Club Felinas es una plataforma gestionada por mujeres que busca visibilizar proyectos de la escena feminista y queer de Colombia y Latinoamérica. La plataforma también funciona como sello discográfico. Su primer lanzamiento fue un compilado de varias artistas latinoamericanas. En él, definen su identidad sónica, la cual oscila entre el ambient y el club latino. Club Felinas ha realizado y apoyado varios eventos. Sus espacios suelen ser pensados para la seguridad y la reducción de riesgos. Su curaduría explora un amplio rango de propuestas que van desde el dembow y la guaracha hasta el trap y otros géneros de vanguardia. Luna Gil, la muñeca inflable de Medellín, es la invitada estelar de un evento que reafirma lo político de la fiesta y reivindica los cuerpos disidentes. Reclamando las estéticas que últimamente han sido apropiadas por otros grupos sociales.La cita es en BEFORE: Av caracas #63-86 a las 10pm. El dresscode: 𝓳𝓮𝓪𝓷 𝓬𝓸𝓷 𝓳𝓮𝓪𝓷 𝓰𝓻𝓲𝓵𝓵𝓪 𝓱𝓪𝓼𝓽𝓪 𝓮𝓵 𝓯𝓲𝓷. Anto <3, apuesta Shock 2024 en Carrusel
Rodolfo Hernández fue sin duda, la mayor sorpresa en las más recientes elecciones a la presidencia. El candidato de 77 años se enfrentará a Gustavo Petro en la segunda vuelta, el próximo 19 de junio. Hernández compartió recientemente en sus cuentas oficiales de Instagram y TikTok una canción titulada La guaracha del inge (también está disponible en Spotify). "Gracias a los rodolfistas que hicieron este disco, ☺️ quedó buenísimo! 👏🏽 Ya tenemos canción para celebrar. 👷🏼♂️🎉", escribió Hernández. La canción es de los productores Jhojan García y Mauricio Gonzalez, quienes afirman que no están vinculados con la campaña, simplemente son simpatizantes del candidato. "Quisimos darle un apoyo a Rodolfo Hernández con nuestro trabajo musical, ya que deseamos un cambio en Colombia", nos cuenta Jhojan, quien añade que la canción ha sido bien recibida en redes sociales. "Comenzamos explorando sonidos y recopilando las voces del ingeniero, en donde podemos apreciar sus respuestas más virales; en el proceso creativo nuestra tendencia desde el inicio fue experimentar sobre el género guaracha, teniendo en cuenta que nuestro objetivo era hacer bailar a Colombia con este género que actualmente nos representa", agrega. "La canción la realizamos de manera independiente, mostrando nuestro apoyo al ingeniero de la manera en la que mejor sabemos hacerlo. Deseamos desde nuestra ayuda un verdadero cambio para Colombia", concluye. Sobre la guarachaLa guaracha o tribal house viene llamando la atención desde 2017 gracias a canciones como Baila conmigo o Me provocas. Inicialmente este subgénero de la electrónica fue asociado a fiestas de prostíbulo, prepagos y narcos, desdeñada por otros DJ de electrónica por ser “mal hecha” y de “mal gusto”, y en 2019 se coló en el crossover popular y comercial, tanto que sus sonidos se colaron en las emisoras juveniles, La Mega y Oxígeno, quienes les abrieron las puertas y en horario prime time.Lo que Colombia y el mundo conoció de la mano de gigantescos hits virales que sin anuncio se apoderaron de los listados comerciales es la versión apócrifa de la electrónica de club; un licuado entre house y música folclórica como la cumbia, la samba, la salsa y hasta el country y que tiene de primos lejanos a la cumbia digital, el breakbeat, el moombahton, el kuduro o hasta el funk carioca.
En 2019 hablamos del boom de la guaracha como un subgénero del tribal house. En ese momento supusimos que se convertiría en un boom universal. Y efectivamente fue así. El género ha contado con aliados especiales como Jennifer López, Maluma, J Balvin y más recientemente el puertorriqueño Farruko.Contenido relacionado | El boom de la guaracha, o la reivindicación del “mal gusto”Farruko es uno de los hitmakers más importantes del reggaetón de la década del 2010, es partícipe de varias canciones número uno radiales como Calma con Pedro Capó, 6 AM con J Balvin, Chillax con Ky-Mani Marley, Passion Wine con Sean Paul y Si se da con Myke Towers, entre otros.En los últimos meses ha estado explorando otros géneros y se ha sumergido en la música electrónica latina. Luego de estrenar un electro trap bilingüe con CJ titulado Love 66, se reunió con diferentes DJ y productores para su siguiente golpe musical.Pepas es una canción de fiesta, nombrada por muchos medios europeos como la canción en español del verano. La letra habla sobre el vacile, la rumba y los alucinógenos para intensificar las emociones y estimular los sentidos. Fue producida por IAmChino, Sharo Towers, K4G, Ghetto y Victor Cárdenas, este último considerado uno de los colombianos precursores del éxito de la guaracha.Para leer | Rihanna es la música que más dinero gana (y no gracias a las giras o los discos)Farruko, y todo el combo creativo, lograron con esta canción su debut en el top 10 de Billboard encargado de organizar los sencillos más exitosos del género. El puertorriqueño actualmente está trabajando en su esperado álbum, LA 167, cuyo lanzamiento está previsto para los próximos meses.Entre noviembre de 2021 y febrero de 2022 Farruko ofrecerá conciertos en Estados Unidos. En video | Trueno: crecer rapeando en el barrio de Boca Juniors - Shock¡La música nos une!
