Termina agosto y empiezan los últimos cuatro meses del año que prometen toneladas de música colombiana. Seguramente varias de las canciones lanzadas en agosto, y que puede consultar en nuestra playlist de Apple Music, entrarán en esos listados de diciembre que recopilan lo mejor de 2019. Los invitamos a leer sobre las reseñas de discos colombianos que puede encontrar en este especial. Mala pa' mi - Sanalejo ¿Quién está detrás? Sanalejo ya es una banda clásica y sus canciones se han escuchado a lo largo y ancho del país. Tienen canciones que hacen parte de los libros de historia de la música nacional. Ahora, ya con una alineación un poco más pequeña, estrenan música para seguir cautivando a la gente que se identifica con su propuesta y evolución. ¿De qué trata? Esta canción habla de esos amores tóxicos que, aunque hacen mal, no se pueden dejar a un lado. Fue escrita por Sanalejo en conjunto con un grupo de jóvenes compositores de la escena urbana colombiana, el movimiento y ritmo de la melodía principal, la hace atractiva, fluida y ligera. ¿A qué suena? La canción mezcla elementos del funk y el pop, pero rescata la esencia del Sanalejo de la década pasada. Los vientos sensuales en el track son atractivos que la hacen ser una canción sensual y erótica. ¿Cuándo escucharla? Cada vez que se acuerde de esa persona con la que ha tenido sueños mojados. Recomendado: ¿Cómo ha estado el regreso del tropipop en Colombia? Wamba responde - 1P Shock #LaMúsicaNosUne
Más de una década después de su boom, el tropipop vuelve tímidamente a emisoras, festivales, discotecas y el gusto popular. El que alguna vez fue el género rey de la radio se diluyó lentamente por una mezcla de agotamiento de la fórmula y, sobre todo, el polémico nacionalismo que este género encarnaba y adornó. ¿Por qué nació y murió el tropipop? Por: Sebas Peña // @SebasNews - Juan Pablo Castiblanco // @KidCasti El cambio de milenio fue un sinónimo de esperanza para todo el mundo. La tecnología nos haría más felices, el medio ambiente sería cuidado y por fin seríamos una civilización respetuosa y tolerante. Pero no. Nada de eso. Y en Colombia menos. El cambio de milenio nos agarró con un proceso de paz con las FARC fracasado; con las heridas aún abiertas del Proceso 8000 que nos demostró que la mayoría de la clase política era fichita del narcotráfico; con atentados en pueblos y ciudades cada vez más salvajes; y con la aberrante y temible aparición de las “pescas milagrosas” en las que las guerrillas cerraban carreteras y secuestraban a todo el que estuviera en la vía en ese momento. Fueron días oscuros. Le teníamos miedo a nuestro propio país. La brecha entre las ciudades –aisladas del conflicto– y el campo se hizo más grande. Los colombianos no andaban por tierra por miedo a una balacera o una pesca. Colombia se quebró y se dejó de reconocer. En 2002 todo cambió con la llegada de Álvaro Uribe a la presidencia junto a su “mano firme y corazón grande” y su apuesta por solucionar los problemas desde polémicas acciones militares. La historia dirá si Uribe es culpable o no de todo lo que se le acusa, pero indudablemente instauró a la fuerza una sensación de seguridad que permitió que las ciudades, particularmente Bogotá, volvieran a mirar al resto del país. Una generación de jóvenes que había vivido aislada redescubrió las maravillas naturales y culturales. Campañas institucionales y gubernamentales como “Colombia es pasión” masificaron un nuevo nacionalismo pintoresco y poco reflexivo. ¿Y cuál fue la banda sonora de todo este renacer? El tropipop. Bacilos –integrada por un colombiano, un brasilero y un boricua– fue una de las primeras bandas de este nuevo boom con hits como Caraluna o Mi primer millón. Para su líder Jorge Villamizar (nacido en Córdoba, pero criado entre Bogotá, Quito, Londres y Miami), su proyecto musical logró mostrar que un colombiano podía identificarse con los sonidos del Caribe y sentir el sombrero vueltiao’ como propio. Villamizar no solo llevaba esta fusión en la música, sino que también se atrevió a ir a las entregas de los Grammy vestido de guayabera: “en ese momento le demostramos a muchos que un pelado de colegio privado de Bogotá estaba más interesado en hacer sonidos tropicales colombianos que en hacer el rock argentino que sonaba en la radio”. Para ser justos, lo que estos “pelados de colegio privado de Bogotá” estaban haciendo, tenía sus raíces en 1993 cuando Carlos Vives lanzó el álbum Clásicos de La Provincia: un disruptivo disco que retomó composiciones clásicas de eminentes vallenateros como Rafael Escalona, Alejo Durán, Emiliano Zuleta, Adolfo Pacheco o Carlos Huertas, entre otros, y se atrevió a tocarlas en clave de rock. Como lo logró el tropipop colegial de nuevo milenio, Vives y La Provincia engancharon a muchos jóvenes de la época con el folclor nacional y los inspiraron a tomar guitarra y explorar el sonido tropical. El bogotano Mauricio Rodríguez, egresado del tradicional Gimnasio Moderno, puede ser un nombre que muchos desconocen, pero si hablamos de Mauricio & Palodeagua la cosa cambia. Con la pegajosa Niña (la del famoso “Paru papa ruparu paru, paru papara”) fue clave para la expansión del tropipop en sus inicios y logró que una disquera grande como EMI lo fichara. En una entrevista en 2004 para La Mega, el cantante, junto al periodista Antonio Casale, bautizaron así el género por ser la mezcla entre sonidos tropicales como la salsa, el merengue y el vallenato con otros más anglosajones como el pop y el rock. No contento con adueñarse de emisoras como La Mega y 40 Principales, gracias a la mencionada Niña y a otras como Esa muchachita o Canto caribeño, Palodeagua lideró la expansión regional y consiguió para el tropipop la primera nominación a los Latin Grammy 2004 como Mejor Nuevo Artista, al lado de los también colombianos Superlitio. Eventualmente la ganadora en su categoría fue la brasilera María Rita. Palodeagua abrió la trocha para otros muchachos de colegios “gomelos” como el suyo. A él lo siguieron bandas como Wamba, Majua, Bonka y un sinnúmero de agrupaciones adolescentes que encontraron en él un referente, se interesaron por crear canciones enfocadas en la conquista o la parranda y adoptaron ritmos tropicales sin mayores estudios en estos géneros. Sencillos como La Mona de Bonka, El Parrandero de Sin Ánimo de Lucro, Compadre de Wamba, Usted me