gol de Griezmann en su partido con Francia en cuartos de final. Hugo Loris (Francia) Aunque su selección ganó la final, el error le dio a Croacia la oportunidad de hacer su segundo gol del partido. Manuel Neuer (Alemania) El arquero alemán también es el capitán del equipo. Descuidó la portería y eso le dio a Corea del Sur la oportunidad de hacer su segundo gol.
Hola José. Esta carta es para agradecerle de corazón por convertir a la Selección Colombia en un motivo de orgullo nacional. Colombia, usted sabrá, es un país desigual, derechizado, frustrado y carente de alegrías. Y un referente como su Selección logró ocupar ese hueco de orgullo dejado por nuestras instituciones. Gracias a usted, José, Colombia es por primera vez en la historia una Selección de fútbol de élite, con amor propio y mentalidad ganadora. Ni con el Pibe y compañía lo habíamos logrado. Por Álvaro Castellanos | @alvaro_caste Ese gol de Yerry Mina en el último minuto ante los ingleses es un gol de equipo grande. Ese gol, José, nos lo hicieron mil veces. Y ahora lo hacemos nosotros. ¿Ve por qué el país lo aclama? Porque gracias a usted hoy tenemos un equipo nacional grande, aunque sigamos debajo de los más importantes. Y digo “tenemos” porque, a pesar de que la Selección sea una empresa privada, sus victorias las apropiamos como nuestras. ¿Le sorprendió, José, ver a miles de colombianos saliendo a las calles de Bogotá cuando ustedes volvieron de su segundo Mundial? Sinceramente, a mí también. La Selección jugó un torneo flojo y no alcanzó a igualar lo de Brasil 2014, que era llegar a cuartos de final. Pero, pensándolo bien, la gente, el pueblo, se queda con su proceso. El país atesora su figura paternal, su paciencia, su sapiencia. Y su historia completa; ésa que comenzó en enero de 2012 cuando nuestros dirigentes barrigones lo fueron a buscar de afán para remplazar a Bolillo Gómez. Y no era pleitesía contra el extranjero; algo muy colombiano. Era apostarle a alguien de afuera ya que, con los de adentro, nunca escapamos del desprestigio. Y así, como plan B, como quien no quiere la cosa, en medio del camino, sin verlo venir, el azar y la gestión se juntaron para permitirle a usted comenzar una era inolvidable. Si vamos a los números, José, su ciclo llega a 78 partidos, con 42 victorias, 20 empates y 16 derrotas. Su rendimiento arroja una tendencia súper positiva. Y ojo que no son números engañosos, porque marcaron dos clasificaciones consecutivas a Mundiales (la primera después de 16 años) y un quinto puesto inédito en Brasil 2014. Aún con esto, sería torpe si reducimos su desempeño a lo cuantitativo, porque lo cualitativo está por encima. Sus maneras, su figura paternal, su bajo perfil, la profesionalización de su cuerpo técnico. Su forma de trabajar. Desde el principio, usted y los suyos se alejaron de los periodistas. Basta de compartir hoteles y vuelos con ellos. De consultarles cómo formar para el siguiente partido. Esa chabacanería nos tenía enterrados en el desprestigio eterno. Y bien hicieron ustedes en blindarse del ruido de los micrófonos, muchas veces destructivo. Su relación con los medios, José, se redujo a ruedas de prensa, donde usted poco y nada decía. Y la publicación de sus convocatorias siempre fue a última hora; los viernes por la noche, para lograr que esos periodistas calvos y prehistóricos que todos conocemos tuvieran poco para destruir. ¿Decisiones antipáticas? ¿Decisiones odiosas? Qué importa, José, si los resultados hablaron por usted. En estos seis años exitosos, mucho tuvieron que ver sus jugadores. Lógico. Sin jugadores no hay juego. Sería ridículo pensar que Pep Guardiola pueda sacar al Deportes Quindío campeón del Mundial de clubes. Los cracks se necesitan y los suyos, llámese Yepes, Falcao, Teófilo, James, Dávinson o Mina fueron los ejecutores finales de su gestión. Sin embargo, qué equivocados están los periodistas que aseguran que su éxito se debe exclusivamente a los jugadores. Tremenda falacia argumentativa. Según esto, cuando la Selección tuvo éxito no fue gracias a usted, pero cuando llegaron los malos resultados, sí fue por culpa suya. Por favor. Bien lo anota Alberto Salcedo Ramos. Algunos periodistas “pisotean cada noche la dignidad de futbolistas y convierten la magia del deporte en un lavadero de miserias”. Creo que esa frase también alude a los entrenadores. Sin embargo, José, y usted lo sabe porque lo vivió con Argentina en el Mundial de 2006, todo tiene su final. Dijo una vez Gabriel García Márquez que el amor es eterno mientras dura, y aunque el agradecimiento y el cariño hacia usted vivirán por siempre, hay que admitir que su ciclo se fatigó. De hecho, si lo vemos con reflexión y autocrítica, características que a usted le sobran, estará de acuerdo conmigo que el desgaste viene desde su segunda eliminatoria. Y llegado el Mundial, la tendencia se agudizó. Contra Japón usted se jugó con un Once experimental, exótico. Con Murillo, Lerma e Izquierdo de titulares. ¿Por qué inventar tanto en el debut de un Mundial? Todo me indica, José, que su intuición, sus apuestas, sus pálpitos, antes infalibles, comenzaron a convertirse en equivocaciones. Es mezquino, de acuerdo, opinar con el periódico del día siguiente, pero entienda también que esto es una catarsis de un hincha del fútbol que se quedó con las ganas de llegar más lejos en el Mundial. Sobre todo, porque había con qué. Pero los errores no dejaron. Dejar fuera de la convocatoria a Edwin Cardona y Duván Zapata. La expulsión de Carlos Sánchez contra Japón. La sustitución de Cuadrado minutos después. Meter a Carlos Bacca para verle hacer sus caritas de frustración. El juego físico contra Senegal. Y las lesiones, no sólo de James, del ídolo, de la figura, sino la de Abel Aguilar, Miguel Borja y Cristian Zapata. Cuatro lesiones, José, no son coincidencia. De ahí queda la amplia impresión de que su cuerpo médico se equivocó. Pero la decepción máxima vino contra Inglaterra. ¿Por qué jugar a empatarles, José? ¿Por qué sobrevalorarlos tanto? ¿Por qué destinar todos los recursos a desconectar su generación de juego? ¿Por qué esa línea de tres en