Después de estrenar su álbum Soles negros en vivo, la banda bogotana aprovechó el encierro, para dejar plasmado en Las torres, la influencia por la que pasaron durante todo este tiempo. Nuevos sonidos y la curiosidad de experimentar sonoridades electrónicas son el resumen de su nuevo lanzamiento. La canción condujo a Andrés Toro, el guitarrista, a sumar a sus cuerdas un melotrón virtual, y a cantar acompañando a Mateo Paris a lo largo de toda la canción, como también lo hace Andrés Sierra, el bajista. Así, Las Torres se componen de un conjunto de elementos que le dan un toque diferencial a este tema, respecto a toda la producción musical anterior de la banda. ¿Quién está detrás? Los cuatro junto al productor Kiko Castro haciendo una observación de la situación extraña por la que atraviesa el mundo, desde una exploración sonora distinta a la que estamos acostumbrados. ¿A qué suena? Es el resultado del encierro, componiendo y arreglando desde un lugar al que no estamos acostumbrados, pero que queremos explorar. ¿De qué se trata la canción? La canción habla de que todo lo que no esté bien consolidado se va a caer, y que las estructuras que permanezcan van a ser testigo de un cambio. (Una estructura no es solo un lugar físico) ¿Cuándo recomienda escucharla? Recomendamos escucharla siempre que uno necesite reafirmar sus estructuras para estar tranquilo en esta época de cambios. Andrés Sierra – bajista.
Hace siete años que el cantante bogotano Chris Murillo Isaza, decidió presentar su proyecto solista Isaza, su debut lo hizo con la canción Magnum. Es un apasionado del hip hop vieja escuela como lo define él, la moda también ocupa un espacio importante dentro de su propuesta musical, en cada canción hay estéticas recargadas de diferentes estilos. Su sonido mezcla un poco el dubstep, el trap y la música electrónica. En 2018 Isaza estrena el EP En la casa, con 6 temas, producido por Isaza y musicalizado por Juan Antonio Villamizar y Robert Pérez. En el 2019 Isaza se une al colectivo artístico Da Hive, conformado por otros proyectos de hip hop como Bomba Tronik y Alien Cruz. Isaza presenta junto al freestyler bogotano Alien Cruz X amor al arte, un videoclip rodado en cuarentena, que hace parte de una serie de 3 videos, llamaods Un sueños de Isaza. ¿Quién está detrás? La canción fue producido por Qemickal, productor de hip hop entre otros géneros. La letra es de Isaza y Alien Cruz. ¿A qué suena? Suena a rap, queríamos una fusión o un punto intermedio entre el hip hop y trap, esas fueron las influencias. ¿De qué trata? Trata sobre el amor, sacrificio, esfuerzo y dedicación que tenemos que poner como artistas independientes en nuestra música, trata sobre la persistencia y lucha para poder sacar cada canción a flote a pesar de las adversidades y lo difícil que es el medio en este país. ¿Cómo se dio la colaboración? En 2018 estaba conectado en Facebook y vi a Alien por casualidad haciendo algo de freestyle. Me encanto como sonaba y también su estética, soy muy visual y me sentí enganchado con lo que vi. Le escribí y empezamos a hablar de colaborar. Finalmente todo se dio en 2019 cuando Alien me presento a Qemickal pues ellos ya trabajaban juntos. Yo quería ir más en dirección del rap, mis anteriores canciones son más electrónicas y Qemickal lo entiendo perfectamente. Una vez lista la pista Alien me pasó su parte de la letra y fue él quien propuso el tema del que hablaría la canción, yo me sentí bastante identificado así que escribí mi parte y grabamos. ¿Sobre el video qué? Con el vídeo pasaron muchas cosas. Al principio lo iba a hacer con el director Santiago Quiceno artista al que admiro mucho y entiende la moda y la música. Pero cuando empezamos con la cuarentena todos esos planes se vinieron abajo así que el proyecto estuvo congelado un rato. Finalmente decidí que como dice la letra de la canción yo era capaz de sacar esto a flote a pesar de las adversidades y me aventure a hacerlo yo mismo, con los recursos que tenía a la mano pues en ese momento era imposible hacer un rodaje como normalmente se hace. Me inspiré en los sueños que tuve durante la cuarentena. Por aquella época estaba obsesionado con los viajes en el tiempo, el espacio y el fuego. Me soñaba que en medio del encierro viajaba desde mi cama a los confines del universo y que atravesaba agujeros negros que me llevaban a otras épocas con una única conexión, el arte! así que cree algunas situaciones que intentarán emular eso en el vídeo como una especie de marco de títeres o teatrino en el qué estamos a veces en 1500 o así mismo en el futuro o en el presente, las épocas trate de evidenciarlas en los looks del vídeo. También trate de usar el fuego pues es el motor que le da vida a todo por qué está presente en las estrellas y sin estrellas no habría vida, sin vida no habría arte. Use mucho el color verde es el favorito de Alien. ¿Cuándo recomienda escucharla? Está canción es enérgica y trasmite rudeza. Recomiendo escucharla en momentos en los que sintamos que necesitamos un impulso de buena vibra y positivismo. También para trotar o hacer una rutina e ejercicio, me parece genial.