encanta de Majua, o Barman de San Alejo, entre otras, fueron compuestas por una generación joven preocupada por el vago deseo de enfiestarse los fines de semana a punta de aguardiente, contarle los problemas del corazón a sus amigos y buscar la forma más fácil de declarársele a la “muchachita” de su colegio. Otro de los himnos del género fue la versión tropipopera de la clásica salsa Ah Ah Oh No, original de Willie Colón y Héctor Lavoe, que realizó Wamba en 2007; la canción se mantuvo #1 a nivel nacional en 40 Principales por más de cinco semanas, superando lanzamientos de artistas nacionales de peso como Juanes y Fonseca o totazos globales como Umbrella de Rihanna, I Wanna Love You de Akon, Big Girls Don't Cry de Fergie, Tango del Pecado de Calle 13, o Sola, Héctor El Father (representante de un monstruo que comenzaba a despertarse y nadie veía venir: el reggaetón). A pesar de que la radio fue esencial para que el tropipop se metiera en la sangre de los jóvenes de la década, el voz a voz fue esencial para que el género destronara en los gustos de su nicho al pop anglo. Por ejemplo, El Parrandero, canción de Sin Ánimo De Lucro, nació sin pretensiones y se convirtió en uno de los himnos musicales del 2005. Camilo Rivera, acordeonero de la agrupación y actual integrante de Consulado Popular, recuerda que “grabamos un demo de El Parrandero que costó 300.000 pesos. La canción se empezó a regar. El demo llegó a los Dj que la ponían en discotecas de la época, la gente la cantaba con el alma y todo eso se logró de forma orgánica antes de sonar en radio. La primera vez que el tema se escuchó en una emisora fue a las 6 de la mañana de un diciembre de 2005 en La Mega. Luego nos llamó Universal Music Colombia, firmamos con ellos sin saber mucho de la industria y grabamos el primer disco con los productores José Gaviria y Carlos Huertas”. Además de Palodeagua, Sin Ánimo de Lucro o Bacilos, otros grandes bastiones del tropipop fueron agrupaciones como Bonka, Wamba o Majua que encarnaban una versión muy rola, urbana y colegial del concepto de la boy band anglo: grupos de jóvenes a la moda del momento (jeans desaliñados y desteñidos, riatas, piercings en la ceja, camisetas en v, una que otra Polo, chaquetas de cuero) con más pinta de roqueros, pero interpretando canciones semi-caribeñas que estaban escritas para conquistar a la niña linda de su círculo social y que hablaban del primer amor o la amistad fraternal de su “compadre”. El tropipop fue un retrato del caribe, pero desde la ciudad, desde Bogotá, desde sus colegios privados, y por eso emisoras como La Mega o 40 Principales organizaron concursos en estas instituciones buscando la nueva banda popular que pasara de bazares, lunadas y días culturales a tocar ante 60.000 personas en el Evento 40 o en el tradicional concierto Nuestra Tierra de RCN Radio. Tantos elementos en común generaron una masa en la que era difícil diferenciar una banda de la otra y en la que la exploración por la colombianidad –o más bien la nueva colombianidad– apoyada en el nacionalismo de la era Uribe era un elemento clave. Ahí, en ese definitivo y crucial elemento, estuvo una de las razones de su auge y a la vez oposición. Mientras muchos se sentían identificados con este renacer esperanzador, otros veían en este género, en este modo de apropiarse del país, una falsa construcción de nación excluyente e indolente. Hacia el final de la presidencia de Andrés Pastrana en 2002, los colombianos tenían la esperanza por el suelo; no se confiaba en el Gobierno y las guerrillas causaban temor entre el pueblo. Diego Bolaños, periodista de Radiónica y politólogo bogotano, opina que este género musical “nació coincidencialmente en una época socio cultural importante para el país. Durante ese tiempo la clase media-alta tenía la concepción de que el país gozaba de una mejor situación económica que le permitía mayor seguridad para celebrar y transportarse por el territorio nacional en sus carros, e irse de parranda a sus fincas”. Como parte de la propaganda de la nueva administración, el gobierno Uribe creó la campaña Colombia Es Pasión que se basaba en el orgullo nacional y que, a través de un género musical, pretendía mostrar la unión y la representación de todos los ciudadanos. Esta campaña, ampliamente conocida en el país y a la que se le invirtieron miles de millones de pesos, invitaba a “creer en lo nuestro” y eso ayudó a que muchos pudieran tener una confianza casi que ciega en la presidencia de turno. La campaña fue musicalizada con un tropipop sentimentalista en el que participaron artistas como Mauricio & Palodeagua, Maía, Sanalejo y Tinto, quienes a raíz de esa propaganda se fortalecieron en la escena artística nacional. El sociólogo Oscar Beltrán concluye en su trabajo de grado de la Universidad Nacional de Colombia Dimensiones y estéticas del tropipop que “este género tiene un sonido urbano bogotano, que captó elementos de la música costeña, se apropió de unos clichés y se lanzó a anunciar una Colombia nueva a través de un renovado mercado de identidades nacionales promovido en gran medida por el gobierno de Uribe Vélez”. UNA MUERTE ESCRITA CON W El empujón del contexto sociopolítico logró que para el año 2007 canciones como Otra oportunidad de Wamba, Lo mio es nuestro de Sin Ánimo de Lucro, No te pido flores de Fanny Lu, Me gusta (pequeña putita) de Sanalejo o Del 1 al 7 de Bonka se pelearan cada sábado el #1 de los listados radiales en Colombia. Era una época dorada para el tropipop con giras por todo el país, clubs de fans y, como lo predicaban sus canciones, “parranda y aguardiente”. Gonzalo Gutierrez, creador de la disquera SCP Music, es uno de los nombres más importantes para el género ya que se encargó de firmar a todas estas bandas de colegio, darles un sonido, mostrarles la industria de la música en Colombia, grabarles canciones y conseguirles contratos. Él pudo ver delante de sus ojos cómo el pop tropical de esas agrupaciones creció, despegó y se cayó, porque además del debate social llegó un adversario que nunca esperaron. Para Gutiérrez, una de las primeras razones por las que el tropipop se empezó a apagar fue la campaña No Más Tropipop de la emisora La W, dirigida por Julio Sánchez Cristo: “él empezó a hablar mal de los chicos y de la propuesta en su programa mañanero que es uno de los que más se escuchan en Colombia y que de alguna forma marca la agenda del país. De un momento a otro creó un espacio que se llamaba ‘No más tropipop’ donde invitaba a bandas musicales de otros géneros a enviar sus temas para sonarlos en su programa, que no es y nunca ha sido musical”. Salo, Alejandro González, Mauricio & Palodeagua y Katamarán coinciden en que esa campaña, respaldada por Sánchez Cristo, locutores y bandas de otros géneros, ayudó a que la gente empezara a mirar por encima del hombro a aquellos que hacían pop fusionado con tropical. Mauricio Rodriguez recuerda que en algún momento en medio de una gira promocional sintió el rechazo directo al género y sus representantes, “me di cuenta de que la gente sí le copió a esa campaña en contra de la música que hacíamos. De una forma u otra le estaban cerrando la puerta al género. Los directores de las emisoras me preguntaban ‘¿esa nueva canción suya es tropipop?’