El álbum debut de Fumaratto, pionero del zapateo, fue la excusa para poder conversar sobre un género que sigue creciendo y que incluso está entrando en una siguiente etapa de tecnificación, a pesar del estigma social en su contra.Por Nathalia Guerrero y Santiago Riomalo“Si no hubiera sido por la pandemia y su quietud, no hubiera podido trabajar este álbum como lo hicimos”.Fumaratto responde desde su casa ubicada en Medellín. Su cara se ve volteada por el celular desde el cual responde a la entrevista. Se refiere a su álbum debut Orígenes, que lanzó a inicios de 2021 con pura guaracha, ese subgénero electrónico que llegó desde 2015 y que se sigue abriendo campo a codazos entre públicos diversos, a pesar de quienes siguen viendo este fenómeno musical desde un clasismo con disfraz de “técnica”.Sus remixes virales y sus fiestas, famosas por sus estéticas, han sido claves para que la guaracha no haya parado de crecer durante sus seis años de vida.Pero esa explosión en vivo propia de sus fiestas, que han sido los escenarios principales para su desarrollo, y probablemente su mayor entrada de dinero, ahora se antoja lejana. Y a pesar de que las fiestas clandestinas no han parado por la pandemia (en departamentos como Antioquia se estaban interviniendo 2000 eventos cada fin de semana a octubre de 2020), al igual que todas las escenas musicales, la guaracha también ha sufrido el mismo golpe desde marzo de 2020.En el caso de la guaracha este golpe puede estar costando más plata que en otras escenas musicales. Con DJ de ‘grandes ligas’ como Marce Reyes que cobran cerca de 10 millones de pesos por cada hora de set, y fiestas que incluyen palcos por los que se puede llegar a cobrar hasta $2’200.000, una de las principales fuentes de ingreso, las fiestas presenciales de uno de los ecosistemas musicales que más estaba facturando en el país, paró de repente.Pero a falta de fiesta, uno de los pioneros de este subgénero vio la oportunidad para dar el siguiente paso. “Gracias a haber tenido el sencillo Me provocas en las plataformas me fueron llegando regalías y con eso pude sostenerme”, cuenta Fumaratto, cuyo video suma más de 122 millones de visualizaciones en Youtube. “Ahorita los colegas que no tienen videos ni canciones en las plataformas la tienen más de pa’ arriba que antes de la pandemia”.“Me provocas”:Su verdadero nombre es Daniel Mateo Quintero Posada, tiene 22 años y desde hace casi cinco años es uno de los principales representantes del sonido guarachero. Sus presentaciones, que se han multiplicado en países como Chile, México y España, y que han logrado llegar a casi todos los departamentos de Colombia, están llenas de ovaciones, aplausos, bailes de mujeres con pelos extensos que se baten acompañando el pasito pandereteado característico de la guaracha.Pero del horario desenfrenado que genera ser DJ, Fumaratto pasó a la quietud. ”Curiosamente este año salí de la casa de mi mamá por la misma necesidad de encontrar un espacio donde hacer música a las 2:00 a.m. sin molestarla”. Sin quererlo había buscado un espacio propio para producir su primer álbum.Esta necesidad de no depender de la vida nocturna para mantener las ganancias, sumado al éxito monetario de su sencillo y la quietud de la pandemia, hicieron que Fumaratto Ferroso se dedicara a la producción de lleno, tras cinco años de carrera. “Luego de ganarme mi disco de oro y entender que en la industria musical se compite con canciones y videos musicales, decidí hacer el álbum para ampliar mi catálogo musical en las plataformas digitales”.El álbum se compone de 19 canciones, el número cabalístico de Fumaratto, y se cuentan 23 colaboraciones con diferentes artistas, entre hombres y mujeres. “Detrás de cada canción puede haber cinco personas, entonces eso nos da un volumen como de 70 personas”, cuenta el productor, quien asegura haberse enriquecido mucho culturalmente. “Logré lo que buscaba: diversificar la guaracha e impulsar a otros exponentes del género”.La canción Orígenes abre el álbum cantando en un idioma muy lejano a estas tierras, y con un sonido que, si no fuera por esa base percutiva tan característica de la guaracha, podría parecer una canción árabe. Luego se acerca a sonidos más conocidos con canciones como Ojitos chiquiticos, que hace con su gran amigo y colega DJ Dasten, o Sin aliento, que acompaña de una voz parecida a las vocales sensuales del reguetón. Luego hay canciones como Hipnotízame que tienen voces especiales para el momento del estalle de la fiesta postergada, que hace con DJ Flechas, o que se componen de una melodía más incisiva llena de campanas y arpegios como Tu suspiro, que hizo en conjunto con otro gran amigo, Isaías Palacio, otro estandarte de este subgénero.Prácticamente todas las canciones del álbum siguen una estructura definida. Primero empieza la melodía, que crece más adelante en la canción. Luego entra la voz, generalmente de una mujer, que introduce la percusión en crecimiento, hasta que llega el primer drop con ese mismo sonido pandereteado en la base de la canción que conquistó a tantos desde hace años. “Junto a mis profesores de piano y producción recurrimos a la malla de la música análoga porque (...) sé que en el patrón imperfecto del golpe humano y en el viento que se ejerce sobre las cuerdas de los instrumentos, tenemos algo que las computadoras no pueden medir ni replicar”, explica Fumaratto, seguidor de la salsa y la música de orquesta, luego de contar que usaron la misma estructura exitosa de Me provocas para el álbum y que el 60% de la producción del álbum es análoga.Fumaratto en vivo tocando el himno de ChileEsta hechura podría contradecir a DJ y productores que constantemente ponen en entredicho el proceso de producción musical del subgénero, y más bien conciben la guaracha como samples de trompetas y saxofones superpuestos en canciones famosas con un añadido de tribal house para hacerlas bailables. “Este álbum lo llamé Orígenes porque busqué guardar las raíces y el inicio musical de la guaracha, sumado a la tecnificación que hoy tengo a mi alcance”, explica el artista. “Con este nuevo disco buscamos internacionalizar aún más la guaracha (...) para fusionar ambas épocas del género”. Cuando Fumaratto busca explicar cómo ha evolucionado el sonido de la guaracha prefiere recurrir a un ejemplo sobre su colega productor AfroHouse. “Él hizo esa canción que dice ‘Dame lo que necesito, morenito’, que es bien famosa dentro del género, y la produjo con unos audífonos viejos y un portátil. Hoy esa persona cuenta con un estudio profesional y un alto conocimiento de producción”, cuenta el artista, a sabiendas de que, como ha sucedido en los albores de géneros como el rap y el reguetón, los entusiastas se han visto obligados a producir con las uñas. “El no tener recursos a veces funciona como motor porque, sea como sea, uno alcanza su sueño y, en el caso de la guaracha, la creatividad y la inventiva le ganaron a la falta de recursos (...) y esto nos ha permitido hacer dinero para aprender más, tener mejores equipos y producir a un mejor nivel”, concluye.Dame lo que necesito, morenito: Fumaratto, a diferencia de tantos otros artistas, no esconde su plena intención de hacer de la música un producto rentable. Quizá ese es otro aspecto que le molesta a quienes critican tanto la guaracha: su apertura para hablar de ganar plata con esta música.Tras la pregunta de cuál ha sido el país que mejor ha acogido la guaracha, Mateo habla del que más plata les ha dado. “Donde mejor nos han pagado ha sido Chile. Allá hemos llenado discotecas, centros de eventos y teatros. Tuvimos una negociación para tocar en el Movistar Arena, pero debido a la pandemia tuvimos que aplazarlo”, cuenta al hablar de la internacionalización del género y de cómo, luego de Chile, Panamá, Estados Unidos y España es donde más está pegando la guaracha.Otro factor que, según este joven productor, ha sido vital para la ebullición del zapateo es el idioma. “La fórmula del éxito de la guaracha radica en el español”, afirma, “la guaracha es un reguetón rápido y ese trasfondo, sumado a la música en español, nos ha dado muchas herramientas para brindar emociones porque podemos traer éxitos de grandes artistas y darle mucha pluralidad a los conciertos”. Y aunque para Fumaratto el español es una piedra angular de la guaracha, en un futuro cercano planea hacer canciones en inglés, para que los angloparlantes ya no solo bailen, sino que puedan cantar, dedicar y darle play muchas