En 1995 Shakira Isabel Mebarak apenas estaba estrenando su cédula de ciudadanía cuando se convirtió en uno de los más grandes fenómenos musicales de Latinoamérica. Contra todo pronóstico su propuesta artística de pop-rock contestatario y balada cursi logró permear cada zona de Colombia para después romper fronteras y consagrarse como la estrella musical que es hoy en día. Aunque este fue su tercer proyecto discográfico, se le conoce como su álbum debut, pues es el primero que mostraba de inicio a fin lo que quería proyectar Shakira como individuo creativo.
Por: Sebastián Peña - @SebasNews – Fotos: Archivos Shock y Cromos
Muchos conocen la historia de Shakira. Una pelada barranquillera que desde pequeña escribía poemas, participaba en concursos de canto y bailaba música árabe en las fiestas familiares. Luego de aparecer en la televisión regional se reunió con productores artísticos que vieron en ella una chispa y la ayudaron a llegar a los oídos de Sony Music Colombia. El cuento es mucho más largo, pero en resumen los ejecutivos de esa compañía la firmaron para grabar tres discos y hacer rentable su sueño. Con los dos primeros álbumes no pasó nada. Fueron un fracaso total y no se les considera parte de la discografía de Shakira, por eso no están en plataformas digitales. Gran parte del nulo éxito de esos elepés se debe a que los presupuestos fueron bajísimos y Shakira fue forzada a interpretar canciones que no fueron escritas por ella e incluir géneros con los que no se sentía cómoda. Hoy en día ella considera esos discos como “algo bonito”.
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Con una Shakira cercana a los 18 años, con reconocimiento nacional por protagonizar una novela y una relación disquera-artista que no había dado muchos frutos, le propusieron hacer una canción que representara su fuerza de cantautora para un disco recopilatorio de promesas del rock colombiano. Fue así como se juntó con el productor Luis Fernando Ochoa para darle forma a ¿Dónde estás corazón?, su primer hit radial, el tema que le devolvió a Sony Music la fe en Shakira y que cambiaría la historia de la música colombiana.
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Ese 1995, a la edad de 25 años, murió en un accidente la cartagenera Patricia Teherán, figura del vallenato e ídolo femenino de la canción. Por esos tiempos lo tropical y el vallenato eran los que mandaban en las emisoras del país. Eran pocas las estaciones que le paraban bolas a proyectos como el de Shakira, con sonidos menos fiesteros y letras más cercanas a la poesía. Pero fue ahí cuando la cantante llegó a llenar un vacío gigante que había en la industria colombiana. A las mujeres no se les había dado su merecido espacio.
Guillermo Mazorra, vinculado a Sony Music desde 1994, cuenta que muchas estaciones de radio le cerraban la puerta a Shakira y en ocasiones ni le recibían su material ignorando por completo el fenómeno que llegaría a ser. “¿Dónde estás corazón? sonó hasta en la licuadora y por ello la compañía solicitó el apoyo internacional para darle a Shakira y Luis Fer Ochoa todas las herramientas necesarias para hacer un álbum que generara lo que generó en las personas esa primera canción”, añade Mazorra. Y así fue. ¿Dónde estás corazón? solo fue el inicio de uno de los álbumes colombianos que más sencillos ha logrado sonar en radio y el más vendido entre 1995 y 1996, superando a los grandes monstruos del vallenato que, desde siempre, han tenido un público leal que compra discos. En ese momento Colombia fue testigo del nacimiento de una estrella.
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Pies Descalzos fue publicado en formato CD, vinilo y Casete. Las ventas físicas superaron los 5 millones y en plataformas como Spotify, mientras escribo este texto, acumulan más de 310 millones de reproducciones, superando al álbum Loba de 2010.
Contrario a Peligro y Magia que tenían canciones escritas por terceros, Shakira le pidió a Sony Music que la dejara ser la directora musical del proyecto y la única que eligiera todas las canciones que formarían parte del disco. Las 11 pistas de Pies Descalzos fueron escritas por la barranquillera y algunas tienen a Luis Fernando Ochoa como coautor.
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Este disco es el diario de una mujer adolescente que deja plasmado en las canciones los pensamientos que rodeaban a la juventud de los noventa. Acá Shakira se deja ver como una persona llena de dudas, insegura, cursi, rabiosa y decepcionada, con anécdotas románticas y de despecho, pero también con una mirada crítica hacia la sociedad.