. Cuando les decía que sí me respondían ‘lo siento es que acá ya no ponemos esa música’. Lo sentí como una guerra y nunca entendimos el por qué”. Gonzalo Gutierrez cree que todo este movimiento surgió de la mente de Julio Sanchez luego de que un artista de tropipop se negó a seguir ofreciendo toques gratuitos para los eventos de La W: “alguna vez me reuní con alguien y me contó que todo se trataba de una pelea de Sánchez Cristo con un artista del género porque este no quiso tocarle gratis en un evento y él creó esa campaña para afectarlos a todos”. Sin embargo, dado el poder mediático que siempre ha tenido el periodista se cargó en él un juego de intereses comerciales que en realidad involucraba a mucha más gente de la industria. Según los artistas, la baja en la popularidad del tropipop en la radio empalmó con una de las prácticas más nocivas y corruptas en la radio: la payola (que viene de la frase “pay to play” / “pagar por sonar”). Los integrantes de Wamba contaron en el programa Puntos Cardinales de Dia TV de 2013 que Fernando Palma, director de 40 Principales en esa época, les pidió en una oportunidad cosas a cambio de sonar en radio: “cuando lanzamos en abril de 2012 la canción Don’t Give Up él nos dijo directamente que necesitaba unas vacaciones para navidad que costaban alrededor de 4 millones de pesos”. Cleiver Espitia fue promotor radial de la época dorada del tropipop para bandas como Bonka y Wamba; es decir, el eslabón entre las emisoras musicales y las nuevas canciones de los artistas. Desde su punto de vista el género se apagó en gran parte porque no había unión entre las bandas, no se adaptaron al cambio del mercado, no evolucionaron y se confiaron de que siempre estarían amparadas por la radio, esa que logró llevarlos a la cima y que también los hundió o les dio la espalda. La formula se agotó, el no sonar en radio con constancia llevó a que los contratos por shows bajaran y a que las bandas empezaran a sonar diferente para tratar de adaptarse al público. Una muestra clara de ello es que los álbumes Todo pasa por algo (2009) de Sin Ánimo de Lucro y Más que ayer (2015) de Bonka tuvieran un sonido más rockero y completamente alejado del tropical que los llevó al reconocimiento nacional. Otra señal de derrumbe y un golpe fuerte para esta era del tropipop se dio al interior de las bandas y sus familias porque muchos sintieron que era el fin de su vida artística. El sueño de la música se diluyó en otros caminos profesionales y académicos. Bandas como Sanalejo, Wamba, Tinto, Majua o Bonka se separaron y, en algunos casos, los vocalistas iniciaron carrera en solitario. De un momento a otro el tropipop dejó de ser ese género que marcó una época esperanzadora y a la vez difícil para el país, y se convirtió en el recuerdo de una generación. LA RESURRECCIÓN NOSTÁLGICA DEL TROPIPOP La nostalgia es un motor poderoso. Según explica el profesor de sicología de la Universidad Estatal de Dakota del Norte Clay Routledge, algunos estudios han demostrado que esta sensación produce en las personas sensaciones de autoestima y pertenencia social, crecimiento sicológico e incluso los incita a ser más caritativos. La nostalgia restablece bienestar y por eso es que muchas veces, teniendo un océano de canciones por oír o series o películas por ver, siempre volvemos al mismo título de siempre. Y, por supuesto, la publicidad ya descubrió su poder como herramienta de mercadeo. El tropipop fue la música que acompañó la adolescencia de una generación, la banda sonora de primeros amores y borracheras y por eso es que, más allá de sus implicaciones políticas o sus coyunturas, quedó incrustado en el subconsciente de muchos. El periodista Mark Joseph Stern explicó en un artículo para la revista Slate que nuestros cerebros nos atan a la música que oímos de adolescentes más fuerte que a la que oímos de adultos; “la nostalgia musical no es un fenómeno cultural, es una orden neuronal. (…) Entre los 12 y los 22 años nuestros cerebros atraviesan un rápido desarrollo neurológico, y la música que amamos en esa década se incrusta en nuestros lóbulos para bien. Cuando creamos conexiones neuronales con una canción, también creamos un fuerte rastro en la memoria que se carga con una emoción aumentada, gracias en parte a un exceso de hormonas de crecimiento de la pubertad. Estas hormonas le dicen a nuestro cerebro que todo es increíblemente importante, especialmente las canciones que forman la banda sonora de nuestros sueños (y vergüenzas) adolescentes.” Así que ya saben por qué en el 90% de las fiestas caseras terminan sonando canciones del corte de Mis ojos lloran por ti de Big Boy, Todavía de La Factoría, El gato volador de El Chombo, o Gimme The Power de Molotov. La nostalgia es en este momento el mejor amigo del tropipop y lo que le ha ayudado a flotar en el mar del olvido en tiempos donde todo pasa de moda muy rápido. En el 2013, en pleno reino del reggaetón y en el marco de la campaña “El tropipop vuelve a nacer”, La Mega sentó a Carlos Vives, Alejandro González de Bonka y el director de la emisora, Alejandro Villalobos, a dialogar sobre el declive del género y los cambios en la industria. Vives, considerado por muchos el patrón de la música nacional, se comprometió a hacer un álbum de estudio en el que participarían todos los artistas que fueron parte del movimiento y lanzarlo con bombos y platillos en su restaurante-bar Gaira. Ese proyecto nunca se realizó, la campaña radial no dio frutos