veces a canciones nacidas en las entrañas de Antioquia y otros departamentos del país.Por ahora, en este presente, la pandemia sigue mandando, a pesar de que algunas fiestas de guaracha siguen apareciendo en los noticieros del país. Incluso en historias y publicaciones de algunos artistas en sus redes sociales, Fumaratto incluido, se ven invitaciones a fiestas o recuerdos de esas fiestas captados en video. La gana de guaracha no la para la pandemia. Al preguntarle sobre las fiestas de guaracha clandestinas en medio de la emergencia sanitaria que continúa, el artista se limita a responder que “Carita triste para aquellos que violaron las disposiciones del gobierno”, pero por otro lado entiende la necesidad de hacerlo: “Ustedes saben que de esos eventos vive mucha gente”.Sin embargo, a pesar de que la fiesta siga, hay artistas como Fumaratto que definitivamente están divisando otros caminos posibles alrededor del sonido que mezclan y producen como una forma de vida.Cuando Fumaratto se refiere al futuro de la guaracha vuelve a utilizar un ejemplo: “la guaracha es un bebé que llegó al mundo en 2015 y que le dio a las ciudades de Colombia la oportunidad de conocer algo que hacía música electrónica totalmente diferente a lo que se conocía como ‘chispún’”, explica. El desarrollo de este subgénero ya va para seis años, y ya “tenemos un niño que está en el colegio, sabe hablar, reconoce a papá y mamá (es decir que reconoce auditivamente muchas canciones) y está más evolucionada que en otros países, donde el género lleva apenas uno o dos años”.Fumaratto es consciente del proceso de socialización que tuvo este sonido, parecido al de géneros que en su momento fueron marginales, como el reguetón. “Hubo un rechazo de mucha gente y de muchos colegas por tocar la guaracha pituda y alegre”, cuenta. Y ante eso, mantenerla en sus orígenes ruidosos, incómodos, puede ser visto como una manera de resistir. Sin embargo, la apertura de artistas como él para llevar la guaracha al terreno anglo puede significar un nuevo proceso de popularización, esta vez mainstream, de validación a partir de la apropiación cultural. ¿Es la producción el camino para llegar a ese nuevo nivel para la guaracha? El tiempo, y las producciones que salgan de este subgénero, nos irán diciendo.Sígannos también en Instagram
En 2019 nos dimos cuenta de que la guaracha tenía todo el potencial para saltar de las fiestas de finca en Colombia a las pistas de baile del mundo entero gracias al tema Baila Conmigo de Dayvi, Victor Cárdenas y Kelly Ruiz. Esa canción ha ayudado a quitar un poco el estigma que se tiene sobre este subgénero de la música electrónica y también ha impulsado a que muchos DJ le apuesten a hacer canciones de ‘zapateo’ y ‘aleteo’.Cornetto es un músico paisa que lleva trabajando dos años en el concepto de su proyecto musical. Seis meses antes de la navidad de 2020 se reunió con Universal Music y Vibras Lab para mostrar su proyecto y empezar a producir las canciones con las que quería debutar en la industria musical.El resultado de esos seis meses de trabajo se ven reflejados en dos proyectos: Cornettazos Vol.1 y 14 Cornettazos Bailables. El paisa nos explicó que su nombre artístico viene de las cornetas, las cuales son el sonido más característico de la música guaracha. También está interesado en que su identidad, como otros DJ como DeadMau5 o Daft Punk, sea secreta para que la gente se enfoque en su propuesta, canciones y forma de mezclar.Cornetto se caracteriza por su máscara de color magenta que parece un Emoji de Whats App, “quiero transmitir tranquilidad, felicidad, alegría y fiesta, además esos son los valores y características comunicativas del color magenta”, agrega el DJ.14 Cornettazos BailablesEste primer proyecto de Cornetto está enfocado en que las canciones típicas de navidad tomen un nuevo rumbo. “Elegimos canciones de leyendas de la música decembrina colombiana para que la gente vea una nueva forma de disfrutar las canciones de navidad”, añade el paisa. Este proyecto de 14 tracks tiene remixes guaracheros de Corraleros de Majagual, los 50 de Joselito, Pastor López, Rodolfo Aicardi, entre otros.Cornettazos (Vol.1)Este proyecto son 10 tracks de canciones que son parte del catálogo oficial de Universal Music. Son remixes de clásicos como Mi Bombón de Cabas, Ay Vamos de J Balvin, Aventurero de Yeison Jimenez, Traicionera de Sebastián Yatra y La Mayonesa, entre otros.#LaMúsicaNosUne
Aquí estamos, como de costumbre, con nuevos temitas, pero queremos recordarles que tenemos un especial completo con reseñas de discos colombianos (albumes de estudio y EP) para que conozcan y se empapen de la diversidad musical del país. También puede echarle un ojo a los mejores mejores temas y álbumes nacionales del 2019 en este especial. Sentimiento - Marcela Reyes, Paola Jara ¿Quién está detrás? Paola Jara es una de las artistas femeninas más populares de la música ranchera en Colombia. Ha sido jurado de programas musicales de televisión, tiene varios hits radiales, ha girado por todos los pueblos y grandes ciudades del país, acumula millones de seguidores en redes sociales y ahora le apuesta a fusionar su estilo con la música electrónica. Marcela Reyes es una de las representantes más reconocidas de las fiestas de guaracha, una subdivisión de la música electrónica que empezó a popularizarse en los último años. Para leer: El boom de la guaracha, o la reivindicación del “mal gusto” ¿A qué suena? La canción inicia con acordes nostálgicos de guitarra acústica que engalanan la voz de la intérprete de ranchera. Con el paso de los segundos empiezan a sonar beats de fiesta finquera que tienen elementos de esas canciones futboleras que aparecen meses antes de la Copa Mundial de la FIFA. El tema tiene tantos elementos sonoros que es complicado digerirlos todos de primerazo. Sin embargo, la llegada de Jara a la guaracha hará que el público de ambos géneros consuma canciones de este tipo. Es el inicio de un nuevo boom mediático. ¿De qué trata? Es una canción de despecho que invita a ahogar las penas en alcohol y a superar la traición con fiesta. ¿Sobre el video qué? El clip está enfocado en resaltar a las dos artistas en medio de una rumba. Obviamente tiene la participación de un grupo de mariachi para darle el toque ranchero al trabajo visual de la canción. ¿Cuándo escucharla? El tema va a generar amores y odios, pero seguramente va a contar con el apoyo de muchas emisoras en el país, principalmente de las estaciones de radio que se enfocan en la música de fiesta. Cuando se pueda salir de parranda esto va a sonar duro en las fiestas de piscina, en las discotecas populares y en las rumbas clandestinas. Para ver | Un canto x Colombia vuelve a unirse contra las masacres #LaMúsicaNosUne
Aquí estamos, como de costumbre, con nuevos temitas, pero queremos recordarles que tenemos un especial completo con reseñas de discos colombianos (albumes de estudio y EP) para que conozcan y se empapen de la diversidad musical del país. El problemón (Guaracha) - Alejandro González ¿Quién está detrás? Alejandro González es cantante de tropipop, música popular y baladas pop. Lleva trabajando en la industria musical desde que logró ser #1 en la radio nacional con varios temas de Bonka, su primera agrupación. Ahora, en el marco de la campaña Tropipop Is Back, se atreve a lanzar un remix de su sencillo El problemón, uno de los más exitosos del género. Recomendado: ¿Por qué murió (y ahora resucita) el tropipop? ¿A qué suena? La guaracha es una derivación del tribal house en el EDM y es un género que, entre chiste y risa, se ha ido fortaleciendo en Colombia y Latinoamérica. En este remix Alejandro usó parte de su canción El Problemón y la fusionó con una mezcla hecha exclusivamente para bailarla en la pista. Conozca más del boom de la guaracha aquí. Dato: La mezcla fue hecha por Juan F. Giraldo conocido como Giri Music. ¿Cuándo escucharla? Seguramente va a empezar a sonar en discotecas. Conocemos de varias canciones pop como Bailar Contigo de Monsieur Periné o Disfruto de Carla Morrison que tienen su versión guaracha y que son un hit en discotecas de ciudades grandes e intermedias de Colombia. Recomendado: Tropipop: la importancia del fenómeno musical colombiano de la década del 2000 #LaMúsicaNosUne