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En canciones como Pies Descalzos, Sueños Blancos Shakira se muestra agotada de lo establecido por una sociedad moralista donde las mujeres se casaban antes de los 30 y los hombres vestían corbata para no ser considerados como los ‘fracasados de la familia’. Así mismo, Shakira puso sobre la mesa un tema tabú para la época y que causó incomodidad en muchos conservadores de su tierra natal: el aborto y los embarazos no deseados en Se quiere, se mata, la pista que cierra el álbum.
Con el elepé Pies Descalzos Shakira no solo se convirtió en un nuevo referente de entretenimiento musical, sino también en la vocera de lo que una parte de la juventud noventera sentía y quería expresar. En una entrevista para un medio español en 1996 la cantante dijo que su única meta en ese momento era “traspasar las barreras del tiempo para que mi música pueda recordarse algún día”. Su sueño se cumplió porque este primer proyecto discográfico no ha perdido vigencia, sigue sonando e impactando a muchos.
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Keira Biala, de 16 años, vive en Milpitas, California, pero su familia es filipina. Conocía quién era Shakira, pero nunca se interesó si acaso por googlearla hasta que la vio actuando en el show del SuperBowl en febrero de 2020. Desde ese momento ella se considera seguidora de la barranquillera y se sorprende de poder conectar con las canciones que esa estrella pop que ella vio en televisión escribió mucho antes su nacimiento. “Yo soy muy joven y me considero bastante romántica, me sorprende la forma en que ella vivía el amor en canciones como Antología o Estoy Aquí porque ese sentimiento hace que yo me conecte bastante con Shaki y con el idioma español que hablo poquito”, cuenta Keira, hoy fan de Shakira.
Una historia similar ocurrió con el mexicano Alejandro Armendáriz, quien se hace llamar Shakirillo en redes sociales y es uno de los mayores coleccionistas de objetos oficiales y originales de la cantante. Es fan desde 1996, pero su primer recuerdo sobre la barranquillera fue de fastidio, porque en ese año sonaba por todo lado en Ciudad de México la canción Estoy Aquí; todo cambió cuando una compañera suya llevó al colegio una copia original de Pies Descalzos. “Se lo pedí prestado, leí las letras de todas las canciones y lo escuché en mi casa. Me sentí muy identificado con la sinceridad de lo que quería expresar (…) el conocer a Shakira por este disco me llevó a ver con otros ojos a Colombia y personalmente me hizo dejar de ser tímido, lograr interactuar con otras personas y no sentir miedo de expresarme en público”.
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25 años después de que se publicara Pies Descalzos, que vendiera lo que vendió y sonara en todo América Latina, aún hoy hay estaciones de radio que programan las canciones del disco. Jao Bonilla, director de la emisora colombiana de pop latino Vibra Fm, cree que las canciones de Shakira no pierden valor para la audiencia de su estación de radio porque “inevitablemente el álbum tiene la nostalgia con la que las personas que escuchan Vibra están relacionadas y nuestras oyentes al escuchar canciones de Shakira recuerdan sus amores o desamores de la infancia (…) lo que logró ella fue mostrarle a la música que no solo las mujeres mexicanas estaban haciendo cosas interesantes sino que una colombiana tenía mucho por ofrecer”.
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Hay muchos (de verdad muchos) que creen que Shakira se esforzó tanto en sus canciones de los noventa que perdió el toque desde que se volvió global y se tiñó de rubio su emblemática cabellera negra. Pero para un verdadero fan, si bien Shakira tiene su lado comercial, reggaetonero y experimental, está conectada con esa mujer que escribía canciones al lado del mar en las playas de Barranquilla y que sigue presente en todos sus discos. También hay que decirlo: ese toque aún existe gracias a que Shakira nunca ha dejado de trabajar con Luis Fernando Ochoa, su productor estrella, y el que entiende la parte más honesta de su arte.
Evidentemente Shakira no es la misma de 1995 ni tampoco es la misma de 2009, cuando publicó Loba, porque la única cosa que ha caracterizado el proyecto de la cantante es el cambio constante. Una transformación que va más allá de su forma de bailar, de los ritmos que elige para sus canciones y hasta de lo que canta. Aunque su álbum más sólido y coherente es ¿Dónde están los ladrones? este Pies Descalzos es especial porque contiene canciones que identifican e identificarán por mucho tiempo a las generaciones que se alimentan del romanticismo y del desamor escrito en formas cercanas a la literatura hispana del siglo XX.
La mejor manera de celebrar los primeros 25 años de Pies Descalzos es escuchando el disco de arriba a abajo, de izquierda a derecha y hasta al revés. A algunos le llegarán a la mente grandes recuerdos y otros seguirán diciendo, como discos rayados, que “extrañan a la Shakira de antes”.
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Para ver | Cuando Jorge Drexler co-escribió ‘Loba’ de Shakira
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