Los videos de amistad entre el colombiana Yatra y Gianluca Vacchi ya iban dando pistas de lo que se traían entre manos. Hoy han lanzado oficialmente su colaboración; se trata de Love, un himno mundialista que llega con todo el armamento para luchar con las demás canciones que le rinden tributo al Mundial de Rusia 2018. Lo que hace que esta canción se esté llevando todo el protagonismo es el video dirigido por Simon Brand. En el clip no solo aparece Yatra y el famoso italiano, sino que James Rodríguez, Falcao García, Yerri Mina, Santiago Arias, representando a la Selección Colombia y el brasileño Dani Alves son las estrellas del video. Todos aparecen como figuras gigantes (figurativa y literalmente), jugando con un balón y bailando ocasionalmente.
Por Álvaro Castellanos | @alvaro_caste A Zidane le llegará el momento de admitir que la verdadera razón por la que aburrió a James hasta hacerlo irse del Madrid fueron las miles de puteadas de colombianos que recibía en Instagram todos los días. Un vidrio en la media es poquito. Foto con la familia: «Meta a James, calvo HP». Foto con el arbolito de Navidad: «Meta a James, calvo HP». Foto en vacaciones: «Meta a James, calvo HP». Cómo no hartarse. Y ahora, a pocas horas de la llegada de James al Bayern Múnich, cedido por dos temporadas, el destinatario de este spam de atarvanería pasó a ser el holandés Robben. En su único posteo se leen bellezas como «DALE LA 10 A JAMES CALVO HIJO E LA PERRaaaaaaAAAAAaAaaaAAAA». Colombia es un gran país; lástima los colombianos. Más allá de esta recocha de miles de impresentables que riegan muchísima sal sobre cada paso que James David da, se viene un fenómeno casi más insufrible que la «escopetarra», el Trap y El Paseo juntos: una aplastante ola de hinchas colombianos del Bayern Múnich que, inevitablemente, tendremos que soportar. Será común ver a una turba energúmenos, borrachos con cerveza Paulaner y gritando carajadas en rústico alemán desde Pavos Múnich, ahí al lado del cementerio Jardines de Paz, al norte de Bogotá, supongo que con el propósito de no dejar descansar ni a los muertos. Del Bayern se volverán hinchas a morir familiares y amigos nuestros. Gente que estimamos, pero que morderán el anzuelo de contagiarse de la algarabía por la llegada del 10 colombiano a otro de los equipos más prestigiosos del mundo. Como hincha del fútbol (lo digo cada tres columnas y ya me da pena con los editores de Shock) el sentido común indica que sólo se puede ser del equipo que uno vio en el estadio desde chiquito. Punto. No hay vuelta atrás. No es negociable. Luego, se puede simpatizar por grandes equipos del mundo, pero considerarse «hincha» es vergonzoso. Gritar «¡Visca el Barça» con los ojos brotando sangre debería estar penalizado en el Código de policía. Aplicó para el Real Madrid en 2014 cuando James llegó a ponerse la 10 y a desatar máxima locura en el país de la fotocopia de la cédula al 150 por ciento. Y, por culpa de la publicidad y los medios, aplicará ahora en 2017. Será una segunda temporada de fanatismo de ocasión tal vez más insoportable que la primera. Como la «Ola verde», ¿se acuerdan? Pero ya no con Antanas Mockus, sino con Humberto de la Calle. La «Jamesmanía» y la «Bayernmanía» ya se comienzan a sentir y tendremos que vivir debajo de una roca o congelarnos criogénicamente para pasarlo por alto. Anuncios del Bayern, concursos para ir a ver al Bayern, cursos de alemán en cualquier cupón gratuito, y turbas iracundas por la calle con camisetas del Bayern recién desempacadas de un barco llegado de China. Dará susto pararse a las tres de la mañana al baño y encontrarlo convertido en una tienda de camisetas chiviadas con el número 11 del ídolo de la selección (que dejó libre Douglas Costa, quien pasó a la Juventus). Esta es una opinión impopular, pero creo que muchas veces funciona mejor ser hincha de un futbolista y no de un equipo. De Messi, de Zlatan. A mí me gustaba Riquelme, por ejemplo, pero me caía como un zapato ese Boca Juniors dosmilero. Es un contrasentido, pero pasa. Como colombianos que somos, cómo no emocionarnos, no sé, con Falcao y desearle lo mejor, más allá de que el Mónaco nos importe un chorizo. De ahí, ¿por qué no hacerle fuerza a James, mas no al Bayern? A lo mejor sea el escenario menos imbécil en esta epidemia venidera de subirse al atiborrado bus del momento. Si hablamos de tendencias futboleras, hay pocas cosas más insoportables que un hincha de ocasión. Hinchas del ciclismo, hinchas del Real Madrid, del Atlético Madrid, del Bayern Múnich y de todo. Se sabe que cuando nos gusta todo, ya sea en el fútbol o en la vida, en realidad no nos gusta nada. Un detalle fundamental. Es «Bayern» (Múnich), con «ene», no «Bayer» (Leverkusen): el equipo de las aspirinas. Si vamos a posar, esforcémonos al menos por posar bien. Es «váyanse», no «váyasen». Es Es «Banksy», no «Bansky». Y es «Bayern», no «Bayer». En el multicampeón alemán que año tras año celebra echándose cerveza encima ya estuvo otro colombiano: Adolfo Valencia, el único que hasta el momento se había puesto esta camiseta. El Tren jugó allá entre 1993 y 1994. Dice la historia que Jorge Luis Pinto, DT suyo en Santa Fe, lo insultaba en alemán durante los entrenamientos como preparación para lo que se le venía encima. Finalmente, al tren no le fue mal porque metió 15 goles en 23 partidos por allá en esa época en la que Andrés Salcedo relataba la Bundesliga por ese bello espacio llamado Telematch. James estará en el Bayern al menos hasta 2019, cuando supuestamente regresará de su cesión al Real Madrid. Ahora bien, los que quieran llevar la contraria y ejercer la oposición, pueden ser del 1860 Múnich, el otro equipo con tradición en la ciudad, pero que ahora mismo naufraga en la cuarta división alemana. Más hipster imposible. Al Bayern Múnich, dejémoslo claro, James no llega a ser titular. Es la idea, pero le tocará guerrear un lugar. Qué pereza tener que explicar todo como si fuéramos @GraciasFaryd, pero a veces parece que toca. Allá, el goleador de Brasil 2014 deberá luchar por una posición en uno de los mediocampos más brutales del mundo. Así por encima, están Arturo Vidal, Javi Martínez, Renato Sanches, Joshua Kimmich, Kingsley Coman, Franck Ribéry, e incluso Robben si es que consideramos a James como mediapunta. Competencia es lo que tendrá el hijo de Ibagué. Lo bueno para él es que Carlo Ancelotti lo valora y, al menos de entrada, no lo va a poner a escriturar un lugar en la banca, ni a hacer consignaciones y contestar el teléfono. De todos modos, el DT italiano se desmarca de ponerlo de titular. «Habrá momentos en que James jugará y otros en que no», dijo en la presentación del jugador. Otro punto positivo es que el Bayern juega cada tercer día y necesita de más de un equipo, así que, en principio, James va a jugar, sí o sí. Para el Bayern ganar la Bundesliga es una obligación anual. De hecho, la película todos los años es muy parecida, casi siempre con Borussia Dortmund llegando segundo con unos 14 puntos menos. El verdadero desafío para Robert Lewandowski, Manuel Neuer, Thomas Müller y compañía será ganar la Champions League. En lo que va de siglo sólo la ganaron dos veces (2001 y 2013) y eso es poquísimo para semejante maquinaria de equipo: el más rico del mundo junto a Real Madrid, Barcelona y Manchester United. El complejo de inferioridad que suele azotar al colombiano promedio seguramente se hará presente durante la estadía de James David en el Bayern. Ancelotti lo pidió y por ahora todo es risas y felicidad, pero ni que se le ocurra sentarlo porque ahí saltarán los subhumanos de los comentarios vergonzosos en redes sociales. También se interpretará como una afrenta a Colombia, se considerará personal y se empezará a tejer una cadena infinita de teorías de la conspiración. Sin ir más lejos, en el momento en que fue escrita esta columna circula en Twitter un texto sobre cómo en el Tour de Francia Rigoberto Urán fue sancionado dizque injustamente. El título del artículo es «La sanción a Rigo Urán por tomar agua demuestra que todo lo del pobre es robado». Una reacción muy colombiana, pero como para arrancarse los ojos con dos cucharas. Si es por lo que merece gracias a su estatus de crack, James debería hacer historia en Alemania y alzar todos los trofeos posibles. Pero si es para que el colombiano promedio celebre como demente y use el uniforme del más veces campeón alemán como extensión de su piel, o considere que lo están atracando ante cualquier adversidad, de veras que no estaría mal que el Bayern Múnich considere contratar a Zinedine Zidane como nuevo entrenador.
