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Una descarga tropical de calle y ciudad con Los Yoryis

Vinieron a darnos una explosión de sonidos

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Los Yoryis

Los Yoryis es una agrupación bogotana que tiene una misión importante: Renovar lo tropical haciendo uso de las referencias urbanas latinoamericanas y darle un toque único musical y visual a su repertorio. Y esto porque su propuesta contiene referencias de la majestuosa cumbia chicha peruana, el sonido de Afrosound de los setenta y más posibilidades fiesteras que están entre el norte de México y el sur de Argentina.

A diferencia de otras agrupaciones que han asumido lo tropical como una unión raizal con electrónica, Los Yoryis son un ensamble que además de tener instrumentos de una formación rock, tienen el impacto de una orquesta, aún solo siendo cuatro integrantes:

Jorge Arturo Castelblanco (Guitarra) Daniel Castilla G. (Dan Sol) (Bajo), Alejandro Norato (Baterista) y Alejandro Montaña (guacharaca).

Su trayectoria les ha permitido estar en varios escenarios de la ciudad y generar un interesante grupo de seguidores que ya se han dado cuenta que Los Yoryis son música que se baila si o si.

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Previo a su presentación el 21 de junio en #AguantaElBurro, nos dimos a la tarea de conocerlos y hacer la tarea que nadie ha hecho en Wikipedia.

 

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¿De dónde nace la idea de nace la idea de retomar los sonidos de lo tropical latinoamericano?

La idea no fue hacer una banda de este tipo de música. Nos conocimos en la Universidad Javeriana, en el ensamble de reggae hace unos diez años. Alejandro era nuestro monitor. Y ahora toca la guacharaca con nosotros. Lo veíamos como alguien mayor y de referencia porque venía de la Mojarra Eléctrica.

Ese grupo pasó luego a ser una banda que se llamó El Corrientazo. Tuvimos una trayectoria de cinco años. Dos videos, un disco, todo de muy buena calidad. Pero no desarrollamos un trabajo como el que estamos haciendo ahora enfocado al lanzamiento de sencillos, siendo más estratégicos y desarrollando un plan.

Se acabó El Corrientazo y quedamos tocando en lo que saliera. Tocábamos de todo. Improvisábamos reggae, cumbia, jazz.

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Nos salió luego una presentación para tocar un repertorio de raspa. Fue todo un proceso. Daniel compró un disco de cosas tropicales en la calle y nos fuimos adentrando así. Era uno de esos discos de MP3. Descubrimos a Los Destellos y a Afrosound y a bandas como Los Teenagers y Los Hispanos que tenían una especie de formato rock con sonido tropical.

¿Quién se encarga de las ideas musicales en la banda?

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Es un trabajo colectivo. El trabajo de Afrosound y su guitarra eléctrica nos impactó. Duramos con ese repertorio por un buen tiempo y además su aspecto estético. Comenzamos a componer entre todos y fue saliendo así.

El tema de las ideas musicales ha sido algo muy colectivo.

¿Cómo entonces le dicen al monitor del ensamble de reggae que tocara con ustedes?

El formato que tenemos permite que se monte cualquier instrumento. En un grado lo invitamos a tocar, le dijimos que llevara su guacharaca y tambor. Y así fue el sonido de la raspa, del chucu chucu el que salió.

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Dentro de la nueva tropicalidad hemos escuchado artistas y proyectos como Systema Solar, Bomba Estéreo, 039 y más. Ustedes vienen después. ¿Cómo se sienten frente a estos artistas?

Nos sentimos esperanzados. Nos damos cuenta que esta es la música que sentimos más. Pero también es un aporte cultural local y también nos vuelve únicos a nivel global.

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¿Y por qué sienten ser globales y únicos?

La cumbia tiene ya un boom que es grande; pero nos diferenciamos en asuntos como el lenguaje, el sonido, el formato. Es un formato de rock con guacharaca. Es un power trío con guacharaca. La batería es una reducción del timbal y la conga.

Es una música muy genética que saca a bailar a todos aún si es instrumental.

¿Por qué deciden no tener voz?

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Es algo que nos diferencia. Lo que nos une estéticamente, es que esta música es callejera. Las escenas de rock, punk y ska de otros tiempos, son citadinas, callejeras. Y esto también lo es. Fue además una apuesta para mostrarle a la gente cómo también usando onomatopeyas se pueden decir cosas.

