Fotos: RedbullPor primera vez fueron cuatro días de fiesta, 11 horas de música al día y 400.000 visitantes los que acudieron al Lollapalooza 2016 en el que se conmemoraron los 25 años de uno de los conciertos más grandes de Ámerica, esta vez el lineup contó con más de 180 bandas distribuidas en 8 escenarios.Vimos nombres de la talla de Red Hot Chili Peppers, Radiohead, LCD Soundsystem, J. Cole, Lana Del Rey, Major Lazer, Disclosure, Ellie Goulding, The Last Shadow Puppets, Jane’s Addiction, Flume, Two Door Cinema Club, G-Eazy, The 1975, M83, Years & Years, Martin Garrix, Bastille y Die Antwoord, entre muchos otros.Están fueron las mejores imágenes de la celebración.
Lollapalooza 2016 Chicago
Uno de los festivales de musical más importantes del mundo, celebra sus 25 años de creación con una fiesta que pondrá a temblar a más a de uno, bandas como Radiohead, Red Hot Chili Peppers, LCD Soundsystem brillaran en el escenario durante los cuatro días de fiesta. Y gracias al streaming de Red Bull TV podremos ver en vivo lo que está pasando en Chicago.
El debate sobre el fracaso o el éxito de los festivales privados y públicos se aleja del centro del asunto. Sin información de primera mano y observando la situación desde la frontera, ahora resulta que el modelo de unos va en detrimento de los otros, y pocos le apuntan a cómo se debe afrontar la oferta de festivales desde un país sin tradición en la materia.Por: @chuckygarciaLeyendo el texto "Se viene el peor Rock al Parque de todos los tiempos", quien lo escribió según parece creció en una ciudad de Colombia en la cual, que se sepa, de momento el único concierto de alto impacto que hubo fue Paz sin Fronteras, por iniciativa de Juanes y con presentaciones de Alejandro Sanz, Carlos Vives, Miguel Bosé o Ricardo Montaner. En Cúcuta, según me cuenta la gente que vivió allí, más que con bandas de rock crecieron escuchando a las grandes orquestas venezolanas de música tropical, así que es posible que sepan más de los Melódicos que de Sepultura, “la banda brasileña que hace rato dejó de ser importante”, como bien dice dicho texto.El pasado fin de semana, Sepultura cerró el primer día de Rock al Parque ante unos 80 mil espectadores, y dos bandas más que menciona el texto en cuestión (Suicidal Tendencies y Caramelos de Cianuro) bajaron el telón en dos de los tres escenarios de la edición 2016 del festival con llenos absolutos (a eso súmenle el de Baroness). En definitiva, más de 250 mil personas asistieron al “peor Rock al Parque de todos los tiempos”.Para pagar a todos sus artistas, este año el festival tuvo un presupuesto de casi 1.100 millones de pesos. Todas las demás cifras que se dieron eran especulativas o por lo menos quienes las dieron ni siquiera llamaron a Idartes, entidad que encabeza la organización del festival junto con la Secretaría de Cultura y la Alcaldía Mayor. Y eso pasa porque pocos se toman la molestia de llamar: así como pocos se tomaron la molestia de preguntarle a los implicados si había lugar para que “Este año el festival bogotano se apresta para ser una chambonada, donde la policía podrá ser la banda más sonada, con su nuevo código represor”.Incluso quien escribió que el festival iba a ser una chambonada, aseguró que no iba a asistir porque era mucho mejor irse a visitar a sus familiares a la frontera. Una situación que ilustra no solamente la “Facebookización” de los medios (un texto que bien podría ser un post más en esta red social se publica así no más para ganar clics, algunos con sendos errores de redacción); sino que en materia de festivales aún estamos muy lejos de un debate serio. De un debate que fomente una discusión sobre el reto que tiene el país en materia de festivales y no una simple división entre la gente y entre quienes realizan los de carácter público (entrada libre) y los de carácter privado (venta de boletas).No se había cerrado el telón de este Rock al Parque cuando, como se dice coloquialmente, otra pata le nació al cojo. Ahora resulta que el modelo de unos va en detrimento de los otros, y que la “cultura de la gratuidad” que se supone han impulsado los primeros –especialmente Rock al Parque, como señalan quienes sostienen esta hipótesis– es la responsable, palabras más, palabras menos, de la cancelación de la que iba a ser la primera edición del festival Lollapalooza Colombia. Y se pone a pensar uno en qué momento el no éxito de una oferta de entretenimiento para la gente que puede pagar por ella se volvió una cacería de brujas y en qué momento quienes respaldan con su masiva asistencia un evento musical incluyente y de acceso libre son entonces culpables junto con sus organizadores. De entrada, no hay que olvidar que en Colombia y en Bogotá específicamente durante muchos años lo único que existió en materia de festivales fue Rock al Parque, y que fue el detonante directo o indirecto para que luego llegaran nuevas ofertas o franquicias.El Estéreo Picnic, por ejemplo, abrió radicalmente la paleta de opciones, mejoró considerablemente la imagen del país y su capital como destino para los headliners, en 2014 tuvo un cartel que puso el listón en lo más alto (con Nine Inch Nails, Pixies, los Peppers, Phoenix o Los Fabulosos Cadillacs) y más allá de esto logró algo que en un país donde uno desconfía de casi todo es de aplaudir: que la gente comprara sus abonos a ojo cerrado. En resumen, ha sido un éxito mayúsculo, y como las cosas han salido bien entonces nadie había hablado de cómo encaja en eso lo de la “cultura de la gratuidad”. Sin embargo, ahora que lo del Lollapalooza Colombia salió mal, lo de la “cultura de la gratuidad” entró al baile de los debates, y sin que la música de fondo sea cómo afrontar la oferta de festivales desde un país sin tradición en la materia.Es claro que no venimos de una cultura festivalera, nuestros padres (al menos en más de un 90 por ciento de los casos) no se la pasaban en festivales y además en casi 50 años el único festival que hubo en Colombia fue el de Ancón de 1971 (y eso que a los que fueron prácticamente los condenaron a la hoguera y los desheredaron). Hemos sido un país criado a punta de fiestas en casas, minitecas, discotecas, casetas o salones de baile de los que ya no quedan ni se ven; y después de Ancón el otro gran festival que tuvo tanto impacto o prensa fue el Concierto de Conciertos Bogotá en Armonía en 1988. Casi 30 años después mucha agua corrió bajo el puente, ahora sí que tenemos muchos más festivales pero no por eso podemos admitir que tenemos una cultura de.Hace poco, Andrés Calamaro decía en una entrevista para El Tiempo que “Estamos en un periodo histórico en el que mucha gente quiere escuchar únicamente aquellas ideas con las que supone que está de acuerdo. Todo lo demás lo rechazan: desconocen la importancia de la fricción de conceptos”, y tiene razón. “Dudo de que el pueblo trabajador sienta como siente la población digital”, agregó el argentino, y bien podría funcionar como la boleta para acercarnos más al centro del debate sobre el fracaso o el éxito de los festivales privados y públicos. Si lo que se busca es sumarnos a la “guerra armamentista” de tratar de tener los headliners más costosos, o si es mejor tratar de que la gente a un costo mucho menor vaya a los festivales a tomar riesgos: a abandonar su zona de confort y a dejarse sorprender. No implica que debemos aceptar un cartel porque sí, pero sí que hay que aprender a perderle el miedo a tener la razón y a papificar sobre algo en lo que aún somos novatos. En esto de los festivales aún nos falta pelo para el moño, y no es una responsabilidad solamente del público porque la gente no se puede poner en los zapatos del consumidor y del organizador al mismo tiempo.
