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40 años del “Man Machine” de Kraftwerk: disco padre de la música actual

Un disco fundamental para encontrar los caminos que el mundo tomó. Electrónica para la pista, electrónica reflexiva y definitivamente un quiebre sonoro tot

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KRAFTWERK THE MAN MACHINE

En 1978, en medio de una explosión global de música en la que hubo rock, heavy metal, disco, reggae, dub, experimentación y punk apareció un disco que mostró el futuro: The Man Machine de la banda alemana Kraftwerk.

Por: José “Pepe” Plata // @owai

Estando en el entonces Berlín dividido, el productor Brian Eno le dijo a David Bowie: “Tienes que escuchar esto. Es el sonido del futuro. Esta es la revolución de la música de los próximos quince años.” Sus palabras quedaron cortas. La influencia de Kraftwerk en el mundo de la música electrónica es tal, que hay quienes dicen que son los Beatles de la música electrónica o que superaron a los Beatles en cuanto a su influencia musical contemporánea. Pero llegar a esto costó varios años y ejercicios musicales que estuvieron en contra. Primero que todo, luego de la Segunda Guerra Mundial, Alemania sufrió una división que hizo que la parte occidental estuviera alineada con Washington y la oriental con Moscú. Las expresiones juveniles de música, teatro, literatura y cine en la parte occidental existieron y en la oriental fueron muy vigiladas.

Si bien Alemania occidental tuvo sus expresiones rockeras y juveniles en los sesenta y setenta, tuvo también agrupaciones que lejos estuvieron de ser una imitación de bandas de Estados Unidos e Inglaterra. Fueron bandas que mostraron un desarrollo musical único que algunos denominan como Krautrock; esa denominación que se traduce como “rock repollo” es una categoría que trata de reunir los sonidos de agrupaciones como Neu!, CAN, Faust, La Düsseldorf y Kraftwerk. Bandas de ciudades alemanas como Colonia, Düsseldorf, Berlín y otras ciudades estuvieron activas en los setenta, pero con otras intenciones musicales.
Kraftwerk comenzó como un ensamble rockero con instrumentos electrónicos. Luego mutó a un proyecto electrónico que sorprendería al mundo. Lo hizo así porque se encontró ante el reto de unir un sentir artístico que correspondiera a una sociedad en donde la máquina formaba ahora parte de la cotidianidad. La máquina era un teléfono, un radio, un televisor, una nevera, una lavadora, un ascensor o un automóvil.  Todos ellos formaron parte de un entorno creativo en el que el nombre de la banda se hizo real: Kraftwerk significa “central de poder” en alemán.

Luego de tres grabaciones atribuidas a Kraftwerk y publicadas entre 1970 y 1973, el cuarto disco, Autobahn (1974), mostró cómo un grupo optó por hacer música únicamente con máquinas. El impacto de esta primera experiencia no fue en vano: si bien la música electrónica ya existía, llegaba a otros públicos. No era rock progresivo, el punk no había explotado, el soul y el funk existían, pero esto no se parecía a nada. Y es que Kraftwerk no dejó de sorprender en los años venideros. Luego de Autobahn, aparecieron Radioäctivat (1975) y Trans Europa Express (1977). Cada uno fue moldeando la carrera para llegar al disco que dejó en claro que la electrónica era una música con un ánimo propio. Y ese fue Man Machine o, en alemán, Die Mensch Maschine.

Un disco rígido y armonioso que definitivamente escribió la historia sonora de los últimos cuarenta años. A través de él, la figura del hombre o la máquina creativa se materializó. En su portada, aparecen los cuatro integrantes con un uniforme compuesto por camisa, corbata y pantalón. El diseño de la portada nos recuerda las manifestaciones del diseño ruso en su escuela del constructivismo de comienzos del siglo veinte. A través de este disco, el poder de la música electrónica se hizo evidente precisamente por su manera de ofrecer un sonido gélido, mecánico, pero aun así emotivo. Grabado entre 1977 y 1978, este disco fue producido por Ralph Hutter y Florian Schneider, los dos fundadores del proyecto. Sus seis piezas son fundamentales para encontrar los caminos que el mundo tomó. Electrónica para la pista, electrónica reflexiva y definitivamente un quiebre sonoro total. Luego de esto el mundo hizo uso masivo de los teclados. Pero esa ya es otra historia.

Es además un disco intergeneracional que es capaz de darnos esto:

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1. The Robots

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6 minutos y 12 segundos de intensos grooves en los que se habla de los robots, las figuras mecánicas que hacen labores del hombre, pero que no son nada sin el hombre.

2. Spacelab:

Imaginemos la banda sonora de una estación espacial. Ya no de Rusia o de Estados Unidos, sino del mundo entero. Naves van y vienen y esta es la música que ambienta todo.

3. Metropolis:

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Una canción futurista, la misma que nos hace comprender que las ciudades son la evolución de la sociedad y a través de ella, la organización social se ofrece. Pero no aplica para las ciudades subdesarrolladas.

4. The Model:

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La belleza puede ser perfección ¿O es perfección total? El glamur de una modelo, su rutina de belleza es el objeto de esto. Un sonido inconfundible además con una caja de ritmos setentera que ha perdurado.

5. Neon Lights:

Aquí tenemos otro homenaje al orden. Una canción sobre lo radiante que son las luces de neón, lo brillante y, de nuevo, simpleza en elementos sonoros. Aun así, contundente.

6. The Man Machine:

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Es la canción final. El disco se cierra con una pieza que solo repite las palabras “Man Machine” varias veces. Perfectamente se puede soñar que la canción inicia de nuevo el disco y este es un disco redondo que se escucha sin principio ni fin.

Sus 36 minutos de duración son una magistral forma de decir que con poco se hace mucho. Si este disco hizo impacto en su momento, sin internet ni redes, y lo sigue haciendo, es por la solidez sonora. Todos somos hijos de Kraftwerk. De un modo u otro los somos. Porque su aproximación sonora a la electrónica y la estética generada con ella ha dado para que se hayan hecho versiones de todo tipo. Pop, punk, dance, música contemporánea y hasta tropical han tenido aproximaciones a Krakfterk. Canciones de este disco han sonado así:

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Electropunk

 

Ska

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Acústico

 

Reggae - Dub

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Contemporánea

De cualquier manera, la original es única.

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