“Óyeme bebé, yo te tengo que decir, es que hay algo en tu piel que me provoca”. Así suena y repite la letra de Me provocas, la última canción de Fumaratto, que ha provocado más de 100 millones de reproducciones en plataformas de streaming y, junto a Baila conmigo de DJ Dayvi, se han convertido en los nuevos himnos de fiestas caseras, discotecas y emisoras. Ambas son las embajadoras de la guaracha, un género que baila entre amor y odio, entre repulsión y placer culposo, entre vergüenza y bailar a escondidas, entre burlas y éxitos. Un esquema musical subvalorado, pero no directamente por su contenido sino por su estética. Un chiste que se tomaron muy en serio y que se convirtió en el género de exportación nacional del 2019. Por: Johana Arroyave / @JohanaArroyave A finales 2016 el famoso prostíbulo El Castillo se vanagloriaba por tener una de las mejores fiestas electrónicas de la ciudad. Cada noche de domingo los DJ colombianos de tribal house Daniel Parranda, NewFest, Alex Hard e Isaías Palacios encabezaban los carteles de unas fiestas que empezaron a gestar, lento pero seguro, uno de los movimientos más polémicos de la electrónica, y que este 2019 estalló del todo, primero como un chiste o un meme, y luego como un fenómeno comercial global con su semilla en Colombia: la guaracha. La viralidad digital ha sido un bastión clave de este boom. Fue difícil no haber recibido u oído a inicios del 2017 la enigmática nota de voz sensual de una anónima paisa que decía “amor, yo quiero una fiestica pues así... ¡qué rico! Esos videos que suben, mera fiesta, full farra. Take tarake take. ¡Guaro, perico, popper, tusi, sexo!”. Lo viral se volvió noticia, la noticia se volvió chiste, el chiste se volvió dicho, y la nota de voz se convirtió en un pegajoso himno cuando algún anónimo la superpuso a un sample de tribal house, o lo que hoy en día conocemos como guaracha, acompañado de un video pirata con imágenes aficionadas de una fiesta llena de viejas con cuerpos voluptuosos. En paralelo al Take Tarake Take, en ese mismo 2017, la guaracha vio uno de sus picos más altos gracias a que Sax to me, del DJ paisa Fumaratto –uno de los reyes del género, de los primeros en ser programados en La Mega de Medellín, y encargado de abrir en Colombia los toques del español Dani Masi, precursor del tribal en Europa–, retumbó en reconocidas discotecas de Medellín como Dublin, PVC o Icono Club. Así como le pasó al vallenato, a la champeta, al reggaetón, o a la curiosamente etiquetada música “popular”, lo de la guaracha ha sido un proceso de ascenso, aceptación e inclusión social. Inicialmente este subgénero de la electrónica fue asociado a fiestas de prostíbulo, prepagos y narcos, desdeñada por otros DJ de electrónica por ser “mal hecha” y de “mal gusto”, y este año se coló en el crossover popular y comercial, tanto que sus sonidos se colaron en las emisoras juveniles, La Mega y Oxígeno, quienes les abrieron las puertas y en horario prime time. Gradualmente el desprecio permeó el humor digital (celebridades digitales como Las Cardachians se hicieron famosas por institucionalizar y recopilar la burla hacia la cultura guarachera) facilitando que este género fuera un gusto culposo, ahora un gusto a secas y quién sabe si en unos meses sea el ritmo obligado en fiestas nacionales como pasa con el reggaetón o la salsa. Es así como hoy podemos hablar de fenómenos virales como Baila conmigo del manizalita DJ Dayvi (que ha punteado el listado de Viral Latino de Spotify durante tres meses; ha sido remezclada por Jennifer Lopez y Willy William; fue usada por el FC Barcelona en el video para una campaña de experiencias y entretenimiento) o Me provocas del medellinense Fumaratto. La guaracha, la electrónica, ya infestó canciones de Monsieur Periné (Bailar contigo) o Carla Morrison (Disfruto), colando con inesperados remixes a estas bandas en discotecas de todo el mundo (y dejándoles ingresos extra). El movimiento subterráneo ya está saliendo a la superficie con todas sus fuerzas y destapando sus cartas.NOSOTROS NO LLEGAMOS A LA GUARACHA, LA GUARACHA LLEGÓ A NOSOTROS La palabra “guaracha” tiene raíces más profundas que abarcan más allá del tribal house colombiano, y comienzan con la forma en la que se denominaba a las canciones bailables cubanas. Según el cubano Esteban Pichardo y Tapia, autor del Diccionario provincial casi razonado de vozes y frases cubanas, la palabra denominaba a una canción bailable de origen isleño desde finales del siglo XVIII, tocada y cantada primero en el Teatro Musical Cubano, luego en los salones de danza de baja categoría social y por último en los burdeles de La Habana. Aunque la cubana y la colombiana son diametralmente opuestas, ambas conviven en la connotación de desprecio y la mirada por encima del hombro a sus sonidos. Lo que Colombia y el mundo están conociendo de la mano de gigantescos hits virales que sin anuncio se apoderaron de los listados comerciales, es la versión apócrifa de la electrónica de club; un licuado entre house y música folclórica como la cumbia, la samba, la salsa y hasta el country y que tiene de primos lejanos a la cumbia digital, el breakbeat, el moombahton, el kuduro o hasta el funk carioca. Y si bien se puede atribuir su génesis a exponentes internacionales como los estadounidenses Danny Tenaglia, Roger Sánchez y los españoles Darío Núñez y Dani Masi, también hay que entender la guaracha como resultado de la masificación de internet y la tecnología que ha permitido que la música electrónica se cree de manera empírica y casera, muy lejos de lo que manda la academia o “el buen gusto”. El circuito de la guaracha no había necesitado el respaldo de los andamiajes industriales de la música. Alejadas de Spotify o YouTube hasta hace poco menos de un año, las canciones estaban regadas por Soundcloud y se daban a conocer por el voz a voz. Gran parte del impulso, y del estigma, vino de videos donde la guaracha era la banda sonora de videos aficionados y caseros que atestiguaban remates o fiestas piscineras donde el DJ de turno estaba rodeado de una cohorte de mujeres voluptuosas en vestidos de baño bailando el mismo paso sutil e imperceptiblemente coordinado. Por supuesto, la hostilidad de las redes acompañaba esos videos de comentarios en YouTube como “qué mano de prepagos”, “qué asco de música”, “se creen divinos bailando así” o “pura música de putas”, pero más allá del juicio moral se revelaba el fortalecimiento de unos sonidos pegajosos, pegachentos, algo predecibles, pero a fin de cuentas muy bailables. Era cuestión de tiempo para que este fenómeno “subterráneo” llegara a oídos de los dueños del negocio. Los ejecutivos más jóvenes de Sony Music fueron quienes identificaron el consumo recurrente de las canciones y las pusieron sobre la mesa para que, en septiembre, la disquera firmara los dos tracks que más puntearon: Me provocas y Baila conmigo. Según Alejandro Jiménez, presidente de la discográfica, “la guaracha nos funciona en todos los sentidos. Investigando las cifras más a fondo nos dimos cuenta de que ya no solo tenía nivel de escucha aquí. La compartimos con colegas en otros países y se generó mucho interés porque, según decían ellos, esta música tenía una autenticidad muy grande; era un género musical que podía aportarle a la electrónica global”. Es decir que, así como ritmos folclóricos autóctonos como el bunde, el bullerengue, el bambuco, la cumbia o el vallenato han representado la riqueza sonora colombiana en el mundo, hay que estar preparados pues es muy probable que en el 2020 la guaracha sea nuestra nueva gran embajadora cultural. Y todo eso a pesar del desprecio. GUARACHA, LA MÚSICA DE LO PROHIBIDO Uno de los primeros prejuicios que hay frente a la guaracha es que es música para traquetos y prostíbulos. Entendible si se recuerda en qué lugares se gestaron sus primeras fiestas o que David Sarria Ortiz, presidente ejecutivo del festival Black and White, fue capturado en 2015 bajo cargos de narcotráfico y fue pedido en extradición por Argentina. El Black and White, un festín de EDM, tribal, house o techno que se hacía cada enero desde el 2002 en el lago Calima en Cali, fue uno de los primeros eventos en poner a tocar a artistas de tribal house como el puertorriqueño Robbie Rivera, el holandés Don Diablo, o los colombianos Ángel Rodriguez, Iván Miranda y Marco Cardona. Entendible también si relacionamos a famosas modelos webcam paisas como Alejandra Mejía y Meloody quienes han usado pistas de guaracha en sus shows y en sus videos de baile para atraer a sus clientes. Según Meloody, “este ritmo me permite bailar de manera sensual, pero al mismo tiempo alegre y con los bajos de las canciones