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¿Cómo ser fanático de Batman y no morir en el intento?

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Mauricio Cárdenas - @ArkhamKOU

Batman, el justiciero enmascarado, ese al que los malhechores temen y que esperan nunca llegar a encontrarse, aquel que no se ha caracterizado por su amabilidad y que combate el crimen de manera incansable. El Caballero Nocturno está celebrando sus 75 años y nos deja a todos los fans en un gran aprieto. 

En 1939 Bob Kane en compañía de Bill Finger y Jerry Robinson dieron los primeros toques al encapotado que nos ha entregado muchos años de entretenimiento pero también de dolor y sufrimiento a aquellos, que como yo, han dedicado buena parte de su tiempo y recursos en seguir las aventuras del Caballero Oscuro. 

Acompáñenme en un recorrido por esas cosas que nos convierte a los fanáticos de Batman en sus más fieles pero sufridos seguidores.

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1.    Continuidad y lectura ad infinitum:

Con 68 series vigentes, 18 anuales, 113 series limitadas, 198 novelas gráficas y one-shots, 33 crossovers con diferentes personajes de otras compañías, a eso se le suma los más de 21 títulos que componen la nueva continuidad de DC Comics (The New 52), leer y seguir la continuidad de Batman y toda su familia es una tarea titánica, la cual se puede compensar, sin tener que terminar pidiendo fiado, al seguir lo que muchos llaman los indispensables. ‘Year One’, ‘The man who laughs’, ‘The Long Halloween’, ‘Haunted Knight’, ‘Dark Victory’, ‘Ten Nights of the Beast’, ‘The Killing Joke’, ‘A death in the family’, ‘Knightfall’, ‘Prodigal’, ‘Contagion’, ‘Legacy’, ‘Cataclysm’, ‘No man’s land’, ‘War Games’, ‘Under the Hood’, ‘Batman and Son’, ‘Death of the Family’ (y los que faltan) son los títulos que todos los que nos preciamos de seguir la historia escrita de Batman y debimos haber leído. 

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2.    Joel Shumacher, Adam West, películas y otros demonios:

Mucha fue la emoción con la que recibimos en 1989 la noticia del reinicio de la saga del Hombre Murciélago. No me malentiendan, la serie de 1966 protagonizada por Adam West tiene una gracia y una emoción dignas de la época de la paz y el amor, pero el “Puro West” sin duda alguna, le dio un tono muy cómico a nuestro héroe favorito el cual pudo retomar ese tomo gótico y oscuro que ya estaba en sus historias escritas con la llegada de la producción de Tim Burton. 

Y es que aún hoy, muchas personas relacionan a Batman con esa caricatura bonachona, afable, que tenía un compañero que a todo santificaba, y que con el paso del tiempo, solo nos deja una imagen tierna pero muy cómica de un personaje más oscuro que la noche misma.

Pero sin duda, lo más duro de ser un fan de Batman es recordar de manera deshonrosa, ese fatídico año, ese 1997, en el que el señor Schumacher – aquel que con todas las buenas intenciones del mundo le pidió a Giger (sí, el que diseño a los Aliens) que diseñara un Batimóvil –, decidió hacer un homenaje a ese Batman bonachón y amable, armándolo no solo de Batarangs, Batilasers, Baticámaras y Batitrajes muy anatómicamente correctos sino de una Batitarjeta de crédito…

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