contención? ¿Por qué aislar a Cuadrado, Quintero y Falcao? Era Inglaterra, no los Chicago Bulls de Michael Jordan. En palabras del escritor y cineasta argentino Eduardo Antin, los ingleses “son jóvenes, inexpertos y estuvieron muy lejos de ser un enemigo poderoso. Son más bien un equipo tibio, doméstico con algunos jugadores destacados y un goleador”, refiriéndose a Harry Kane, que nos anotó de penal en el estadio del Spartak de Moscú y nos obligó a cambiar el libreto. Y sí, aun con eso, alcanzamos la prórroga y los penales, pero no por mérito colectivo, sino por el rol épico de Yerry Mina, cuyos cabezazos goleadores solaparon la inoperancia ofensiva de Colombia durante todo el Mundial. Nuestro ataque sólo funcionó en la victoria sobre Polonia. Imagínese, José, haber llegado a cuartos de final y enfrentar a Suecia. Se nos fue una oportunidad única. Pero vuelvo a lo mismo. Como dice Jorge Dréxler, amemos más la trama que el desenlace. Por eso pongo el agradecimiento por encima de los errores. Verlo a usted en esa tanda de penales, tapándose la cara con una mano, y apoyando la otra en el hombro de José Fernando Cuadrado, es una postal que conmueve. Una tanda de penales es emocionante, a menos de que el equipo de uno los esté pateando. Y ahí estaba usted, igual que todo el país, vulnerable frente a la agonía de unos penales que pudieron evitarse. Destaca Martín Caparrós en un perfil que escribió sobre su vida cómo en 1978 usted tuvo que volver a Buenos Aires y pintar de amarillo y negro el Renault 12 de su hermano. Sus lesiones lo llevaron a acabar su carrera como futbolista antes de los 30 años y a convertirse en taxista. Pero con la crisis llegó la oportunidad y usted se embarcó en diferentes estudios de kinesiología y educación física, y terminó como entrenador. Su trabajo, resiliencia y humildad lo llevaron a alternar el taxi con el trabajo en cuerpos técnicos de equipos como Chacarita y Argentinos Juniors, para dedicarse luego de lleno dirigir con éxito las selecciones argentinas Sub-17, Sub-20 y Sub-23, hasta escalar a la de mayores. Como seleccionador de Argentina en Alemania 2006, el periodismo de su país todavía le cobra por sus decisiones en el juego de cuartos de final contra los anfitriones, que los eliminaron también en los penales. Dejar a un joven Messi en el banco. Prescindir de Riquelme y quedarse sin creación de fútbol. Y cambiar a un delantero de nivel como Crespo por otro más secundario como Julio Cruz. Tal vez, como pasó en Rusia 2018, su ciclo se estaba agotando. Pero yo sé, José. El puesto de técnico es a veces tan ingrato como el de los arqueros. Y usted sí que lo ha sufrido. En todo caso, quédese tranquilo que por lo menos acá en Colombia lo recordaremos por siempre como el mejor conductor que ha tenido nuestra Selección de fútbol, incluso a pesar de permitirle a Bacca patear el quinto penal contra los ingleses.
Puede que se moleste, se embejuque y se jale los cabellos de la ira por decir que James o Falcao no son los ídolos deportivos que Colombia debe homenajear con caravanas y estadios llenos, pero le digo: los deportistas nacionales que corresponde enaltecer y poner como avatar en redes sociales son nuestros ciclistas y nuestros patinadores. Por Jorge Asmar // @mantramental Amo “futbolísticamente” a Falcao. Como hincha de River Plate lo vi debutar ante Independiente de Avellaneda bajo la batuta de Mostaza Merlo, lo vi saltar en un partido River vs Botafogo por sudamericana y hacer un gol de cabeza en el último minuto, lloré cuando se lesionó y me emocioné cuando le marcó al Chelsea con la camiseta del Atlético, eso es lindo, es poético, es una efervescencia que solo quienes aman el fútbol lo entenderán, pero -siempre hay un pero- estos recuerdos vagan entre una cercanía de colores y un aprecio patriótico. Hacer lo que hacen nuestros futbolistas no es nada fácil: a nivel de clubes son increíbles, y están llegando a equipos de primera línea europea. Por otro lado, no cabe duda de que la selección Colombia está en su mejor momento hasta ahora tras la clasificación a cuartos de final en la Copa Mundial de la FIFA Brasil 2014 y un gran papel en este último mundial. ¿Creyeron que iba a escribir algo similar a lo que pavonean nuestros calvos y desagradecidos periodistas deportivos? Pues no, no soy tan “no heterosexual”, ni tan inconsciente para reconocer los esfuerzos que hacen nuestros futbolistas, estos profesionales que han cambiado mucho y para bien la imagen del colombiano en el mundo. Pero, lo expreso de nuevo, nuestro deporte no es el fútbol. Lo digo porque el recibimiento que obtuvo la selección en ambos mundiales, debería ser un atisbo de lo que merece Nairo, Rigo, Chávez, Winner, Betancourt, Pantano, Bernal, Gaviria (el ciclista, no el de corbata y dudoso partido político). Las personas deberíamos salir a las calles y llenar estadios para recibir al equipo campeón mundial de patinaje, la publicidad debería tener a Gabriela Rueda y Jhonny Angulo, -integrantes de la selección nacional de patinaje- promocionando productos que les dieron los bríos para convertirse en héroes y los ayudó a ser campeones. La selección colombiana de patinaje celebró recientemente su título 16 y es una de las mejores del mundo. Y durante buena parte del siglo XX, el deporte que paralizó el país fue el ciclismo. La vuelta a Colombia nos emocionó por décadas y los James y Falcao de hace unos años eran 'Cochise' Rodríguez y Lucho Herrera. Sin mencionar todos los éxitos que han cosechado "los escarabajos" en los últimos años. Los colombianos no merecemos a Nairo Quintana. Ojo, no soy resultadista, pero si hubo personas que trasnocharon y madrugaron en el Campín para recibir al equipo número 9 del mundial ¿Por qué no hacer un esfuerzo igual o mayor para recibir a quienes son campeones y son los número 1 en sus disciplinas? La selección Colombia de fútbol cada día evoluciona, va forjando esa mentalidad de sobreponerse a obstáculos, pero no demos la espalda a un grupo de jóvenes que, subidos en unos patines o en un caballito de acero, deslumbran al mundo entero mientras pasan casi inadvertidos en su propio país.