Después del primer anuncio de la llegada del festival Lollapalooza a nuestras tierras se desató una sobredosis de comentarios musicales más rebuscados que los de los narradores de fútbol colombiano. Y todo estalló con el posterior anuncio de su cancelación. El motivo fue la excusa que, supuestamente, dio Riri, la principal candidata a convertirse en headliner del evento, para bajarse del bus.Todas estas son las posibilidades que pudieron haber motivado a Rihanna para no venir a Bogotá; y, de paso, dejarnos sin Lollapalooza.¿Por el Zika?Al mundo ya le importa poco si se escribe Columbia, Culombia o Colombia. Así que nadie fuera de estos límites tiene que saber que la capital de ese país es Bogotá: una ciudad que, aunque sus habitantes sean de comportamiento tropical, no tiene una selva como la que dibujaron en la película Mr. & Mrs. Smith. Y que acá, por suerte, uno de los pocos virus que no se expande es el zika.Pero no culpemos a Riri. Reconozcamos que nosotros poco o nada sabemos de su lugar de procedencia, Barbados.Esta es la versión que tiene más fuerza, pero pudo no haber sido la única razón por la que la cantante no quiso encabezar el Lollapalooza criollo.Porque acá todo es muy caro. Sobre todo, el alquiler del Simón BolívarLos “expertos” dicen que Bogotá es una ciudad con una economía emergente. Pero emergente de deudas.Tenemos una ciudad con precios del primer mundo, pero con los salarios del mismo país que hemos sido siempre. Ahora, con un alcalde “experto” que le pareció buen negocio cobrarle un millón de dólares a los organizadores del festival Lollapalooza por utilizar el Simón Bolívar. Porque hay mucho trancónAlguien pudo haberle contado a Rihanna que una de las cosas que más molesta a los ciudadanos de la ciudad cuando hay festivales es que se arman trancones. Y que el nuevo alcalde quiere mandar los eventos a…bueno, a quién sabe dónde.Porque le molestó la negatividad de las redes sociales¿Quién dijo que la indignación tuitera no era poderosa? Nadie nos puede comprobar que Rihanna no se molestó por la maldad del publico colombiano a la hora de juzgar el cartel y decidió que no merecíamos verla en vivo. Además, la cantante identificó que no habíamos aprendido por completo a escribir Lollapalooza.
Entre teorías conspirativas sobre la cancelación, memes, quejas, llanto, mensajes a Rihanna y burlas muchas burlas, es como nos están trolleando a los que nos ilusionamos con tener a uno de los festivales más grandes de música en el país. Más allá de la obvia respuesta de las redes sociales a cualquier evento social masivo, estas reacciones explican en parte por qué un evento de estas magnitudes no funcionó.Y a los que les duele la platica, tranquilos aquí les explicamos cómo y dónde reclamar la devolución. (Lollapalooza Colombia cancelado: así se devolverá la plata de la boletería)Lean más razones que llevaron a que Lollapalooza Colombia se cancelara. (Cancelada la edición colombiana de Lollapalooza 2016)
El legendario festival se iba a realizar en Colombia el 17 y 18 de septiembre y había confirmado artistas como Lana del Rey y Disclosure.Esto dice el comunicado:A las personas que adquirieron las boletas a través de los canales de venta Tu Boleta, se les devolverá la totalidad del dinero cancelado por este concepto, incluyendo el valor del servicio de tu Boleta que será asumido por el EMPRESARIO.En cumplimiento a las normas de protección al consumidor, se publicará comunicado oficial en la página del evento en www.tuboleta.com, campaña de llamadas telefónicas y envío de mails a los compradores; comunicando la novedad del evento y la dinámica* de devolución para los clientes del valor pagado por concepto de Boletería.La dinámica de devolución será la siguiente:Fechas: A partir del 15 de julio y hasta el 30 de agosto de 2016, según las políticas generales de Tu Boleta.Documentación necesaria: Identificación de la persona titular de la compra*.*Solo se autorizará devolución a la persona titular de la compra para compras en efectivo y tarjetas debito* Solo se autorizará devolución a la persona al titular de la Tarjeta de Credito para compras con este medio de pago¿Por qué se canceló Lollapalooza? Acá hay varias explicaciones.¿Qué opinó el universo twittero sobre esto?