y los artistas del género seguían sin sonar en emisoras, ni ofrecer conciertos. Pero al parecer un proyecto le dará un nuevo respiro al Tropipop en este 2019. Como una mosca estrellándose contra una ventana, el tropipop sigue rondando su camino de regreso a la primera plana. A finales de 2018 Alejandro González estrenó una nueva versión de la canción Te Pediré, originalmente incluida en el álbum de Bonka Lo que nunca nos contamos de 2016. La canción, que tuvo un beat reggaetonero bien encaletado de fondo, tuvo una floja recepción a pesar de ser interpretada por grandes del género como Salo (Wamba), Samper (Sin ánimo de lucro), Sebastián Yepes (Sanalejo) y Mauricio & Palodeagua. Sin embargo, de ahí nació la idea de hacer un concierto en el marco de otra campaña radial liderada por Rafael Cifuentes, director de Los 40 Principales: “Tropipop Is Back”. El evento se realizó en el Teatro Cafam de Bellas Artes, pero allí sólo se cantaron canciones clásicas, nada de sus nuevas creaciones que pudieran recapturar audiencia, recordando el poder de su mayor aliado: la nostalgia. Jose Baquero, ex baterista de Wamba y periodista musical, asegura que ese concierto de Los 40 fue el inicio de lo que será la reactivación del género: “para este año va a haber muchas nuevas canciones. Hemos estado componiendo, explorando entre varios del género, integrando a Jerau, Lucas Arnau y Gusi, y crearemos una especie de colectivo musical en el que hay colaboraciones, pero que contará con las ideas y experiencia de todos”. Este colectivo tropipopero, apoyado por Carlos Vives, Claudia Elena Vásquez y GML Estudios (paradójicamente se rumora que el mismo Julio Sánchez será uno de los grandes activistas del renacimiento del género), espera seguir brindándole al país un género netamente colombiano, resaltando la fusión de diferentes personalidades y mostrando la evolución artística de esos cantantes que eran adolescentes cuando el género estalló. Inevitablemente el tropipop ya hace parte de la historia musical de Colombia, así como la nueva cumbia, el dancehall, el folclor pacífico, el rock o la electrónica. Así muchos lo recuerden como la banda sonora del uribismo hay que reconocer su importancia para que bandas vigentes como Piso 21, Morat, Pasabordo y hasta Sebastián Yatra suenen hoy con fuerza en radio o plataformas digitales y sean los ídolos de la nueva generación. A su manera abrieron camino para que los públicos jóvenes conocieran y valoraran la música hecha en Colombia. Hoy el consumo musical en el país es diferente: el reggaetón, el vallenato y la ranchera son los reyes del sonido comercial, las propuestas independientes están capturando públicos potencialmente fieles y la radio ya no manda la parada porque cada uno elige lo que quiere escuchar gracias a la accesibilidad del adictivo smartphone. Eso no implica que la música, comercial o independiente, fiestera o introspectiva, sea ajena al contexto sociopolítico y a un tenso momento histórico en Colombia. Sería bueno que surgiera una nueva camada de artistas que además de cantarle a las niñas bonitas y festejen la llegada del fin de semana para tomar aguardiente, entiendan su arte como una fuerza social que tiene profundas implicaciones sociales. Todas esas agrupaciones que encasillamos en el tropipop inconscientemente jugaron un papel histórico en una construcción de nación. Hoy no gozan del mismo reconocimiento, pero la madurez los ha llevado a entender el papel que su música tuvo para el país. Ahora tienen las botas puestas para mostrarle al público que la historia de ellos, y del tropipop, se niega a terminar. ... Si quieren darle suelta a la nostalgia, armamos esta playlist con las canciones imprescindibles del tropipop. #LaMúsicaNosUne
En la primera década del nuevo milenio hubo un ritmo que atrapó a miles de personas en Colombia y del que salieron varios palos que muchos consideran himnos y que otros aún lo ven como guilty pleasures. Todas esas canciones estaban matriculadas en el género ‘tropipop’ y sonaban como disco rayado en los proms de colegios y rumbas de universidades. Recomendado: A la defensa del tropipop, por Jose Baquero Este género tenía algo en particular y es que empezó a rescatar sonidos propios de Colombia como la cumbia y el vallenato fusionándola con pop latino. De allí salieron muchos artistas y bandas, algunos con nombres muy similares que en ocasiones lograron confundir a más de uno. Pero, a fin de cuentas, no importaba tanto el nombre de la banda sino los temas que lograron pegar en la radio y que se hicieron populares gracias al voz a voz de las personas. ¿Nos va a negar que no se sabe La Mona de Bonka? Para esta temporada es muy común ver en las rumbas la nostalgia tropipop y, por lo menos, en la noche se escuchan unos dos o tres canciones de este listado. ¡Vamos a subirle el volumen a estos palazos que nos hacen viajar en el tiempo! Algunos de estos temas no están subidos en plataformas digitales, por lo que es ideal escucharlos en la tradicional plataforma de videos de Youtube Vea también: Reseñamos 20 discos colombianos que resumen lo que va del 2018 El Problemón – Bonka Me Gustas (Pequeña Putita) – Sanalejo El Parrandero – Sin Ánimo De Lucro Compadre – Wamba Esa muchachita – Mauricio & Palo de Agua Calendario – Pasabordo Usted me encanta – Majua Niña – Mauricio y palo de agua Barman – Sanalejo Y Si Te Digo – Fanny Lu La Mona – Bonka Ven Que Te Deseo A Morir – Kema Otra oportunidad – Wamba Conquista – Jerau Te doy mi vida – Lucas Arnau Traga Maluca – Bonka Solo Por Tenerte – Sin ánimo de lucro Llueve tu amor – Katamaran Qusiera – Pasabordo Estás conmigo - Jerau ¿Cuáles de la lista escogen para la fiesta de este fin de semana? Los nuevos retos de Bacilos en la era digital | Shock
San Alejo rinde homenaje a Manizales, su tierra natal, con el video de la canción Mi Mitad. En él recorren los lugares más simbólicos de la capital caldense, mostrando la belleza de sus paisajes y la alegría de su feria. Escenarios como la carrera 23, La Catedral, El Cable y El Nevado del Ruíz fueron protagonistas del video que se rodó durante cuatro días, bajo la dirección del director uruguayo Julio Sonino. Mi mitad es el tercer sencillo de su más reciente producción discográfica Seguir Latiendo, nominada a los premios Grammy 2017, bajo la producción de Toby Tobón y compuesto por los integrantes de Sanalejo.