Aunque la FIFA no lo quiera, es inevitable: el fútbol siempre termina por volverse un evento político. La Copa Mundial Rusia 2018 no fue la excepción y con la confirmación de los finalistas, Francia y Croacia, todo apunta a que este será recordado como un mundial de alto valor simbólico en el manejo ideológico de los países protagonistas. (Vea también: los intereses del gobierno ruso tras la Copa Mundial de la FIFA) Por un lado, está el conflicto migratorio que atraviesan los franceses. Una historia para nada ajena a su seleccionado, pues además de que el equipo está conformado en su gran mayoría por figuras provenientes de regiones que en otro tiempo fueron colonias francesas, se ha comprobado el uso político directo del fútbol en las campañas pro y contra la inmigración. Tras el campeonato Mundial de Francia 98, la bandera francesa se convirtió en sinónimo de la unidad entre africanos, árabes y franceses. Sin embargo, en los últimos años, las tensiones entre migrantes y franceses blancos han tocado al grupo. Nicolas Anelka y Karim Benzema, dos exjugadores de “Les Bleus”, acusaron un manejo discriminatorio en la federación francesa. El caso fue de tal magnitud que el anterior técnico del equipo, y ganador del Mundial del 98, Laurent Blanc, fue grabado en una reunión con la federación en la que hablaba favorablemente de poner cuotas a los jugadores naturalizados en las divisiones inferiores. Una referencia incapable para ver antes la final (y para entender el problema) es el documental Les Bleus, una cinta que habla del manejo político que se le ha dado a la selección desde 1996 hasta 2016. Está en Netflix. O también puede leer este artículo: La hipocresía europea: odian a los migrantes, pero celebran sus goles. Por el otro lado, está el equipo debutante en una final. Al que todos quieren porque eliminó a Inglaterra y por la entrega de sus grandes figuras: Luka Modric e Iván Rakitic. Croacia, la nación europea de menos de 5 millones de habitantes y ningún jugador de origen africano o árabe en su selección, también ha recibido fuertes acusaciones políticas por parte de varios medios y usuarios de Twitter. Se les acusa de nazismo. El uruguayo Santiago Castro describió todo en este hilo de Twitter. Pero además del pasado problemático, este Mundial se han hecho declaraciones que no pegaron muy bien entre la FIFA. Luego del triunfo de Croacia por 3 a 0 sobre Argentina en la fase de grupos del Mundial, el jugador de origen bosnio Dejan Lovren subió un video junto a Vrsaljko, cantando la canción Bojna Cavoglave. A primera vista parece la versión croata de una celebración como el Ras Tas Tas, pero la letra contiene una frase controversial: "za dom, spremni!". Un cantico que los anti fascistas señalan como una apología al régimen de los Ustasha durante la II Guerra Mundial. ¿Quiénes eran los Ustasha? Una de las vertientes más despiadadas del nazismo. De entrada, no conocemos si hay un trasfondo provocador en la celebración, pero no fue el único manifiesto tomado como político durante el camino de Croacia a la final. El defensa Dogamoj Vida también publicó un video en el que suelta una frase polémica: "Gloria a Ucrania", una expresión nacionalista asociada al conflicto de Crimea, región Ucraniana que está en disputa por una posible adhesión a Rusia. Desde luego, simpatizar con Ucrania, en la tierra de Putin, por estos días, no fue bien recibido. Vida y la federación croata tuvieron que retractarse. La excusa fue el desconocimiento. Según el jugador, fue un agradecimiento al club que le abrió las puertas en la liga de Ucrania, el Dinamo de Kiev. Pero, a decir verdad, no pareció un saludo tan inocente. Tengan o no que ver los jugadores, lo cierto es que fuera de las canchas croatas sí hay evidentes tensiones entre grupos abiertamente xenófobos y homófobos. Tanto así que hay un club que nació única y exclusivamente para "la integración de grupos marginados a través del fútbol", el NK Zagreb 041. (Recuerden revisar el hilo de Twitter) El domingo, lo que pase en la final se va a prestar para muchas lecturas. Las más interesantes, por fuera de la cancha.
