En el 2012 músicos de A.N.I.M.A.L., Maná, Sepultura y Los Fabulosos Cadillacs se unieron para crear una banda que, por supuesto, es el equipo de ensueño del metal latinoamericano. Ahora vuelve con su nuevo disco, II, que va desde el metal más extremo hasta bases de ritmos latinos.
Por: Jenny Cifuentes // @jenny_cifu Foto: Facebook De La Tierra
En diciembre de 2012, Andrés Giménez –cantante y guitarrista de A.N.I.M.A.L.–, Andreas Kisser –guitarrista de Sepultura–, Alex González –baterista de Maná– y Sr. Flavio –bajista de Los Fabulosos Cadillacs–, artilleros de la música, veteranos de guerras sonoras con hazañas elevadas al cuadrado en sus géneros y con carreras de acero inoxidable, armaron la agrupación De La Tierra tras conocerse por la ruta y cruzarse en los escenarios. Bautizados por Kisser debutaron iniciando el 2014 con un álbum homónimo que exhibió temas compuestos y producidos por ellos. Fueron elegidos por Metallica para ser los acompañantes de su gira By Request por Suramérica y así se inauguraron en vivo en Bogotá en marzo de ese año. Las siguientes erupciones en tarima se vieron además, en festivales como Vive Latino (México), Rock al Parque (Colombia) Santiago Gets Louder (Chile) o Rock In Rio 2015 (Brasil).
Por estos días la banda presenta su nuevo disco, II: una placa de 10 canciones, gestada de la mano de un mago de la producción, Ross Robinson, responsable del sonido de álbumes de Slipknot, Korn, Machine Head, The Cure, Limp Bizkit etc. En ella los músicos plasman el espíritu del metal latino actual y con la que buscan seguir tronando.
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“Para este trabajo creamos muchas canciones entre los cuatro. Cada cual hizo demos en sus estudios, en sus casas. Luego nos juntamos en Los Ángeles y durante diez días escogimos los temas que queríamos que estuvieran en el disco. Después de eso sí empezamos a trabajar con Ross. Andreas ya había hecho dos trabajos junto a él con Sepultura y cuando lo escogimos pensamos que era justo quien podía exprimir nuestros talentos, sacar muchas más cosas positivas del grupo y aportar para darle una identidad fuerte. Ross es un productor muy orgánico, espiritual, podría decirse que vintage, de vieja escuela de grabación, no usa tanto robot. Por eso, por ejemplo, la batería fue más sencilla que en el disco anterior. Alex trabajó con un set básico que lo obligó a ser muy creativo y a experimentar al máximo. Incluso se usó la cinta magnética para grabar el instrumento de manera análoga. Ross nos empujó a arriesgar más, en lo que se refiere a cantar, tocar, arreglar. Sacó lo más brillante, lo más oscuro, lo complejo y lo simple de cada uno. Y metimos toda nuestra energía y el poder para un álbum de metal con muchas raíces de nuestra tierra, porque somos latinoamericanos y eso se tiene que notar. Fue un honor trabajar con Robinson y el disco derivó en una amistad. No es tan ogro como lo pintan”, narraron Giménez y Kisser.
De esa manera, yendo tras el espíritu de cada canción por medio de las letras, cantando a través de sus instrumentos, ahondando en la profundidad de los temas sin un límite –como los instó a actuar Robinson–, grabando las voces con la euforia a la máxima potencia, escarbando las tripas del rock entre el virtuosismo y el desquicio de cuerdas, los De La Tierra hicieron un bombardero de disco en el que se oye desde el metal más extremo hasta bases de ritmos latinos, en cortes cantados por Andrés, Flavio y Andreas (que ejecuta algunos apartes en portugués).
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“El álbum tiene metal pesado con melodía, bastantes solos y mucha influencia de la música latinoamericana: de aires brasileños y caribeños, de sonidos mexicanos, del folclor gaucho y hasta de ritmos de los indios argentinos. Muestra que somos un grupo sin prejuicios, que tiene libertad y que ama la música más allá de un estilo.” dijo Kisser. Esto se evidencia en Dois Portais, un tema aplastante en el que resuena su voz, sumada a las de Andrés y Sr. Flavio, y que viaja entre, hardcore, dub, doom, incitando a repetir: “diablito mortal, por la noche vuela”.
Dois Portais
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En Ciénagas de Odio, un corte que denuncia, plagado de verbo frentero, crítico y agitador, que apunta directo a la cabeza con riffs veloces, hay instantes de percusión tribal y se oye a Sr. Flavio y a Giménez cantando con momentos revolados y otros con furia para el pogo más brutal.
Ciénagas de Odio
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“Este es un disco más denso, pesado y enérgico que nuestro primer trabajo. En una canción se pueden escuchar distintos estilos enmarcados en el metal. Tiene muchas cosas, bastantes arreglos y a la vez, es un material muy crudo y orgánico que carga sudor, pasión y mística”, afirmó Alex sobre la placa que se presentó al público inicialmente con el video de Señales, dirigido por los Hermanos Dawidson, productores argentinos. Un clip grabado en un sótano que condensa la crudeza y el power de la agrupación.
Señales
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La misma crudeza se siente en la vorágine de canción que es Valor Interior, con tremendo solo de Kisser, Alex con los brazos multiplicados, Sr. Flavio taladrando contundentes líneas de bajo y las líricas de Andrés afirmando que “el tiempo es hoy” porque, según contó: “el tema alude a la raíz interna que llevamos, una raíz que nos da la opción de tomar dos caminos: luchar o bajar los brazos y no ver el inmenso valor interior que todos tenemos”.
Valor interior
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La banda, que lanzó además el material en vinilo y anuncia una gira para 2017, está electrocutando y rodando ahora por emisoras de distintos países con el sencillo Puro. Un tema que, en palabras de Giménez (quien luce en él su voz melódica), “habla de cómo la vida nos lleva por diferentes rumbos, buenos o malos. Y dice que siempre dependerá de nosotros entender si es momento de nacer, crecer o morir. Nada es fácil, pero tampoco hay cosas imposibles. Todo se logra siempre y cuando se mantenga ese poder puro que se lleva dentro del corazón. Nuestra alma es irrompible y la recompensa siempre estará allí”.
Puro
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De La Tierra, en su nueva entrega, ataca con un álbum brutal que hace hervir la sangre del metal latino y que exalta la riqueza sonora del continente, esperando como dijo Ross Robinson: “que irrite a la gente o le dé inspiración para estirar el cerebro”.