En la discusión que se generó tras la noticia de que el colombiano dejaría el Real Madrid y pasaría al Bayern hasta Alvaro Uribe se llevó un madrazo. Y es que algunos colombianos decidieron darle a James como bienvenida al equipo alemán cientos de mensajes con su nombre en las redes sociales de sus nuevos compañeros. Aquí hubo madrazos pa' todo el mundo. No tenemos del todo claro si fueron madrazos en serio o solo una broma pesada de quienes se tomaron las redes. Pero tal parece que que la cuenta de Instagram del “calvo hiju….” Va a descansar (por unos días) de tanto comentario y ahora el pobre Ancelotti está en la mira de los usuarios de la red social. Pero no todo fue malo, también hubo tiempo para lo memes y para tweets bromistas en un tono menos agresivo.
En España reinan Marca y Sport mientras As y Mundo Deportivo se pelean una especie de categoría b del periodismo deportivo ibérico. Bild con 3 millones y medio de ejemplares vendidos cada día es campeón en Alemania. The Sun, The Daily Star y The Daily Mirror se pelean la punta en Inglaterrra mientras que El Bocón, Depor y Líbero hacen lo mismo en Perú. Todos comparten el anti fair play de que lo importante es vender y no informar. Por: Héctor Cañón @CanonHurtado Sport y Marca, los dos diarios deportivos españoles más taquilleros, se juegan durante toda la temporada un clásico lleno de juego sucio, mañas dignas de potrero de barrio, pata dura y descarada carencia de ética periodística. Como si fueran Barcelona o Real Madrid, los equipos a los que respectivamente representan sin tener en cuenta la objetividad y la imparcialidad propias del oficio de informar, están dispuestos a lo que sea con tal de llevarse el título de ser el periódico más vendido y más popular entre los hinchas. Ambos son campeones en esas lides y se alternan los triunfos como lo hacen culés y merengues en las canchas de Europa y en el corazón de los hinchas de todo el planeta. Cada uno vende más de 300 mil ejemplares diarios poniéndose la camiseta del club al que le hacen barra como si, en vez de periódicos deportivos, fueran barras furibundas con orejas de palo y ganas de arrasar a toda costa con sus rivales. También dominan en las redes sociales de sus lectores: los madridistas tienen casi 4 millones y medio de seguidores en su fan page de Facebook, mientras que los barcelonistas llegan a una tercera parte de esa envidiable cifra. Vale la pena mencionar un par de sus jugadas más polémicas. Cuando el ídolo brasilero Neymar estuvo a punto de fichar por Real Madrid, Sport lo acusó de rumbero, díscolo e inmaduro y predijo que su inmenso ego no cabría en el mismo camerino junto al del divo Cristiano Ronaldo. Días después, cuando el jugador se decidió finalmente a vestir la camiseta de Barcelona “rectificó” calificándolo como un héroe popular, humilde y genial. Marca no se queda atrás. Al fin y al cabo ambos periódicos se están disputando un clásico a muerte que les representa millones de euros a sus propietarios cada temporada. Son famosas sus tres portadas, casi consecutivas, en las que aseguraron que, tras haberse convertido en co-goleador del Mundial Sudáfrica 2010 junto al uruguayo Diego Forlán, el alemán Thomas Müller y el holandés Wesley Sneijder, el español David Villa ficharía por el Real Madrid. Eso nunca sucedió. Por el contrario, el crack español terminó poniéndose la camiseta del archirrival Barcelona y las dichosas portadas quedaron para la historia como un ejemplo de especulación periodística difícil de imitar y las imágenes “photoshopeadas” del crack con la camiseta de Real Madrid como un modelo a seguir por las revistas faranduleras que quieren adelgazar o rejuvenecer a las estrellas del espectáculo. Otra de las pruebas de su falta de juego limpio a la hora de informar es que clubes menos luqueros como Getafe, Rayo Vallecano o Español no reciben siquiera una quinta parte del espacio que le dedican en sus páginas a Real Madrid y Barcelona. Sin embargo, los diarios deportivos españoles no son los únicos que practican el periodismo sensacionalista, que nació a finales del siglo XIX en Estados Unidos, cuando el New York World y el New York Journal no le vieron problema a difundir la misma tira cómica, aunque dibujada por caricaturistas diferentes, con tal de disputarse el título del periódico más vendido. Mickey Dougan, un niño orejón que estaba cambiando de dientes, era el protagonista del comic al que se bautizó en las calles neoyorquinas como “the yellow boy”. De ese modo, nació la prensa amarillista que hoy tiene una de sus máximas expresiones en los periódicos deportivos que basan su éxito en la especulación, el chisme sin fundamento, la explotación del morbo de los hinchas y la cizaña que siembran con titulares engañosos y fotos truculentas. Así como cientos de clubes del planeta sueñan con parecerse a Real Madrid y Barcelona, un sinfín de periódicos futboleros de todo el mundo usan las mismas estrategias que Marca y Sport para vender y facturar. Bild de Alemania es el periódico más vendido de Europa y el tercero del planeta con más de 3 millones y medio de ejemplares diarios. En sus páginas deportivas el fútbol ocupa el 70 por ciento del espacio y es tratado sin rigor periodístico y con el objetivo de exacerbar los ánimos de los hinchas por medio de un esquema facilista de héroes y villanos y un sobredimensionamiento de la banalidad de algunos cracks confundidos por las lucas y la fama. The Sun, The Daily Mirror y The Daily Star hacen de las suyas en Inglaterra por medio de temerarios paparazzis que están dispuestos a lo que sea para capturar la imagen de algún divo futbolero mal parqueado. Uno de sus mejores golazos a la hora de especular fueron las fotos que publicaron de Cristiano Ronaldo junto al marroquí Badr Harí en un paseo en yate. Los tres pasquines sugirieron que eran gays con el argumento chimbo de que lucían muy “amigables” en las imágenes. En Perú, Depor es hincha de Universitario de Deportes mientras que Líbero y el Bocón le hacen barra a Alianza Lima. Los tres abarrotan los puestos de revistas, rondan los 300 mil ejemplares vendidos cada día, llenan el 85 por ciento de sus páginas con noticias futboleras especulativas y de ñapa tienen una mamasita encuerada en la contraportada y un par de crímenes macabros en su página de crónica roja. Como si eso fuera poco, no les da pena encender los ánimos de las barras bravas cuando se acerca la hora de los tropeleros clásicos del