La organización de Lollapalooza Colombia acaba de anunciar la cancelación del festival que se iba a realizar el próximo 17 y 18 de septiembre en el Parque Simón Bolívar. La razón oficial, según el comunicado, era "luego de la cancelación de su artista principal horas antes del anuncio del cartel y enfrentando importantes dificultades para encontrar un reemplazo adecuado, los organizadores del Festival se han visto forzados a cancelar la edición inaugural de Lollapalooza Colombia". Lo que no dice el comunicado es que ese "artista principal" iba a ser. como muchos lo sospechaban, Rihanna. ¿Qué lecciones se pueden extraer luego de esta noticia?Por José "Pepe" Plata // @owai25 años atrás Perry Farrell, quien formaba parte de la agrupación Jane´s Addiction, ideó una plataforma para mostrar aquellos sonidos alternativos que estaban en el espectro musical estadounidense y que llevaban años presentándose en pequeños bares, teatros o escenarios. Surgió así Lollapalooza como plataforma de presentación. Fueron los años de combinar rock, electrónica, hip hop con espectáculos circenses. Este fue el principio de trabajo de su primera época (1991 a 1997). Allí se presentaron artistas como Siouxsie and the Banshees, Ministry, Nine Inch Nails, Red Hot Chili Peppers, Lush, Primus, Rage Against the Machine, Sonic Youth, Nick Cave and the Bad Seeds y una larga lista más.Luego se comenzaron a ver ediciones en Chile, Brasil y Argentina. Y así le llegó el turno a Lollapalooza Colombia que se anunció como parte de un envidiable calendario musical para una ciudad que diez, quince, veinte o treinta años antes no tenía las visitas artísticas que fueron una constante en ciudades como Buenos Aires, México DF, Sao Paolo y hasta en algún momento, Caracas.Lo que sería así una cita musical sin par, termina siendo en ese momento una tensa necesidad de reflexionar hacia dónde va eso que algunos llaman “industria musical”, otros denominan “circuito de festivales” o también “escena artística”. No se puede negar todo lo que mueve un festival en aspectos como producción, transportes locales e internacionales, montaje de escenarios, alimentación, prensa, visas de trabajo, publicidad, mercadeo, patrocinios, seguros, pólizas, alquileres de sonido, internet y más. Todo un conjunto de elementos que unidos pueden generar gratas experiencias individuales y colectivas. Un tejido fino, una telaraña que así como se construye con paciencia, bien puede ser destruida en un abrir y cerrar de ojos.¿Pero qué pasa cuando los que se supone van a ver y a gozar, no responden, no se animan, no quieren ir a algo como Lollapalooza?Perdemos todos.Es un asunto que nos hace pensar que hay que hacer ajustes y que hay que mirar bien hacia dónde vamos, porque o esto sale….o se hunde.1. ¿Bogotá no aguanta tanto evento? En aquellas épocas de la bonanza artística de los noventa, la agrupación argentina The Sacados lanzó una canción llamada Paren de venir. En ella mostraban su entusiasmo por todas los artistas que visitaban la ciudad, pero que era imposible ver por tiempo y recursos. Y para una ciudad de ocho millones como la nuestra, este tipo de eventos se convierten en una vitrina musical que puede combinar lo masivo con lo nuevo, pero en la cual no hay cama pa´tanta gente. ¿Pero estamos en la posibilidad de responder a todo tipo de convocatorias? Quien aprecie este tipo de música, tiene diversas opciones a lo largo del año en estos festivales o presentaciones en locales y teatros intermedios. Pero para acceder a ellas, hay que estar seguro de poder contar con dinero suficiente que permita comprar la boleta, acceder a un transporte, alimentación o si se ve con alguien, poder invitarla a una bebida o tener un detalle de cortesía. Y por ahora, no conozco quien se haya ganado el baloto o tenga una herencia que le permita usar sus ingresos para vivir por y para los festivales o eventos. Aunque muchos quisieran, hay que pagar créditos, hipotecas, cuotas de administración, gastos de manutención y más. Y el dinero no se estira como caucho o se multiplica como el milagro de los peces y el vino.2. ¿Somos muy ansiosos?Pensar un festival como un reflejo de nuestras expectativas y la necesidad de los empresarios de ofrecer algo que sea seguro, pero también novedoso es un asunto complicado. Cuando aparecieron las "???" en el cartel se especuló tanto para decir que iba a ser Radiohead, Rihanna o la Resurrección de algún famoso. Poco a poco las expectativas se fueron bajando y lo que podría ser la respuesta se convirtió en una incógnita amplia que no obtuvo una respuesta certera para el público. Cuando se empezaron a conocer los nombres de la nómina artística, las críticas fueron ácidas, exigiendo respuestas certeras de una organización privada. Ser trending topic en estos tiempos o ponerle asistir a un evento o dar un like en facebook, es más una muestra de cariño que un fenómeno de compromiso. ¿Estamos perdiendo la capacidad de conocer o sorprendernos por querer algo fijo?3. Es colombiano, pero no me importaEstando en un país que se precia de tener una diversidad musical única y estando en una ciudad que se precia de ser capital creativa de la música y en la que existen programas de fortalecimiento y emprendimiento para ella, ¿nos sentimos en la capacidad de obviar a quienes crean nuestra banda sonora simplemente porque ya se han visto demás, se han visto gratis o no son lo que se esperaba? El artista nacional que está en la capacidad de ofrecer su repertorio bien sea aquí o en festivales de fuera, tiene tanto de esfuerzo como de constancia. Quienes hablan de roscas, bien pueden comprar roscones con arequipe o bocadillo en una panadería cercana.4. ¿Bogotá, Bogotá qué has hecho con la música?Tenemos un legendario festival gratuito que justo este fin de semana completa 22 ediciones. Un orgullo local y un modelo de eternos amores y odios. Si esto hace parte de una política pública y por medio de la cual se han tenido más de 800 presentaciones desde 1995, ¿qué hay que hacer para que las iniciativas privadas puedan tener tanto impacto, recordación o requerimiento? ¿Son quienes compran las boletas o abonos los que asumen todos los costos en los que los empresarios deben incurrir para ofrecer un evento? ¿Quiere la ciudad estimular, promover escenarios diversos o amplios en materia musical para una masa crítica que difícilmente pasará de 120 mil personas a lo sumo? A Bogotá han venido personas de Lima, Caracas, Quito, La Paz, Ciudad de Panamá y otros lugares para justamente asistir a estos festivales. ¿Querrán volver a la ciudad o aprovecharán esta oportunidad para hacer algo propio en sus lugares y seremos los colombianos unos nuevos turistas muslcales del continente? ¿Habría que revisar normas, iniciativas o reglamentaciones para los eventos, no para hacerlas más flexibles, pero sí para que sean más dinámicas y para que puedan acoplarse a las iniciativas públicas y privadas?5. Hay de dónde escogerNada en el mundo artístico se hace si no es viendo, disfrutando, informándose y compartiendo. Hay demasiadas opciones para buscar información y generar nuestro criterio y opinión. Pero a veces, nos quedamos con lo que otros dicen y argumentan, sin dar a conocer nuestra opinión.De ese modo, la música, puede tener tanto de información, como pasión y negocio. Es cierto, no podemos quitarle ese componente que a veces el romanticismo nos hace opacar. Y tanto medios pequeños como grandes, pueden ayudar a formar, pero no a condicionar o imponer gustos.De este modo, la estructura clásica narrativa de introducción, nudo y desenlace podrá estar presente y renovarse. Y es mejor uno poder contar el cuento de haber visto o vivido algo a que otros se lo cuenten.Por eso, esperamos que esto sea algo que nos invite a reflexionar qué tenemos, qué podemos hacer y qué queremos tener con la música que nos gusta o que nos llama la atención y la ciudad, el tiempo y el momento en el que nos tocó vivir....¿Cómo será el reembolso de las boletas para los que habían comprado? Encuentre acá la información.¿Qué pasó en Twitterlandia luego de la noticia? Efectivamente, no hubo piedad.
