Para la RAE el mordisco se define como el acto de quitar poco a poco partes muy pequeñas de algo o la Mordedura que se hace en un cuerpo vivo sin causar lesión grave. Hoy en épocas de éxtasis mundialista esa acción puntiaguda aparece en cuanto diario deportivo existe y todo ese protagonismo o mejor antagonismo es gracias al cuento que todos nos sabemos de arriba para abajo (sí, el de Suárez, el jugador uruguayo que tiene la mañana de roer a sus contrincantes).
El verbo morder ha sido tachado de sucio, de agresivo; y sí, estamos de acuerdo en que el uruguayo sobrepasó los límites de la competitividad. Sin embargo, se nos olvida algo y es que estamos siendo injustos con una acción que también ha sido elogiada varias veces por su significado romántico y hasta erótico. Morder (ojo, si se hace bien) también tiene su ciencia, su estilo, su no sé qué no sé dónde. Y para probar que no se trata de una teoría cimentada por nosotros, nos dedicamos a hacer un pequeño recuento de las canciones que le han hecho un elogio al uso de los dientes. Más allá de ser una grosería caníbal, el mordisco también es un acto que hay que aprender.