Con la final de la Copa Mundial de Rusia 2018 definida entre franceses y croatas, para los equipos que quedaron en el camino ya no hay de otra más que llorar, reflexionar, mejorar y ver los partidos por televisión. Suena a una obviedad más de Faryd Mondragón, pero es muy cierta: solo un equipo sale campeón. Cuando se compite por algo, la derrota es inevitable. Así es la ley del deporte, también aplicable a otros campos en muchas ocasiones. Es importante saberlo, sobre todo para no redondear el papelón de haber perdido con una pataleta. Varios protagonistas del Mundial nos dejaron antilecciones de comportamiento, aplicables para tener en cuenta siempre que perdemos en algo. Es un momento triste, claro, pero no hay que dejar que la negación o la venganza se manifiesten como síntoma. Esto es lo que NO debe hacer para afrontar una derrota. Echarle la culpa a un factor externo, por la hinchada de Colombia Es una costumbre patria. La practica desde el político hasta el oficinista pasando, claro, por el estudiante: echarle la culpa al otro. Hace cuatro años, en Brasil, Pékerman el culpable de nuestra derrota frente a Brasil no fue el equipo, fue el árbitro. Se popularizó el “Era gol de Yepes”. En Rusia, contra Inglaterra, Pékerman salió a defenderse, gracias al gol de Yerry en pelota parada Colombia se acercó en el marcador, pero después del partido, todo el mundo apuntó a un individuo…sí, el árbitro. Ignorar la existencia de los rivales, por los periodistas de fútbol argentinos Uno de los peores equipos argentinos de la historia, que no dio pie con bola con ningún entrenador durante la eliminatoria, entregado a un Messi salvador que no apareció, cayó en octavos del Mundial de Rusia contra el finalista, Francia. A estas alturas del partido, con partidos buenísimos, la mayoría de los periodistas argentinos de las cadenas populares que vemos en Colombia por cable, siguen dedicándole más de la mitad de sus programas a analizar la selección, obviando que el mundial sin Argentina todavía existe. Desviar la atención, por Juan Carlos Osorio “El profe” Osorio hizo un digno Mundial con México. Él, desde fuera de la cancha, todo lo maneja, todo lo piensa, todo lo controla. En el último partido de la primera ronda se embriagó de júbilo, no cuidó el resultado y pasó de carambola, pero de segundo. En octavos le tocó bailar con la más fea, Brasil. Como era de esperarse, por la enorme distancia en la calidad individual de los jugadores, perdió. Luego del partido, en sus declaraciones, prefirió hablar de lo que se revolcaba Neymar y no de por qué perdió el partido. Se le escapó. Al cabo que ni quería, por Hazard y Courtois “Prefiero perder con Bélgica que ganar con esa Francia”, fueron las palabras del centrocampista de Bélgica, Eden Hazard, luego de quedar eliminado en la semifinal contra Francia. Thibaut Courtois tuvo comentarios similares, dijo que sus rivales eran el antifúbol. A decir verdad, fue un partido reñido. Ambos tuvieron opciones. Courtois y Hazard estaban respirando por la herida, se les olvidó que ambos juegan en el Chelsea, un club al que no se le da mucho salir a buscar los partidos. Celebrar como si no hubiera mañana, por los mismos hinchas de Colombia que le echaron la culpa al árbitro Está bien que clasificar, entregarlo todo y pasar de la primera ronda de un Mundial puede considerarse un triunfo. No todos pueden ganar. ¿Pero era necesaria tal sobreactuación para recibir a la Selección Colombia en Bogotá? Se paralizó el tráfico, se llenó el estadio, hubo reggaetón. Una cena de agradecimiento y un saludo por Instagram hubiera sido suficiente.
En las gradas de FC sankt Pauli, equipo de Hamburgo en Alemania, las crestas de colores se alternan con descaradas mini faldas de las prostitutas, sus fieles seguidoras. Por Andrés Felipe Ramírez Rodríguez En las temporadas sin fútbol hay que echar memoria de otros casos cuando se cruzan el fútbol y la política. El último capítulo se vivió en Rusia 2018 y explotó el polémico avispero de los Balcanes. Durante el juego Serbia-Suiza, Xherdan Shaqiri y Granit Xhaka, ambos con raíces albanesas, celebraron los goles haciendo el águila que simboliza su país de origen. Un gesto visto como una provocación en Serbia y que motivó que la FIFA, siempre reacia a que la política se mezcle con el deporte, abriera un expediente y estudie sanciones contra los jugadores y contra el país. Si revisamos la historia podremos encontrar muchos casos en los que asuntos políticos se mezclan con el deporte. Son bien sabidas este tipo de relaciones en casos como el de la selección italiana y el fascismo de Mussolini y el resonado caso de la araña negra en Rusia; la afinidad del Barcelona de Cataluña con el separatismo, o la de las Chivas de Guadalajara con el nacionalismo mexicano; la cercanía de Bersluconi con el Milán, Macri con Boca Juniors, Bucarán con Barcelona de Ecuador y Piñera con Colo Colo. Pero no solo es cosa de los clubes. Las hinchadas no son ajenas al fenómeno y asumen su militancia porque, como se dice, “los canticos deportivos se politizan en la calle, y los de la calle se futbolizan en las gradas”. Este es el caso del fenómeno de la hinchada del Sankt Pauli, destacado por su defensa de diferentes causas sociales y por su comunidad de aficionados, cercanos ideológicamente a la izquierda política y a los movimientos contraculturales. Una hinchada surgida en Hamburgo Alemania que no se podría explicar sin el rock, que calienta todos los partidos con el sonido ensordecedor de las guitarras de Hells Bells de AC/DC, estalladas al inicio de cada encuentro; o sin el público enloquecido al escuchar Song 2 de Blur, indicativo de que el equipo ha marcado gol. La tribuna del Sankt Pauli es un colorido mural de personajes que animan en coro, en donde las crestas se alternan con las diminutas mini faldas de las prostitutas, fieles seguidoras del equipo, y de quienes se rumora financian el club. Todo un performance en medio del distrito de Sankt Pauli, conocido en toda Alemania como la calle del pecado y la lujuria, en medio del segundo puerto comercial más grande de Europa, que sirve de sustento para una gran mayoría de la humilde barriada (incluyendo desterrados), de expatriados como el antiguo nombre del estadio, Wilhelm Koch, deportado por el club cuando se descubrió que su homónimo, director del club, había pertenecido al Partido Nazi. Los piratas del Elba, como también son conocidos, se caracterizan por ser un club de firmes convicciones, por encima de los valores materiales, señas de identidad adquiridas en la década de los 80, en medio de una amalgama de culturas, influenciadas por una ideología obrera y enaltecida por la bandera pirata izada en los banderines del córner, símbolo de la casa de los desheredados; muestra irrefutable de una rebeldía que genera más de un millón de euros en merchandising gracias a sus 20 millones de seguidores en todo el mundo, sin título alguno a cuestas. Una lucha contra el capitalismo que cierra las puertas del dinero y de la fama, rechaza el éxito conseguido a cualquier precio y defiende un fútbol modesto, pero lleno de sentimientos. Muestra de ello, el gran episodio en el 2012, cuando su delantero Marius Ebbers, en un gesto de fair play, reconoció al árbitro de un partido contra el Paderborn haber marcado un gol con la mano; una escena que dio la vuelta al mundo Todo pasa en un club que recrea las calles de un enigmático suburbio: un sitio forjado entre muelles a las orillas del Elba, sinónimo de diversidad cultural y de tolerancia. Un escenario de burdeles y dudosa moral donde las mujeres rara vez se adentran bajo amenaza de agresión por parte de prostitutas, que como leonas defienden su territorio a ultranza a través de patadas en el culo y escupitazos dirigidos al rostro enemigo. Al club lo acoge un barrio inquieto políticamente, cuya presión hizo que el club retirase los anuncios de una revista masculina del estadio, al considerar que denigraba a las mujeres y en el cual unos tiernos novicios manifestaron haberse hecho adultos tras su visita; seguramente, todo está relacionado con que Sankt Pauli es el ‘barrio rojo’ de Hamburgo, y cuyo club de fútbol es patrocinado por Orion, una empresa de artículos eróticos en Internet , que tras un ascenso a la primera división elaboró 20.000 condones con el escudo del club. Todo en el Sankt Pauli sucede bajo un escenario poco común para un equipo de fútbol. Un enclave de paradojas y contradicciones se reflejan en sus vestuarios con un diseño lleno de grafitis y aforismos, en una atmósfera lúgubre que intenta emular un infierno con sus luces rojas, como el barrio que habita, y en cuyas paredes se puede leer bienvenidos al infierno: un espacio donde, además de futbol, se fabrica miel como medida de protección del medio ambiente. Un espacio siniestro que busca condicionar a los rivales momentos antes de saltar al terreno y que ha sido cómplice de muestras únicas de fair play en el mundo. Sank Pauli es un equipo de crestas y prostitutas ajeno a la gloria, pero que, gracias a sus excentricidades, activismo político en las tribunas y muestras de solidaridad, goza de la simpatía de todo el país. Sus actos solidarios los enaltecen y ya son muy difundidas campañas como Viva con Agua de Sankt Pauli, creada para reunir dinero para dispensadores de agua en escuelas de Cuba, o la iniciativa con la que dio cobijo en su estadio a 200 manifestantes contra la cumbre del G20. A pesar de la precaria situación económica del equipo, que les ha impedido cosechar mayores éxitos, y sólo en cinco ocasiones han disfrutado de la compañía de la élite de la primera división, son un club comprometido con la acción política y sensible a las causas sociales. Es un club que le gusta incluso a la gente que no le gusta el fútbol", un compendio de historias rimbombantes, adornadas con algunos mitos del club. Como el caso de Fabian Boll, del que los aficionados decían que llevaba una doble vida: el fin de semana, pirata, y por la semana policía. Todavía hoy se ven en el campo pancartas con el mensaje: 'All coppers are bastards Außer Boll" ('Todos los policías son unos bastardos excepto Boll'). O el mítico Volker Ippig, portero del St.Pauli en los 80. Vivía en una okupa del barrio y durante las diez temporadas que militó en el equipo hizo varias paradas incluyendo una para irse a Nicaragua a trabajar con una brigada sandinista. O el más sonoro y reciente caso de Deniz Naki, un alemán de origen kurdo con un prontuario rebelde para resaltar. Empezando por su juicio en 2016 por terrorismo tras criticar en redes sociales al gobierno turco por acciones contra el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), y quien a principios de 2018 fue sancionado de por vida por la federación turca de fútbol y en (TFF) por emitir un vídeo apoyando una protesta contra las acciones del gobierno turco en el norte de África, además de su famosa huelga de hambre por la intervención de Turquía en Síria Naki. Y su salto a la palestra en 2009 cuando en un encuentro contra uno de los grandes rivales del St.Pauli, el Hansa Rostock, celebró el gol de la victoria yéndose al córner de los desfavorecidos haciéndole a los hinchas rivales (en su propio campo) el gesto de cortar el cuello. Los ultras del Rostock, de ideología neonazi, llegaron a corear cánticos en décadas anteriores como: "Construiremos un tren desde St. Pauli a Auschwitz". En el club pirata la división entre la política y el deporte no existe. Entre la vida y la muerte, y la convicción y la contradicción no hay líneas visibles. Pero como en cualquier club el lema oficial del club sigue vigente para la mayoría: "El St. Pauli es la única opción".
Algunas melenas de futbolistas se vuelven icónicas, como la del Pibe. Hay otras que siempre recordamos, aunque por las razones equivocadas, como Ronaldo en la Copa Mundial del 2002. Lo cierto es que a los jugadores les encanta jugar con su pelo y probar cortes y estilos arriesgados. Por supuesto, la Copa Mundial de la FIFA Rusia 2018 no fue la excepción. Aquí algunos de los peinados más llamativos. Los raros peinados del fútbol. Para su partido contra Suiza, Neymar optó por un teñido rubio y los memes no se hicieron esperar. Parece que tomó nota, pues no le vimos el mismo look en partidos posteriores. Tony Kroos, de Alemania, lució un estilo irregular con toques rubios en su partido con México. Una cola de caballo con partes rapadas fue la opción de Domagoj Vida, de Croacia. "Will the real Slim Shady please stand up?" En su partido contra Brasil, "El Chicharito" evocó a Eminem. Un mohicano perfecto lució Ramin Rezaeian, de la selección de Irán. Kendall Waston, de Costa Rica, lució puntas decoloradas para su partido con Suiza. William Troost, de Nigeria, lució un mechón verde en honor a su selección. Keisuke Honda, de Japón, hizo un "mullet" a los lados: corto en un etremo y rapado al otro. James Rodríguez lució una discreta línea rapada al lado derecho de su cabeza. Simplemente inexplicable el corte de Sergio Ramos (España) en su partido con Rusia. Aníbal Godoy, de Panamá, también se inclinó por las líneas. El afro de Marouane Fellaini, de Bélgica, no pasa inadvertido. Valon Behrami, de Suiza, es otro de los que se fue por el rubio platinado. Reconocimiento al 'man bun', de David De Gea, de España.
