Si es de los que se mantiene quejando de estar en esos grupos molestos de WhatsApp y no poder salirse sin herir susceptibilidades o aquellos que necesitan una disculpa para no reportarse o ser controlados en su trabajo o por su pareja cansona, este es el mejor día de su vida: WhatsApp se cayó a nivel mundial y puede sacarle lo mejor a esta experiencia de histeria colectiva.
Pero no se emocione demasiado, porque seguramente será víctima de su propio invento y termine por creerse sus propias mentiras, o tal vez, le metan uno que otro golazo.
Bienvenidos a un mundo sin WhatsApp, con la ayuda de la sabiduría popular: