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El aborto en pantalla: ¿cómo la ficción influyó en la anulación del Roe vs. Wade?

¿Cómo ha influido la televisión en la percepción sobre el aborto? ¿Qué camino deben tomar los creadores de televisión tras la anulación del Roe vs. Wade?

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Mariano Martino // Getty Images

La primera vez que en la televisión de Estados Unidos hablaron del aborto fue en 1972, en la comedia Maude de la cadena de televisión CBS. El episodio de dos partes, llamado el Dilema de Maude, confrontaba a la protagonista, una mujer de 47 años y que ya era abuela, con la decisión de practicarse un aborto.

Después de emitirse la cadena recibió cerca de 7000 cartas de protesta y algunas estaciones afiliadas se negaron a transmitirlo.

Hoy el aborto es un tema clave en la agenda política del mundo porque atraviesa cuestiones como los derechos reproductivos, el género, la clase, la raza y la religión. También podríamos decir que su acceso y legalidad o despenalización es un indicador de qué tan “progresista” es una sociedad y qué tanto protege a las mujeres y personas en capacidad de gestar.

Al hacer una búsqueda de historias o tramas en la televisión que han abordado el tema del aborto, uno pensaría que en los últimos años series como Jane The Virgin, Grey’s Anatomy o Scandal son representaciones fidedignas que sacan la cara por la ficción. Pero, al menos la televisión angloparlante, está muy lejos de ese progresismo en el que cree que está. Por el contrario, la historia de la televisión ha incidido en la percepción moralista sobre el aborto y, de hecho, quizá ayudó a que tumbaran el Roe vs Wade.

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¿Cómo ha influido la televisión en la percepción que se tiene sobre el aborto? ¿Qué camino deben tomar los creadores de televisión tras la anulación del Roe vs. Wade?

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Breve historia del aborto en la pantalla

Hay dos momentos de la representación del aborto en la pantalla: uno que va de 1962 al 2009 y otro del 2010 al presente. En 1962 el aborto fue mencionado superficialmente en el drama The Defenders, en un episodio llamado “El Benefactor”, en el que se defiende a una aborticionista.

Fue tan polémica la mención que tres de los patrocinadores se negaron a pautar en el episodio y por lo tanto fue transmitido gracias a que apareció un patrocinador a última hora al que le dieron un descuento. El episodio fue tan importante que recientemente, en Mad Men, los escritores usaron este suceso para armar el argumento de un episodio que recrea el problema de los patrocinadores.

Pero la primera vez en la que el aborto fue la trama central de un show fue en Maude, como lo había mencionando anteriormente. Dos años después de la legalización del aborto en Nueva York y un año antes de la sentencia de Row v. Wade.

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Ambos casos ejemplifican esta primera etapa de la representación, en la que se muestra el aborto como un asunto moral en el que se concede importancia a las diferentes posibilidades que tiene una madre a la hora de quedar embarazada.

En cambio, a partir del 2010, hemos visto cómo lo central es la voluntad y deseo del personaje de la mujer. Para la muestra casos como el de Scandal en 2015, cuando el personaje principal Olivia Pope decide practicarse un aborto sin contarle a nadie y sin sobredramatización.

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Este segundo momento es, sin duda, el que más ha quedado impreso en nuestra memoria y tal vez por eso pensamos que la televisión ha sido un poco más abierta, pero no podemos olvidar cómo se construyeron las narrativas alrededor de esta práctica en años anteriores.

Las tres narrativas alrededor del aborto

Hay estereotipos alrededor del aborto y líneas narrativas en la televisión que se repiten. Normalmente, los personajes que se practican un aborto no son protagónicos, son jóvenes, blancos y de clase media o alta. Además, no tienen hijos ni tampoco encuentran obstáculos para acceder al aborto. Bien sabemos que la realidad es que muchas de las mujeres que acuden a un aborto son madres que ya tienen hijos, comunidades racializadas o migrantes que encuentran muchos obstáculos para conseguir si quiera acceso seguro a los centros médicos.

En ese primer momento de la representación se difundieron tres líneas narrativas alrededor del aborto:

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1) Aborto vs. Falso positivo o pérdida del embarazo. En Party of five , Julia (Neve Campbell) queda embarazada de su novio a los 16 años. La adolescente le pide su opinión a familiares y amigos, y aunque su novio está de acuerdo con terminar el embarazo, Claudia, la hermana menor de Julia, se opone.