Sanalejo despeja el camino y se prepara para una nueva etapa musical. Estuvimos en el lanzamiento de su nuevo trabajo. Fotos por Alejandra Mar En el año 2000 Sanalejo se convirtió en una de las bandas más importantes en la escena nacional con una propuesta única. Hoy, 16 años después le demuestran a sus seguidores – fieles seguidores- que aún hay mucho camino por recorrer y lo hacen con el lanzamiento de Seguir latiendo, su tercer trabajo discográfico producido por Fernando ‘Toby’ Tobón.Estuvimos en su lanzamiento y así lo vimos desde nuestro lente. Además TRACK POR TRACK de Seguir Latiendo:
Sufriendo por amor, es el sencillo que marca el regreso de Sanalejo, una muestra clara del nuevo sonido que trae la banda, una evidente madurez artística y ritmos modernos pero con la esencia que caracterizó a la agrupación durante ocho años, y que los posicionó dentro del mercado nacional y latino.Es un tema escrito por (Jerónimo, Federico, Mauricio, Fabián, Ricardo, Edwin, Sebastián), los siete integrantes de Sanalejo en esta canción tienen presencia interpretativa con sus voces y representa la fuerza y la unión de volver después de 7 años. Todos tenían la intención de regresar, pero no tenían claro cuando hacerlo, por eso el tiempo se extendió un poco hasta que decidieron reunirse nuevamente. Después de siete años de ausencia, los integrantes de Sanalejo y su productor Toby Tobon quisieron regresar con un sencillo que reuniera muchos elementos del sonido y la propuesta musical que dejó la agrupación en tres discos anteriores, pero con un sonido actual y con una propuesta diferente.
Hace algunas semanas se anunció el regreso de una de las agrupaciones insignias del pop colombiano de la década del 2000: Sanalejo, y hoy la espera ha terminado, la agrupación colombiana nos presenta el primer sencillo titulado “Sufriendo por Amor” y que hace parte de su nueva producción discográfica, que se estrenará muy pronto.Este sencillo es una muestra clara del nuevo sonido que trae Sanalejo, una madurez artística y ritmos modernos pero con la esencia que caracterizó a la agrupación durante ocho años, y que los posicionó dentro del mercado nacional y latino.Después de siete años de ausencia, los integrantes de Sanalejo y su productor Toby Tobón quisieron regresar con un sencillo que reuniera muchos elementos del sonido y la propuesta musical que dejó la agrupación en tres discos anteriores, pero con un sonido actual y con una propuesta diferente, "Sufriendo por Amor, reúne las cualidades que buscamos y además es una canción que cantamos todos y nos muestra como banda”, aseguranSufriendo Por Amor, es un tema escrito por Jerónimo, Federico, Mauricio, Fabián, Ricardo, Edwin, Sebastián, los siete integrantes de Sanalejo y es interpretada por todos, “en esta canción específicamente cantamos al unísono, y nos parece que es un tema que muestra la fuerza que trae la banda en esta unión después de 7 años, desde un principio sentimos que es una canción con mucha fuerza y diferente”
Por Jessica Luchini (@JessiLuchini) – Realización: Cristian Hernández (@Silvacris77)Si usted fue de los que cantó, bailó y hasta dedicó y conquistó a su pareja con clásicos del tropipop tales como ‘La Mona’ de Bonka, ‘Solo por tenerte’ de Sin ánimo de lucro, ‘Indeleble’ de Sanalejo o ‘Lo mismo que yo’ de Bacilos, estamos casi seguros que hace parte de la generación que comprará la boleta y disfrutará del concierto de reencuentro de estas bandas que marcaron historia en el país hace 15 años.Ahora bien, en junio comienza en Ibagué esta gira llena de nostalgia adolescente, la cual visitará ciudades como Medellín (agosto), Armenia (septiembre) y Bogotá (noviembre), y por eso decidimos hablar antes con los protagonistas de este show musical para que no solo nos contarán acerca de lo que implicó para ellos reunirse después de tantos años sobre un mismo escenario con la alineación original con la que marcaron historia, sino también quisimos indagar un poco sobre el fin del tropipop, aquel movimiento musical hecho en Colombia que combinaba sonidos tropicales con fusiones vallenato y más ritmos caribeños que sin lugar a dudas despertó amores y odios en todo el territorio nacional.¿Qué pasó con este género que era ciento por ciento colombiano?, ¿por qué no lucharon para intentar mantener este género vigente?, esto fue lo que nos respondieron Sebastián Yepes, Samper, Los de adentro, Bonka y Jorge Villamizar.