fútbol inca con titulares como: “Alianza Sur advierte que no responde por las consecuencias” o “U-Norte hace de las suyas tras la derrota”. “Ustedes están hartos de la solemnidad. Nosotros también. Por eso nuestro estilo y sus expectativas hicieron contacto”, rezaba el editorial de El Bocón en su folclórica edición de 20 años para justificar su estilo amarillista y la fidelidad de sus lectores. Y así como en el fútbol hay decenas de equipos que la rompen semana a semana y otros que los envidian, en la prensa sensacionalista de este deporte también hay diferentes categorías y niveles de grandeza. As y Mundo Deportivo, ambos de España, se juegan un clásico menos rimbombante que el de Marca y Sport como si disputarán una especie de categoría b del periodismo deportivo ibérico. La vida privada de los futbolistas, el estrafalario y especulativo mercado de fichajes y la creación de supuestos conflictos entre jugadores de un mismo equipo o de equipos rivales son tres de las tácticas que más resultados a su favor les generan sin importar la categoría a la que pertenezcan. Cuando eso no les funciona y se ven en aprietos ante la competencia, recurren a la estrategia hitleriana de repetir una mentira hasta que se convierta en verdad al mejor estilo de la clase política colombiana. Cabe preguntarse si el periodismo deportivo puede tomarse licencias que están prohibidas para otros sectores de la labor informativa. Algunos periodistas aseguran que sí sin pudor alguno. “Debemos diferenciar entre el periodismo y los contenidos deportivos. El entretenimiento no requiere rigor periodístico”, asegura el catedrático español José Luis Rojas. Por su parte, Miguel Ángel Méndez, subdirector de Radio Marca, se defiende con este autogolazo: “El periodismo de calidad requiere tiempo, dedicación, elaboración y recursos. ¿Qué redacción va sobrada de eso?”. Sin embargo, también hay quienes no justifican el juego sucio del periodismo sensacionalista y le ponen tarjeta amarilla a sus criticadas tácticas. “Lo que priman son la precariedad, la polarización, la necesidad autoimpuesta de forzar el humor y la búsqueda del escándalo artificial”, ha comentado Antoni Daimiel, de Canal Cuatro y Canal+, uno de los periodistas deportivos que no se dejan golear por el amarillismo reinante en las páginas deportivas. Lo cierto es que para los diarios sensacionalistas del fútbol las reglas de la Unesco y de Federación Internacional de Periodistas, que consideran faltas de tarjeta roja la calumnia y la especulación, son un árbitro blandengue que no les impide darse pata y codo entre ellos, meter goles informativos en fuera de lugar y moler con su juego sucio la ética periodística. Y si les ponen amarilla vociferan como los divos del balompié, ponen a su jauría de abogados a defender el derecho a la libre expresión y se quejan como víctimas ante las cámaras que ellos mismos manipulan mientras los hinchas vociferan a su favor. ¡Cracks!
Son contados los atletas que llenan las expectativas de una sociedad necesitada de ejemplos porque son pocos a los que les interesa serlo. Por: Juan Pablo Castiblanco @Kidcasti Salgamos de lo obvio rápido. Estuvo muy mal que Pablo Armero maltratara a su mujer en Miami el 31 de mayo del 2016 cuando, jincho, le arrancó el pelo. Mal, muy mal, para un país que ha comenzado a tomar conciencia de la violencia contra la mujer y la precariedad de la ley y la sociedad para castigarlo. A Armero lo tuvieron tres días preso, pagó 1500 dólares de fianza y tiene orden de restricción para acercarse a su ex-pareja. La justicia actuó, suave o blanda, pero se pronunció y trató al agresor de acuerdo a los parámetros. ¿Blanda o dura la pena? Eso ya es un análisis legal que se debe hacer, revisar el sistema jurídico y pedir sanciones más fuertes para estos casos. Y hasta ahí. Extender el debate a si está o no justificada la convocatoria de Armero a la Selección Colombia revela hasta qué punto hemos sobredimensionado y sobrevalorado a los ídolos de la cultura pop y el entretenimiento. Y pasa a cada rato. Que si James hace pistola, que si Wiz Khalifa se toma una foto sobre la tumba de Pablo Escobar, que si una reina de belleza se derramó en incoherencias en su Twitter hace años... observamos con lupa el comportamiento de personas que en ningún momento escogieron ser modelos de comportamiento o faros de la moral, pero que de un momento a otro se encontraron con tener que estar ahí, siendo ejemplo de una sociedad. Seamos redundantes: un jugador de fútbol nació, creció y se formó para jugar fútbol, un cantante para cantar, un actor para actuar. No son líderes sociales, no son ejemplo para nadie. Que sean buenas o malas personas no los hace mejores o peores en su profesión. Fresco está el caso de Casey Affleck, mejor actor en los recientes Premios Óscar por Manchester by the Sea, quien tiene sobre los hombros acusaciones de acoso sexual. O, mejor aún, está Michael Jackson y sus interminables acusaciones de pedofilia; acusaciones que muchos ignoraron y evadieron para no manchar el aura del Rey. Pambelé era un borracho, Maradona un periquero, Adriano "el emperador" Leite amigo de los pillos de las favelas de Río de Janeiro, Jairo "el Tigre" Castillo atropelló a un par de personas manejando borracho, Karim Benzema y Frank Ribery fueron acusados de abusar de una menor de edad. Del fútbol, y del deporte en general, esperamos mucho cuando nos ha dado tan poco. Son contados los atletas que llenan las expectativas de una sociedad necesitada de ejemplos porque son pocos a los que les interesa serlo. En un país como Colombia el deporte, y sobre todo el fútbol, es un escape a la pobreza. Las corruptas estructuras dirigenciales solo se preocupan por sacar el mayor provecho de los jugadores y poco o nada les interesa su formación integral como personas. Muchos llegan al profesionalismo apenas completando la educación básica y a otros tantos la fama inmediata, ganar millones de pesos -o de dólares- a sus 20 años, les frita la cabeza. Y es a esas personas a las que les exigimos incluso más que a nosotros mismos. Es de estas personas de las que esperamos el ejemplo que no dan líderes sociales que sí escogieron serlo como los que se sientan en los puestos de poder. Día a día roban plata del Estado, patrocinan bandas criminales, desvían plata pública para empresas privadas y nosotros, mientras tanto, nos preocupamos por lo que pase en un equipo de fútbol que "representa" un país. Por favor.