Después de presentar su Ep Mensajes de voz, en inglés y español y su más reciente sencillo Tonight donde invitaba a disfrutar y aceptar la soledad, la cantante norteamericana continúa revelando su versatilidad y sobre todo su deseo de hablar de situaciones y momentos cotidianos en sus canciones. Su nuevo sencillo ¡Párate!, es esa voz de aliento que necesitan muchos en tiempos inciertos. ¿De qué trata la letra? ¡Párate! es un tema que habla acerca de cuando uno se siente tan débil mentalmente y físicamente que eventualmente te hartas y llegas a un punto que te paras y empiezas a moverte en la dirección en cual quieres que tu vida fluya y el crecimiento que deseas. Quiero que cuando la gente la escuche se sienta motivada a hacer cambios o movimientos que le permitan empezar de nuevo y superar nuevos retos. ¿Qué sonidos se destacan en la canción? A mi productor Sam Romans, le encanta la guitarra española, entonces quisimos fusionar los hermosos sonidos de la guitarra acústica con sonidos de hip- hop y R&B ¿La historia del videoclip? A mí me encanta la iconografía mexicana, aunque tengo raíces, la conocí hasta hace muy poco, y estoy enamorada, el video es un collage de iconos cargados de energía y significados. Símbolos que perecen oscuros pero representan buena energía, familia, energía y amor.
Calma Carmona estrena el segundo sencillo de su próximo álbum CALMEEZY. Vibra fue compuesto por la cantante puertorriqueña y producido por J. Rochet. Un dancehall con ritmos de bomba y una carga de sintetizadores. “Es una canción que mira hacia adentro en momentos de aparente soledad, es un respiro, un momento de alivio para todo el que lo necesite, la letra es un mensaje directo para que entiendas que la única persona que puede cuidar de ti, eres tú” - Calma. El video fue grabado en San Juan de Puerto Rico, y dirigido por el puertorriqueño Celso González. En el video se aprecia una línea futurista y minimalista, es un viaje a través del tiempo a otras dimensiones. Aparte de protagonizar el videoclip, Calma debuta como bailarina, pero lo hace de la mano de los reconocidos coreógrafos Lumarie Landrau y Jonathan “Kicker” González. Para el director del video, la idea era mostrar a la mujer en un viaje donde pude explorar la sensualidad sin perder el poder femenino, y lograr con el baile unir estos mundos paralelos con la vibra de cada uno. “La canción reafirma que todos los seres humanos tienen la habilidad de crear su propia energía; cada uno crea su propia vibra, que tendrá un efecto en sí mismo y en todo lo que le rodea” – Calma
Cohetes tenía planeado estrenar un nuevo EP antes del confinamiento obligatorio. Ya tenía algunas canciones y faltaban otras por componer, así que estos meses de aislamiento sirvieron para que fluyera la inspiración y las emociones quedaran registradas en canciones. Juan Pablo Pulido, o simplemente Cohetes, se ha mantenido navegando entre los sonidos del pop, rock y la música electrónica. Este EP fue un reto y un descubrimiento diferente, hablamos con él para entender el universo que creó y el diario que relató en Cuarentenautas. ¿Qué tan inspiradora fue esta época? Le pasan muchas cosas a uno por la cabeza cuando está encerrado. Fue una oportunidad y un chance de entrar en mi mente y en todo lo que está pasando en mi interior y volverlo canción, escribirlo, componerlo. Cuando empecé a escribir Juntos a Plutón lo hice desde el piano. Yo no soy teclista, soy más guitarrista, pero quise experimentar. Con esa fórmula el piano te da otros colores para componer guitarras. ¿De qué hablan las canciones? Las canciones no solamente hablan de sentirse encerrado, también de sentirse solo. Muchas personas nos sentimos muy solas cuando nos tocó encerrarnos por no poder tener acceso a socializar con otras personas ni tener ningún tipo de contacto. A mí me gusta estar en contacto con la gente y me afectó mucho eso. La situación me hizo pensar sobre muchas cosas que viví, personas con las que ya no estoy por culpa mía o por culpa del destino, y de ahí salieron las canciones. Una relación que se terminó y uno le quiere decirle cosas a esa persona, pero no puede... así nació Cuarentenautas. ¿Cómo fue el proceso de grabación? No podía ir a un estudio de grabación entonces me tocó hacerlo en un home studio. Empecé a grabar los teclados, programar las baterías... no soy muy instrumentalista, entonces les decía a muchos amigos: “quiero hacer una línea de bajo para esta parte”. Eloisa Arango, una saxofonista, coloco su saxo, los músicos hicieron cosas desde su casa. Yo iba conectando todo y armando las canciones, y al final uno de mis mejores amigos hizo un gran trabajo de master y de mezcla. Yo no esperaba tener un sonido tan chévere, quedé muy satisfecho y me di cuenta de que uno puede hacer muchas cosas en la casa. Con elementos muy básicos se dan muy buenos resultados. Yo creo que hoy en día muchos artistas de talla grande graban sus discos y sus canciones en un home studio y no se van a estudios con equipos de millones de dólares, sino que en su casa logran hacer un muy buen sonido de manera lowfi. No estamos grabando con la mejor calidad, pero aun así suena muy bien, y hay mucha música de esa. ¿Qué aprendió grabando el EP? Muchas