Si es o fue fanático de bandas como Sin Animo De Lucro, Bonka, Los De Adentro y Sanalejo, tendrá nuevamente la oportunidad de verlos en vivo en Manizales (mayo), Ibagué (Junio), Medellín (agosto), Armenia (septiembre) y Bogotá (noviembre), en el marco de su gira Conciertos del Reencuentro, junto a Jorge Villamizar. Aunque todavía faltan por confirmar las fechas, los aficionados ya tuvieron un adelanto de cómo es el espectáculo en la Feria de Manizales, reviviendo himnos del tropipop y el pop como "Mi Primer Millón", "La Mona", "Una Canción" y "El Parrandero".La gira además podrá seguirse de forma online a través de la herramienta 'Paylive', que le permite a sus usuarios monetizar los eventos por streaming y además transmitir en vivo el espectáculo Este miércoles se conocerán más detalles de la gira que promete darle un nuevo aire a agrupaciones que fueron tendencia en la escena musical nacional.
El ministro de Cultura de Colombia, Juan David Correa, le pidió al cantautor cubano Silvio Rodríguez, venir a realizar un concierto en nuestro país. El pedido se hizo a través de una carta. “Millones de colombianos crecimos con sus canciones como usted lo ha podido atestiguar a través de sus visitas a nuestro país. Hoy quisiera pedirle, a título personal, ciudadano e institucional, y en nombre del señor presidente, que nos acompañe una vez más, que nos permita oír su voz en un concierto que podemos organizar allí donde usted lo considere (…)”, señala el Ministro en la misiva. La propuesta del Gobierno es que dicho concierto se realice en un municipio del Caribe colombiano, por cuenta de los posibles problemas que la altura de Bogotá podría acarrear en la salud de Rodríguez. “Parte de mi tarea, ahora como ministro, a admirado Silvio, es proponer espacios colectivos que signifiquen nuestras vivencias atávicas y nos permitan, a través de los símbolos, creer que es posible derrotar el miedo y la pura y abrazar la esperanza de una sociedad que pueda superar la idea de venganza”, continúa la carta. ¿Cuándo fue la última vez que vino Silvio Rodríguez a Colombia?Silvio Rodríguez, uno de los mayores exponentes de la canción social y la Nueva Trova cubana, no viene a Colombia desde julio de 2010, cuando realizó una presentación en Medellín, como parte del Tercer Congreso Iberoamericano de Cultura. En esa jornada, Rodríguez compartió escenario con otros cantautores como Jorge Drexler, León Gieco, Fito Páez, el Quinteto Suárez Paz, Susana Baca, Rosario, Antonio Carmona, Zoe, Rodolfo Mederos, Aterciopelados y Alfredo Gutiérrez.En Bogotá, fue una estancia de tres días en 1995, que lo tuvo por universidades, teatros y centros culturales. En mayo de 1993, tuvo una gira llamada ‘Canciones urgentes 93′ que lo llevo por Medellín, Cali y la capital colombiana. A sus 77 años, es considerado como el mejor cantante folklórico de Cuba y posiblemente uno de los mejores cantautores de América Latina.Conocido por sus letras intelectuales, altamente elocuentes y simbólicas, sus canciones son elementos icónicos de la cultura popular latinoamericana de izquierda. Ojalá, Playa Girón, Unicornio, Sueño con Serpientes, Vamos a andar o La maza son algunas de sus canciones más conocidas. Rodríguez es un símbolo de la izquierda latinoamericana. Silvio Rodríguez es considerado líder de la Nueva Trova Cubana, movimiento conocido por sus letras, que intentaban escapar de las banalidades de la vida concentrándose en el socialismo, la injusticia, el sexismo, el colonialismo y el racismo.
(Sobre)vivimos otra edición del Festival Estéreo Picnic 2024 que, en términos generales, suplió y sobrepasó las expectativas del cambio del venue y de un cartel que parecía anacrónico.Las mudanzas traen consigo una lista de pendientes que se van ajustando con el tiempo, adecuarse a un lugar nunca es fácil. Sin embargo, como un mueble viejo que se rehusa a botar, el acoso nos persigue sin importar a qué casa nos pasemos. Y, peor aún, nos persigue el arquetipo de la “victima perfecta” a donde sea que vayamos.Cada año se habla de paridad de género en el cartel, se incorporan organizaciones (como la Secretaría de la Mujer o la Línea Púrpura trabajando de la mano con Échele Cabeza) y se repite el estribillo de que el espacio en el que estamos es seguro para nosotras. Pero la realidad es diferente.Si bien hay rutas de acción que antes no estaban claras antes, la ejecución sigue siendo insuficiente. El tercer día del Festival Estéreo Picnic 2024 un grupo de mujeres que estaba disfrutando del concierto de Feid fueron acosadas por un hombre que consumió sustancias de forma irresponsable.Vamos por partes para entender lo problemático de lo sucedido, además de lo obvio.Aunque la entrada de sustancias psicoactivas esté, en teoría, prohibida en este tipo de festivales, el consumo es un hecho y por eso están organizaciones como Échele Cabeza que buscar proteger al consumidor y cuidar de él.¿Quién cuida de nosotras?Si les parece que jodemos con el enfoque de género no es de gratis. Los espacios sin este son peligrosos para nosotras e incluso los que están intentando tenerlo, en el proceso de prueba y error, resultan violentos.La gestión de riesgos y los protocolos de cuidado de los consumidores siempre van a estar cojos si quienes consumimos, las instituciones y los organizadores no entienden que las mujeres somos agredidas por ser mujeres y es un hecho que debe ser considerado y priorizado en la creación de protocolos y/o rutas de acción.El caso de las mujeres que fueron acosadas por un hombre intoxicado nos plantea más preguntas que respuestas. ¿Cómo garantizar un espacio de consumo responsable que al mismo tiempo sea seguro para nosotras? ¿Qué rutas de acción existen para este tipo de situaciones y cómo se ejecutan? ¿Por qué esperan empatía de nuestra parte cuando nadie la tiene con nosotras?En el comunicado publicado en Twitter, y ahora eliminado por partes, desde la cuenta de Échele Cabeza, precisan sobre lo ocurrido y hacen un llamado a la empatía con el hombre que consumió de más, se desnudó, persiguió mujeres y las orinó.Claro, que dentro de los acuerdos sociales tácitos que como consumidores de sustancias tenemos, está (o debería) la empatía con el malviajado o con el que se le fue la mano. Pero la balanza de la empatía no se puede poner en la misma escala de valores que la del acoso.Pasamos a diario suficientes situaciones para saber, incluso corporalmente, cuando estamos en peligro. Para nosotras no es un caso aislado, es nuestro día a día.En el FEP fue un hombre que consumió de más, en la calle es un desconocido y en las fiestas puede ser un amigo.En un mundo ideal podríamos repartir empatía para los dos lados, pero vivimos en una sociedad twittera que al mismo tiempo que exige