puedo hacer movimientos con partes del cuerpo que hace de una que los usuarios tipeen”. Pero ojo que eso es hilar muy fino y olvidar que otros sonidos, de maneras más solapadas y escondidas, también tienen un historial de toques privados para narcos, paracos y otros nombres no tan santos. “Nosotros como artistas no tenemos la culpa. Estamos donde nos contratan, no podemos hacer un casting al empresario ni le vamos a pedir una biografía”, explica la DJ Marcela Reyes. Para DJ Dayvi esto no es ningún secreto, pero aclara que “hay quienes hacemos las cosas bien y no nos préstamos para este tipo de situaciones”. Incluso también habría que recordar que si la cosa es de alusión a las drogas, Snoop Dogg es un estandarte de la marihuana, Jim Morrison o Depeche Mode le hicieron himnos a la heroína, o no hace mucho J Balvin, Bad Bunny y Jhay Cortez hablaron de 512 (Percocet) en No me conoce. Y entonces, ¿de verdad de dónde viene el desprecio? En voz baja y sin querer admitirlo públicamente, muchos productores y DJ de otros géneros de la electrónica consideran que la guaracha es mala producción musical: un sampleo de una trompeta que se repite y pistas que no son originales sino bajadas de internet. Pero el español Dani Masi concuerda en que, si bien la calidad no es la mejor, está calando duro en Europa: “en Colombia son muy estrictos con la meticulosidad de la producción. Sin embargo, con más dedicación, estos exponentes van a hacer un trabajo mucho más riguroso. Por ahora aquí en España vinieron a traer sonidos que refrescan, hacen bailar y por lo mismo son tan queridos en este espacio, es una propuesta novedosa que deberían valorar más en Colombia”. El criterio de música “mal hecha” es complejo y termina en valoraciones subjetivas, muchas veces mediadas por criterios heredados. Dayvi recibe a diario críticas por el camino musical que escogió, pero él cree que “no existe la música mal hecha, existe la música y eso hacemos nosotros. La envidia es muy grande y en vez de darnos la espalda como artistas deberíamos apoyarnos y así lograr consolidar sonidos que representen a Colombia ante el mundo”. Sin embargo, la discusión puede ir un poco más allá pues hay Dj, que prefieren omitir su nombre para no crear polémica, y explican que el género ya no hace parte de la escena electrónica: “ la guaracha está mucho más cerca de la música crossover y popular latina que de pertenecer a un subgénero de la electrónica. Esto es mejor aún para sus exponentes porque allí es donde están las masas”. UN PLACER CULPOSO Con el ascenso que la guaracha está teniendo internacionalmente, hay que preguntarse si ese será el punto de quiebre para que localmente se masifique y se termine de aceptar. Nada raro si recordamos lo que pasó en su momento con el vallenato, la cumbia o el reggaetón, que tuvieron que tener validadores externos para posicionarse con fuerza en el gusto masivo. Para el sociólogo Daniel Aguilar esto sucede porque “somos un país que no admite que somos pobres. El género musical que se consideró como el menos legítimo y más inculto fue el reggaetón. ¿Y qué ha pasado? Ahora lo consume gente en absolutamente todas las clases sociales. Todavía existe esa falsa creencia de que hay una música para oídos más selectos y no es que odiemos algo, es que solo aprobamos los sonidos cuando algunos los meten en espacios en donde se legitiman, o sea la radio, clubes, o puntea internacionalmente”. Para Alejandro Jiménez en este país tendemos a ser muy colonialistas en nuestra cultura y socialmente hemos estigmatizado la música según las clases sociales: “muchos se criaron bajo el estigma que ciertas cosas eran corronchas porque no era música sofisticada, que lo que había que escuchar era rock. En el caso de la guaracha es un poquito extremo, las mezclas puede que no suenen a altos niveles, pero esas mismas características hacen que en otras latitudes, que son de donde estamos copiando música, lo sientan como un refrescante de sus propias posibilidades artísticas”. De cualquier manera, hay un fantasma permanente e indeleble con este género: el clasismo. Por ejemplo, en el 2017 el portal Las 2 Orillas publicó un escueto informe sobre la movida titulado Pepas, bikinis y guaracha, el furor de las fiestas guisas en Colombia con un repaso ligeramente juzgón del estado de la escena en ese año, y del que llama la atención el uso de un poderoso y pesado adjetivo: “guisa”. Lo “guiso”, las “guisas”, es la forma en la que las protagonistas de videoclips y sus bailes han sido reiterativamente etiquetadas, pero también ha sido una pesada herramienta para reforzar el clasismo, sostener el rechazo hacia la diferencia, o estructurar que hay quienes están dentro del “buen gusto” y otros que no. Básicamente, una dictadura social determinada desde la moda, la apariencia física, que ignora procesos históricos que se han vivido en Colombia como el machismo, la opresión de grupos conservadores o el narcotráfico. Asociar la guaracha con lo “guiso” es una cómoda simplificación para reducir a todos sus fanáticos y productores en putas y traquetos, desconocer el poder de los gustos populares y perpetuar a esos poderes censuradores que han intentado prohibir y tapar todo aquello que no esté dentro de “la norma”. Hay que entender la guaracha como resultado de la masificación de internet y la tecnología que ha permitido que la música electrónica se cree de manera empírica y casera, muy lejos de que le agrade a todo el mundo. Pero más allá del gusto, que finalmente es personal y caprichoso, todo el boom de este género sirve para que pensemos de dónde viene y cómo formamos nuestros gustos; para preguntarnos una vez más sobre el lugar de la superioridad moral que nos permite juzgar a otro por lo que oye y lo pone feliz, sobre todo si es algo que no ha sido avalado por la academia. A la hora del té hay mucha tibieza en los argumentos para decir que la guaracha son sonidos que denigran a Colombia. Un estigma, un estereotipo y una superioridad moral que nos demuestra que en este país seguimos validando y aprobando que se sigan creando brechas sociales en lugar de reparar las ya existentes. La historia reciente del reggaetón parece repetirse, y si vemos su evolución y que nadie lo veía más allá de una moda pasajera, es predecible que en unos meses la guaracha esté metida hasta en la sopa y consolidada en todo tipo de espacios sociales, por lo pronto ya suena a cantaros en Europa y en Estados Unidos; en Bogotá ya se coló en emisoras juveniles y sus Dj que antes cobraban por toque dos millones de pesos se dan el lujo, como Fumaratto, de cobrar por un set de una hora 10 millones. Pero si no nos cree, solo revise las cifras de reproducciones en plataformas, las cuales superaron hace rato los 100 millones. Y ustedes, ¿ya saben bailar guaracha? Vea también: Las 55 mejores canciones colombianas del 2019 según Shock
Llega octubre y empieza la cuenta regresiva para despedir el 2019 y darle la bienvenida a una nueva década en la que, esperamos, la música hecha en Colombia tenga un valor mayor y se le dé el lugar que se merece. La diversidad de sonidos, propuestas alternativas y fusiones coherentes es lo que queremos consumir para que la industria musical sea equitativa para todos los géneros. Aquí venimos con una nueva tanda de estrenos musicales y, posiblemente, entre estos lanzamientos esté la que sea la canción más relevante del año en curso. Baila conmigo - Jennifer López, Dj Deivy ¿Quién está detrás? David Sánchez, conocido en la industria musical como Dj Dayvi, un man nacido en Manizales, Caldas y del que poco se sabía hasta que su canción Baila conmigo empezó a sonar en las redes sociales de cientos de influenciadores. Debido al boom que ha tenido la canción Jennifer López decidió apropiarse de la canción y sacarle un remix. ¿De qué trata? La letra es extremadamente básica porque lo importante de este track es el ritmo. Sin embargo, la canción tiene un toque sensual y sexual para que dos personas se imaginen en una playa. ¿A qué suena? Guaracha de pool party en finca. Aunque el género ha sido muy criticado es innegable el impacto que ha tenido en el 2019 y esto parece ser solamente el inicio de un nuevo fenómeno musical. ¿Cuándo escucharla? Depende de lo que usted reproduzca para las farras. Seguramente esta canción va a estar en las playlist Recomendada: #LaMúsicaNosUne
