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El Festival Vallenato despegó con Valledupar 'Diomedizada'

Empieza a ahorrar desde ya me dice todos los años cuando finaliza el festival vallenato, mi amigo Carlos Melo un veterano de la radio que lleva asistiendo al evento desde la segunda edición. Por supuesto, nunca le hago caso y me veo en embrollos cada abril para coronar festival.  Llegar por aire es carísimo, por el precio pareciera que uno volara Bogotá-París-Valledupar, y de hoteles ni hablar: el panorama es como si a cada cuartico sencillo se le reprodujeran las estrellas y cualquier lugar vale un buen billete.

Por: Jenny Cifuentes.

Por poner algunas cifras en la mesa, una habitación de residencia en el centro vale $250.000 la noche, un hotel cuatro estrellas $ 680.000, y así todo, hasta que la calculadora y la billetera van explotando.  Mi opción: un vuelo hasta Santa Marta, y luego bus para llegar a la meta, todo sea por la parranda, por el vallenato, porque este año es Homenaje a Diomedes Díaz, y no le puedo incumplir al Cacique. “Por eso la plata que cae en mis manos, la gasto en mujeres, bebida y bailando.” Sabias palabras.  

Luego de ¡siete! horas de viaje por una carretera que está arreglando en la que la delicia del día fue el trancón, arribo a la bella Valledupar que está “diomedizada”. Desde que uno baja del bus, en la terminal ve la imagen del Cacique y por las calles no se oye más que los cantos del guajiro. Diomedes omnipresente.

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La fiesta posee la ciudad, el Festival es la tierra prometida, parranda por doquier,    y  estoy a tiempo para llegar a la inauguración. Luego de perderme el tradicional desfile de piloneras que inundó las calles de la ciudad de color y baile en horas de la tarde, arribo al Parque de la Leyenda Vallenata, un lugar en el que cualquier agrupación quisiera tocar, con un escenario gigante de bello diseño y tarima giratoria.

Aparece el Presidente Juan Manuel Santos.  El mandatario exalta el legado musical del Cacique y evoca su canción ‘Muchas Gracias’, en un momento que fue pico de aplausos. En otro instante de inspiración diomedista Santos dice : “¿Quién no ha cantado ‘Mi Biografía’, ‘El Cóndor Herido’, ‘Bonita’, y ‘Tu Cumpleaños?’” y continúa  apelando  en su discurso a los versos de Diomedes para rendirle tributo además, a los fallecidos Leandro Díaz y García Márquez. Finalizadas las palabras de gobernantes, entre ellos el Alcalde de Valledupar, Freddys Socarrás,  inicia la pirotecnia el Parque y aterriza a la tarima con sus canciones Poncho Zuleta, el Pulmón de Oro, como le dicen, al lado de Álvaro López el último acordeonero de Diomedes y de los músicos que por mucho tiempo acompañaron al Cacique.  Luego hace su aparición Elder Díaz -uno de los hijos del cantante- y rematando su interpretación se oye la voz en off de Diomedes diciendo: ¡Con mucho gustoooo!.

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La sorpresa de la noche es Rafael Santos, (el hijo mayor del fallecido cantante, al mando ahora de la agrupación de su padre) en quien fervientes parranderos ven la imagen de un “Cacique chiquito”, como escuché por ahí. Mientras canta,  de fondo se despliegan imágenes de Diomedes en pantallas gigantes. Suben luego al escenario los Reyes Vallenatos 2013 de las categorías infantil, juvenil, aficionado y profesional a acompañar a Rafael, que interpreta con mucho sentimiento las canciones de su papá y alborota a la gente con los tradicionales dichos del Cacique: “¡que vivan las mujeres!”. En momentos en los que versea sobre la muerte de su padre con algo de tristeza, puedo ver lágrimas rodando en la zona de prensa del festival. Aquí todos añoran a Diomedes, y la prueba de cierre la deja con mucho sabor la agrupación ‘La Familia de Diomedes’, compuesta por el hermano y algunos hijos y sobrinos del fallecido cantante, que cerrando el show de apertura del Festival pusieron al público a vociferar un famoso estribillo que se escucha en estos días por todo el Valle del Cacique Upar: “Como Diomedes no hay otro, eso nunca nacería, y si nace no se cría y si se cría se vuelve loco”.

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