pruebas, también juzga a las mujeres por grabar a un hombre “en estado de inconsciencia”.Y volvamos a esto por un momento. Los hombres nos acosan en cualquier estado de consciencia y nosotras nos tenemos que defender en todos, porque nadie nos garantiza espacios totalmente seguros.Para las mujeres acosadas las rutas de acción tomadas por el equipo de logística del festival fueron insuficientes, para la logística y para Échele Cabeza fueron las necesarias para cuidar, principalmente, de la persona que estaba intoxicada.La decisión de la organización de eliminar algunos de los tweets que hacían parte del comunicado, dan cuenta de que es una conversación que en muchas ocasiones termina siendo unidireccional. La discusión no puede excluir las experiencias de las mujeres que han sido violentadas y no pueden existir rutas de acción claras sin entender lo que estas situaciones significan para nosotras, como consumidoras y como asistentes a eventos de música.Si bien este caso en particular agitó conversaciones necesarias sobre el consumo responsable de sustancias también puso sobre la mesa que aunque la logística del festival parece estar tomando una forma ya clara, no va a estar completa hasta que no se plantee desde un enfoque por y para las mujeres.El consumo de sustancias psicoactivas y la logística del festivalPor Daniela TrujilloDurante la presentación de FEID, en el escenario Jhonny Walker, un hombre completamente desnudo, quien se encontraba en un estado muy alterado debido al consumo, se estimuló frente a varias de nosotras y luego, posterior a ello, procedió a orinarnos. Otras mujeres que se encontraban ahí, en otras ubicaciones, denunciaron a través de X e Instagram que este hombre las persiguió o las golpeó. La logística tardó en reaccionar, junto con la policía, quienes no tenían claros a los pasos a seguir. Su respuesta tras lo que nos había sucedido fue que “no podían hacer nada porque estaba drogado” y se quedaron un buen rato detrás del sujeto mientras él se movía libremente por el lugar. Después de que sus compañeros pidieran que no lo sacaran del parque, pues él no sabía lo que estaba haciendo.Es necesario decir que no fue el único caso, pues tras haber realizado la denuncia pública, más mujeres se quejaron de que en otros lugares del parque, otros hombres alcoholizados, también habían ejercido acoso hacia ellas.Si bien a la mañana siguiente el equipo de festival se comunicó conmigo y también lo hizo la Secretaría de la Mujer, junto a la Línea púrpura, quienes me dijeron que el hombre, de nacionalidad francesa, fue trasladado al espacio de Échale Cabeza para ser sedado y sacado en ambulancia.Considero necesario que esta experiencia sea un llamado no solo a la rápida acción, pues gran parte de lo sucedido pudo haber sido evitado, teniendo en cuenta que este sujeto estuvo corriendo a través del escenario durante al menos diez minutos antes de que llegara el 911, sino también al consumo responsable.Gran parte de los comentarios que recibí decían que este evento poco o nada tenía que ver con una sesgo de género, puesto que solo era una persona en un estado vulnerable y aunque esto último es cierto y concuerdo con que necesitaba ayuda urgente, las personas afectadas fueron directamente mujeres. Queda entonces el sinsabor de que el estado de desinhibición de muchos es una justificación para ejercer acciones violentas contra otros y que esto, a los ojos de algunas personas, sigue siendo normal.Sí, la logística debe tener una mejor capacitación, eso es un hecho, pero que este proceso de formación respecto a cómo debemos vivir los festivales también sea para los asistentes.
Eterno resplandor de una mente sin recuerdos cumple 20 años. La película de Michel Gondry se convirtió en objeto de culto. El filme nos muestra la historia de Joel y Clementine, una pareja que decide borrarse mutualmente de su memoria. Lacuna, Inc., empresa ficticia, ofrece a las personas el servicio de borrar de su mente recuerdos desagradables. La mayor parte de la película tiene lugar dentro del cerebro de Joel mientras está sedado durante el procedimiento de borrado: mientras revive momentos más felices con Clem, se arrepiente de su decisión e intenta frustrar los esfuerzos de los borradores aferrándose a sus recuerdos de la relación.¿Podría suceder en la realidad lo de Eterno resplandor de una mente sin recuerdos?Si bien estamos muy lejos de un mundo en el que exista una empresa como Lacuna, sí hay avances en lo relacionado con alteración de los recuerdos. Apenas tres años después del lanzamiento de Eternal Sunshine, los investigadores descubrieron que inyectar una “droga para la amnesia” podía aliviar el aguijón emocional de los recuerdos desagradables. Luego, en 2009, un equipo de la Universidad de Toronto logró borrar selectivamente los recuerdos en ratones inyectando una toxina en la amígdala, la parte del cerebro que procesa las emociones.Desde entonces, psicólogos y neurocientíficos de todo el mundo han estudiado varios métodos diferentes para manipular recuerdos, como inhalar gas xenón, tomar propranolol, usar luces y reproducir sonidos para las personas mientras duermen.Un grupo de científicos del MIT cree haber descubierto el gen que "desempeña el papel de extinción de la memoria". Esperan que este trabajo pueda eventualmente conducir a un tratamiento para quienes padecen trastorno de estrés postraumático. o personas atormentadas por recuerdos del pasado. El proceso implica que nuevos recuerdos “sobrescriban” los viejos. El estudio se centró en la observación de ratones a los que se les inhibió el gen en cuestión (llamado “Tet1”). Estos ratones inhibidos recibieron descargas eléctricas (levemente) varias veces cuando los colocaron en una jaula en un intento de crear una asociación; pero, en comparación con los ratones a los que no se les había bloqueado el gen, estos ratones no temieron la jaula cuando fueron colocados en ella en ocasiones posteriores "porque su recuerdo de haber sido heridos ya había sido reemplazado por nueva información". La Dra. Sheena Josselyn codirigió el equipo de investigación que logró borrar los recuerdos de los ratones y ha pasado décadas investigando cómo funcionan los recuerdos. ¿Cree que la tecnología utilizada en Eternal Sunshine algún día podría ser algo común? "Esta es una pregunta complicada", dice citada por Dazed. “Ahora tenemos la tecnología para hacer esto en ratones. "En este momento, no es posible hacer esto en humanos", afirma. "Pero la prueba del concepto está ahí gracias al trabajo de muchos laboratorios de todo el mundo que utilizan roedores [...] Con la ayuda de muchos científicos trabajadores de todo el mundo, la ciencia ficción se está convirtiendo en un hecho científico".