Desde que se anunció la llegada de Lollapalooza a Colombia fueron muchos los interrogantes que surgieron. ¿Quiénes iban a venir? ¿Dónde iba a ser? ¿Cuánto iba a costar? Poco a poco se fueron develando detalles y fueron muchos los que a ciegas y sin saber los nombres del cartel se le midieron a comprar la boleta. Por: Nadia Orozco @Cornfake Ayer por fin se develó lo más importante: el cartel - a excepción de un nombre, que aún sigue siendo intriga - y como ya es un clásico de las épocas en que vivimos, las redes explotaron y los usuarios encarnizados y otros más amables bombardearon con posts, logrando también que #LolapaloozaColombia se posicionara como Trending Topic (leer Fin a las especulaciones: Este es el cartel del Lollapalooza Colombia). Y no es nada nuevo que hayan sido más los enfurecidos detrás del teclado (hay un buen número de personas que viven de criticar cuanto cartel sale y si no que lo digan Estéreo Picnic y el mismo Rock al Parque), pero lo queramos o no, las redes son un buen medidor en estos casos. Pero ¿Por qué el anunció de Lollapalooza causó tanta polémica? En el sondeo general, los comentarios en redes sociales apuntan, en su mayoría, a un problema: no es un cartel rockero como el que Lollapalooza ha acostumbrado en una buena mayoría de sus ediciones. En 1991, Perry Farrell, cantante de Jane's Addiction, dio a luz a su hijo festivalero. Realmente fue un concierto que nació como una gira de despedida. Jane’s Addiction, Living Colour, Nine Inch Nails, Ice-T, fueron los artistas que encabezaron la primera edición, de ahí hasta 1997 pasaron desde Metallica, Sound Garden, Snoop Dogg por las tarimas del festival. Luego en el 2003 se volvió a retomar el, con carteles más extensos y también diversos, Lollapalooza empezó a tomar un giro más alternativo y aunque el rock seguía teniendo un buen porcentaje del cartel, empezaron a hacer ojos actos electrónicos (como M83) y abanderados latinos como Los Amigos Invisibles. En el caso de Colombia, el line up no está compuesto de un grupo legendario, de una leyenda del grunge o un clásico del punk. Es inevitable pensar que somos un público que valora más la nostalgia y el peso de un nombre, que nuevas propuestas vigentes. El cartel sí tiene actos que cualquier amante del rock quisiera tener en su lista de conciertos como Pennywise, Silversun Pickups o Cage The Elephant, que por cierto es uno de los grupos que más ha tocado en Lolla, pero sigue faltando un nombre rimbombante que termine de convencer. (Vea también: La música que Colombia no aprecia, México la acoge) Otro buen porcentaje de los comentarios en Facebook y Twitter dicen que Lollapalooza Colombia no se diferencia del Estéreo Picnic. Y es cierto, cualquiera de los nombres que se anunciaron ayer podrían estar fácilmente en el FEP; pero vale la pena decir que Lollapalooza quiere brindar una experiencia totalmente distinta, en una locación dentro de la ciudad, con el atractivo de Kidzapalooza, donde los niños también podrán hacer parte. Si bien hay una delgada línea entre ambos, la organización del FEP, se ha destacado por evolucionar el festival desde su nacimiento en términos de experiencia; partiendo de ahí el Lollapalooza nos puede traer grandes sorpresas. Y en tercer lugar, están los comentarios y columnas de opinión que arremeten contras las bandas nacionales con argumentos de tan poco peso y peyorativos como “banditas hipsters”, pero la crítica más frecuente fue la sobreexposición de muchas bandas colombianas. Es inevitable hacer comparaciones con los carteles de los otras versiones de Lollapalooza; Argentina , por ejemplo, tuvo en sus filas en el 2015 a Robert Plant, The Smashing Pumpkins, Cypress Hill, Pharrell Williams. No se puede condenar a los detractores del cartel por esperar otras agrupaciones pues Lollapalooza ya cuenta con una historia sobre su espalda, pero tampoco se puede negar que las bandas que llegan a Colombia son de calidad y que incluso podrían llegar a asombrar al más incrédulo.
El festival de las grandes ligas, llega por fin y por primera vez al país y como sabemos que es imposible convencer a todo el mundo para que acepte, le guste y disfrute de algún evento en especial, quisimos saber qué está diciendo el país sobre el tema más hablado del día: el cartel de Lollapalooza.En RedesEntre gustos y disgustos, por redes sociales, se debate sobre qué tan bueno es el cartel de Lollapalooza, los artistas qué vienen y quién faltó para completar lo que para cada uno sería el mejor evento en la historia del país. Como todos sabemos, a través de Twitter y Facebook todos se creen expertos en todos los temas coyunturales del país, algunos hubieran revivido al mismo Michael Jackson para traerlo, otros ni siquiera se hubieran tomado el tiempo de hacer un festival y unos más empeñarían hasta a la mascota para comprar la boleta con tal de no faltar. Estas fueron las reacciones que nos encontramos navegando.
