Cristina Umaña es sin duda una de las actrices más reconocidas de Colombia, gracias a su participación en producciones como Yo amo a Paquita Gallego, Narcos, El Capo, Distrito salvaje, entre otras. Recientemente, interpretó a Maruja Pachón en la serie Noticia de un secuestro, de Prime Video, basada en la obra homónima de Gabriel García Márquez.
La serie narra el secuestro en 1990 de un grupo de periodistas, por parte de Pablo Escobar y muestra la lucha de sus seres queridos por su liberación.
Hablamos con Cristina sobre los retos que implicó llevar esta historia a la pantalla.
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¿Cómo fue el proceso para interpretar a Maruja?
Fue un proceso distinto, nunca había tenido la oportunidad de encarnar a un personaje real. Es una historia en particular bastante compleja y dolorosa para ella y para todos los que fueron parte. Eso me generaba un temor especial, y quise ser lo más honesta y respetuosa posible con mi trabajo.
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Al principio quería ser lo más parecida posible a Maruja, investigué documentos históricos, periodísticos, y libros. Cuando empecé a trabajar con Andrés (Wood) y Julio (Jorquera), directores, ellos me invitaron a relajarme con el tema y a confiar en el proceso emocional y creativo que iba a surgir dentro del set.
Tuve escuchar a Maruja, fue por Zoom. En ese momento quise develar lo que había en el interior de ella. Hice muchas preguntas que me sirvieron para esta “receta” emocional que iba armando. Así fue el proceso, en el rodaje nos encontramos con el reto de sostener la emoción durante muchas horas. Fue un trabajo muy enriquecedor.
¿Cómo describes las miradas a Colombia desde las series?
Siempre va a haber una mirada distinta porque cada creativo tiene su propia mirada con respecto a los hechos históricos y lo que le parece interesante contar de esa historia.
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Los toros se ven mejor desde la barrera y a veces el extranjero tiene esa distancia y puede contar de una manera más neutra. Aunque Narcos, por ejemplo, es una historia de ficción, hay algo histórico también. Es una mirada externa más desde el lugar del narco.
En Noticia de un secuestro hay una mirada muy interesante de Andrés sobre cómo un país está secuestrado por la violencia y el narcotráfico. Rodrigo (García Barcha, productor ejecutivo e hijo de García Márquez) quería ser muy enfático en que la historia girara en torno a las víctimas y no hacia los victimarios.
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¿Qué se puede hacer para dar valor a las víctimas en las producciones y evitar la revictimización?
Depende mucho de la mirada de quien haga la producción. Creo en el drama humano, en el amarillismo de la situaciones. Ahí es donde está el quid del asunto, contar las cosas con honestidad y con la verdad, y que dentro del mensaje haya algo que repare el corazón sin irnos de un lado o del otro.
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En Noticia de un secuestro es interesante ver cómo todos somos víctimas. Hasta los mismos secuestradores son victimas de un sistema de violencia que se perpetúa. Creo que ahí está la clave.
¿Crees que los colombianos tenemos memoria sobre lo que hemos vivido en las últimas décadas?
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Yo creo que la memoria está, la memoria existe, lo que pasa es que no somos tan conscientes de ella porque es una memoria dolorosa, es una memoria que nos cuesta.
Uno siempre quiere tratar de pasar la página para superarse. A veces tendemos como seres humanos a querer pasar la página tratando de borrar lo que existió, pero a veces es lindo mirar las cicatrices porque las cicatrices son heridas que ya se curaron, con lo bonito y con lo feo. Hay una cantidad de historia que nos pertenece, mucha de ella es una historia dolorosa pero hace parte de lo que fuimos, de lo que somos y lo que nos hemos convertido.
Es interesante mirarla con la distancia para ver uno cómo repara y como evoluciona a través de esa historia que nos ha tejido como sociedad.
Yo lo sentí en esta serie sentía esa herida, esa memoria en mi cuerpo de unos hechos históricos que me dolían profundamente y el dolor afloraba sin yo hacer ningún esfuerzo. Reconocerlo y mirarlo también es manera de sanarlo.
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¿Cómo crees que cambia la percepción al ver una serie cuando ya los colombanos hemos vivido esa realidad?
Es como cuando vuelves a leer un libro y descubres cosas nuevas y piensas: "esto no lo había visto, o ahora lo veo de otra manera. Así sucede en general con nuestras historias.
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Siempre que vuelvas a mirar otra historia, siempre puede haber una mirada distinta porque todos estamos en un constante cambio, en un constante movimiento, y porque la historia también va cambiando y nos va mostrando otras maneras de percibirnos.
Gracias a las plataformas de streaming cada vez hay una mayor oferta de contenidos. ¿Cómo lo ves como actriz?
Es muy interesante para la industria porque hay muchas posibilidades de trabajo. Eso está chévere. Tienes más opciones de contar muchas historias. Hay menos concesiones con las pautas publicitarias, y más con lo que se quiere contar.
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A veces en la TV abierta hay temas susceptibles sobre los que no se puede hablar, aquí siento que hay una mayor libertad creativa para contar las cosas. Me encanta la posibilidad de la globalización en la que puedes trabajar con gente de todos los países y aprender mutuamente.
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Hay una gran oferta, ahora el tema es que te vean, porque hay tantas cosas para ver, casi que toca por recomendación, porque te sientes a ver qué hay y no sabes qué elegir. Es interesante el reto de sostener la creatividad y la calidad para que el espectador quiera ver los contenidos.
¿Cuál es el papel por el que más te recuerdan?
He sido muy afortunada porque tengo varios papeles que han impactado a lo largo de mi carrera. Por ejemplo está Robin (La mujer del presidente), que después de tantos años está super presente y la gente me sigue recordando. También por Paquita Gallego, por supuesto.
Me recuerdan como la colombiana de Capadocia, Judy Moncada en Narcos, pero también Bruna en El Capo. Es muy gratificante saber que estos personajes que interpretas perduran en el tiempo. Espero que los que siga interpretando sigan tocando corazones y quedando en la memoria de la gente.