Tiene 25 años, anda de gira y suena en tres continentes distintos, Europa, Asia y América del Sur. Ha logrado conseguir más de 250 millones de reproducciones en streaming, protagoniza listados musicales en India, España, Brasil y México y acaba de firmar con el club español de fútbol Barcelona y Sony Music para que su canción Baila conmigo sea la oficial de las promos del equipo. Ya no es solo música, se ha convertido en un sonido viral. Él es David Sánchez, conocido en la industria musical como Dj Dayvi, un man nacido en Manizales, Caldas y del que poco se sabía hasta que su canción Baila conmigo empezó a sonar en las redes sociales de cientos de influenciadores, en las cuentas de memes más seguidas y en los videos chistosos y virales de artistas como J Balvin. Lleva haciendo música más de 10 años, produciéndole a amigos y convirtiendo sus tracks en los más bailados de las fiestas de guaracha de Medellín y Cali. Pero nunca dando la cara como creador porque no creía que pudiera llegar tan lejos. Dedicó parte de su vida a subir sus producciones libres de derechos para que otros dj las usaran en sus mezclas, sin pensar que una de ellas Sax to Me iba a ser la más escuchada de Fumaratto y que no le darían el crédito. Cuenta tranquilamente y en medio de risas que lo han robado, que las canciones más famosas del género deberían tener su nombre, pero se han apropiado de ellas. Habla abiertamente que tiene una guerra marcada con Fumaratto, otro de los dj más reconocidos de guaracha en Colombia, porque se apropió de dos de sus canciones, Sax to Me y Baila conmigo; a esta última le cambió el nombre y le puso Un verano en Viña del Mar. Una discusión que ya está en reclamaciones con Sony Music. Es tranquilo, no cree el éxito que han tenido sus creaciones y admite que por desordenado es que ha perdido las oportunidades de ser más reconocido en su campo. No le tiene miedo a los chistes con el género que hace, sin embargo, deja muy claro que no le gusta que le digan “guaracha”, prefiere denominarlo Tribal colombiano. No se dio cuenta en qué momento completó 250 millones de reproducciones en streaming con Baila Conmigo y mucho menos pensó que ahora no tendría tiempo ni para responder mensajes de Whatsapp por andar de gira por el mundo. Lo tuvimos en Shock para entender un poco más el género que está haciendo, el viral en el que se convirtió y lo que piensa cada que escucha su canción en memes, chistes y hasta comentarios clasistas. ¿Cómo fue el proceso de creación de esta canción? Me reuní con Víctor Cárdenas (productor) y nos pusimos a crear un tema. Él me mostró algo que venía haciendo y yo decidí meterle trompetas. Pero no era suficiente, aunque el track era bueno le faltaba algo. Llamamos a Kelly Ruiz para darle el complemento indicado. Ella le dio el toque vocal femenino y así la lanzamos. Recibió un disco de oro por esta canción ¿Usted creyó que podría pasar esto? Sabíamos que estábamos haciendo algo grande pero nunca pensamos que llegara a ese nivel. Quizás hace algunos meses nadie habría sospechado que un tema surgido de un circuito tan específico como es el tribal o guaracha iba a captar la atención de millones de personas alrededor del mundo, pero hoy es un hecho, Baila conmigo es uno de los fenómenos de internet más importantes del año. Y ha demostrado que nuestra música puede ser escuchada por todos y valorada. ¿A qué se refiere con valorada? Este circuito es muy chiquito y a veces parece que solo es escuchado por un nicho de la población, sin embargo, es música para todos. Mire no más, vamos a ser la canción oficial del Barcelona. ¿Cómo llegó al Barcelona? Yo no hice nada ahí, fue la disquera. Para muchos artistas hacer parte de una disquera es terrible. Para mí es lo mejor que me pudo pasar, ellos se encargan de todo y hasta pelean cuando me roban la música. Yo solo me encargo de tocar y producir. ¿Le molesta los chistes que hacen con su canción? No, para nada. Publicidad es publicidad, hasta J Balvin la subió. Eso es ganancia. ¿Qué piensa de la relación del género con el narcotráfico y el sexo? Sí hay dj que tocan en privados con gente relacionada con esto. Pero es solo una parte, hay quienes hacemos las cosas bien y no nos préstamos para este tipo de situaciones. ¿A cuántos países ha llegado su canción? No me alcanzan los dedos para mostrarlo. Colombia, México, Perú, Venezuela, Ecuador, Chile, la India, Estados Unidos, Guatemala, España, Brasil. En Brasil me han aceptado muchísimo. Allá los sonidos de trompetas y caribeños se mueven más. Usted es la portada de dos playlists en Spotify a nivel internacional. ¿Qué siente? Actualmente soy portada de EDM Mexa y Viral Latino, y aparecemos en más de 5 playlist oficiales de la plataforma. Pues es más responsabilidad, pero dan más ganas de continuar haciendo música. ¿Lo han recibido mejor en otros países que en Colombia? Sí pero no, aquí hay que abrir el género y que la gente lo conozca más. ¿Cree que somos una sociedad de techno y house? No, pero creo que deberíamos abrir los oídos a sonidos más autóctonos. Por eso es que les gusta en otros países lo que hacemos, porque es más movido, tiene el sabor colombiano. Vea también: No se deje engañar, así puede identificar quién es un buen dj
La Profeco (Procuraduría Federal del Consumidor de México) y la tiquetera Ticketmaster llegaron a un acuerdo para poner fin a una demanda colectiva que involucra a más de 500 consumidores, con un total de reembolsos que supera los 3.4 millones de pesos mexicanos (cerca de 693 millones de pesos colombianos). Profeco instó a los consumidores afectados por la cancelación unilateral de boletos por parte de Ticketmaster durante todo el año pasado a presentar su documentación para reclamar sus reembolsos pendientes, según reportó El Economista, que calificó la demanda como inédita para el entretenimiento. Se acordó que aquellos que demostraran la cancelación de sus boletos recibirían el reembolso completo, incluidos los cargos por servicio, además de una bonificación del 20% según lo estipula la ley. No es la primera vez que Ticketmaster enfrenta una demanda de consumidores. En 2023, la empresa tuvo que reembolsar a más de 2,155 personas por problemas en los conciertos de Bad Bunny, donde muchos fanáticos no pudieron ingresar debido a fallas en el sistema. En total, Ticketmaster tuvo que devolver más de 18 millones de pesos mexicanos a los seguidores del artista.Antes de iniciar el show de Bad Bunny en diciembre de 2022, el estadio no se veía lleno, pero no era por falta de venta: los conciertos de Bad Bunny en México se agotaron en cinco minutos hace más de 10 meses.Lo que resultó fue que TicketMaster México tuvo fallas en su sistema y contó como falsos o duplicados algunas entradas que fueron adquiridas de forma legal. Los encargados de logística no permitieron la entrada al estadio a nadie que su tiquete no arrojara luz verde. Miles de personas se quedaron sin ver a Bad Bunny a pesar de haber adquirido su boleta de forma directa.La demanda a Ticket Master del Departamento de Justicia de Estados Unidos El Departamento de Justicia de Estados Unidos planea presentar una demanda antimonopolio contra el promotor de conciertos Live Nation, propietaria de la tiquetera Ticketmaster, de acuerdo con un reporte de The Wall Street Journal. Las acusaciones específicas siguen sin estar claras y el momento de presentar una demanda es incierto. El Departamento de Justicia se negó a hacer comentarios,según el medio.¿Por qué las críticas a Live Nation y Ticketmaster?Desde hace varias décadas, varias voces en la industria de la música han considerado que Live Nation ejerce un poder desmesurado en el entretenimiento en vivo.Live Nation y Ticketmaster se fusionaron en 2010 y ahora se anuncia como la "compañía de entretenimiento en vivo más grande del mundo".Las críticas alcanzaron un punto alto en noviembre de 2022 después de que el sitio web de Ticketmaster colapsara debido a una demanda extraordinaria de entradas para la gira Eras de Taylor Swift. En ese momento, el Departamento de Justicia estaba investigando a la empresa.Los legisladores estadounidenses interrogaron a los ejecutivos de Live Nation en una audiencia en enero de 2023 que unió a demócratas y republicanos sobre el dominio de la industria de la compañía que, según los críticos, está perjudicando a rivales, músicos y fanáticos.Posteriormente, los fanáticos de Swift demandaron a Live Nation por “conducta ilegal” en la caótica venta de la gira de la artista, y los demandantes alegaron que el gigante de la venta de entradas violó las leyes antimonopolio, según CNN.