cosas que no había hecho antes. Yo soy compositor, sé algunas cosas de producción, pero nunca me atreví a producir mi propia música o las canciones que yo escribía, siempre me producían otros. Esta vez no fue así y le di un concepto al EP sin planearlo. Cada canción iba mostrándome el color y la onda que debía tener. Aprendí mucho de producción, a darme cuenta de que tengo todas las posibilidades de producir mi música, aunque no lo haré siempre porque es bueno tener otra visión. Eso fue muy bueno, muy enriquecedor. Aprendí muchas cosas solo y estoy muy contento de haberlo hecho. Tuve el tiempo y el espacio, a solas, en el cuarto donde tenía guardado todos mis fantasmas. Fue como convivir con ellos. ¿Cómo ordenó las canciones para armar una historia? Las canciones fueron ubicándose solas en el EP en el lugar donde deberían estar. Al final, cuando tenía todas las canciones dije, “necesitamos un intro”, y el intro suena como yo me lo imaginaba. Suena a estar encerrado, pensativo, a la lluvia, a todos esos elementos. Una persona subiendo las escaleras, con un piano, lo abre comienza a tocar, empieza a escribir y en el fondo se escucha la ciudad, la lluvia. Es como una situación acogedora, nostálgica, medio oscura. Así me imaginé el escenario de las canciones y empecé a componer con acordes, con un beat que me llevara a eso. Yo me imagino a una persona que está sentada en la ventana viendo llover y acordándose de esa persona que ya no está. Y así fue. Al final la última canción es como un cierre y la persona que está ahí termina de tocar, se para y cierra la puerta. Tenía mucho sentido, no lo planee así pero qué bueno que la gente lo haya podido leer así. ¿‘Cuarentenautas’ es un diario musical? Fue un EP hecho en la cuarentena. Le digo a la gente de esta generación que a muchos nunca nos había tocado algo así en la vida y en unos años nos vamos a acordar. Hay muchos elementos que la gente va a conectar. La cuarentena nos enseñó que así estemos en un lugar seguro, no lo estamos realmente porque estamos batallando mucho con nosotros mismos. Nos enseñan a protegernos del virus que está afuera, pero ¿qué pasa con lo que está adentro? Ahí empieza la discusión de la cuarentena. Estas canciones fueron un retrato de todo lo que pensé y sentí en la cuarentena. todos esos elementos le dan el color y el sabor que tiene Cuarentenautas. Después de lanzarlo amigos y mucha gente dicen “muy chévere”, pero creo que ahora esa apreciación fue más real. Me lo dijeron porque se identificaron con las canciones, cada uno a su manera, acordándose de lo que ha vivido, y con las emociones que viene cargado el EP. ¿Cómo fue el encuentro con el R&B? En esta cuarentena llegué a escuchar mucho R&B. Me metí a una plataforma de streaming donde hay una playlist que se llama Alternative R&B y descubrí una cantidad de artistas. He explorado un estilo de Cohetes, que la gente ya conoce y me identifica, pero también me gusta hacer esto: música tranquila que ponga a la gente a dedicarle canciones al ex, a acordarse de una relación, que reviva la tusa y así este tranquila mental o emocionalmente recuerde cosas. Eso lo pasamos todos y ahora en cuarentena más. Entendí qué acordes usan, cuáles son los beats, cómo componen la melodía de la voz, cómo cantan... aún me falta entender mucho del R&B, que es un estilo muy bonito que quisiera sumarle a la fórmula de mi sonido en general. Track by track Cuarentenautas Es una canción en la que uno le dice a esa persona con la que ya no está que uno reconoce que tuvo sus errores, pero en medio de todo amó de verdad. Hay una parte que dice: “aunque no soy perfecto y sé que no fui muy decente, creo que siempre fue real mi amor”. Otro planeta Ya había lanzado en formato full. La compuse una vez que conocí una persona en una reunión y quedé totalmente flechado por ella, pero nunca logré nada y nunca la volví a ver. Estábamos en una reunión tomándonos unos tragos con unos amigos, yo la veía, me imaginaba diez mil historias como novios y viajando. Ella nunca mostró eso y además nunca la volví a ver. Sé quién es, pero nunca tuve la oportunidad de volverla a encontrar, fue una relación amorosa de cuatro horas. En la canción colabora Lunalé. Como el formato es acústico pensé tener colaboraciones de mujeres en este EP. Ya la conocía porque hemos tenido los mismos productores. Juntos a Plutón Habla de cómo cuando terminas con alguien siempre le dejas la puerta abierta. La canción dice que a pesar de todo lo que pasó, o sea que pase, dejo la puerta abierta para que lo volvamos a intentar cuando tú quieras. Tarde La hice el año pasado. Habla de cuando uno ya acepta de que todo se acabó, o tal vez puede darse otra oportunidad, pero en este momento ya es tarde. Conocí por cosas de la vida a una mexicana con una voz increíble, Renee complementó mucho la canción. Me envió como 15 tracks con arreglos que ella había hecho, los acomodé y la canción con la voz de ella quedó más aguda. Lo que te hizo ir Es una canción que habla de perdón, no solo hacia otras personas, sino cómo te ayuda perdonarte a ti mismo. Es mucho más fácil perdonar a otro que perdonarse a sí mismo y a veces uno no se da cuenta de eso y se echa látigo. Yodos cometemos errores.