El partido de Colombia – Inglaterra nos dejó no solo el corazón roto, sino varias dudas sobre el arbitraje. Muchos no quedaron contentos con las decisiones del juez Mark Geiger, que sacó 6 tarjetas amarillas a Colombia y 2 a Inglaterra. Geiger ya ha sido cuestionado por partidos previos: en 2012 sancionó una pena máxima que no existió en un partido Colombia – Brasil, y en 2014 fue acusado de beneficiar a Francia en un partido contra Nigeria. Desde hace varios meses antes del mundial existía esta petición para pedir que fuera retirado de su cargo, por varios partidos en la liga estadounidense. A propósito, recordamos otros arbitrajes polémicos en la historia de la Copa Mundial de la FIFA. Corea vs. España. Corea/Japón 2002 La decisión del árbitro egipcio Gamal al Ghandour de anular un gol legítimo a España contra Corea del Sur en un partido de cuartos de final causó polémica. Después de los penaltis, España resultó elminada y Corea llegó al cuarto lugar. Corea vs. Italia – Corea/Japón 2002 El árbitro ecuatoriano Byron Moreno anuló 2 goles a los italianos y omitió varias faltas a su favor. En 2010 fue arrestado por posesión de heroína. Francia vs. Irlanda. Eliminatorias a Sudáfrica 2010 En noviembre de 2009, el partido iba 1-1, hasta que el entonces capitán francés, Thierry Henry, detuvo el balón con la mano, para luego pasarlo a William Gallas, quien logró hacer el gol definitivo para la victoria de Francia. Inglaterra vs. Alemania Occidental. Inglaterra 1966 En la final de la Copa Mundial de la FIFA, el delantero Geoff Hurst marcó 3 goles. El último es conocido como el “gol fantasma”, pues aunque muchos no podrían confirmar si efectivamente el balón cruzó la línea de meta, el juez validó el gol. Francia vs. Kwait. España 1982 En pleno partido, el jeque Fahid Al-Ahmad Al-Sabah, presidente de la Federación Kuwaití de Fútbol, se acercó al campo de juego para hablar con el árbitro, el soviético Miroslav Stupar, quien minutos después anuló un gol de los franceses. El partido terminó 4 – 1 a favor de Francia y Al- Sabah tuvo que pagar una multa de 10.000 dólares. Chile – Italia. Francia 1998 Los chilenos iban ganando 2-1 a Italia en su debut. Sin embargo, en el minuto 85, el árbitro nigerino Lucien Bouchardeau pitó un penal injustificado a favor de Italia, lo que les dio el empate. Colombia - Brasil. Brasil 2014 ¿Era o no era gol de Yepes? Aún existen opiniones encontradas de varios expertos al respecto del gol del partido de cuartos de final entre Colombia y Brasil. Mientras varios árbitros sostienen que la anulación fue legítima, el propio Mario Yepes declaró que fue válido. Un abogado colombiano demandó a la FIFA por esta jugada. Argentina – Inglaterra. México 1986 Este gol tiene nombre propio: la mano de Dios. En un partido de cuartos de final, Diego Maradona se disputa la pelota con el arquero Peter Shilton, para luego dar un golpe y enviarla al fondo del arco. El árbitro tunecino Ali Bennaceur no lo anuló.
Se nos acabó el sueño mundialista y aunque nuestra selección lo dio todo en la cancha, estamos especialmente agradecidos con Yerry Mina, quien brilló en 3 de los 4 partidos de Colombia. El nativo de Guachené (Cauca) fue la figura de esta Copa Mundial de la FIFA y, aunque sabemos que es difícil escoger, aquí tenemos algunas razones por las que siempre estará en nuestros corazones. Sus goles Fueron 3 los goles que gritamos en este mundial gracias Yerry Mina: el primero contra Polonia, el segundo contra Senegal y el agónico tercero contra Inglaterra. Buena parte de nuestras celebraciones en esta Copa Mundial de la FIFA fueron gracias a él. Su humildad En enero de este año nos conmovió al entrar descalzo al campo de juego antes de debutar con el Barcelona. Según él, eso le recuerda de dónde salió, de la época cuando andaba descalzo en Guachené y cuando jugaba descalzo en la cancha del pueblo. Además, citó un pasaje de la biblia que dice: “que todo lugar donde pise la planta de vuestro pie, será vuestro". Su alegría "Con los pies en la tierra y los ojos en el cielo. Estoy feliz", dijo al ser presentado como refuerzo del Barcelona de España en las oficinas del club. No teme romper el protocolo para hacernos reír, como cuando dijo “un saludo pa’ mi Guachi” en una conferencia de prensa de Colombia. Imposible no contagiarse. Su sencillez Al entrar al Barcelona declaró: "Quiero aprender mucho. Quiero hacer un grupo más grande de lo que existe". A pesar de que en la Copa Mundial de la FIFA demostró que es todo un crack, no ha dejado que se le suba a la cabeza y es consciente de que aún tiene mucho por aprender. Su sabrosura En varias oportunidades nos mostró todo su sabor para bailar. ¡Y seguro la seguiremos viendo en los partidos que quedan!
No cabe duda de que el fútbol y todos sus torneos están llena de sorpresas. Mientras los más esperados están eliminados, otros que muchos no se imaginaban siguen dando la pelea y a veces termina ganando el trofeo el menos esperado. Por Paula Ricciulli // @ricciup. Ha sido tal la montaña rusa emocional que nos sentimos como viendo una telenovela. Si le parece que no viene al caso la comparación aquí le mostramos por qué: 1. Hay drama... 2. Y muchos golpes. 3. Les hacemos fuerza a los más débiles. 4. Hay villanos que no nos gustan (y nos alegramos en secreto cuando les va mal). 5. Hay galanes. 6. Queremos que el héroe tenga el reconocimiento que merece. 7. Siempre pasan cosas emocionantes al último momento, como el gol de Alemania a Suecia en el minuto 95 o el gol de Colombia a Inglaterra. 8. Nos sacan la sed de venganza 9. Tenemos un personaje favorito al que le hacemos fuerza, como Islandia. 10. Hay capítulos muy emocionantes, como Brasil - México o Bélgica - Japón. 11. Y otros en lo que no pasa nada, como España - Rusia o Croacia - Dinamarca. 12. Por lo general Dios está involucrado de alguna manera… 13. Hay maldiciones inexplicables. 14. Pero cuando se acaba, siempre lloramos. 15. Y después del final no sabemos qué hacer con nuestras vidas... ... hasta la próxima Copa Mundial de La FIFA (o al menos a las eliminatorias).
Después de tres años del estreno de la primera temporada, se reveló que la cuarta temporada de Only Murders in the Building llegará a la plataforma de streaming Hulu el 28 de agosto del 2024. Esta vez, Charles, Oliver y Mabel se entera que un estudio de Hollywood quiere hacer una película inspirada en su podcast. Por esto, el trío dinámico se va a Los Ángeles y, mientras trabajan por su camino a la fama, intentan resolver el asesinato de Sazz Pataki. En esta ocasión, además de Martin Short, Steve Martin y Selena Gomez el elenco tendrá como invitados estrella a Meryl Streep, Da’Vine Joy Randolph (ganadora al Oscar a Mejor Actriz de Reparto por The Holdovers), Eugene Levy, Eva Longoria, Zach Galifianakis, Molly Shannon, Kumail Nanjiani, Melissa McCarthy y Richard Kind, entre otros. El trailer de la temporada 4 de 'Only Murders in the Building'Las expectativas de la serie están muy altas ya que es una de las favoritas por el público. IMDb calificó esta comedia con un 8,1 y Rotten Tomatoes con un 97%. De hecho, la serie tuvo varias nominaciones en la temporada de premios del 2024, como en los Golden Globes a Mejor Serie de Comedia o Musical. ¿Cuál es el argumento central de 'Only Murders in the Building'?Tres personas que viven en el mismo edificio, Charles, Oliver y Mabel, tienen algo en común: su obsesión por el crimen. Sin embargo, y a pesar de su afinidad con el tema y los podcasts que tengan que ver con este, su vida cambia cuando los tres se ven involucrados en un crimen real. Cuando se enteran de este horrible asesinato en un apartamento de Upper West Sid, Charles, Oliver y Mabel utilizan todos sus conocimientos en el tema para resolver el misterio y encontrar al culpable. Durante la misión, el trío dinámico decide grabar un podcast para documentar su proceso y terminan descubriendo uno que otro secreto más. La serie de televisión y comedia fue creada por el actor y uno de los protagonistas de la serie, Steve Martin, junto a John Hoffman. Actualmente, Only Murders in the Building tiene tres temporadas cada una de 10 episodios. A pesar de que la serie es originalmente de Hulu, en Latinoamérica se puede ver por Star+. **Les recomendamos: Las 35 mejores series de 2023 según Shock
Estos días, Carlos Vives recibió críticas en redes sociales, por un video que se hizo viral en X (Twitter), en el que, junto al también cantante vallenato Silvestre Dangond, hace una crítica a Gabriel García Márquez. "Al escritor García Márquez hay que hacerle saber bien, que uno la tierra donde nace es la que debe querer, y no hacer como hizo él que su pueblo abandonó y está dejando caer", dice el cantante vallenato. Vives canta una canción compuesta Armando Zabaleta titulada Aracataca Espera, lanzada originalmente en 1974. ¿Quién es Armando Zabaleta?Zabaleta nació en El Molino, La Guajira, el 21 de febrero de 1927 y fue un conocido cantante y guacharaquero. Fue un defensor de la expresión autóctona del folclor vallenato. Falleció en 2010. Fue el sexto Rey de la Canción Vallenata Inédita del Festival de la Leyenda Vallenata con ‘No vuelvo a Patillal’, una de sus composiciones más recordadas. Aunque la canción fue una crítica al escritor, lo cierto es que él en su momento se lo tomó con humor y eran grandes amigos. ¿Qué dijo García Márquez de la canción de Zabaleta? Según recuerda Panorama Cultural, en una ocasión, un periodista le preguntó a García Márquez: “Maestro, ¿qué opina usted de la canción que le compuso Armando Zabaleta? Gabo respondió : “En Aracataca tienen que levantarle una estatua a Zabaleta”. La respuesta del escritor motivó tanto al compositor que con frecuencia solía visitar a Aracataca, donde era recibido con aprecio y venerado por todos los cataqueños. En el fondo, la población le agradecía la crítica que exponía en la canción y esperaban que el escritor, en cualquier momento, respondiera positivamente con el pueblo.“La música vallenata me ha dejado todo, con ella me hice popular, principalmente la gente me estima mucho y eso me enorgullece a mí. No tengo palabras para agradecer tanto cariño”, dijo Zabaleta en una declaración a Diario del Norte, días antes de su muerte. "Se distinguió por ser un auténtico baluarte de nuestra música y a través de sus canciones dio a conocer el sentir de la provincia. Su aporte a la música vallenata fue extraordinario", dijo el presidente de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata, Rodolfo Molina Araujo,citado por El Tiempo.
A partir del 16 de mayo, los jueves, viernes y sábados llega a Casa E Borrero Amarte así. Esta obra de teatro es escrita y protagonizada por la reconocida periodista Mariángela Urbina, dirigida por Paola Barrera y cuenta con la presencia en escena de Viviana Bernal, Marcela Robledo y Gabriela Galindo. En esta historia, Mariángela debe enfrentarse a cuatro grandes miedos que compiten entre ellos para superarse: Miedo al fracaso, Miedo al virus del papiloma humano (VPH), Miedo a envejecer y Miedo a la soledad. “Son miedos que cualquier persona puede experimentar, pero que se han instalado de formas muy particulares en las mujeres. Nos han enseñado que para sentirnos bien con nosotras mismas tenemos que ir a terapia y enfrentar los miedos, pero se nos ha hablado menos sobre la relación entre esos temores y la estructura social que habitamos, pues la desigualdad de género nos ha hecho más temerosas”, explica Mariángela Urbina. Amarte así no solo presenta un poderoso mensaje de resiliencia y compasión con nuestra fragilidad, sino que cuestiona con humor los estereotipos de género, los prejuicios de la sexualidad, el amor romántico y los retos del activismo. El humor es algo fundamental en la obra. De hecho, Mariágela Urbina comenta que específicamente en esta historia es usado como herramienta pedagógica. Al final, la gente estará riéndose de lo que ve sin darse cuenta que ha estado aprendiendo durante todo ese tiempo. "Si todos los días es el día del fin, entonces es porque todos los días también son un nuevo comienzo."Uno de los objetivos de Amarte así es darle al público un momento de transformación que los llevará a un plano en el que se encontrarán con otras formas de afrontar los miedos que los aquejan en su cotidianidad. Les dejamos aquí el link para que compren sus entradas para asistir a Amarte así, una obra de teatro que también es una terapia colectiva.
