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Necesitamos replicar el discurso de la sobreviviente a la masacre en Florida

Emma González es la nueva heroína de la lucha anti-armas

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Podríamos pensar que la masacre en la escuela Marjory Stoneman Douglas de Parklan en Florida que dejó 17 muertos no nos toca y que en general las masacres a las que están acostumbrados en Estados Unidos son su problema y de nadie más. Pero también podríamos pensar que habitamos el mismo mundo y que esas muertes deberían doler e importar – y a ellos las de nosotros- y sí, suena ideal que todos sintamos como propias las tragedias de otro país si apenas sentimos las nuestras, pero más allá de razones románticas, se hace justo y necesario replicar lo que está pasando allá, al otro lado del charco.

Este mundo tan globalizado e hiperconectado del que tanto nos jactamos, también es un arma de doble filo y no sería para nada raro que los actos más escabrosos se vuelvan trending topic y empiecen a replicarse acá.  En Facebook rueda un video donde un padre le da un regalo a su hija, lo destapa con una emoción infinita y justo cuando uno piensa que va abrir algún instrumento musical por la forma del empaque, vemos que la emoción es por su primera arma. ¿Ficción? Para nada y lo más tenebroso del asunto es que eso se convierta en una moda viral, una especie de “maniqui challenge”.  

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Pero al mismo tiempo, el video del discurso Emma González, una estudiante cubana de 17 años que sobrevivió a la masacre escondiéndose en un armario le da la vuelta al mundo. El pasado sábado 17 de febrero, miles de personas se manifestaron para pedir una mayor regulación de las armas en el país y ella dio un discurso lleno de verdades, de dolor, de miedo y de desahogo.

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En un momento donde el presidente Trump se hace el de la vista gorda y en sus discursos sobre la masacre jamás dice la palabra armas y prefiere echarle la culpa de la tragedia a la salud mental del hombre de 19 años, Emma logró convertirse en el ícono de la lucha anti-armas de esta generación.

"Si el presidente me dice que fue una terrible tragedia (...) y que no puede hacer nada, yo felizmente le voy a preguntar cuánto dinero recibió de la Asociación Nacional del Rifle", decía Emma con toda la impotencia del caso. Este es el discurso que hay que compartir, el contenido que deberíamos retuitear, porque no podemos dejarnos meter el cuento que tener armas es normal, que los jóvenes andan locos y que son ellos los culpables. No, nada de eso. 

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