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La Chiva Gantiva estrena el video de Wepaje

Para dar inicio a la segunda parte del Summer Tour 2014 en Europa, La Chiva Gantiva re-aparece con un nuevo nuevo videoclip. Rafael Espinel (líder de la agrupación) y su compañero de trabajo audiovisual Nicolas Moins, emprendieron una nueva aventura con el sencillo WEPAJE, de su más reciente producción discográfica llamada “VIVO”, lanzada el pasado mes de febrero.

En esta ocasión de nuevo Espinel regresa a la producción audiovisual (ya había realizado dos videos anteriores Pelao y Apretao) queriendo realizar un video muy sencillo y divertido, dónde todos los miembros de la banda participan destacando sus capacidades histriónicas. “A nosotros nos gusta divertirnos...” dice Rafael y así lo demuestran de nuevo en Wepaje.

Este corte viene cargado de una alta dosis de energía y como es habitual en La Chiva Gantiva, nos da un impulso más para hacernos sentir VIVOS.

 

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Por: Nadia Orozco M @cornfake 

Cuando Rafael estudiaba en la Universidad Tadeo conoció a Poñoño, un personaje peculiar, versado en las calles y recovecos del centro de Bogotá al que rara vez se le sorprendía sin sus patines mientras vendía artesanías que el mismo fabricaba. De vez en cuando Rafael le compraba uno de sus artículos o compartían el humo de uno que otro porrito. Rafael se fue a Europa y perdieron contacto. Tuvieron que pasar siete años para que se volvieran a encontrar, cuando eso pasó, cerca a Quiebra Canto, Poñoño lucía distinto, había perdido la mano izquierda y las falanges de la mano derecha. El 7 de agosto del 2002, Poñoño tuvo la mala suerte de pararse en el lugar equivocado a la hora equivocada; fue uno de los heridos del atentado al cartucho el día en que se posicionó Álvaro Uribe como presidente de la república. Sin embargo, también fue uno de los poco sobrevivientes. “No se preocupe por mí, tengo mis dos piernas y no se le olvide que estoy vivo”, le dijo Poñoño a Rafael, la voz lider de la agrupación La chiva gantiva. 

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Poñoño fue la inspiración de Vivo, el segundo trabajo de La chiva gantiva, después de Pelao.

De primerazo La Chiva resulta ser agrupación especial para muchos por la mezcla que se cocina dentro del grupo: en sus filas hay sangre colombiana, francesa, vietnamita y belga; para ellos eso resulta apenas normal pues el proyecto se gestó en Bruselas, la capital de Bélgica, una ciudad donde vive gente de todo el mundo, donde la mezcolanza es apenas natural, donde lo raro sería que todos los miembros del grupo fueran de la misma nacionalidad. Lo realmente llamativo de esta banda que ya ha pisado varios escenarios alrededor del mundo, es el alcance de su energía, un magnetismo en tarima que logra que la sangre se suba a la cabeza, el sello de su sonido traducido en una intrépida mixtura que acoge ecos del porro, la cumbia, el rock, el funk, el hip hop en un mismo lugar y que da como resultado una papayera punkera, un carnaval de lo más extraño ( no es gratis que sean  los precursores del "punkflor" en el mundo). Esa identidad sonora sumada con un frontman de miedo  y una agrupación potente solo pueden dar como resultado  una explosión bestial capaz de poner a dudar al bailador: ¿poguear o contonear las caderas? 

Después de Pelao, un álbum producido por Richard Blair, llegan con Vivo, una placa discográfica que aunque diferente, tiene el indiscutible sello gantiva por donde quiera que se le mire. Esta vez decidieron acudir a la producción de Joel Hamilton, un personaje que ha puesto sus manos detrás de los trabajos de gigantes de la talla de The Black Keys o Nora Jones, por nombrar algunos. 

¿Por qué Vivo es el primer sencillo y además el nombre del álbum?

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El nombre lo dice todo, vivimos en un mundo difícil, estamos pasando por problemas cada vez más grandes, la información  banaliza todo lo que pasa en el mundo, ya nada es relevante, cada vez las coas son más normales; hablo de crisis,  olvidamos el hecho de que estamos vivos. Vivo nació estando en pleno concierto, en el  backstage, nació del momento de estar en stage, y es ese momento precisamente en el que nos sentimos vivos, en que olvidamos nuestros problemas, un momento único.

¿Cómo se empieza a maquinar este nuevo álbum?
Teníamos un local en el centro de Bruselas y decidimos convertirlo en un estudio; hicimos una logística muy casera, pero con las  uñas y siempre con el propósito de aprender. Estábamos en gira, así que fue un álbum realizado entre conciertos,nos dijimos que queríamos trabajar con un productor americano y nos llamó la atención Joel Hamilton, lo conocimos en Cartagena y habíamos quedado en contacto. Trabajamos a distancia y después terminamos el disco en Brooklyn en Studio G, con él y sus máquinas y fue muy bacano, porque todo pasó por su universo sonoro y nos aportó mucho; 30 canciones de las que salieron 12 para el álbum,era importante tener canciones que sonaran a la Chiva gantiva, pero hacer algo nuevo. Este álbum es una prueba porque ya tenemos las armas para hacer nosotros mimo un tercer álbum. 

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Es inevitable escuchar Pelao y Vivo y no darse cuenta que hay diferencias. Pelado es un disco que tiene subidas y bajadas; Vivo, al contrario, es un disco que está en el tope, que en la mayoría de los tracks está con la temperatura arriba. ¿Cuál fue la influencia de Richard Blair y Joel Hamilton en cada uno estos dos discos?