La pelea Kendrick Lamar vs. Drake empezó hace casi una década. Se dijeron muchas cosas el uno al otro, pero en esa correspondencia de canciones entre los dos raperos salieron dos “argumentos” acusatorios que me generaron más ruido que los demás. Drake dijo que Kendrick era un abusador físico con su esposa, Whitney, en la canción ‘Family Matters’:"When you put your hands on your girlIs it self-defense 'cause she bigger than you?"Kendrick acusó a Drake (una noticia ya vieja) por buscar, cortejar y “amigarse” con menores de edad."Say, Drake, I hear you like 'em youngYou better not ever go to cell block one"No vamos a discutir cuál acusación puede ser más cierta que la otra o cuál aproximación fue peor. Ambas fueron desastrosas.No he visto a la industria, ni a los manes de mis redes sociales, tan preocupados por la violencia de género tanto como cuando dos hombres decidieron usarla para punzarse el uno al otro.Tampoco conocía ese afán por castigar la paternidad ausente. En Colombia se estima que el 40% de hogares se sostienen solo por una mujer, según cifras del DANE del 2022. Y ese número no causa tanto revuelo en línea.Traigo a Colombia y a los hombres a mi alrededor a colación, porque fue ese cinismo el que inspiró y le dio forma a este texto.Santiago Cembrano lo dice muy bien en su artículo: “aunque el rap es el campo en el que el dolor se vuelve entretenimiento, no se trata de que esos versos sean parte de un coro pegadizo.”Y si bien fue el beef de Kendrick y Drake el que agitó esto lo suficiente para empezar a cuestionarnos las formas de algo tan “tradicional” del hip hop como las tiraderas, el cuento va mucho más allá.La deuda la tiene toda la industria. Me parece interesante, por mantenerlo en términos amables, que las personas que estamos en la industria, o los que consumimos música sistemáticamente, le asignemos una cualidad transformadora a la música. Algunos, dicen, que la música les cambia la vida o la forma de ver el mundo.Pero esa responsabilidad que ponemos en la música, y en quienes la hacen, es una camiseta que se puede quitar o poner a nuestro antojo.¿Cuáles son los límites de la corrección política en el arte? Quién sabe, quizá no existen o deberían existir. Entendemos a la música como algo que puede transformarnos y, por eso, a veces, se le pide corrección política.Pero esto va más allá de lo que se le puede pedir o lo que no.No hay que confundir este reclamo con una “necesidad” de corrección política en el arte. Eso es otra conversación mucho más grande.Pero a mí, como mujer y como víctima, me hace ruido la atención fervorosa que recibieron las palabras de Kendrick y Drake: más que mostrar indignación por la(s) posible(s) mujer(es) violentada(s), la audiencia sintió emoción por los egos masculinos que fueron lastimados en el proceso.A los hombres les parece más urgente prestar atención a la violencia cuando se entrega en una cajita de entretenimiento entre estrellas del pop, no cuando le pasa a las mujeres que tienen al lado. O cuando las víctimas son las mujeres cuya música consumen.Hay streamers que reaccionan a gritos porque le “sacaron los trapitos” al otro, no porque detrás de esas barras, que los hacen alucinar de la emoción, puedan haber mujeres abusadas o violentadas; hay medios investigando a fondo lo que puede ser uno de los mejores diss de la historia del hip hop, pero no las acusaciones que, de ser ciertas, deberían tener consecuencias legales.Y ahí está la deuda: acusaciones de pedofilia y violencia intrafamiliar que se quedan en versos de canciones de rap, artistas con denuncias que siguen llenando estadios y mientras tanto mujeres artistas, como Megan Thee Stallion, que tienen que convencer al mundo que lo que pasó fue verdad.La violencia contra las mujeres indigna, o llama la atención, siempre y cuando entretenga. La espectacularización, más que gestionar esa violencia de cara a la reparación, la instrumentaliza para la monetización.Entonces, mientras la mayoría de casos quedan archivados porque se vencen los términos, mientras a las mujeres se les pide ser “la víctima perfecta” y tener todo tipo de pruebas, Twitter se enciende por un par de barras y nos condiciona, nuevamente, a ser únicamente cifras en aumento.
Alicia en el País de las Pesadillas se estrena en los cines del país este 16 de mayo. Esta es una versión tenebrosa y retorcida de las aventuras de Alicia en el País de las Maravillas que lleva al público por un viaje inolvidable hacia lo más profundo de la oscuridad.Después de la trágica pérdida de sus padres, Alicia se ve obligada a mudarse con su tía Beth Crimisy a Wonderland, la imponente mansión familiar. Sin embargo, lo que comienza como una aparente escapatoria se convierte rápidamente en una pesadilla surrealista, cuando Alicia comienza a presenciar eventos cada vez más perturbadores y a encontrarse con figuras misteriosas que la arrastran hacia un mundo habitado por criaturas terroríficas y pesadillas insondables.Alicia en el País de las Pesadillas es una apuesta del director británico Richard John Taylor, conocido por trabajos previos que exploran los rincones más oscuros de la psique humana. En esta ocasión, Taylor se sumerge en el clásico de Lewis Carroll para ofrecer una experiencia que desafía los límites de la imaginación y sumerge al espectador en un mundo paralelo lleno de pesadillas y criaturas terroríficas.Esta adaptación cinematográfica no solo rinde homenaje al legado literario de Carroll, sino que también se une a una creciente tendencia de reinterpretaciones oscuras de cuentos clásicos.En un mundo donde las fronteras entre la realidad y la fantasía se desdibujan, Alicia en el País de las Pesadillas ofrece una visión perturbadora y visceral de un clásico atemporal.Alicia en el país de las maravillas: inspiración para terror Esta no es la primera adaptación de Alicia en tono de terror. En 2010 se estrenó Alice in Murderland. En esta historia, Alice Lewis, de veinte años, cumple 21 y está molesta por ello. Sus hermanas quieren animarla y deciden celebrar una fiesta de cumpleaños con temática de Alicia en el país de las maravillas en casa de Charlene Glass. Alice sabe que en el sótano de esa casa, su madre, Ann Lewis, fue brutalmente asesinada a machetazos por un asesino enmascarado 20 años antes. Las niñas establecieron la regla de que no se permitirán teléfonos celulares ni niños.Alice or the Last Escapade se estrenó en 1977 y está vagamente inspirada en la novela.
