La serie The Bear está de vuelta y su segunda temporada ya se puede ver en Latinoamérica en la plataforma Star +.
La historia de Carmy, un chef que llega a trabajar en el restaurante familiar luego de la muerte de su hermano, retoma el hilo en el punto de clímax que nos dejó la primera temporada. Con solo ocho capítulos de treinta minutos en promedio, The Bear ha conquistado a la crítica, al público que esperaba con ansias el desenlace de la primera parte y al equipo de Shock (por algo hizo parte del listado de las 15 mejores series de la mitad del año).
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Ahora, ¿Por qué es tan buena? ¿Vale la pena ver la segunda temporada? Para responder estas preguntas tengo pruebas, pantallazos y cuatro argumentos que si no la han visto, les harán saber qué es lo que tiene y si ya la vieron, les ampliarán el rango de visión de lo que ya devoraron en pantalla.
Estructura
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The Bear lo hace todo al revés. Empieza arriba y el ritmo va descendiendo. El inicio de la serie se asemeja más a lo que reconoceríamos como el nudo y el final, te da todas las pistas que en una estructura convencional serían entregadas al principio.
Esta estructura la hace una serie difícil. Para verla completa se requiere de paciencia y fe. Quienes llegamos hasta el final sospechamos que estamos viendo algo muy bueno. Otros se quedan fascinados por su rareza y algunos más deciden terminarla ante la intriga de por qué tanto desorden.
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Personajes
La presentación de los personajes en la serie es un 'arroz con mango'. Aquí no hay introducciones con secuencias detalladas del espacio y sus rutinas. La única excepción es Sidney, y aun así es muy rápida. No esperen backstories, diálogos que resuelvan quién es quién, fotos familiares, porque nada de esto está. Si quieren conocer quién es Carmy, quién es su hermano fallecido, por qué Sidney llegó a trabajar al restaurante y todas las demás incógnitas, hay que seguir el hilo hasta los últimos capítulos.
Two shots
Una de las particularidades de la serie es el tratamiento visual. The Bear logra mucho con poco. Por ejemplo, la fotografía y colorimetría es prolija, incluso mostrándote un frasco de ansiolíticos o un horno lleno de jeans. Pero sumado a este trabajo, lo que más llama la atención es el uso del two shot o plano de dos.
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El plano de dos fue muy popular en la televisión de los años sesenta, pues era una forma barata y fácil de meter a los dos actores en el mismo encuadre. Con el tiempo se mudó al cine, y luego, empezamos a ver con más frecuencia el plano contra plano.
The Bear rescata el plano de dos y lo incluye en su mayoría en secuencias de conversaciones. Este recurso enfatiza en la relación de cada uno de los personajes con los otros. A veces se les ve de frente, al lado, lejos o cerca. Nuestro ojo está acostumbrado a los planos ping-pong, y esta serie nos obliga a seguir su propio ritmo.
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Fotografía
La fotografía y el color en The Bear están finamente cuidadas como un plato de alta cocina. El azul, además de Carmy, es protagonista de principio a fin. Lo vemos en las luces neón del aviso del restaurante, en los delantales, en la utilería, etc.
El relato de la serie atraviesa temas como el duelo y la salud mental, y el uso de este color logra crear una atmósfera paralela a la montaña rusa de emociones en la que están montados todos los personajes.
Luego de esto, ¿Qué piensan? ¿La verían?
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Todos los capítulos de la segunda temporada de The Bear están disponibles en Star +.
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