Black Pumas estará en vivo en Bogotá el próximo 20 de mayo. Es una banda que con su sonido R&B soul ha cautivado a miles de fans en el mundo. El dúo fue nominado a un Grammy a Mejor nuevo artista. El dúo está conformado por Adrian Quesada (guitarra) y Eric Burton (cantante y compositor). Adrian, pasó cerca de 15 años tocando con el Grupo Fantasma, una banda de funk latino que en el 2010 ganó un Grammy al mejor álbum de rock alternativo y urbano con el disco El existencial.Por otro lado, Eric Burton creció en Los Ángeles cantando en iglesias y tocando en los muelles de Santa Mónica antes de trasladarse a Austin, Texas, donde se conectaría con Quesada.Quienes han estado en sus shows saben que el grupo suele incluir un cover de Fast Car, de Tracey Chapman. Adrian Quesada, miembro de la banda, nos contó la razón. "Antes de conocer a Eric, él vivía en Los Ángeles y tocaba en un lugar que se llamaba Santa Monica Pier. Él siempre tocaba esa canción y en un show de repente necesitabamos otra canción al final y el tocó esa. Desde ahí la empezamos a tocar porque, aunque me encanta tocar con Black Pumas, también me encanta oír a Eric cantar solo con la guitarra. Es una canción increíble, eterna. ¿Cuál es la historia de Fast Car de Tracy Chapman?Cuando Chapman se sentó a escribir Fast Car, todavía era una cantautora desconocida que tocaba en bares y cafés alrededor de la Universidad de Tufts. Al hablar sobre la inspiración detrás de la canción en la BBC en 2010, explicó que, como muchas de las canciones de su álbum debut, Fast Car fue un intento de capturar "el mundo tal como lo veía cuando estaba creciendo".Chapman fue criada en Celeveland, Ohio, por una madre soltera en "una comunidad de personas que estaban luchando", donde todos "trabajaban duro" y "esperaban que las cosas mejoraran".Chapman escribió la canción una tarde de 1986. “Tenía un perro pequeño, un Dachshund miniatura, y el perro se quedaba despierto conmigo”, explicó. “Ella siempre se quedaba despierta si yo me quedaba despierta hasta tarde, creo que ella estaba sentada en el sofá junto a mí, cuando comencé a escribir la música y las primeras letras, creo que la primera parte de la canción que salió para mí fue la primera línea: 'Tienes un auto rápido...".
Roger Corman, fue un prolífico productor de películas B, un tipo de cine caracterizado por su bajo presupuesto, fue también mentor de futuras estrellas de Hollywood, incluidos los directores Francis Ford Coppola, Ron Howard y Martin Scorsese. Murió el 9 de mayo, a sus 98 años, en su casa de Santa Mónica, California, informó su familia en las redes sociales. "Era generoso, de corazón abierto y amable con todos aquellos que lo conocieron. Un padre devoto y desinteresado, sus hijas lo amaban profundamente", dijo su familia en un comunicado. "Sus películas fueron revolucionarias e iconoclastas y capturaron el espíritu de una época".Aún se desconoce la causa de su muerte.Corman fue llamado durante mucho tiempo el "Rey de las B", habiendo hecho cientos de películas B en sus casi siete décadas como productor y director independiente. Recibió un Oscar honorífico en 2009. Su legado se extiende mucho más allá de sus propias películas. Corman impulsó cientos de estrellas en ascenso, incluidos futuros directores como Coppola, Scorsese, Howard y Jonathan Demme. Además, impulsó las carreras de Jack Nicholson, Dennis Hopper, William Shatner y Robert De Niro, entre otros nombres conocidos.¿Quién fue Roger Corman?Roger William Corman (5 de abril de 1926 - 9 de mayo de 2024) fue un cineasta estadounidense prolífico, conocido como "El Papa del Cine Pop", "El Padrino Espiritual del Nuevo Hollywood" y "El Rey del Cine de Culto". Dirigió, produjo y actuó en más de 400 películas, abarcando géneros como la ciencia ficción, el terror, el western, el crimen y la comedia.Nacido en Detroit, Michigan, Corman estudió ingeniería industrial en la Universidad de Stanford y sirvió en la Marina durante la Segunda Guerra Mundial. Tras la guerra, se mudó a Los Ángeles e inició su carrera en la industria cinematográfica como asistente de producción. En 1951, fundó su propia compañía, American Releasing Corporation, con el objetivo de hacer películas de bajo presupuesto para el mercado de doble función.Corman era famoso por su eficiencia y rapidez, filmando películas en solo unos días con presupuestos extremadamente bajos. Su filmografía incluye títulos como 'El ataque de los cangrejos gigantes' (1957), 'La tienda de los horrores' (1960), 'El cuervo' (1963), 'Masacre sangrienta' (1963) y 'Viaje alucinante' (1968).Corman jugó un papel fundamental en el lanzamiento de las carreras de numerosos cineastas reconocidos, como Francis Ford Coppola, Martin Scorsese, Peter Bogdanovich y Joe Dante. Muchos de ellos trabajaron con él como aprendices o directores en sus producciones de bajo presupuesto.Además de su trabajo como director y productor, Corman también fue un importante distribuidor de películas extranjeras en los Estados Unidos. Introdujo al público estadounidense a obras de aclamados directores como Federico Fellini, Ingmar Bergman, François Truffaut y Akira Kurosawa.Corman recibió numerosos premios a lo largo de su carrera, incluyendo un Oscar Honorífico en 2009 y el Premio George Eastman de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas en 1981. Es considerado una figura fundamental en la historia del cine, especialmente en el desarrollo del cine independiente y de culto.