Algo que se nota es el trabajo gráfico que ustedes le han entregado al proyecto.  ¿Quién está detrás de esto?

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Le queremos apostar a la puesta en escena y a un show bien montado. Nos hemos asesorado con amigos que estudian artes y que nos hacen propuestas. Hemos tenido ese desarrollo para que la banda maneje un estilo y un perfil visual. Es importante.

Bandas como Los Destellos nos influenciaron en la música y su aspecto estético. Colores, ropa, todo es un conjunto. En este momento, somos más modernos, somos de la ciudad. La mezcla entre lo tropical y lo urbano, más la asesoría que nos dan nos da  algo como un “mango citadino”.

¿Cuando hacen toques con gente de esta movida tropical, a ustedes los llaman o ustedes son los que convocan?

Es de parte y parte. Nos buscan y nosotros también gestionamos. Al principio éramos nosotros solos, pero luego llegó César Pardo y el asunto alzó vuelo.

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Hemos encontrado mucho más apoyo y auge que con la banda anterior.

¿De cuántas canciones es su repertorio?

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Tenemos doce canciones originales. Somos algo como new raspa, como afro hardcore. Algo como sabroseo actual.

Si bien existe un boom de todos estos sonidos tropicales nuevos, no hay una rotación masiva radial. ¿Por qué esta nueva tropicalidad no suele estar en estos medios?

Tiene que ver con lo de lo alternativo.  Tratar de encontrar un equilibrio sería entrar a sonar en Olímpica Estéreo y mantener el sonido.

Hay una brecha generacional llamada reguetón. Esta ha consumido públicos, escenarios y más. Entonces eso cierra también el espacio a nuevas tendencias. Tal vez pueda haber un momento en que estas músicas tengan un auge y ahí nos toca estar a nosotros como pioneros de la new raspa.

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Con esta banda nos hemos dado cuenta que nos dice qué chimba lo que ustedes tocan.

¿Qué detalles pueden dar del disco que van a presentar en el segundo semestre?

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Serán siete temas. Desde lo tranquilo hasta lo fuerte. Nos desprendemos de lo tradicional y nos metemos en lado psicodélico. Y ahí está nuestro sencillo Polvo ´e gallo. Tiene un espectro grande entre lo rápido, lo tradicional y lo psicodélico.

Fue producido por nosotros mismos. Lo grabamos en bloque. En un solo día. Era necesario para mantener la frescura.

Ya tienen dos sencillos Polvo e gallo y El patacón. ¿Qué hay detrás de ellos?

Polvo es una canción rápida, justamente no sabíamos cómo ponerle. Y surgió el recuerdo de cuando algo se dice que es para ya, que es para el momento.

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Patacón es una exploración de varios sonidos,

¿Qué nos pueden contar de este evento, de #AguantaElBurro ?
A nosotros nos contactaron por facebook. Lo hizo Felipe, quien toca el ukulele en La Payara. Él nos dijo que quería que estuviéramos en este evento. Sentimos que hay propuestas musicales que surgen de lo nuestro. Eso es algo chévere.

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Nosotros con El Corrientazo, éramos solo reggae y sonidos de raíz. Pero ahora con lo que estamos tocando nos sentimos más cerca de más músicas.

¿Qué viene luego para Los Yoryis?

Tenemos esta presentación del 21 en Boogaloop, el 23 estaremos en la Feria de diseño La Madame. Pronto lanzaremos un video en Cine Tonalá. Vienen otras presentaciones en Galería Café LIbro y Disco Jaguar.

Luego si lanzaremos el disco en octubre. Todo va pasando, pero el plato fuerte será en octubre. Y claro, queremos salir y mostrar esto en todos lados. El disco quedó con una mezcla de dub y rock que tiene mucha proyección.

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Los Yoryis están listos para presentarse junto a Duina del Mar, Chontadelia, Pacho Carnaval y Simon O´Neill en lo que será una jornada para mostrar ese encuentro sonoro de nuevas tropicalidades que lleva por nombre: #AguantaElBurro

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La cita está lista para este jueves 21 a partir de las 9 de la noche en Boogaloop (Carrera 13 No 65 - 42).

En vivo - El Fráspas

 

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