Entre todas las tendencias de redes sociales, por estos días hay una que llama la atención: "Mira entre las letras de tu teclado". La idea es dar algún mensaje dentro de las letras en el rango descrito. Uno d elos ejemplos más frecuentes es el de "mira entre la h y la l en tu teclado" para decir "jk" o "just kidding" (solo bromenado en inglés). De momento, los usuarios señalan letras para las iniciales de nombres de personajes memorables, celebridades o figuras públicas, sin embargo, no ha sido del todo claro para muchos. ¿De dónde viene la tendencia de Mira entre las letras de tu teclado?De acuerdo al sitio Know Your Meme, que rastrea los orígenes de memes y tendencias en Internet, un usuario de la plataforma 4 chan posteó el 11 de mayo del 2021 una imagen con la figura de Yui Hirasawa, protagonista del anime K-On!.Esta imagen solo venía acompañada con un texto que decía “Mira entre la t y la o en tu teclado”. Con eso, se forma Yui, el nombre de un personaje.Sin niguna razón aparente, el post volvió a X (Twitter), en referencia a personajes de My Hero Academia: Izuku (Midoriya) y Uraraka (Ochaco). Entre el 17 y el 19 de abril se ven las primeras publicaciones al respecto.El trend también está Reddit, Twitter y otras plataformas y en distintos idiomas. Sobre K-On!K-On! es una serie de manga que comenzó a serializarse en la revista seinen Manga Time Kirara desde mayo de 2007. Una adaptación a serie de anime de 12 episodios se emitió originalmente entre abril y junio de 2009.La serie narra la historia de 4 jóvenes de colegio que buscan hacer su propia banda. El apellido de Yui está basado en el guitarrista de la banda japonesa de techno-pop P-Model, Susumu Hirasawa.
Para los y las que les gusta leer un libro y después verse la adaptación en película o serie, les tenemos el parche. En Netflix muchas de las producciones más populares han sido inspiradas en libros. Producciones que han llegado a ser número uno, como Secuestro del vuelo 601, nacieron de investigaciones o novelas de grandes autores. De hecho, las adaptaciones de Netflix están impulsando las listas de libros más vendidos y, a mi forma de ver, le han dado vida a historias icónicas como lo veremos este 2024 con Cien años de soledad, la novela más reconocida del autor colombiano Gabriel García Marquez. Así como es cierto que muchas adaptaciones no le son fiel a los libros y decepcionan a sus fanáticos, también es un hecho que Netflix ha logrado reconocimientos muy grandes con estas producciones. Por ejemplo, en los Oscar 2024, La sociedad de la nieve, película basada en el libro que cuenta la historia de los sobrevivientes de los Andes, fue nominada a Mejor Película Extranjera. Amantes de los libros, les digo que se pueden llevar gratas sorpresas con esta ola de adaptaciones que está llegando a la plataforma de Netflix. Acá les dejamos seis opciones que sí o sí tienen que leer y ver. SECUESTRO DEL VUELO 601Esta miniserie colombiana de Netflix ha dado mucho de qué hablar. La historia, protagonizada por Monica Lopera, Angela Cano, Valentín Villafañe y Christian Tappan, está inspirada en el secuestro del avión HK–1274 de la Sociedad Aeronáutica de Medellín en mayo de 1973. En cada episodio se deja claro que, aunque la serie está basada en hechos y personajes reales, por efectos de la dramatizaciones, algunos personajes, incidentes, lugares y diálogos son ficticios. Lo que pocos saben es que la serie se inspiró y basó específicamente en Los Condenados del Aire, el libro del periodista italiano Massimo Di Ricco. En este trabajo, Di Ricco reconstruye el fenómeno de aeropiratas que actuaron en Latinoamérica. La historia del secuestro del vuelo 601 no fue única y tampoco está aislada. Como explica el periodista en su libro, entre 1967 y 1973 hubo alrededor de 90 secuestros de aviones en Latinoamérica y cerca de 30 de ellos ocurrieron en Colombia.LA SOCIEDAD DE LA NIEVEA principios del 2024, la película de Netflix La sociedad de la nieve dejó sin palabras a más de uno. Esta es una excelente producción en la que, durante dos horas y veinticuatro minutos, se retrata la experiencia de los 16 sobrevivientes del equipo de rugby que se extravió en los Andes después de un accidente de avión. Los sucesos reales son crudos y desoladores y la película, sin irse por el lado del morbo usando descripciones demasiado gráficas, es fiel al infierno que tuvieron que pasar los sobrevivientes. Esto, además de lograrse gracias a la producción en sí, fue también gracias a Pablo Vierci (escritor, periodista y guionista uruguayo) el autor del libro homónimo publicado en el 2008. Para serle fiel a los hechos, Vierci viajó con un grupo de sobrevivientes a la montaña y escuchó como cada uno recordaba los setenta y dos días que estuvieron a la deriva en la cordillera. La sociedad de la nieve se empezó a escribir desde 1973 y se publicó muchos años después. Un libro que recoge muy bien, no solo los hechos y las batallas que tuvieron que afrontar los uruguayos, sino los sentimientos de cada uno en el limbo. La película fue nominada a Mejor Película Extranjera en los Oscar 2024. LA LUZ QUE NO PUEDES VEREsta historia está ambientada en Francia durante la Segunda Guerra Mundial. La luz que no puedes ver narra en paralelo dos experiencias. Por un lado, la de una joven francesa ciega que, junto a su padre, huyeron de París cuando los Nazis invadieron la ciudad. Por el otro, la vida de un joven alemán reclutado por el ejército para rastrear emisiones de radio ilegales y así derrocar a la Resistencia Francesa. La producción se basó en novela homónima, escrita por Anthony Doerr, ganadora de un Premio Pulitzer en el 2015. Un libro muy alabado por los jurados del premio ya que, en sus palabras, "“es una novela imaginativa e intrincada sobre los horrores de la Segunda Guerra Mundial, escrita en capítulos breves y elegantes que exploran la naturaleza humana y el poder contradictorio de la tecnología". La adaptación para Netflix de este libro estuvo en manos de Shawn Levy, director, productor y guionista canadiense detrás de producciones como Stranger Things. ORANGE IS THE NEW BLACK Muy pocos saben que serie que revolucionó al público, entre el 2013 y el 2019, con la historia de Piper Chapman, una joven que debe pagar tiempo en prisión por los delitos de su ex novia, Alex Vause, está inspirada en un libro. La trama, que sigue la vida de todas las reclusas en la prisión de Litchfield, Nueva York, explora la violencia, el arrepentimiento, el amor y la importancia de las relaciones. Aunque Chapman y Vause son las protagonistas de la serie, cada capítulo cuenta la historia de una de las reclusas evidenciando como, muchas veces, una vida dura e injusta lleva a malas decisiones. El libro que inspiró la serie es Orange Is the New Black: Crónica de mi año en una prisión federal de mujeres, una crónica en donde Piper Kerman cuenta su propia experiencia con el narcotráfico, el lavado de dinero y, como consecuencia, su condena en una prisión federal de mujeres. Una crónica fiel de la reclusión: los retos que se deben enfrentar a diario y la transformación que conlleva estar privada de la libertad. LA MUJER EN LA VENTANAAnna Fox es una psicóloga infantil que sufre de agorafobia (un trastorno de ansiedad) por una experiencia traumática. Ese