En Estados Unidos los movimientos de supremacistas blancos destaparon la olla podrida del racismo. El sábado, grupos neonazis se manifestaron en Charlottesville en un hecho que terminó con una mujer asesinada. Ante el silencio del presidente de ese país, las empresas han empezado a dejar clara su posición.
La gigante del streaming, Spotify, se sumó a los intentos de eliminar perfiles y grupos racistas, que ya habían ejecutado plataformas como Facebook, YouTube y Reddit.
Según una publicación en Digital Music News que, a su vez, remitía a una lista elaborada por el Southern Poverty Law Center en 2014, se recopilaron y denunciaron varios grupos neonazis y racistas para informarle a Spotify. La empresa reaccionó y eliminó a 37 bandas que aún permanecían en el catálogo. Deezer, por su parte, comenzó a tomar las mismas acciones, a pesar de no ser aludida directamente en el artículo de Digital Music News.