La amiga de Julia tampoco apoya esta decisión, pues al ser adoptada considera que su madre biológica la pudo haber abortado, pero decidió no hacerlo. Después del drama y confusión que sufre Julia, decide terminar con el embarazo, pero horas antes de su cita en la clínica, tiene una pérdida.

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Aunque ya había tomado la decisión de no convertirse tan joven en mamá y sacrificar su futuro académico, la adolescente queda con culpa por haber querido abortar. En el guión original, Julia iba a llegar a practicarse el aborto pero la cadena Fox vetó este final y lo hizo cambiar, lo que tergiversó el mensaje que querían dar los creadores: una familia como la del show podía entender la decisión de Julia. Ella era una persona en capacidad de tomar esa decisión contrario a la pérdida del bebé que la hizo quedar como una mujer que no podía decidir pero que conservó su inocencia y valores morales.

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2) El bebé hace parte del drama. La historia de un bebé siempre contribuye a estirar el drama y a cambiar a un personaje. Ese es el caso de Miranda Hobbes en Sex and The City. Antes de que la última versión de Sex and The City And Just Like That dañara el personaje de Miranda, este era uno de los más poderosos e inspiradores para las mujeres.

Miranda era una abogada graduada de Harvard, fuerte e independiente y que nunca se dejó pasar por encima de nadie y menos de un hombre. Una mujer fría que al final sucumbe a la maternidad y cuando va a terminar un embarazo de su ex novio Steve (que solo tiene un testículo) se arrepiente.

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Brady va a cambiarle la vida a Miranda en todo sentido y le va a demostrar a todas las mujeres que podemos obtener todo lo que queramos: el trabajo, el bebé y el esposo.

3) Las dos opciones existen. También existen narrativas en las que se validan las dos opciones: anti-aborto y pro-elección. Una serie en la que se abordó el tema más de una vez fue Beverly Hills 90210. La primera vez fue cuando la ñoña de la clase Andrea Zuckerman queda embarazada de su novio Jesse.

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Aunque la joven no lo quiere tener y tiene problemas con su novio anti-aborto por querer terminar con el embarazo, al final decide continuar con este y casarse. Más adelante, Susan Keats, una de las novias de Brandon en la serie, gana un premio de periodismo universitario con su historia “La decisión de Nancy”.

En resumen, la historia en realidad se trataba de ella y de la decisión que había tomado al practicarse un aborto de un embarazo consecuencia de una relación sin protección con su ex novio Jonathan, que incluso después de terminar siguió resintiendo la elección de la joven. Así fue como en cuestión de dos años, Beverly Hills 902010 mostró dos elecciones diferentes.

¿Qué sigue ahora?

Lo normal sería pensar que la televisión avanza conforme el mundo lo hace, pero olvidamos que detrás de las producciones hay intereses, patrocinadores y mucho, mucho, dinero en juego. La discusión del aborto en televisión es más frecuente de lo que pensamos.

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En un estudio que aborda la trama del embarazo y la opción de aborto en cine y televisión entre 1916 y 2013 se encontró que de 310 tramas 173 resultaron en aborto, 80 en embarazo a término y 42 en muertes, entre otros. El aborto sí es un tema recurrente en la televisión, pero parece que la forma en que se ha escrito no ha contribuido a que cambie su estatus a favor del derecho de las mujeres a decidir.

La televisión había tenido un giro en esa dirección. El caso de Xiomara Villanueva en Jane The Virgin, y de otros personajes en series como Girls y Glow en las que ya no se sobredramatiza el aborto como recurso narrativo para crear tensión y conflicto son paradigmáticos.

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Los creadores y escritores en la televisión tienen trazada la forma de contar las historias del aborto, pero ahora deberían ponerle foco a la falta de acceso y el estigma que traen tanto la nueva decisión que tomó la corte suprema de justicia en Estados Unidos como quienes la apoyan. Esa nueva y cruda realidad a la que se enfrentan hoy las mujeres en “la tierra de libertad” quizá pueda hacer que personas entiendan el peligro de la prohibición.

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