La historia de un gamer que creció con Nintendo
Por: Óscar Niño - @DarkoniacArcher
Una de las empresas más grandes y representativas de toda la industria de los videojuegos está de cumpleaños. Grandes personajes y exitosas consolas han marcado el ritmo “Nintendiano” – si se puede decir así – de muchas generaciones. Algunos de nosotros emprendimos nuestro primer viaje por el mundo del gaming con la “Gran N” y todavía – 15 años después, en mi caso – seguimos disfrutando de sus juegos.
El pasado fin de semana un amigo me pidió hacer una lista de mis 10 videojuegos favoritos, un reto bastante grande ya que por mis manos han pasado varios controles y juegos que se han convertido en mis favoritos. Sin embargo, me di a la tarea de pensar en este top y gracias a ello recordé que uno de los mejores títulos que he podido jugar en mi vida ha sido Super Mario World.
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La primera vez que estuve frente a una consola de Nintendo tenía 6 ó 7 años, en aquella época la SNES estaba en furor y era casi imposible encontrar algún lugar para jugar en el que no tuvieran esta consola. Recuerdo que uno de los primeros juegos que tuve la oportunidad de disfrutar en la Super Nintendo fue Top Gear, aquel título de carreras de Kemco, luego le di la oportunidad al juego basado en la película de los Power Rangers, esa en la que se convertían en Ninjas y salía el Ranger Blanco, un beat ‘em up que de vez en cuando sigo disfrutando.
Gracias a Super Mario All-Stars tuve la oportunidad de “probar” la NES – la consola de 8 bits de Nintendo – y debo confesar que hasta hace poco pude terminar este juego sin meterme por las tuberías. Cuando tropecé con Super Mario World, los colores, Yoshi y la música me llevaron a encariñarme con él, algo que luego me sucedió con Donkey Kong Country – actualmente estoy jugando la versión del juego que salió en 3DS –.
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De la Nintendo 64 y GameCube tengo pocos recuerdos, en esa época el primer PlayStation había tomado fuerza en la industria de los videojuegos y cada día se volvía más difícil encontrar consolas de Nintendo. Pero eso no me impidió disfrutar de grandes títulos como Super Mario 64, GoldenEye, Pokémon Stadium, The Legend of Zelda: Majora's Mask, The Legend of Zelda: Ocarina of Time y el legendario Super Smash Bros., que espero con ansias para 3DS y Wii U.
En el año 2006 mis papás me regalaron una Game Boy Advance SP, que todavía conservo con su caja original, un poco dañada, y a la que de vez en cuando le saco el jugo. Así mismo, debo mencionar que gracias a prestamos y/o regalos también jugué Advance Wars, The Legend of Zelda: The Minish Cap, Metroid Fusion y The Legend of Zelda: The Wind Waker.
Cuando la Wii salió al mercado no pude estar menos interesado en esta consola, sin embargo, Super Mario Galaxy, Super Smash Bros. Brawl, The Legend of Zelda: Skyward Sword, Metroid Prime Trilogy y Red Steel 2 me llevaron a creer de nuevo en “La Gran N”. Con la Wii U tuve un problema similar, a simple vista no me interesó, pero en 2013 – en el marco de la E3 en Los Ángeles, California – Nintendo me hizo caer de nuevo en sus garras con la presentación de Mario Kart 8 y Donkey Kong Country: Tropical Freeze, por lo que decidí que quería una Wii U – todavía no la he comprado –. En ese mismo lugar conocí a un hombre legendario, el director ejecutivo de esta gran empresa, que me recordó todo el cariño que aún le tengo a la Compañía: Shigeru Miyamoto.
Pese a que Nintendo actualmente se encuentra pasando por momentos difíciles, muchos de sus juegos aún nos recuerdan todo lo que hemos disfrutado de sus consolas y lo feliz que fue nuestra niñez a su lado. Por todo esto y más…
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¡FELIZ CUMPLEAÑOS NINTENDO!