La 'Bichota' terminó su gira por Sudamérica con un último show en Brasil, sin embargo, la cantante paisa no llenó en São Paulo. Karol G estuvo en el país carioca el pasado diez de mayo y tras lo ocurrido compartió un mensaje en sus redes sociales.Aunque Karol G se ha convertido en una de las artistas más importantes a nivel mundial, y un referente en su género, no logró cerrar esta fase del tour con la asistencia que esperaba. Luego de su concierto en Brasil la artista detrás de canciones como 'Amargura' y 'TQG' hizo una reflexión en su cuenta de Instagram.“Es increíble como un día podemos tener un show de 60 mil personas y al otro uno de 13 mil y sentirse igual de lindo, igual de grande, igual de especial. La vida me sigue enseñando que nunca estamos en la cima de nada … por eso es mejor recordar de dónde vienes que creerte mucho en donde estas y así poder empezar de cero en cada lugar que sea necesario. Siempre hay un nuevo reto, nuevos desafíos, nuevos sueños por cumplir", se puede leer en su post.Así mismo habló del recorrido que ha hecho desde hace varios años para lograr que su música suene en otros países: "Hace 5 años estuve haciendo promoción de mi música en este pais y entendí que tenía que ir por partes , paso a paso, enfocarme primero en unos países, después en otros y así poder llevar mi mensaje a mi ritmo, sin afán, con mi música, en mi esencia y en los tiempos de Dios.", agregó.Finalmente, agradeció a las personas que fueron a verla en Sao Pablo y al país que, en sus palabras, la recibió y la hizo sentir especial. Este show fue el primer concierto oficial de Karol G en Brasil y el último de la gira por Latinoamérica de 'Mañana Será Bonito Tour'.La cantante regresará a tierras cariocas en septiembre para presentarse en Rock in Rio, un de los festivales más importantes del país.**Si son fanáticos de la bichoca les recomendamos leer: Karol G y las referencias en 'MAÑANA SERÁ BONITO' (Bichota Season), su último álbum.
Laüra Bonsai y Felinna Vallejo conforman Las Ninyas del Corro, una de las formaciones más interesantes de la nueva escuela del rap español. Nuestro colaborador Santiago Cembrano las visitó en su barrio para hablar con ellas y contarnos la historia de su álbum, Bitches in Business. ***—Es como ver follar a tus padres.El sol se derrama con placidez sobre la Plaça de la Vila, en Sant Adrià de Besòs: la periferia de Barcelona. Son las 7 de la tarde de un viernes de abril. En las terrazas no cabe nadie y el saltarín infantil está lleno: las risas y los gritos de júbilo llenan el aire. Una mujer antigua esquiva el partido de fútbol improvisado que atraviesa la plaza y se sienta con su esposo, que la espera en un banco, bajo la sombra de un árbol robusto. Él pone su mano sobre la rodilla de ella y observan a los vecinos que pasan.Laüra Bonsai es de aquí, de Sant Adrià. La rapera de 28 años está en casa, pero, entre sorbos de Cola-Cola, narra una experiencia extraña:—Es como ver follar a tus padres. Así es conocer la industria musical por dentro: "¡Buah! ¿Qué estoy viendo? ¿Cómo funciona esto?" Por eso queríamos explicarles a los demás que estar donde estamos no es lo que parece.Felinna Vallejo tiene 25 años y es de Bon Pastor, un barrio aledaño que se conecta con Sant Adrià a través de un puente, uno como el que está en el logo de Las Ninyas del Corro, el grupo que ambas conforman. Se presentaron como guerreras de ceño fruncido con Onna Bugeisha en 2021 y así construyeron una habitación propia con los códigos noventeros. Giraron por conciertos y festivales de toda España y así conocieron de contratos y adelantos, horarios y rutinas, el negocio que se escondía tras el sueño de la música. Bitches in Business de Las Ninyas del CorroDe esa experiencia, Las Ninyas del Corro hicieron su segundo álbum, Bitches in Business, publicado en marzo de 2024. Tres años después de su debut, agrietan la solemnidad con la que entraron a la cancha. Ahora se ríen más, y cuando escucha a su compañera, Felinna ríe de nuevo:—Cuando empezamos éramos dos chavalillas, había que imponer respeto. Ahora lo tomamos de otra forma, nos hemos dado cuenta de que podemos vacilar. Nos hemos atrevido, sin miedo de explorar. Me he sentido mucho más libre para decir lo que me de la gana sin censurar nada.Y tan libre. A las baterías violentas que Esse Delgado, productor del grupo y del disco, dispone en 'Las Meninas' Felinna les añade un guiño burlón que rompe el corset estricto. Luego de celebrar que ya no la agobian los kilos de más ni algunos rastros de acné, hace lo que en el debut habría sido inimaginable: "Me suda todo el coño, ni la acabo", rapea de salida, con la misma seguridad que la de Sabrina Ionescu cuando asiste sin mirar. Es un gesto de chulería que sintetiza el cambio de atmósfera entre ambos discos.—Antes estábamos más enfadadas. Pero no estábamos enfadadas, sino que entrabas así o no había manera de entrar —me explica Laüra—. Ahora hemos soltado, le hemos quitado importancia a muchas cosas. Nos hemos relajado.Los primeros temas que hicieron con la intención de crear un nuevo álbum rondaron el drumless, pero pensaron que podía aburrir al público de sus conciertos.—Nosotros hacemos todo el tiempo lo que queremos, pero también hay que pensar en lo que funciona. Vivimos esa dualidad todo el rato —explica Felinna, y yo pienso que esas consideraciones son las que hacen parte de un negocio.Un camp para hacer música en Vallirana, en el bajo Llobregat, las desconectó de las distracciones de la ciudad y puso los cimientos de lo que venía. Les gustó tanto el formato que lo repitieron en Tarragona y, luego, en Castellón, en el verano de 2023. Esse Delgado también ama el drumless; Sunday Truce, su colaboración con el madrileño Franco Carter, se sintoniza con texturas góspel y soul que se repiten sin prisa. Sin embargo, Bitches in Business, además del boom bap con el que empezaron, es hogar del repiqueteo de hi-hats y la energía ágil del trap, trap&B y sonidos que conversan con referentes contemporáneos como Kendrick Lamar, Tyler, The Creator, Pusha T, Travis Scott y Beyoncé. También caben el canto y los coros pegadizos, como en “Nasty Girl”, una canción que les enseñó que podían expresar su mensaje sin dejar de divertirse, sin quitarle naturalidad al proceso y el resultado.