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Garganta profunda: 50 años de un legado problemático

La película resultó sumamente revolucionaria, pero hoy hablar de su influencia es más complicado que nunca.

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Garganta profunda se estrenó en 1972.

Se cumplen 50 años del estreno de Garganta profunda. La película del director Gerard Damiano llegó en el verano de 1972 con una duración de 61 minutos y es considerada el filme para adultos más influyente de la historia.

La trama ya es conocida: Linda Lovelace es una mujer insatisfecha sexualmente hasta que conoce una particularidad sobre su anatomía: su clítoris se encuentra en la garganta, y bueno, no hay que ser un genio para saber qué pasa después.

La película fue un éxito rotundo: con un presupuesto de 47.000 dólares (de los cuales varios miles fueron puestos por la mafia) recaudó cerca de 40 millones en taquilla en su momento y hoy la cifra está alrededor de los 600 millones de dólares. El filme se exhibió no solo en salas para adultos, sino en cines convencionales, algo impensado en aquel entonces.

Para ser una película para adultos sorprendió por sus locaciones, cambios de vestuario y argumento (era sorprendente en esta época que un filme así tuviera una historia, por ridícula que pareciera).

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El estreno de Garganta profunda es visto por muchos como un momento definitivo en la revolución sexual, que sacudió a una sociedad conservadora que consideraba el sexo algo vergonzoso. Por supuesto, el éxito llegó acompañado de controversia: el FBI quiso detener su exhibición en un intento por frenar la propagación del pensamiento “permisivo” en EE.UU.

Para ese momento, el entonces presidente Richard Nixon se enfrentaba al escándalo del Watergate, por lo que Garganta profunda se convirtió en la cortina de humo perfecta y no escatimó en esfuerzos para detener su exhibición.

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Harry Reems, su protagonista, fue condenado a cinco años de cárcel por cargos federales de conspiración para distribuir obscenidad. Su condena se revocó tras una apelación en abril de 1977.

El juicio recibió el respaldo de actores y actrices reconocidos de Hollywood como Jack Nicholson, Warren Beatty, Shirley MacLaine, Richard Dreyfuss, entre otros, quienes veían en la sentencia un ataque contra la libertad de expresión. Por supuesto, el juicio y toda la controversia solo ayudaron a que la película ganara más atención e interés del público.

"La historia de Garganta profunda es la historia del último aliento de las fuerzas que se alinearon contra la revolución cultural y sexual y es el advenimiento de la entrada de la pornografía en el "mainstream", dijo Mark Weiner, profesor de derecho constitucional, citado por The Guardian.

Linda Lovelace: la otra cara de la moneda

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Aunque durante décadas la película fue elogiada por celebrar sin tapujos el placer sexual y el orgasmo femenino, algo que resultó sumamente revolucionario para la época, en este siglo su legado fue cuestionado, pues Linda Lovelace afirmó haber sido víctima de abuso sexual durante la producción.

En su autobiografía titulada Ordeal (1980), afirmó que fue pareja de Charles "Chuck" Traynor, un hombre violento y controlador que se convirtió en su proxeneta y representante. Gracias a Traynor hizo varia spelículas pequeñas y llegó a conocer a Damiano.

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Linda Boreman (su nombre real) dijo: "prácticamente cada vez que alguien ve esa película, están viendo cómo me violan". También declaró que la habían obligado a hacer varias escenas amenazándola con un arma.

La actriz habló durante varias décadas de su experiencia en la industria y se convirtió en referente del feminismo y de un movimiento para poner fin a la explotación de mujeres en el porno, que se mantiene hasta hoy. Boreman murió en un accidente automovilístico en 2002.

Garganta profunda logró sacudir tabúes sobre el sexo, pero también reveló el oscuro lado de una industria que durante décadas se ha lucrado de la explotación del cuerpo de mujeres como Linda Lovelace, quien tuvieron que esperar muchos años para hablar.

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