pánico la hace vivir sola, en su apartamento en Nueva York, desde donde le toma fotos a sus vecinos y espía sus vidas. Todo cambia cuando escucha un grito que viene desde la casa de los Russell. Anna presencia un aterrador acto de violencia que la hará preguntarse si lo que vio realmente sucedió. Si son amantes de los libros, este seguro lo vieron en los estantes principales de las librerías. La mujer de la ventana fue la primera novela de A.J. Finn que no tardó mucho en convertirse en un best seller. Se publicó en más de cuarenta idiomas y se adaptó a la pantalla con la actuación de Amy Adams, Julianne Moore y Gary Oldman. THE SINNEREsta es una de las mejores series que he visto en Netflix y es muy poco conocida. Cada temporada es un caso de misterio bien bizarro que el detective Harry Ambrose debe resolver. Cada historia es un cuestionamiento que, aunque se exagera por función a la dramatización, nos lleva a pensar en los humanos, las sociedades, las culturas y, sobre todo, los extremos a los que hemos llegado. Petra Hammesfahr escribió la novela homónima de thriller psicológico, que se convirtió en un bestseller internacional, en la que se basó la serie. En una tarde de verano, Cora Bender mata a puñaladas a un completo desconocido en la playa. ¿Por qué lo hizo? Aunque la joven se declara culpable, el policía Harry Ambrose sabe que hay algo detrás de este crimen sin motivo aparente. Por eso, se niega a cerrar la investigación hasta entender por qué Cora mató a alguien enfrente a su familia. Una historia que termina revelando la psique de Cora y su traumático pasado. ***Les recomendamos: Las 30 mejores series para ver en Netflix en 2024
La creadora de contenido mexicana Wendy Guevara compartió escenario con Madonna durante el show en México de la reina del pop.Guevara fue la invitada principal en la pasarela de Madonna donde interpretó su emblemática Vogue, uno de los hits más importantes de Madonna. ¿Quién es Wendy Guevara?Wendy Guevara es la ganadora de La casa de los famosos México. Es la primera mujer trans en ganar este reality, y de hecho, cualquier reality mexicano en televisión abierta.Desde los primeros episodios, Wendy cautivó al público con su carisma y espontaneidad. Fue una de las participantes favoritas a lo largo del programa, que otorga un premio de cuatro millones de pesos mexicanos, cerca de 235.000 dólaresSu triunfo ha sido celebrado como un hito para la representación trans mexicana y latinoamericana.Wendy Guevara es una creadora de contenido mexicana. Se dio a conocer por un video que llegó a las redes sociales en 2017, cuando ella y su amiga Paola Suárez piden ayuda tras ser “abandonadas” en un cerro en León, Guanajuato. De ahí surgió un audio que decía “estamos perdidas, perdidas, perdidas”, y se hizo viral.Más tarde, se unió a ellas Kimberly Irene, y juntas formaron un grupo conocido como “Las Perdidas”.También se hizo conocida por un meme que ganó fuerza en 2022. La foto nació por un video que ella misma publicó en su canal de YouTube, donde está hablando a la cámara mientras su amiga toma un baño. Su gesto de desagrado se conviritó en uno de los memes más populares de 2022.Nació en agosto de 1993, y desde chiquita, una de las novelas que más le gustaban era Amigas y Rivales, fue el personaje que interpretaba Angélica Vale, el cual se llamaba Wendy Nayeli.“Yo crecí con todos esos programas, con las novelas de Amigas y rivales y todo eso. Es bien linda la Michelle Vieth. Yo me sentía Michelle Vieth en la novela, yo decía que yo era ella, y yo estaba chiquilla”, comenzó. “Pero me pusieron ‘Wendy Nayeli’ por el personaje de Angélica Vale que hacía de sirvienta. Yo le barría a una amiga su estética, y se me quedó Wendy Nayeli, por la culpa de Angélica Vale, te lo juro. Todos me decían ‘Wendy’”.En un episodio de La casa de los famosos, Wendy también narró que fue víctima de abuso sexual cuando era menor de edad."Cuando me violaron sí fue distinto, fue un muchacho ya mayor de edad wey (...) Cuando me llevó la policía fue lo peor, yo temblaba del miedo". También contó que fue revictimizada durante la revisión médica.¿Por qué Vogue fue tan importante para el pop? Esta canción llevó al “mainstream” el vogueing, un estilo de baile que se originó en los salones de baile (“ball rooms”) en Nueva York que nacieron desde los 60. En estos espacios alternativos, afros y latinos podían expresar libremente su orientación sexual o identidad de género, sin temor a ser discriminados o estigmatizados.El vogueing consiste en imitar los movimientos de las modelos posando como en la revista Vogue. Junto al documental Paris is Burning, Vogue de Madonna visibilizaron una de las manifestaciones culturales más representativas del movimiento LGBTI, que aquel momento luchaba por un anhelado y necesario reconocimiento en la sociedad.Además de Vogue, sus declaraciones a favor de la lucha contra el SIDA, cuando nadie más lo estaba haciendo, hicieron de Madonna un icono gay, y así se mantiene hoy. Pero Madonna no se limitó a copiar los pasos del vogueing ni mucho menos a apropíarselo. Para las coreografías de la gira, la reina del pop recurrió a Luis Camacho y José Gutierrez (conocidos como José y Luis Xtravaganza), 2 figuras prominentes de la escena “ball room”.
Con motivo de los 25 años del estreno de Star Wars: Episodio I -La Amenaza Fantasma, la película regresará a las salas de cine, según lo confirmó Cine Colombia en su cuenta de Instagram. De momento se sabe que la película estará disponible a partir del 2 de mayo, aunque no se conoce en qué salas. La película se estrenó originalmente en cines colombianos en junio de 1999. Star Wars: Episodio I -La Amenaza Fantasma es la cuarta película de la serie de películas de Star Wars, la primera película de la trilogía precuela y el primer capítulo cronológico de la Saga Skywalker. Ambientada 32 años antes de la trilogía original (13 años antes de la formación del Imperio Galáctico), durante la era de la República Galáctica, la trama sigue al Maestro Jedi Qui-Gon Jinn y su aprendiz Obi-Wan Kenobi mientras intentan proteger a la Reina Padmé Amidala de Naboo con la esperanza de asegurar un final pacífico a una disputa comercial interplanetaria. Junto con Anakin Skywalker, un joven esclavo con poderes naturales inusualmente fuertes de la Fuerza, simultáneamente se enfrentan al misterioso regreso de los Sith.El legado de Star Wars: Episodio I -La Amenaza FantasmaEpisodio 1 fue un éxito de taquilla. Con un presupuesto de 115 millones de dólares recaudó más de 1000 millones en todo el mundo y fue la más exitosa en su año de estreno. Sin embargo, muchos de los más fieles fans no quedaron del todo satisfechos. En su momento, la película fue elogiada por sus efectos especiales, pero, como recuerda Luke Holland en The Guardian, los meses posteriores al estreno de la película, la opinión cambió. Pero, como agrega Holland, "La amenaza fantasma, sin embargo, no está nada mal. Liam Neeson y Ewan McGregor son excelentes. Cuenta una historia satisfactoria y cerrada. Su acción se maneja con rapidez y estilo. Y, desde la muerte de Qui-Gon hasta que la madre de Anakin lo abandonó, ocasionalmente incluso logra tocar la fibra sensible del viejo corazón. A pesar de los Gungans, es una película de Star Wars muy sólida".