Ni Nairo ni Lucho. Ni James ni El Pibe. Ambos. Es insano debatir si James superó los tres mundiales consecutivos de Carlos Valderrama al convertirse en el goleador de una Copa Mundo. El samario, en sus comienzos, quería jugar sin canilleras y con la camiseta por fuera mientras el sueño del zurdo dorado es ser el divo de divos en el Real Madrid. Por Héctor Cañón Hurtado @CanonHurtado // Foto: EFE ¿Quién es mejor entre Nairo Quintana o Lucho Herrera, Maradona o Messi, James Rodríguez o el Pibe Valderrama, Franz Beckenbauer o Johann Cruyff, Marlos Moreno o el Tino Asprilla? Esta pregunta es de esas que se deben responder con otra pregunta. ¿Quién carajos va a saber, a ciencia cierta, que un ídolo deportivo de una época es superior a otro de otra totalmente diferente?. ¡Nadie! Obviamente. Comparar es un vicio humano, que alcanza niveles patológicos cuando se trata de dirimir contiendas entre atletas que abrazaron la gloria en contextos, momentos y lugares tan diferentes como las dinámicas deportivas de sus respectivas épocas. ¡Paremos ya! Si es necesario recurrir al exitoso modelo de cura de adicciones llamado los 12 pasos, no tengamos vergüenza de hacerlo. “Comparadores anónimos” puede ser la salida al vicio de las polémicas bizantinas que solo sirven para llenar las redes de insultos, fortalecer estúpidos conflictos fascistas, engordar los bolsillos del amarillismo y dejar la eterna contienda entre los héroes sin resolver y dispuesta a un nuevo capítulo de verborrea en cualquier momento. A un lado de la irracionalidad cruda están los que vociferan que “todo tiempo pasado fue mejor”. Uno los puede ver, mientras Nairo amenaza la hegemonía del británico Froome en las cumbres históricas, contaminando el aire puro con el tufo de la nostalgia. “En los tiempos de Lucho Herrera sí era bravo, esas sí eran hazañas”, dicen sin pudor alguno y uno no sabe si reír o llorar. Al final termina en un raro mix de lágrimas y carcajadas y le pierde la pista al fenómeno de Cómbita, mientras lo invaden las imágenes de Lucho ensangrentado cumbre abajo en su épico 1987. ¡Qué malestar! Los nostálgicos, que incomprensiblemente no siempre son cuchos melancólicos, también podrían jurar que Pelé era mejor que Maradona y Messi juntos o que Roberto José Guerrero era superior a Juan Pablo Montoya, pero no tuvo el apoyo necesario. El que cae en las garras de su discurso corre el riesgo de terminar comparando a la novia de la primaria con la segunda exesposa o las minitecas de los ochenta con los Love Parade recientes. Comparar, amigos, es comprar y vender. Las nuevas tecnologías y la victoria contemporánea del capitalismo sobre otras visiones socioeconómicas de la realidad hacen que las comparaciones entre deportistas de un mismo contexto sean escasas para cubrir la demanda de un publico adicto a los conflictos de estilo telenovelesco. Todos quieren saber quién es mejor en todo y están dispuestos a despilfarrar su tiempo y su plata en ello. Ni Nairo ni Lucho. Ni James ni El Pibe. Ambos. Con el debate de quién será el deportista del año 2016 en Colombia, ya tenemos entretenimiento para las redes y material suficiente para armar polémicas. Es absurdo debatir si los logros del Jardinerito, alcanzados con los colores de una escuadra nacional y en los días en los que el saldo negativo que le quedaba a nuestros ciclistas tras las pruebas contra el reloj eran devastadores, son más o menos que los de Nairoman, quien es el mandamás en uno de los dos mejores conjuntos del planeta. Es insano debatir si James superó los tres mundiales consecutivos de Carlos Valderrama al convertirse en el goleador de una Copa Mundo. El samario, en sus comienzos, quería jugar sin canilleras y con la camiseta por fuera mientras el sueño del zurdo dorado es ser el divo de divos en el Real Madrid. Sin duda, son dos formas de ver la vida, el deporte y el trabajo diferentes (por no decir opuestas). Así mismo, las circunstancias de cada época incidieron en el palmarés exhibido tras las batallas e incluso la convulsionada realidad del país tiene relación directa con el tamaño de las hazañas deportivas que tantos amamos los colombianos. En vez de estar comparando lo que no tiene comparación, sintamos el fresquito que da tener en la memoria héroes deportivos en todas las épocas.
¿Quién tiene la culpa del mal presente de nuestros cracks en Europa? ¿La xenofobia? ¿El odio hacia los colombianos? ¿Los malos técnicos? ¿La prensa? ¿El frío? ¿La comida? ¿Van Gaal? ¿Petro? Con un poquito de sentido común, entenderíamos que la culpa es de ellos mismos. Por Álvaro Castellanos | @alvaro_caste // Foto: EFE.Un arraigado complejo de nación ataca a muchos colombianos. Lo llamaré patrioterismo y es especialmente notorio fuera del país. Por eso cuando uno sale de viaje ve a tantos con sombrero vueltiao’ y/o forrados en la camiseta de la selección. Bulliciosos, procaces. Como buscando a gritos que los vean, que validen su existencia. Porque no vienen de “Columbia”, sino de Colombia: tierra de gente pujante, verraca, echada pa’lante y todo ese tipo de discursos gastados que, ojo, representan un problema que no distingue poder adquisitivo. Embriagados de reconocimiento, están muy interesados en ratificar esta idiosincrasia, presumiendo méritos tan abstractos como tener el segundo mejor himno nacional del mundo o engendrar mujeres bien buenas. Para el colombiano patriotero, y chauvinista, cuando alguien relaciona al país con argumentos innegables como la violencia o el narcotráfico, se convierte directamente en enemigo del país. Y, claro, pocos lugares tan comunes para el patriotero como la selección Colombia.Que “era gol de Yepes”. Que el árbitro nos metió la mano en el Mundial. Que Van Gaal le tenía bronca a Falcao. Que Mourinho dejó morir a Cuadrado porque lo llevó a Chelsea y rápidamente lo dejó ir. Que Benítez odia a los colombianos porque se le ocurrió sentar a James, y en 2015, en Napoli, le daba pocos minutos a Duván Zapata. O que no se adaptan a la comida, al clima, al idioma, a manejar con el timón al lado derecho. Lo que hay que oír. Cualquier pretexto pegado con babas pretende justificar el irregular nivel de los nuestros o su falta de adaptación a culturas diferentes. En esta pleitesía insoportable rendida a favor de nuestras figuras, cómo pasarlo por alto, el periodismo es altamente cómplice. Es que claro, bajar a los ídolos del afiche es contraproducente. Como en el caso de Teófilo, que a principios de 2016 alargó sus vacaciones navideñas y regresó tarde al Sporting Lisboa. ¿Qué vamos a decir? ¿Lo vamos a defender? ¿Vamos a abrir el paraguas y a perdonarle su falta de profesionalismo porque es un crack y es muy apegado a su familia? Cuestionar su actitud es apenas lógico y necesario por muy impopular que parezca