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Guía definitiva para bajarse del bus de la victoria

Será tan fácil como subirse, pero con un poco más de tumulto a la salida

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En plena tusa por la eliminación de Colombia de la Copa América, muchos optan por desmarcarse del fútbol, porque, claro cuando gana la Selección ganamos todos, pero cuando pierde, obviamente, pierden ellos. Por eso, pese a los tumultos en la salida, bajarse del bus de la victoria puede llegar a ser tan fácil como subirse. Sólo toca elegir las justificaciones correctas y comenzar a evacuar con la misma efectividad con la que Frank Fabra dejó libre la banda izquierda durante la Copa América. Sigan no más, escojan los argumentos que prefieran y dispónganse a bajar del bus de la victoria.

Por Álvaro Castellanos | @alvaro_caste // Fotos: Gettyimage

1.    Con la Selección fuera de la final, ya podré verme tranquilo el capítulo de Game of Thrones del domingo sin tener que andar canaleando, y me quedará tiempo suficiente para mis spoilers por Facebook, Twitter, Instagram, Whatsapp, Messenger y LinkedIn.

2.    El fútbol nos distrae de lo que realmente importa: celebrar el cese al fuego con las FARC e insultar a los que se oponen. Porque claro, estamos en épocas de paz y qué mejor que declararle la guerra a los uribistas, pero todo desde un marco de reconciliación.

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3.    Esta Copa América no era la de verdad. Ni siquiera entrega el mismo trofeo. Éste fue un torneo embuchado por los barrigones de la FIFA para seguir engordando sus finanzas y además los gringos dejaron claro que no saben ni les importa el fútbol. Por poco le ponen a los partidos “Overtimes”, “Time Outs” o meten la regla de agarrar el balón con la mano. Hasta sacaron un titular de prensa, elogiando a un tal “Leonardo” Messi.

4.    ¡¡¡Los hinchas de la Selección no exiiisten, perruuu!!! Son amaaargos. La verdadera hinchada es la del equipuuu, la que sí tiene aguaaante. (Inserte acá un “Sóóólo Miiiillos”, “Ruge el leóóón”, “Soy del verde soy feliiiz”, “Bu-ca-ros. Bu-ca-ros” o “Halaaa Madriiid”).

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5.    Mi camiseta de la selección ya estaba toda puerca. Acumuló manchas de lechona, aguardiente y sangre y qué pereza lavarla otra vez.

6.    ¿Para qué festejamos los triunfos ajenos? No seamos tan mediocres. Si esos manes ganan o pierden, igual al otro día nos toca trabajar. ¿Se agüevaron o qué? ¿Es que luego James los va a sacar de Datacrédito? ¿Va a responderle al Icetex? Luchen por sus sueños. Libérense de esta mordaza de conformidBLA-BLA-BLA.

7.    No voy a madrugar el lunes todo enguayabado y mejor porque tengo que presentarle un Power Point al doctor Gutiérrez y qué vergüenza llegar con los ojos todos ensangrentados y la jeta oliendo a trago.

8.    Ahora sí puedo concentrarme en la Euro. ¡Fútbol de verdad! ¡Fútbol del bueno! Y, como quien no quiere la cosa, ya que me bajé de este bus, voy a hacerme el pendejo para subirme al de mi Selección europea favorita de toda la vida (es decir, la que esté jugando mejor). Te amo, Croacia. Vamos por esa Euro.

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9.    ¡Basta ya de fútbol! Cuánta ignorancia y mediocridad estar pegados a la pantalla de un televisor gritándole a 23 tipos que corren detrás de un balón. ¡No más! ¡No más adoctrinamiento! ¡No más falsos patriotismos! Menos fútbol y más filantropía, literatura del Siglo XVIII y activismo animalista. 

10.No me voy a volver a ilusionar con una Selección que no juega a nada. Necesitamos un cambio de mentalidad. Ojalá llegue un entrenador más táctico, más equilibrado y que sí sepa de fútbol. ¡Adiós Pékerman! Te esperamos de regreso, “Bolillo” Gómez (?)

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