—Que tu madre te diga que le mola un tema tuyo, como 'Punto de partida', muestra que con los temas más melódicos Bitches in Busines ha podido llegar a más gente. Nuestros amigos lo están escuchando porque les gusta, y no porque somos sus amigas, como en Onna Bugeisha: eso mola —sentencia Laüra—. Incluso a nosotras un disco entero de boom bap nos aburre.***Bitches in Business de giraLas bocas se abren hacia lo alto en la primera fila de la Sala Apolo, y Felinna las bendice con un chorro de ron para que la fiesta siga. Es el 11 de mayo: inicio de la gira de Bitches in Business. Cientos de personas saltan y saltan y saltan y saltan con 'The Wave', un corte electrónico, impetuoso, y las sílabas se deslizan con habilidad de la boca de Laüra al micrófono. Quizás como resultado de conocer la industria por dentro, Laüra juega a la defensiva en varios momentos de Bitches in Business, como si se anticipara al rechazo de una escena que les recriminaría el nuevo estilo, que eran mejores antes.—Pensábamos que la gente del rap nos iba a odiar. Con el primero nadie te conoce, eres nueva. Toda la gente siempre nos ha dicho que el segundo disco es el más difícil. Era como Buah, este disco puede pasar desapercibido. Eso lo primero. Y lo segundo es que siempre te van a decir que molabas más antes: me pasó con Natos y Waor, los escuchaba antes. Pero es verdad que predijimos eso y no ha sido así. A la gente le ha gustado más de lo que pensábamos —me explica Laüra en Sant Adrià.Las Ninyas del Corro avanzan por caminos que C. Tangana, Recycled J y demás artistas que oxigenaron el rap español ayudaron a pavimentar. Del primero Laüra dice que es como un héroe, al infiltrar el pop para luego diversificarlo más allá de Alejandro Sanz y compañía. Desde Rosalía hasta Dellafuente, insiste, en el espectro de lo urbano están las claves de lo más interesante de la música en España. Por otro lado, Recycled era tildado de “maricón”, recuerda ella, por sus melodías y sus sentimientos: era un blandito, y por eso fue decisivo para que el paradigma cambiara y se abriera.De reivindicar lo más puro que salió de una Nueva York gélida a finales del siglo XX, Las Ninyas del Corro pasaron a celebrar a los que retaron, expandieron y reinterpretaron esa herencia en España. Bitches in Business es un álbum que dialoga con todas las posibilidades que han surgido en la última década, así como con sus artífices. Pero. Hay un gran pero.—Por suerte, tú preguntas por raperas de España y nuestro nombre se va a decir. Eso para nosotras es mucho, pero sigue faltando mucho, también. El caso de las mujeres siempre es más exigente y difícil —me dice Laüra, con voz cansada—. Todavía no es suficiente.—Solo hay pibes, yo estoy hasta el coño —la secunda Felinna, y lo repite, esta vez con mayor énfasis en cada palabra, masticando cada una, para que quede claro—. Solo. Hay. Pibes. Madre mía.Las Ninyas del Corro en la sala ApoloLa sala Apolo está llena, agitada. Laüra propone que, como no las invitan a nada, que las lleven a dirigir una sesión de cardio. Sigue cayendo ron como agua bendita, y ya no sé si es sudor esa humedad en la cara de una mujer que canta cada tema como si la hubiera escrito ella. Casi la mitad somos hombres, casi todos con la mano arriba con cada barra. Las Ninyas se refieren al público como “vosotras” y celebran lo guapas que están todas hoy. El punto de vista cambia y las mujeres, que suelen corear versos de manes para manes, quedan en el centro. La diferencia se nota. En el escenario, Laüra y Felinna no solo rapean con precisión y temple, sino que despliegan coreografías, codo a codo con dos bailarinas, que elevan cada tema. El punto de vista cambia, insisto, y yo lo agradezco tanto. Una bebé se eleva en los hombros de su padre y toda la sala le canta el feliz cumpleaños a la mamá de Felinna. Barbas salpimentadas conviven con la juventud. No cabe nadie más acá. Y cuando llega el momento de “Bagaje”, un break amenazante, Laüra cambia de óptica. Pasa a las barreras generacionales: "La vieja escuela desconsidera a la nueva, la nueva desprestigia a la nueva, qué pena".—Aprendimos mucho trabajando con LaBlackie. Ella vino, escribió y se tiró la letra de golpe. Envidio esa frescura —me había dicho Laüra esa vez en su barrio.Hay que ser exigente, pero también tener el coño de decir "Me gusta como queda y así lo tiro, porque me da igual". Eso es muy difícil que nos pase. Entonces sí, es una pena que los de antes no valoren a los nuevos, porque tienen mucho qué aprender de ellos.La canción se llama 'Deena, Snooki & Jwoww', un corrientazo que me estremece entero. Laüra y Felinna rapean juntas la estrofa de LaBlackie. El final, lo saben todas las presentes, va a estallar, y abren un círculo que se funde en una masa de carne y huesos: frenesí.—Rosalía no cantaría lo que canta si no hubiera estudiado el flamenco. Para transformarlo lo ha respetado. Se trata de respetar no solo a los que había antes que tú, sino a la música que estás haciendo —continúa el ensayo de Laüra—. Por eso también me apena que los nuevos no valoren a los que estaban. Estar informado es básico. No digo que el que está empezando tenga que saber todo, pero yo sí valoro que alguien investigue. Por eso me he sentido muy orgullosa y privilegiada cuando Elio Toffana nos invitó a su disco. La Laüra de hace diez años habría matado por una colabo con él, con Kase.O, con el Tote, con la Mala. Y ahora, cuando todo parece más fácil, sin importancia, agradezco que pase. Por respeto a mi historia y a mi trayectoria, ¿cómo no lo voy a hacer?—¡Y qué colabo! —tercia Felinna—. Yo lloré cuando el Elio nos la pasó, ya terminada. También es un tema de identidad, de sentirte dentro de la movida. Los que nos sentimos como parte del rap sentimos que es necesario entender de dónde viene.Otra forma de ver Bitches in Business: hay pesos muertos que no hay que cargar más en la mochila, y compromisos que estructuran lo que se ha hecho y lo que viene. El álbum se trata de identificar cuál es cuál.