el hecho de criticar a una figura, y con el riesgo de que el señalamiento sea visto como un ataque regionalista.Al patriotero (ligero, de poca memoria, descriteriado, de extremos triunfalistas o derrotistas, armado con una vuvuzela y que suele creer que el fútbol comenzó con Messi y Cristiano) habría que explicarle que si nuestras figuras pasan por mal momento, es porque estar a la altura física y mental del fútbol de primer nivel cuesta mucho. Y aunque llegar a equipos de élite tiene todo el mérito del mundo, el verdadero reto a largo plazo es mantenerse. No es fácil, obviamente. Son jóvenes famosos y multimillonarios y con vidas así es fácil distraer el compromiso que conlleva ser un atleta de primer nivel. Pero tampoco es imposible. Un pionero del profesionalismo y la constancia fue Iván Ramiro Córdoba, que estuvo más de 12 años como estelar del Inter de Milán. Incluso un par de referentes italianos como Materazzi o Cannavaro llegaron a ser suplentes de él. Lo dicho. Llegar es difícil, pero la clave es mantenerse.En este 2016, salvo unas excepciones como la de Carlos Bacca (que está anotando golazos en el Milan, incluido un hat trick a comienzosde temporada) nuestras figuras la están pasando mal, pero no por responsabilidad de sus técnicos, del racismo, del proceso de paz, del Estado Islámico o de una conspiración internacional. La responsabilidad es de ellos mismos, incluso en los casos de lesión, ya que quienes pasan por una, deben recuperarse con rigor, retomar el nivel y buscar la plenitud futbolística para el beneficio de sus carreras y, claro, de la selección Colombia. Miremos con autocrítica el presente de nuestros principales ídolos. Comencemos con James, que inició la era Zidane como suplente de Isco. Con sus recientes recochas disciplinarias jugándole en contra, el "10" necesita potenciar la clase que tiene para convencer a Zizou. Peor está Ospina. El arquero titular de la selección ya lleva más de un año siendo suplente en Arsenal gracias a Petr Cech, que tapa hasta en los partidos más insulsos. Jackson, en tanto, quedó borrado del mapa por irse al fútbol chino y para colmo de males, no ha jugado por diferentes lesiones. De Teófilo se espera un regreso futbolistico en Rosario, luego de ser el único sobreviviente de Los Juegos Olímpicos, y finalmente, Cuadrado no encontró lugar en Chelsea y Juventus lo trata de recuperar auqnue no le alcanzó la plata para comprarlo por completo. Luego, caso por caso, el momento de los demás miembros de la selección también es oficialmente complicado o está en puntos suspensivos. Carlos Sánchez marcó gol con Fiorentina, pero salió lesionado; Guarín cambió el prestigio por dinero en el fútbol chino; Zapata suma bajas calificaciones en un Milan donde sólo se salva Bacca; Adrián Ramos tiene un puesto fijo en Borussia Dortmund: suplente; Abel Aguilar fue borrado hasta de la banca de Toulouse y llegó a Cali junto con Camilo Vargas pero su rendimiento no dio para ser convocados; Ibarbo no pudo en Inglaterra y antes de volver a Roma buscó motivación en Atlético Nacional para intentarlo de nuevo en el viejo continente; Muriel ha iniciado bien el nuevo periodo en la Sampdoria; Juan Fernando Quintero no tiene ni número de camiseta en Porto; y cómo saltarnos a Falcao, que vive lesionado y cuando estaba recuperando su nivel, tuvo que ser relegado de Mónaco en el momento clave clasificación a Champions, tras una fatiga muscular. La actualidad de los jugadores de la selección hace que el camino hacia Rusia 2018 esté embolatado, más cuando el comienzo de la eliminatoria no fue el mejor (Colombia es quinta con 10 puntos) y sin olvidar la falta de un “Plan B” por parte de Pékerman para casos de emergencia. Y aun cuando todo puede mejorar de acá a final de año (donde ya estaremos en la fecha 12), reconocerlo no nos debe convertir en enemigos de la selección, ni del país. Hago un llamado entonces a la cordura, no a la locura. A quienes están poseídos por ese insoportable sentimiento patriotero les vendría bien un poco de mesura. Ojalá, por ejemplo, no le saquen los ojos a Zidane por redes sociales si sigue sentando a James. Aunque conociendo el comportamiento de estas turbas iracundas, ya deben estar haciéndolo. No demoran en declararlo objetivo de guerra y crucificarlo peor que al presentador de Miss Universo.
Los jugadores de fútbol dicen que merecen más respeto en sus porcentajes de rendimiento en el videojuego.Buffón pidiendo respeto por su veteranía, James diciendo que con un porcentaje de 88 o 89 se sentiría satisfecho y Rashford aceptando su ineptitud al defender, son algunas de las autoevaluaciones que hicieron los futbolistas de sus versiones en el videojuego Fifa 17.A grandes rasgos como era de esperarse todos creen que merecen mayor porcentaje en sus habilidades, pero se sorprenderán cuando sus compañeros los evalúan.Fifa 17 estará disponible el 29 de septiembre para Xbox 360, PlayStation 3, Xbox One, PlayStation 4 y PC.
A los ídolos en Colombia, palabras más palabras menos, se la tenemos adentro. De un tiempo para acá se volvió costumbre crucificarlos apenas se destacan. Que James no se sacrifica. Que Falcao es un lisiado. Que Nairo es conformista. Hay una tremenda fijación por bajar la caña. Por Álvaro Castellanos | @alvaro_caste // En tiempos de ser foodie, runner, pet friendly, entrepeneur y barrabrava ocasional de la Euro, el Leicester City, el ciclismo y todo lo que esté pasando, poco lugar hay para la autenticidad. Si nos gusta todo al mismo tiempo, en realidad no nos gusta nada. Vivimos en una carrera de aficiones de mentiritas. Posando, yendo a Google para fingir gustos e indignándonos con todo sin entender nada. Por eso le reclamamos a Nairo Quintana por no atacar a Chris Froome en el Tour de Francia. Porque claro, desde el desconocimiento y la comodidad del cubículo todo parece muy fácil. Tenemos a uno de los mejores ciclistas del mundo, pero claramente no lo merecemos. “Usted, cuyo máximo logro ha sido beber todos los fines de semana a lo largo y ancho de su juventud, por favor no critique la labor de Nairo”. El descargo del periodista Mauricio Silva Guzmán es buenísimo. Va contra todos los energúmenos coyunturales que le cobran a Quintana por no ponerse líder, por perder segundos en la clasificación general y por no dejar botados a todos sus rivales, como sin entender que se trata de la carrera ciclística más jodida del planeta y que hay momentos y estrategias planeadas para atacar. A sus 26 años, el gran Nairo Alexánder ya ganó un Giro de Italia, tiene dos subcampeonatos en el Tour de Francia, terminó tercero en la clasificación mundial de la UCI el año pasado, ganó 26 carreras del World Tour y en 2016 ya fue campeón del Tour de Cataluña, el Tour de Romandía y la Ruta del Sur. Nairo