Jei es un bogotano que desde los 11 años empezó a estudiar música y continuó en su adolescencia y adultez joven cuando en la Universidad estudio violín y canto lírico. A los 20 años terminó su relación con el violín y guiado por Julia María Guillen, una de las más grandes sopranos colombianas, se dedicó al canto. Desde que vivía en Bogotá hacía performance en los escenarios de Gaira, El Teatro Jorge Eliecer Gaitán, Casa E, Festival Iberoamericano de Teatro y en otros lugares del país. Hace tres años llegó a Nueva York con su obra La mujer barbuda, que ganó dos premios como mejor monólogo masculino del HOLA (Hispanic Organitation of Latin Actor) y del LATA (Latinamerica Theather Awards). El monólogo escrito y dirigido por él continúo cosechando premios y reconocimientos. Desde ese momento su pasión por el cabaret y los teatros de Broadway aumentó. “En Colombia no pensaba que podía escribir letras de canciones, escribía más que todo teatro, monólogos y demás, porque sentía que me faltaba la inspiración para escribir música como tal, una canción o algo especial. A través del tiempo me llegó la inspiración y tenía letras específicas que me habían marcado, de ahí salieron Chico raro y Marica, otra de las canciones del EP. Nueva York me permite desarrollar la composición”, cuenta Jei. Chico raro es su EP debut compuesto por cuatro temas: Chico Raro, Pajarxs, Maricas (electro bitch mix), Maricas (Broklyn Underground mix9). Fue producido por Prince of Queens at Búnker y masterizado por Frank Merritt at The Carvery. El videoclip fue grabado en su apartamento en esta época de cuarentena y fue producido por El Búnker Collective. Por estos días está grabando su segundo videoclip, Pajarxs, una canción inspirada en el encierro y los amores tóxicos, para Jei la parte visual es muy importante, es la manera de multiplicar el mensaje de la canción. Al poco tiempo de estar en Nueva York se dio cuenta de la fuerza que tenía el transformismo queer en todas las manifestaciones artísticas, algo que definiría su imagen más adelante. Continuó estudiando música clásica y moderna, y la pandemia le dio el tiempo que necesitaba para trabajar en su proyecto musical. Para eso se reunió con Prince of Queens, el productor, y con Lucho Parra, videografo, para darle vida a las canciones que escribió inspiradas en algunas de sus historias. Juntos armaron lo necesario para debutar con Chico raro, el primer track y su carta de presentación: una canción inspirada en todas las personas que soportan las críticas y el bullying por decidir mostrarse con una orientación o una identidad de género diferente. Su música quiere aportar a esta revolución de ser uno mismo, y espera que sus letras sirvan para construir un mundo más inclusivo. Prince of Queens ha trabajado también con la banda colombiana radicada en Nueva York, Combo Chimbita. Su sello disquero es Kuzumbo Records, dedicado a los sonidos tropicales y africanos de Colombia, Puerto Rico, Panamá, Venezuela, entre otros países. “Soy fanático de la música de los 80, de las divas del jazz, pasando por María Callas, Billie Holiday, Sara Vaughan, Ella Fitzgerald, todo el sonido retro de los 80, incluso el techo de ahora. Si tuviera que definir un poco mi sonido, diría que está compuesto de sintetizadores y máquinas, y varios géneros en uno, pero que es muy jazz y punk combinado con pop”, cuenta Jei. Su estética esta recargada e inspirada en las Butch Queens (hombres gays que no son ni extremadamente femeninos ni extremadamente masculinos y que pueden retratar fácilmente de ambas maneras). Con una estética masculina brusca que “me gusta porque es punk y visualmente es agresiva, una estética bizarra, con atributos del cabaret”, explica Jei. “Me especialicé en cabaret aquí y es una combinación de todo lo que he hecho en mi carrera que empezó a los 15 años”, añade. La promoción de este primer EP seguirá durante el resto del año, pero Jei sigue haciendo música y afirma que ya tiene otros cuatro temas para un nuevo EP que está trabajando con otro productor, para buscarle un giro a su sonido.