***Las Nunyas del Corro desde el barrio obreroLa pizzería, en una esquina de la Plaça de la Vila, se llama La Font. La mesera saluda a Laüra con confianza y la rapera le responde que quizás este verano deba pedir trabajo ahí, para ajustar las cuentas, llegar a fin de mes. La mesera, sonriente, le responde que qué va, que ella va a ser muy grande y me pregunta si estoy de acuerdo. Yo le digo que sí, que por eso estoy ahí. Laüra no está tan segura.—Joder, es que parece que es un momento guay para mí, pero a veces no me siento así —confiesa."Lo bueno de vivir en San Roque es que nadie roba en San Roque", rapea Laüra en 'Tridente dorado' sobre el barrio de Badalona en el que vive desde hace unos años, a un par de kilómetros de Sant Adría: uno de los más calientes de Cataluña, según titulares alarmistas de medios apocalípticos. Las Ninyas del Corro rapean desde el margen y muestran el revés de una Barcelona que opera como un parque temático de sí misma para los miles de turistas que llegan cada día. La conciencia de clase, una de las banderas que ondearon en Onna Bugeisha, sigue intacta. Se manifiesta, por ejemplo, cuando Laüra rapea, en 'Las Meninas', que en Barcelona o heredas o te las apañas. Ok, el turismo trae riqueza: ¿pero para quién?—No hemos crecido en Barcelona, sino en los barrios obreros que rodean a Barcelona —afirma Felinna.Este margen es tan geográfico como simbólico. En 'Las Meninas' Felinna se aleja tanto del lujo del barrio de Pedralbes como del centro de Barcelona donde solo hay guiris (turistas blancos) con axilas malolientes y pijos vestidos de Nude Project. Y una de las bombas llega cuando dice esto: La catalanidad de Las Ninyas del Corro es otro de los puntos de tensión: si a ella no la reconocen como catalana, me explica Felinna, pues que se jodan: ella tampoco lo llamará pan tumaca, sino pan con tomate. Laüra, por otra parte, reconoce reflejos de su caso en la historia reciente: cuando le dieron el premio Sant Jordi a Estopa, algunos catalanes protestaron porque cantaban en castellano.—Me da rabia ese elitismo, esa línea entre la burguesía y los catalanes de a pie —continúa Felinna—. Hacemos música en castellano, y por eso parece que no somos referentes en Cataluña. Pero somos raperas catalanas.—Se nota mucho el clasismo de la burguesía catalana —insiste Laüra—. Acá nosotras somos purria, escoria, como lo fueron hace tiempo los andaluces que venían aquí y supuestamente les quitaban el trabajo a los catalanes. Nuestras familias vienen de allí. Acá solo importa lo moderno, lo guay, lo fashion. Pero en este conflicto con la cultura, con la lengua, pueden existir distintas identidades además de la que se espera.El título de Bitches in Business salió en la recta final del proceso. Empezaron con una espíritu más tremendista, color azul oscuro, que plasmara su angustia. Al final eligieron un camino para sublimarla, hacerla divertida. El título es un guiño sarcástico a todo lo que han conseguido, a lo que aspiran, a todo lo que les falta y a cómo estas tres dimensiones se confunden. Un guiño que nos dice, ya lo decía Laüra, que las cosas no son lo que parecen.Felinna llegó a la entrevista luego de su primer día en un nuevo trabajo. Es temporal, me explica, para ajustar algunos números. Y Laüra, que rapea sobre cómo devuelve los trajes de diseñador que compra para un solo uso, me muestra sus manos. Sus dedos tienen marcas de pegante: esa mañana tuvo que pegar la etiqueta de un vestido para poder devolverlo.—Gitaneo, es lo que hay —admite.En ese banco de la otra esquina de la plaza todavía están él y ella, recostados en el amor silencioso y seguro que se sedimenta como la arena que cae al fondo del reloj de cristal. Antes de que nos levantemos y caminemos, yo hacia el metro —hacia el centro— y ellas hacia sus casas, acá cerca, Felinna reseña su propio álbum.—Eso es ser bitches in business —dice, entre risas—. Se trata de buscarse la vida.***¿Quieren leer más sobre rap en Español? En el camerino con Ill Pekeño y Ergo Pro
La serie, producida por FX y Hulu, oficialmente tendrá temporadas adicionales. Los estudios detrás de Shogun dijeron en su anuncio que continuarán trabajando con el patrimonio del autor James Clavell en la serie. En particular, dijeron que la renovación "probablemente producirá dos temporadas adicionales de la serie dramática", lo que significa que podría estar sujeta a ajustes en función de lo que suceda creativamente.Creativos importantes, incluido el showrunner y cocreador Justin Marks, la cocreadora Rachel Kondo y la productora ejecutiva Michaela Clavell, regresarán al desarrollo de las nuevas tempradas. Al igual que el productor y estrella Hiroyuki Sanada, quien interpreta a Lord Yoshii Toranaga. El calendario de producción aún no se ha fijado, según señala el anuncio, pero se está organizando una sala de escritores que comenzará a mitad de año.Anteriormente, Shogun había sido anunciada como una serie limitada, y los propios comentarios de Marks hacían que pareciera que temporadas futuras no estuvieran en la mente de los fanáticos de la serie.En una entrevista con The Hollywood Reporter a principios de este año, Marks dijo: "Llevamos la historia al final del libro y pusimos un punto al final de esa frase. Nos encanta cómo termina el libro, fue una de las razones por las que ambos sabíamos que queríamos hacerlo y terminamos exactamente en ese lugar".A pesar de todo eso, lo que hace que este anuncio sea un poco menos sorprendente es que Twitter estaba hablando la semana pasada de que Sanada había firmado un acuerdo para regresar para una segunda temporada. Deadline informó poco después de la noticia de la renovación que Shugun planea presentarse en la categoría de serie dramática de los Premios Emmy. La miniserie, basada en la novela homónima de Clavell, cuenta la historia de dos hombres y una misteriosa mujer samurái. **Si son fanáticos de la serie o están planeando verla les puede interesar: Shogun: ¿qué es real y qué es ficción en la serie de Disney+?