suele quedar un paso detrás de Froome, que básicamente parece un robot, un muñeco que desarman y meten en una caja luego de cada etapa, pero eso no le quita la chapa de superestrella mundial. Permanecer en el top-3 del ciclismo mundial es una proeza extraordinaria. Pero no. Al analista ciclístico de Twitter nada le sirve. De nuevo, ser ídolo en Colombia termina convirtiéndose en un castigo. A los ídolos en Colombia, palabras más palabras menos, se la tenemos adentro. De un tiempo para acá se volvió costumbre crucificarlos apenas se destacan. Que James no se sacrifica. Que Falcao es un lisiado. Que Nairo es conformista. Hay una tremenda fijación por bajar la caña. Por desmeritar lo que hacen nuestras figuras deportivas. No se puede ver a alguien destacándose porque, de una, comenzamos a exigirles vainas absurdas y, rapidito, a prender las antorchas para chamuscarlos. Soberbios, desmemoriados. Frustrados. Colombianos. A la bajada de caña permanente a nuestros referentes, sumémosle nuestra insoportable y repetitiva subida al bus de la victoria, o en este caso, a la bicicleta. Hoy vuelve a ser Nairo Quintana, pero hace unas semanas era la selección de Islandia, el Leicester City, o lo que sea. Y así como la afición llega, la afición se va. En realidad, la fiebre efímera por el ciclismo es apenas una anécdota. Hoy manoseamos a Nairo, pero anteriormente lo hicimos con Camilo Villegas en el golf, con Juan Pablo Montoya en el automovilismo y con Mariana Pajón en el BMX. Y, ni más faltaba, el furor ocasional también pasa por otros ámbitos. Recordemos, hace unos meses, cómo entramos en locura con Ciro Guerra y su posibilidad de ganar un Oscar. A menos de que sean las ramplonerías de siempre, al cine colombiano no lo apoyamos y las películas se van de los cines antes de llegar. El oportunismo es sin duda otro rasgo de la colombianidad y nos devora todos los días. Para los desmemoriados, ¿por qué en Colombia es importante el ciclismo? O mejor aún, ¿por qué debería ser mucho más que un fenómeno de ocasión? Antes del Mundial de 1990, el ciclismo era el deporte nacional. Apareció inicialmente como un recurso cotidiano para comunicarnos entre regiones distantes. Se sabe que la geografía montañosa colombiana siempre ha hecho más largos los caminos y ha complicado la unión y comunicación entre pueblos. De esta lejanía probablemente viene nuestra desconexión cultural y nuestros regionalismos. Sin embargo, con la aparición de la Vuelta a Colombia a comienzos de los años 50, el ciclismo contribuyó tremendamente a comunicar nuestras regiones y construir relatos de país. Más o menos así se puede explicar su importancia para Colombia y gracias a la existencia de grandes ciclistas actuales como Nairo, Urán, Járlinson Pantano, Anacona, Sergio Luis Henao o Esteban Chaves, el ciclismo vuelve a ser importante. Ahora bien, si en Colombia estamos lejos de construir una verdadera cultura de fútbol, ni se diga sobre pensar en una verdadera cultura en torno al ciclismo. No excuso a los energúmenos coyunturales del ciclismo, pero la prensa, cuando no, tiene mucho que ver con su existencia. Es que, claro, los grandes medios asoman la cabeza frente al ciclismo siempre y cuando haya un ídolo que encienda televisores, venda periódicos o genere “usuarios únicos”. Sin embargo, en cuanto a los reclamos hacia Nairo por no darle sopa y seco a Froome, Mollema, Yates, Cavendish y los demás, mucho tiene que ver la falta de sentido común. Eso de pedirle todo el tiempo a Nairo que “¡Ataque! ¡Ataque!” parece como cuando se le exige a un futbolista que le pegue al arco desde la mitad de la cancha. Es cierto que vivimos en una democracia con libertad de expresión, pero, hermanos, si no sabemos de lo que hablamos, mi invitación -desde el respeto y la cordialidad- es para que cerremos el pico que nos vemos muy mal escupiendo juicios de valor sobre lo que no entendemos. Por tanto descriterio y por todo lo demás, no te merecemos, Nairo.
¿Habrá algo que no sepamos? ¿Estará formándose una secta global de hombres tinturados? ¿Por qué tanto bullying en redes sociales al jugador colombiano? ¿Acaso ya no existe el libre desarrollo de la personalidad? ¿Por qué al Pibe no se la montaron en su momento?
El Animé Sinfónico Orchestral Openings rendirá homenaje al hombre que hizo parte de nuestra historia, al crear miles de aventuras: Akira Toriyama, creador de Dragon Ball y fallecido el 1 de marzo de 2024. La cita será el próximo 21 de abril en el Teatro Universidad de Medellín a las 5:00 p.m. Las entradas estarán disponibles en la web eticket.com y los precios oscilan entre $154.000 y 220.000 en la web eticket.com. Akira Toriyama dejó huella en todo el mundo, con 18 mangas de historia, más de 17 historias de mangas cortos, un programa de televisión y una obra maestra llamada Dragon Ball,. El Animé Sinfónico Orchestal Openings presenta canciones que nos llevarán a aquellas series japonesas que nunca nos podríamos olvidar y que aún hoy en día las llevamos en nuestro corazón. Se interpretarán temas de series como Dragon Ball, Saint Seiya, Digimon, Pokémon, Evangelion, Sailor Moon y muchos más unto a La Orquesta Sinfónica del Valle de Aburrá acompañados con más de 35 músicos en escena, las voces de la cantante antioqueña Miranda (primera ganadora de La Voz Colombia) y Áleran de Adularia (Darknees), Ana María Cerón y Alexander Ordoñez (Rojal Proyect- Banda de Rock) dirigido por Daniel Santiago Plazas Duarte."Siempre hemos creído que la infancia, la adolescencia o la juventud son un tema de momento, que los años pasan y que nunca volveremos a escuchar aquellas canciones que nos recuerdan las series que han pasado por nuestros ojos, por nuestros odios, por nuestros sentidos. Creemos que el cielo resplandece a nuestro alrededor, siempre tomamos el camino de la verdad y la justicia lunar, pensamos en vencer a todo el mal y llegaremos hasta el final con el poder del cosmos y solamente queremos con todo nuestro calor brindar una canción y viajar hasta ser maestros Pokemón para vencer a los titanes con nuestras voces", dice en un comunicado Matrix Entertainment, empresa organizadora del evento. ¿Quién fue Akira Toriyama?Nacido en Nagoya, Aichi, primero ganó reconocimiento por la exitosa serie de manga Dr. Slump, antes de crear Dragon Ball y trabajar como diseñador de personajes para varios videojuegos populares como la serie Dragon Quest, Chrono Trigger, y Dragón Azul.Toriyama fue considerado como uno de los autores que cambió la historia del manga, ya que sus obras son muy influyentes, en particular Dragon Ball, que muchos artistas citan como fuente de inspiración.El artista falleció a la edad de 68 años el pasado 1 de marzo. El querido creador de manga deja un enorme legado y será recordado por miles de fans.