Jei es un bogotano que desde los 11 años empezó a estudiar música y continuó en su adolescencia y adultez joven cuando en la Universidad estudio violín y canto lírico. A los 20 años terminó su relación con el violín y guiado por Julia María Guillen, una de las más grandes sopranos colombianas, se dedicó al canto. Desde que vivía en Bogotá hacía performance en los escenarios de Gaira, El Teatro Jorge Eliecer Gaitán, Casa E, Festival Iberoamericano de Teatro y en otros lugares del país. Hace tres años llegó a Nueva York con su obra La mujer barbuda, que ganó dos premios como mejor monólogo masculino del HOLA (Hispanic Organitation of Latin Actor) y del LATA (Latinamerica Theather Awards). El monólogo escrito y dirigido por él continúo cosechando premios y reconocimientos. Desde ese momento su pasión por el cabaret y los teatros de Broadway aumentó. “En Colombia no pensaba que podía escribir letras de canciones, escribía más que todo teatro, monólogos y demás, porque sentía que me faltaba la inspiración para escribir música como tal, una canción o algo especial. A través del tiempo me llegó la inspiración y tenía letras específicas que me habían marcado, de ahí salieron Chico raro y Marica, otra de las canciones del EP. Nueva York me permite desarrollar la composición”, cuenta Jei. Chico raro es su EP debut compuesto por cuatro temas: Chico Raro, Pajarxs, Maricas (electro bitch mix), Maricas (Broklyn Underground mix9). Fue producido por Prince of Queens at Búnker y masterizado por Frank Merritt at The Carvery. El videoclip fue grabado en su apartamento en esta época de cuarentena y fue producido por El Búnker Collective. Por estos días está grabando su segundo videoclip, Pajarxs, una canción inspirada en el encierro y los amores tóxicos, para Jei la parte visual es muy importante, es la manera de multiplicar el mensaje de la canción. Al poco tiempo de estar en Nueva York se dio cuenta de la fuerza que tenía el transformismo queer en todas las manifestaciones artísticas, algo que definiría su imagen más adelante. Continuó estudiando música clásica y moderna, y la pandemia le dio el tiempo que necesitaba para trabajar en su proyecto musical. Para eso se reunió con Prince of Queens, el productor, y con Lucho Parra, videografo, para darle vida a las canciones que escribió inspiradas en algunas de sus historias. Juntos armaron lo necesario para debutar con Chico raro, el primer track y su carta de presentación: una canción inspirada en todas las personas que soportan las críticas y el bullying por decidir mostrarse con una orientación o una identidad de género diferente. Su música quiere aportar a esta revolución de ser uno mismo, y espera que sus letras sirvan para construir un mundo más inclusivo. Prince of Queens ha trabajado también con la banda colombiana radicada en Nueva York, Combo Chimbita. Su sello disquero es Kuzumbo Records, dedicado a los sonidos tropicales y africanos de Colombia, Puerto Rico, Panamá, Venezuela, entre otros países. “Soy fanático de la música de los 80, de las divas del jazz, pasando por María Callas, Billie Holiday, Sara Vaughan, Ella Fitzgerald, todo el sonido retro de los 80, incluso el techo de ahora. Si tuviera que definir un poco mi sonido, diría que está compuesto de sintetizadores y máquinas, y varios géneros en uno, pero que es muy jazz y punk combinado con pop”, cuenta Jei. Su estética esta recargada e inspirada en las Butch Queens (hombres gays que no son ni extremadamente femeninos ni extremadamente masculinos y que pueden retratar fácilmente de ambas maneras). Con una estética masculina brusca que “me gusta porque es punk y visualmente es agresiva, una estética bizarra, con atributos del cabaret”, explica Jei. “Me especialicé en cabaret aquí y es una combinación de todo lo que he hecho en mi carrera que empezó a los 15 años”, añade. La promoción de este primer EP seguirá durante el resto del año, pero Jei sigue haciendo música y afirma que ya tiene otros cuatro temas para un nuevo EP que está trabajando con otro productor, para buscarle un giro a su sonido.