Richard Blair es un chamán, a él le gusta trabajar en vivo, con todos en la mima sala, tiene un sonido muy garaje, en Pelao no se grabaron 3 o 4 guitarras arriba, no se implantaron trucos como cuando haces un montaje,  él logró un sonido orgánico, propio y light; Richard se inventaba algo en cada canción para que cada una fuera especial. En este nuevo álbum queríamos hacer algo diferente, algo más alto, más producido y Joel nos dirigió mucho a su sonido análogo, más caliente. En Pelao no hay ni una solo distorsión, Richard saturaba los amplificadores pero sin distorsión, entonces era otro desarrollo del álbum, era otra construcción. Esta construcción de Vivo trabajamos con los útiles que nos dio el computador.

 
¿Por qué la decisión de tomar un camino distinto al de Pelado, de explorar y embarcarse en un sonido distinto? 

Nos gusta explorar, por ejemplo "Para arriba" es una chimba de canción, porque estuvo grabada por Vincent Kanis, que es el maestro que va a África y graba  grupos que vienen del Congo y que están grabados increíblemente, él pone micrófonos arriba, abajo, en todos lados y logra un sonido particular; el grabó esa canción y fue mezclada por Joel. Cuando hicimos ese track nos encantó ese lado roots, y mezclarlas con un man que tiene un estudio analógico. 

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Cómo es eso de tener un álbum que siempre está en el máximo pico, cómo es tocarlo en vivo y siempre tener que estar listo y dispuesto para ese desborde de energía. 

Nuestro show es diferente al álbum, creamos otras atmosferas e instantes en el live, de esas canciones salen inspiraciones para soyársela más, los conciertos tienen momentos calmados aunque no sean muchos, son un paisaje sonoro por el cual tratamos de llevar a la gente. Creemos que es una temporada, tal vez el tercer disco sea solo de balada, es un momento de la Chiva Gantiva. Son tiempos de guerra, pues hoy en día la música tiene éxito por una imagen , una foto o un video que ha sido éxito en redes sociales, no es como antes; por ejemplo, mucha gente no conocía a Pussy Riot, solo lo conocieron porque eran una nenas que salían sin sostén, pero no habían  escuchado la música, y ahora que ellas salieron de la cárcel se hicieron famosas; en estos tiempos de guerra solo piensas en hacer las cosas como se te  da la gana, sin pensar en hacer fórmulas; estamos en un periodo de agite y movimiento y de ahí viene este álbum que está arriba siempre, hay afrobeats, que traen un respiro, pero sigue siendo afro. Es lo que estamos sintiendo. Nos gusta movernos y hacer mover a la gente. 

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Indudablemente hay una mezcla cultural fuerte al interior del grupo, ¿cómo es la comunicación musical y cómo influye ese mestizaje en la construcción de la Chiva Gantiva?

Es inevitable, por ejemplo mi influencia siempre ha sido el rock, fui metalero antes de ser rockero. Y esa es mi escuela; el saxofonista es jazz y tiene sus lados jazzeros y cada uno tiene su influencia y efectivamente eso juega un papel muy importante en la manera de tocar y expresarse. Eso es un valor agregado, pero nunca fue buscado y me he dado cuenta que atrae mucho y para nosotros es tan normal. El mestizaje para mi es una evolución, en África me decía alguien que algún día todos seremos  mestizos; es un poco extraño pensarlo, pero ¿por qué no? 

¿Cómo cambia la perspectiva al ser un grupo establecido en Europa?

Estamos en Bélgica en la mitad de Europa, las oportunidades a nuestro alrededor son grandes, te haces conocer, te llaman, te queda más fácil llegar a todo. Muchos grupos vienen de otros países acá a gastar plata, nosotros viviendo acá somos un grupo europeo en ese aspecto, hemos podido viajar por esa razón; por eso los grupos que vienen de Colombia tiene un mérito gigante, cada vez que voy a Colombia me quedo aterrado de ver tantos grupo que no salen y son severos talentos.  

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Antes metalero que rockero, dijiste ¿Cómo es que llegas entonces a sentir una conexión con esos sonidos tradicionales? ¿Cuál fue ese punto en el que cambió todo?

Hubo una ola en los 2000, todos los raperos  y rockeros empezaron a sacar tambores y yo  decía ¡qué chimba!, esto es nuestro. Yo me fui de Colombia y llegue a Francia y me encontré con batucada brasileras, con bandas de calles y música africana, en ese entonces nadie conocía la música colombiana, ni la cumbia, yo llevaba un maracón y nadie había visto uno antes. La Chiva Gantiva nació en un momento clave de acá en Europa, cuando la música colombiana empezaba a tener auge. Chocquibtown empezó a salir en esa época, y yo me acuerdo que los de la Mojarra Eléctrica tocaban en la 19 con 7, se armaban unos tropeles de tambor y de gaitas increíbles. Yo llegue a Europa con Natalia Gantiva y empezamos a meternos en esa fiebre y a aprender; con nuestra cultura rockera, estuvimos presentes en una ola de cumbia, en un momento exacto y preciso y no la llevamos a Francia, a Bélgica y la mezclamos  con nuestro rock, nuestro Nirvana, Pearl Jam… no queríamos ser como los gaiteros, esos no éramos nosotros, yo soy metalero del alma y toco el tambor y si le puedo meter una distorsión se la meto, porque soy así, soy lo que soy y no hay pretensión de ser diferentes. 

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