El ministro de Cultura de Colombia, Juan David Correa, le pidió al cantautor cubano Silvio Rodríguez, venir a realizar un concierto en nuestro país. El pedido se hizo a través de una carta. “Millones de colombianos crecimos con sus canciones como usted lo ha podido atestiguar a través de sus visitas a nuestro país. Hoy quisiera pedirle, a título personal, ciudadano e institucional, y en nombre del señor presidente, que nos acompañe una vez más, que nos permita oír su voz en un concierto que podemos organizar allí donde usted lo considere (…)”, señala el Ministro en la misiva. La propuesta del Gobierno es que dicho concierto se realice en un municipio del Caribe colombiano, por cuenta de los posibles problemas que la altura de Bogotá podría acarrear en la salud de Rodríguez. “Parte de mi tarea, ahora como ministro, a admirado Silvio, es proponer espacios colectivos que signifiquen nuestras vivencias atávicas y nos permitan, a través de los símbolos, creer que es posible derrotar el miedo y la pura y abrazar la esperanza de una sociedad que pueda superar la idea de venganza”, continúa la carta. ¿Cuándo fue la última vez que vino Silvio Rodríguez a Colombia?Silvio Rodríguez, uno de los mayores exponentes de la canción social y la Nueva Trova cubana, no viene a Colombia desde julio de 2010, cuando realizó una presentación en Medellín, como parte del Tercer Congreso Iberoamericano de Cultura. En esa jornada, Rodríguez compartió escenario con otros cantautores como Jorge Drexler, León Gieco, Fito Páez, el Quinteto Suárez Paz, Susana Baca, Rosario, Antonio Carmona, Zoe, Rodolfo Mederos, Aterciopelados y Alfredo Gutiérrez.En Bogotá, fue una estancia de tres días en 1995, que lo tuvo por universidades, teatros y centros culturales. En mayo de 1993, tuvo una gira llamada ‘Canciones urgentes 93′ que lo llevo por Medellín, Cali y la capital colombiana. A sus 77 años, es considerado como el mejor cantante folklórico de Cuba y posiblemente uno de los mejores cantautores de América Latina.Conocido por sus letras intelectuales, altamente elocuentes y simbólicas, sus canciones son elementos icónicos de la cultura popular latinoamericana de izquierda. Ojalá, Playa Girón, Unicornio, Sueño con Serpientes, Vamos a andar o La maza son algunas de sus canciones más conocidas. Rodríguez es un símbolo de la izquierda latinoamericana. Silvio Rodríguez es considerado líder de la Nueva Trova Cubana, movimiento conocido por sus letras, que intentaban escapar de las banalidades de la vida concentrándose en el socialismo, la injusticia, el sexismo, el colonialismo y el racismo.
(Sobre)vivimos otra edición del Festival Estéreo Picnic 2024 que, en términos generales, suplió y sobrepasó las expectativas del cambio del venue y de un cartel que parecía anacrónico.Las mudanzas traen consigo una lista de pendientes que se van ajustando con el tiempo, adecuarse a un lugar nunca es fácil. Sin embargo, como un mueble viejo que se rehusa a botar, el acoso nos persigue sin importar a qué casa nos pasemos. Y, peor aún, nos persigue el arquetipo de la “victima perfecta” a donde sea que vayamos.Cada año se habla de paridad de género en el cartel, se incorporan organizaciones (como la Secretaría de la Mujer o la Línea Púrpura trabajando de la mano con Échele Cabeza) y se repite el estribillo de que el espacio en el que estamos es seguro para nosotras. Pero la realidad es diferente.Si bien hay rutas de acción que antes no estaban claras antes, la ejecución sigue siendo insuficiente. El tercer día del Festival Estéreo Picnic 2024 un grupo de mujeres que estaba disfrutando del concierto de Feid fueron acosadas por un hombre que consumió sustancias de forma irresponsable.Vamos por partes para entender lo problemático de lo sucedido, además de lo obvio.Aunque la entrada de sustancias psicoactivas esté, en teoría, prohibida en este tipo de festivales, el consumo es un hecho y por eso están organizaciones como Échele Cabeza que buscar proteger al consumidor y cuidar de él.¿Quién cuida de nosotras?Si les parece que jodemos con el enfoque de género no es de gratis. Los espacios sin este son peligrosos para nosotras e incluso los que están intentando tenerlo, en el proceso de prueba y error, resultan violentos.La gestión de riesgos y los protocolos de cuidado de los consumidores siempre van a estar cojos si quienes consumimos, las instituciones y los organizadores no entienden que las mujeres somos agredidas por ser mujeres y es un hecho que debe ser considerado y priorizado en la creación de protocolos y/o rutas de acción.El caso de las mujeres que fueron acosadas por un hombre intoxicado nos plantea más preguntas que respuestas. ¿Cómo garantizar un espacio de consumo responsable que al mismo tiempo sea seguro para nosotras? ¿Qué rutas de acción existen para este tipo de situaciones y cómo se ejecutan? ¿Por qué esperan empatía de nuestra parte cuando nadie la tiene con nosotras?En el comunicado publicado en Twitter, y ahora eliminado por partes, desde la cuenta de Échele Cabeza, precisan sobre lo ocurrido y hacen un llamado a la empatía con el hombre que consumió de más, se desnudó, persiguió mujeres y las orinó.Claro, que dentro de los acuerdos sociales tácitos que como consumidores de sustancias tenemos, está (o debería) la empatía con el malviajado o con el que se le fue la mano. Pero la balanza de la empatía no se puede poner en la misma escala de valores que la del acoso.Pasamos a diario suficientes situaciones para saber, incluso corporalmente, cuando estamos en peligro. Para nosotras no es un caso aislado, es nuestro día a día.En el FEP fue un hombre que consumió de más, en la calle es un desconocido y en las fiestas puede ser un amigo.En un mundo ideal podríamos repartir empatía para los dos lados, pero vivimos en una sociedad twittera que al mismo tiempo que exige pruebas, también juzga a las mujeres por grabar a un hombre “en estado de inconsciencia”.Y volvamos a esto por un momento. Los hombres nos acosan en cualquier estado de consciencia y nosotras nos tenemos que defender en todos, porque nadie nos garantiza espacios totalmente seguros.Para las mujeres acosadas las rutas de acción tomadas por el equipo de logística del festival fueron insuficientes, para la logística y para Échele Cabeza fueron las necesarias para cuidar, principalmente, de la persona que estaba intoxicada.La decisión de la organización de eliminar algunos de los tweets que hacían parte del comunicado, dan cuenta de que es una conversación que en muchas ocasiones termina siendo unidireccional. La discusión no puede excluir las experiencias de las mujeres que han sido violentadas y no pueden existir rutas de acción claras sin entender lo que estas situaciones significan para nosotras, como consumidoras y como asistentes a eventos de música.Si bien este caso en particular agitó conversaciones necesarias sobre el consumo responsable de sustancias también puso sobre la mesa que aunque la logística del festival parece estar tomando una forma ya clara, no va a estar completa hasta que no se plantee desde un enfoque por y para las mujeres.El consumo de sustancias psicoactivas y la logística del festivalPor Daniela TrujilloDurante la presentación de FEID, en el escenario Jhonny Walker, un hombre completamente desnudo, quien se encontraba en un estado muy alterado debido al consumo, se estimuló frente a varias de nosotras y luego, posterior a ello, procedió a orinarnos. Otras mujeres que se encontraban ahí, en otras ubicaciones, denunciaron a través de X e Instagram que este hombre las persiguió o las golpeó. La logística tardó en reaccionar, junto con la policía, quienes no tenían claros a los pasos a seguir. Su respuesta tras lo que nos había sucedido fue que “no podían hacer nada porque estaba drogado” y se quedaron un buen rato detrás del sujeto mientras él se movía libremente por el lugar. Después de que sus compañeros pidieran que no lo sacaran del parque, pues él no sabía lo que estaba haciendo.Es necesario decir que no fue el único caso, pues tras haber realizado la denuncia pública, más mujeres se quejaron de que en otros lugares del parque, otros hombres alcoholizados, también habían ejercido acoso hacia ellas.Si bien a la mañana siguiente el equipo de festival se comunicó conmigo y también lo hizo la Secretaría de la Mujer, junto a la Línea púrpura, quienes me dijeron que el hombre, de nacionalidad francesa, fue trasladado al espacio de Échale Cabeza para ser sedado y sacado en ambulancia.Considero necesario que esta experiencia sea un llamado no solo a la rápida acción, pues gran parte de lo sucedido pudo haber sido evitado, teniendo en cuenta que este sujeto estuvo corriendo a través del escenario durante al menos diez minutos antes de que llegara el 911, sino también al consumo responsable.Gran parte de los comentarios que recibí decían que este evento poco o nada tenía que ver con una sesgo de género, puesto que solo era una persona en un estado vulnerable y aunque esto último es cierto y concuerdo con que necesitaba ayuda urgente, las personas afectadas fueron directamente mujeres. Queda entonces el sinsabor de que el estado de desinhibición de muchos es una justificación para ejercer acciones violentas contra otros y que esto, a los ojos de algunas personas, sigue siendo normal.Sí, la logística debe tener una mejor capacitación, eso es un hecho, pero que este proceso de formación respecto a cómo debemos vivir los festivales también sea para los asistentes.
Eterno resplandor de una mente sin recuerdos cumple 20 años. La película de Michel Gondry se convirtió en objeto de culto. El filme nos muestra la historia de Joel y Clementine, una pareja que decide borrarse mutualmente de su memoria. Lacuna, Inc., empresa ficticia, ofrece a las personas el servicio de borrar de su mente recuerdos desagradables. La mayor parte de la película tiene lugar dentro del cerebro de Joel mientras está sedado durante el procedimiento de borrado: mientras revive momentos más felices con Clem, se arrepiente de su decisión e intenta frustrar los esfuerzos de los borradores aferrándose a sus recuerdos de la relación.¿Podría suceder en la realidad lo de Eterno resplandor de una mente sin recuerdos?Si bien estamos muy lejos de un mundo en el que exista una empresa como Lacuna, sí hay avances en lo relacionado con alteración de los recuerdos. Apenas tres años después del lanzamiento de Eternal Sunshine, los investigadores descubrieron que inyectar una “droga para la amnesia” podía aliviar el aguijón emocional de los recuerdos desagradables. Luego, en 2009, un equipo de la Universidad de Toronto logró borrar selectivamente los recuerdos en ratones inyectando una toxina en la amígdala, la parte del cerebro que procesa las emociones.Desde entonces, psicólogos y neurocientíficos de todo el mundo han estudiado varios métodos diferentes para manipular recuerdos, como inhalar gas xenón, tomar propranolol, usar luces y reproducir sonidos para las personas mientras duermen.Un grupo de científicos del MIT cree haber descubierto el gen que "desempeña el papel de extinción de la memoria". Esperan que este trabajo pueda eventualmente conducir a un tratamiento para quienes padecen trastorno de estrés postraumático. o personas atormentadas por recuerdos del pasado. El proceso implica que nuevos recuerdos “sobrescriban” los viejos. El estudio se centró en la observación de ratones a los que se les inhibió el gen en cuestión (llamado “Tet1”). Estos ratones inhibidos recibieron descargas eléctricas (levemente) varias veces cuando los colocaron en una jaula en un intento de crear una asociación; pero, en comparación con los ratones a los que no se les había bloqueado el gen, estos ratones no temieron la jaula cuando fueron colocados en ella en ocasiones posteriores "porque su recuerdo de haber sido heridos ya había sido reemplazado por nueva información". La Dra. Sheena Josselyn codirigió el equipo de investigación que logró borrar los recuerdos de los ratones y ha pasado décadas investigando cómo funcionan los recuerdos. ¿Cree que la tecnología utilizada en Eternal Sunshine algún día podría ser algo común? "Esta es una pregunta complicada", dice citada por Dazed. “Ahora tenemos la tecnología para hacer esto en ratones. "En este momento, no es posible hacer esto en humanos", afirma. "Pero la prueba del concepto está ahí gracias al trabajo de muchos laboratorios de todo el mundo que utilizan roedores [...] Con la ayuda de muchos científicos trabajadores de todo el mundo, la ciencia ficción se está convirtiendo en un hecho científico".
Arabia Saudita anunció que construirá un parque temático basado en la famosa serie animada japonesa Dragon Ball. Este parque temático contará con cinco atracciones de última generación como parte de una programación de más de 30 de ellas. También está prevista la construcción de un Shenron (dragón) de 70 metros de altura, en cuyo interior se encuentra una montaña rusa a gran escala. El parque cubrirá más de medio millón de metros cuadrados, según Qiddiya Investment Company (QIC), que pertenece en su totalidad al fondo de inversión del gobierno de Arabia Saudita.Los planes son parte de "una asociación estratégica a largo plazo" entre QIC y Toei Animation, el productor japonés de Dragon Ball.El parque contará con siete áreas diferentes que recrean varios lugares icónicos de la serie original, como Kame House, Capsule Corporation y Beerus's Planet.En el parque, los visitantes podrán unirse a una aventura con Goku y sus amigos mientras disfrutan del mundo de Dragon Ball, desde el comienzo del anime hasta Dragon Ball Super.Qiddiya es un importante proyecto turístico y de entretenimiento que se está construyendo cerca de Riad, la capital de Arabia Saudita. Es parte de los planes de la nación rica en energía para diversificar su economía alejándose de los combustibles fósiles.¿Por qué algunos fans no están contentos?El anuncio fue recibido con algunas críticas por parte de los fanáticos, citando el historial de derechos humanos de Arabia Saudita.Si bien algunos fanáticos de Dragon Ball recibieron con agrado los planes para el parque temático, otros en las redes sociales cuestionaron la decisión de ubicar la atracción en Arabia Saudita, según informó la BBC. El país ha sido criticado por su historial de derechos humanos, el trato a las mujeres y la falta de reconocimiento de los derechos LGBTQ+.¿Cómo nació Dragon Ball?Dragon Ball se publicó por primera vez en 1984. Se inspiró en la novela china Viaje al Oeste y en las películas de artes marciales de Hong Kong. Inicialmente tenía un enfoque de comedia, pero luego se convirtió en una serie de lucha llena de acción.La historia sigue las aventuras de Son Goku, desde la niñez hasta la edad adulta, mientras se entrena en artes marciales y explora el mundo en busca de las esferas del dragón, siete orbes mágicos que cuando se reúnen invocan a un dragón que concede deseos. A lo largo de su viaje, Goku hace varios amigos y lucha contra villanos.Dragon Ball se ha convertido en una de las series manga más exitosas de todos los tiempos. Su mezcla de comedia y lucha, junto con referencias culturales de la mitología china y los cuentos populares japoneses la hicieron un éxito rotundo.El manga ha sido traducido y lanzado en más de 40 países en todo el mundo. En 2006, cerca de 79.000 fanáticos japoneses votaron a Dragon Ball como el tercer mejor manga de todos los tiempos.En una encuesta de 2007 entre mil personas realizada por Oricon, Goku ocupó el primer lugar como el "personaje de manga más fuerte de todos los tiempos".