La banda Bright Eyes se prepara para lanzar Down in the weeds, where the world one was, su décimo álbum de estudio que estará disponible a partir del 21 de agosto de 2020. La última presentación de la banda fue el 21 de noviembre de 2011 en Hawaii, y desde entonces la banda se había mantenido fuera de los escenarios. Sin embargo recientemente las redes sociales de la banda fueron reactivadas, indicándoles a los fanáticos que algo se traían entre manos. El 23 de junio la banda volvió a presentarse en vivo, en el show de Stephen Colbert, interpretando Mariana Trench, el cuarto sencillo del que será su décimo álbum. Antes de que los fans conocieran Mariana Trench, la banda había liberado otros tres sencillos: Persona non grata, Forced convalescence y One and done, todos pertenecientes a Down in the weeds, where the world one was. Down in the Weeds es el álbum más colaborativo de Bright Eyes. Cambiar radicalmente el proceso de composición tras 25 años podría parecer ser abrumador, pero Conor Oberst, vocalista de la banda, dijo que no hubo trepidación: “Nuestra historia y nuestra amistad, y mi nivel de confianza en ellos, es muy completa y profunda. Quería que se sintiera como un monstruo de tres cabezas". Down in the Weeds, Where the World Once Was es un disco enorme atrapado en el profundo intermedio entre el duelo y la claridad – un brazo luchando contra sus demonios, y el otro sosteniendo la mano del amor, a pesar de ello. El 21 de agosto de 2020, día del lanzamiento del álbum, Bright Eyes realizará un show virtual dedicado a los fanáticos. Los primeros 10 fans que hagan el pre-save del álbum quedarán inscritas para ver el show. Pueden hacerlo aquí:
Hace tres años que La Sociedad de la Sombrilla sorprendió al público con su álbum debut Resiste, nueve tracks con un sonido que tiene influencias del blues y el stoner. Durante estos años rotaron en varios escenarios y grabaron otras canciones que consolidaron a la banda dentro de las nuevas apuestas del rock nacional. En el 2019 grabaron las canciones de su nuevo Ep, Verdad animal. Juan Pablo, Samuel, Nicolás, y Alejandro decidieron a finales del 2018, internarse en una cabaña en Suesca para hacer música acompañados solo de instrumentos musicales en un espacio diminuto, medio punk, que le sumó un feeling especial a las cinco canciones que conforman Verdad animal. Hablamos con Juan Pablo acerca de este nuevo trabajo discográfico y del camino que tomará la Sociedad antes de terminar el 2020. ¿Qué quieren destacar en ‘Verdad animal’? Verdad animal es la profundización de los intereses musicales que presentamos en Resiste. En este álbum nos concentramos un montón en sonidos del stoner rock, del blues rock, y con Verdad animal ahondamos en esos intereses musicales y los llevamos un poco a las profundidades. En la lírica hay canciones que tienen que ver con ideas de transformación, y cambio. Por ejemplo, Verdad animal que le da título a este EP, nos presenta una idea al culto del cambio, abrazar el mañana, echarnos a la corriente, no cuestionarnos si hay un sentido con lo que estamos haciendo, más bien, vamos a gozarnos el camino hasta llegar a donde nos lleve. ¿Con este EP cierran un ciclo? Verdad animal lo hicimos los cuatro, la separación se dio en medio de la cuarentena y nos convertimos en un dúo (Nicolás y Juan Pablo). Con toda esta situación y siendo conscientes frente al panorama nacional, fue la oportunidad perfecta para repensarnos. Nos encanta el rock, pero ¿qué tal si salimos de nuestra zona de confort y exploramos otras posibilidades? Además, en una cuarentena la posibilidad de reunirnos y tocar, como estamos acostumbrados, se imposibilito y decidimos entonces explorar un poco la máquina y nos metimos en el proyecto de versionar nuestro Ep, más electrónico, más bailable. Es nuestra música, pero nos damos la libertad de proponer algo diferente a ser la banda rockera que nos ha definido hasta hoy. ¿Cuál es el reto de la nueva Sociedad? Hoy más que nunca hay un desafío, porque la música alternativa está en discusión con el tema de los géneros y sentimos que los espacios cada día son menores para bandas como La Sociedad de la Sombrilla. Los festivales se están concentrando en otro tipo de propuestas, lo indie influenciada por el pop ochentero, post punk, lo raizal sigue teniendo relevancia. El rock cada vez representa menos interés para el mercado nacional y es difícil mantenernos en esta postura, que al final es lo único que nos sale como banda. Somos conscientes que este cambio representa un gran reto para nosotros, pero queremos mantener una estética oscura y densa. El próximo trabajo discográfico se va a llamar Versiones noche, apelando a un ambiente electrónico y de baile, y a esa añoranza que tenemos de salir a bailar y de un nuevo disco a ver cómo se desarrolla. Track by track Transición Es el primer sencillo. Una canción que introduce elementos que no habíamos usado antes, por ejemplo, la guitarra acústica marcando el tema, la percusión con congas en un segundo plano, y un colchón de sintetizador que hace que la canción sea ambiental y atmosférica. Fue una canción que escribí cuando estaba llamando el cambio, me vi estancado en mi vida personal, emocional, y necesitaba de verdad una transformación, tratando de llamar esas energías como si fuera un amuleto de renovación. Siento que la canción terminó siendo un presagio de un cambio que viviríamos, por lo menos como banda. Madre Tierra Es la canción más sencilla del disco, va al grano, nuevamente esta figura de rock de frente, el riff pesado, muy reflexiva acerca de la humanidad. Hemos construido un escenario de destrucción, ensañados en nuestra vanidad, en la vida pantalla que llevamos y que no nos deja ver más allá de nosotros mismos, y como terminamos sumergidos en un estado de irreflexión por estar todo el tiempo estimulados y estimulando nuestra vanidad. Colabora Sebastián Paness,o guitarrista de los PetitFellas Corriente Apela mucho a un ambiente sexual. Es una invitación a echarse a la suerte si a uno le gusta alguien, no pensarlo mucho y simplemente vivirlo. Es una canción con influencias del stoner rock, del blues rock, y colabora Juan Amaya de Seis Peatones, que nos aporta el momento más alto del tema con un solo de guitarra monumental. Verdad Animal Es una invitación a no preguntarnos tanto sobre el sentido vital de las cosas, sino más bien echarse a la caminata y por esa razón titula el disco: sintetiza la idea de andar como un animal sin ser conscientes de que un día vamos a morir, de que las cosas no tienen sentido, sino vivir a tope, sin ese exceso de análisis que lo lleva a la parálisis de uno mismo. En esta canción colabora Steven Baquero de Apolo 7. La misma mierda Es la única canción con la que llegamos al estudio sin una letra. En ese momento teníamos una idea instrumental y la grabamos en el 2019 junto a las otras canciones y a medida que fue pasando el tiempo nunca lográbamos dar con una letra y con una idea que nos dejara cómodos y satisfechos, y se fue perfilando como una toma descartada del disco. Cuando inició la cuarentena, entendimos un poco la necesidad de estar activos en las plataformas y dijimos ¿qué tal si intentamos retomar el tema?, así tenemos más material para el resto del año. Desempolvamos la sesión y empezamos a trabajar una letra pensando en este escenario pandémico, cómo nos hemos relacionado con la red social y nos inspiramos en eso. Hemos abusado de los medios y de la voz con la que nos expresamos y sentimos que generacionalmente somos la mejor banda, que vamos a sacar las mejores canciones, y lo que sea que se nos ocurra vamos a mostrar que somos los mejores, y al final con toda esa saturación visual terminamos siendo la misma mierda.
