Ahora que sabemos quién es la mujer detrás de ese incomodo gemido que amenaza con sonar cada que abrimos un audio de Whatsapp en público, es tiempo de hablar de cómo evitarlo (Si no lo vieron acá está).
El truco que, de hecho, no es un truco, está en prestar atención a lo que nos envían. Pero hay un par de claves para darse cuenta de que lo que tenemos en nuestras manos nos convierte, potencialmente, en víctimas de ese gemido ruidoso.
Existen dos tipos de audios en WhatsApp: unos vienen con un pequeño micrófono de color verde y otros con fondo naranja sin micrófono. Los de color verde son los que han sido grabados por el mismo usuario, presionando el botón de audio de WhatsApp. A los otros, los de color naranja, hay que empezar a temerles. La alerta máxima es que duren menos de un minuto. Con esas dos características la recomendación es ponerse auriculares para recibir esas molestas notas de voz que, por cierto, así no sean gemidos, no deberían existir: ES UN CELULAR, NO UN RADIOTELEFONO.
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