Por: Fabián Páez López
Mientras que en Colombia, desde La Habana, gobierno y guerrilla firmaron uno de los puntos más complejos en la agenda de negociaciones de paz, el de verdad y reparación para las víctimas, en el mundo se agudiza el miedo por las recientes pruebas con una bomba de hidrógeno que realizó el gobierno de Kim Jong-Un en Corea del Norte. A este lado del mundo nos preparamos para pasar de las firmas y el protocolo a la verdad de la resolución, mientras que al otro se preparan para la guerra.
Evidentemente, y por suerte, acá, estamos en otra onda, Como muchas expresiones artísticas que ayudan a sanar heridas, la música ha sido la forma mediante la cual las víctimas de muchas guerras se quitan de encima el peso de su pasado; la que equilibra la memoria y el conflicto; la que repara. Estos cinco casos son ejemplos sonoros contundentes que demuestran que la música es más poderosa que cualquier bomba, atómica, de hidrógeno o de lo que sea.
Sierra leone's refugee all stars
Nada ha podido con este combo de sobrevivientes, ni la guerra civil de su natal Sierra Leona que mató a más de cincuenta mil de sus hermanos, ni mucho menos la última ola del Ébola que se llevó otras cuatro mil personas en su país.
Los Sierra Leona´s Refugees All Stars se toparon en campo de refugiados en Guinea luego de huir de la guerra civil de su país a finales de los noventa. Fue allí, en medio de la pobreza y desolación de la selva, y bajo la protección de las Naciones Unidas cuando formaron la banda que no solo cambiaría sus vidas sino que a su vez rescribiría la historia de la música africana.