Alejandra Guzmán es una de las cantantes más representativas de la música latina. Su poderosa voz, su manera de interpretar las canciones y sus giras la han colocado en un lugar importante dentro de la industria musical. Este año regresa con nueva música como antesala a la celebración de sus tres décadas de trayectoria musical. Vive y deja vivir, junto a Ñengo Flow es el primer corte de su nuevo álbum que espera ver la luz antes de terminar el 2020. Una canción fresca, inspirada en la esencia de la vida misma, Su letra acude a grandes frases de la literatura universal y a los refranes populares. ¿Ser o no ser? ¡Atrévete! Es una invitación a vivir una vida real, intensa, sin pedir opinión o permiso. La canción fue co escrita por la cantante y producida por el colombiano Nicolás Mayorca. Su sonido es una mezcla de música del caribe con música regional mexicana. El videoclip animado muestra a sus protagonistas, Alejandra y Ñengo convertidos en avatars, con super poderes para cambiar a su paso los malos momentos por los que están atravesando algunas personas.
Disney tiene una larga lista de personajes que transitan muy bien por la fantasía, princesas, hadas, seres mitológicos y héroes. Pero sus villanos son legendarios, los antagonistas perfectos, algunos tienen club de fans y logran despertar más admiración y devoción que los buenos de la película.Maléfica en La bella durmiente, La Reina Malvada en Blanca nieves y los siete enanitos, El capitán Garfio en Peter Pan, Shan Yu en Mulán, Úrsula en La Sirenita, entre muchos más, que demuestran que para completar historias fantásticas se necesita luchar contra la maldadCruella de Vil en 101 dálmatas hace que la vida de perros sea otra cosa. Amante de las pieles y de la vida glamorosa, su personaje se desarrolla en una época más real. Glenn Close le dio vida al personaje en 1996, cuando llevaron el live action al cine. Emma Stone, será Cruella , una de las películas más esperadas del 2021.El personaje de Cruella de Vil se lo debemos a la escritora Dodie Smith, actriz fracasada, que dedicó gran parte de su vida a escribir obras de teatro y novelas, su novela 101 dálmatas fue adaptada por Disney en 1961.101 dálmatas está basado en episodios reales que vivió la escritora, tenía un perro llamado Pongo, el padre dálmata que apareció en la película en 1961. Dos años antes de escribir la novela tuvo cachorros en su casa. La película animada consiguió la admiración de la escritora por el resultado que Disney logró con su historia.Marc Davis es el encargado de crear el personaje de Cruella de Vil para la película animada. En sus manos nacieron personajes como Blancanieves y los siete enanitos (1937), Cenicienta (1950), Alicia (en el país de las maravillas, 1951), Tiker Bell de Peter Pan (1953) y Maléfica de La bella durmiente (1959). El personaje de Cruella de Vil fue un reto para el diseñador, quería que fuera más real y moderno."Tenía varios modelos parciales en mente cuando dibujé a Cruella, incluida una mujer que conocí que era simplemente un monstruo: era alta y delgada y hablaba constantemente. Quería que el personaje se moviera como alguien que no te gustaría. Cruella es mala pero ridícula, loca y egoísta. Ella nunca se detiene a pensar. No imagino que asesinar perros haya estado nunca en su mente, todo lo que vio fueron los abrigos de piel que quería hacer con ellos" afirmó Marc Davis en una entrevista en Los Angeles Times.Marc Davis no estaba trabajando de cero el personaje de Cruella de Vil, siguió y mejoró las ilustraciones de las gemelas Janet y Anne Grahame Johnstone que ya habían creado para la novela de Dodie Smith. Davis invitó a la actriz Mary Wickers para que le diera voz a Cruella, de esa forma probó el personaje y terminó de construirla.La voz de Cruella de Vil en la película animada la hizo la actriz Betty Lou Gerson "En la primera sesión de grabación, me dijeron que viera qué se me ocurría. No quería que Cruella fuera totalmente aterradora como Maléfica, así que la interpreté con un toque de humor en mi voz. Muchos de los villanos de Disney son realmente aterradores, pero creo que Cruella es más cómica que malvada” afirmó la actriz en una entrevista para Los Ángeles Times.Cruella de Vil es un personaje que se ha movido muy bien en diferentes décadas. En 1996, 101 dálmatas con Glenn Close, la actriz vuelve a protagonizar en el 2000, 102 dálmatas. En 2015 Disney Channel hace una película para televisión Descendientes, protagonizada por la actriz Wendy Raquel Robinson, se convirtió en la primera afroamericana en darle vida a Cruella. El 28 de mayo de este 2021, terminará la espera para comprobar si Emma Stone hará honores al personaje de Cruella. La película se desarrolla en los 70 en Londres y contará un poco la vida de la villana en su juventud, antes de convertirse en enemiga de los dálmatas.