Arabia Saudita anunció que construirá un parque temático basado en la famosa serie animada japonesa Dragon Ball. Este parque temático contará con cinco atracciones de última generación como parte de una programación de más de 30 de ellas. También está prevista la construcción de un Shenron (dragón) de 70 metros de altura, en cuyo interior se encuentra una montaña rusa a gran escala. El parque cubrirá más de medio millón de metros cuadrados, según Qiddiya Investment Company (QIC), que pertenece en su totalidad al fondo de inversión del gobierno de Arabia Saudita.Los planes son parte de "una asociación estratégica a largo plazo" entre QIC y Toei Animation, el productor japonés de Dragon Ball.El parque contará con siete áreas diferentes que recrean varios lugares icónicos de la serie original, como Kame House, Capsule Corporation y Beerus's Planet.En el parque, los visitantes podrán unirse a una aventura con Goku y sus amigos mientras disfrutan del mundo de Dragon Ball, desde el comienzo del anime hasta Dragon Ball Super.Qiddiya es un importante proyecto turístico y de entretenimiento que se está construyendo cerca de Riad, la capital de Arabia Saudita. Es parte de los planes de la nación rica en energía para diversificar su economía alejándose de los combustibles fósiles.¿Por qué algunos fans no están contentos?El anuncio fue recibido con algunas críticas por parte de los fanáticos, citando el historial de derechos humanos de Arabia Saudita.Si bien algunos fanáticos de Dragon Ball recibieron con agrado los planes para el parque temático, otros en las redes sociales cuestionaron la decisión de ubicar la atracción en Arabia Saudita, según informó la BBC. El país ha sido criticado por su historial de derechos humanos, el trato a las mujeres y la falta de reconocimiento de los derechos LGBTQ+.¿Cómo nació Dragon Ball?Dragon Ball se publicó por primera vez en 1984. Se inspiró en la novela china Viaje al Oeste y en las películas de artes marciales de Hong Kong. Inicialmente tenía un enfoque de comedia, pero luego se convirtió en una serie de lucha llena de acción.La historia sigue las aventuras de Son Goku, desde la niñez hasta la edad adulta, mientras se entrena en artes marciales y explora el mundo en busca de las esferas del dragón, siete orbes mágicos que cuando se reúnen invocan a un dragón que concede deseos. A lo largo de su viaje, Goku hace varios amigos y lucha contra villanos.Dragon Ball se ha convertido en una de las series manga más exitosas de todos los tiempos. Su mezcla de comedia y lucha, junto con referencias culturales de la mitología china y los cuentos populares japoneses la hicieron un éxito rotundo.El manga ha sido traducido y lanzado en más de 40 países en todo el mundo. En 2006, cerca de 79.000 fanáticos japoneses votaron a Dragon Ball como el tercer mejor manga de todos los tiempos.En una encuesta de 2007 entre mil personas realizada por Oricon, Goku ocupó el primer lugar como el "personaje de manga más fuerte de todos los tiempos".
Bruce Dickinson, líder de Iron Maiden, se refirió al creciente precio de las entradas de conciertos. "Si quieres ir a ver el espectáculo de U2, creo que costaba 1.200 dólares por asiento en la esfera", dijo Dickinson [transcrito por Blabbermouth]. “No tengo ningún interés en pagar 1.200 dólares para ir a ver a U2 en la esfera, ninguno. Cien dólares, tal vez. Pero para mí lo importante es intentar mantener, por un lado, el tipo correcto de entradas al precio adecuado”.Dickinson sugiere que los asientos frente al escenario – “que todo el mundo dice que deberían ser los boletos más caros” – en realidad deberían ser “los boletos con el precio más razonable, porque dentro de la gente que va a ir al frente del escenario habrá personas que son verdaderos fanáticos, niños, personas que no pueden pagar tanto dinero, pero son las personas que necesitan estar al frente; ellos son las personas que mantendrán viva esta música”.“Y luego tienes a la gente que podría ser fan”, continuó el cantante de metal, “pero quieren traer a su esposa y no quieren pasar demasiado calor, sudar y todo eso. Entonces, hay algunos asientos en la parte superior o algo así, lo que van a elegir, y el precio es diferente”."Los promotores de alguna manera tienen que recuperar su dinero", concluyó Dickinson. “Entonces, es un equilibrio delicado, pero en general, los precios de las entradas se han disparado. Y algunos de los precios de las entradas que la gente paga, bueno, algunos de los precios que la gente paga, para mí, son una locura. Nunca pagaría ese precio, pero claro, probablemente no soy fanático de ese artista en particular. Las personas que lo son, tal vez piensen que vale la pena. Quiero decir, ciertamente con mis espectáculos, siempre hemos tratado de mantener los precios de las entradas dentro de los límites normales. Y lo mismo con Maiden”.Iron Maiden confirmó que estará en Colombia en noviembre de 2024. La agrupación estará en el Estadio el Campín, el próximo 24 de noviembre. Los precios oscilan entre 149.000 y 559.000.