Dicen que perro que ladra no muerde, pero el refrán jamás aplicó para DMX. El rapero de Yonkers, Nueva York —que murió el 9 de abril de 2021, a sus 50 años, luego de pasar sus últimos días inconsciente tras un paro cardiaco—siempre tuvo los colmillos afilados listos para el ataque y un ladrido potente (y melódico) que, junto con sus barras llenas de dolor y lucha, lo encumbró como una leyenda del hip hop y, en un momento, el MC más grande del mundo: su récord de cinco álbumes seguidos que debutaron en el número uno en ventas sigue imbatido en el rap, y probablemente así se mantendrá por siempre.Por Santiago Cembrano | @scembranoParadójicamente, lo que diferenció a DMX desde su debut It’s Dark and Hell It’s Hot (1998) fue lo oscuro y agresivo de su música, a través de la cual buscó exorcizar los problemas que lo atormentaron hasta las últimas. Mientras que, en el panorama confuso tras las muertes de 2Pac y Biggie, Diddy y Bad Boy hacían canciones extravagantes sobre los placeres de la vida millonaria a partir de reconocibles samples ochenteros, las de DMX eran de cómo te iba a robar. Y, a la vez, mucho más que eso: había un delicado balance entre lo sagrado y lo profano. Junto con la violencia había espiritualidad cristiana, lucha por ser mejor y una vulnerabilidad dolorosa.¿Cómo la antítesis de lo comercial logró vender más que lo fabricado para vender? La respuesta está en la honestidad evidente en cada línea que ladraba, con la que estableció una conexión potente con cada uno de sus millones de oyentes, tan potente como la energía que inyectaba en cada canción, como si se aferrara al micrófono y a la vida con las mismas ganas. Tras el halo amenazante de cada track estaba el alma de alguien que desde que nació había conocido el día a día como una pendiente inclinada que le dificultaba cada paso. Y esa alma era casi palpable en su icónico registro, endurecido por su bronquitis asmática y la violencia que recibió y emitió a partes iguales.Bautizado por sus padres como Earl Simmons, desde niño se hizo amigo de los perros callejeros, con los que pasaba la mayoría de su tiempo. Era un niño desobediente y rebelde, y se entendía mejor con ellos —animales con la guardia alta, pero nobles y cariñosos— que con los humanos. Su padre se fue y su madre y los novios de ella solían golpearlo. Su infancia y adolescencia las pasó en hogares colectivos o en centros de detención juvenil. Como contó en su autobiografía E.A.R.L.: The Autobiography of DMX, robar se volvió su forma de comer y sobrevivir: “Me dedicaba a asaltar. Robaba tres veces al día: antes del colegio, luego del colegio y por la noche”. En esta misión no necesitaba arma, lo acompañaba su perro. Y su perro también le hacía los ad-libs en las batallas de rap con las que demostró su talento en su barrio a finales de los 80.Antes de rapear, hacía beatbox. Su nombre artístico lo tomó de la máquina de percusión Oberheim DMX. Su guía era el también rapero Ready Ron, que lo acogió bajo su ala como un hermano menor. Cuando tenía 14, recibió un blunt que Ready Ron le pasó. Fumó, pensaba que era marihuana. También tenía crack, y así empezó una adicción que lo persiguió y atormentó por décadas. “Las drogas eran un síntoma de un problema más grande. Hubo cosas que viví en mi niñez que simplemente bloqueé, pero solo puedes bloquear hasta cierto punto antes de quedarte sin espacio. Realmente no tenía a nadie con quien hablar de eso. Muchas veces hablar de tus problemas es visto como un signo de debilidad, cuando realmente es lo más valiente que puedes hacer”, dijo en el podcast de Talib Kweli, People’s Party.Nada le llegó fácil, un Sísifo en Yonkers empujando la piedra una y otra vez cuesta arriba. Nunca se rindió, con el rap como salida de esas arenas movedizas. Esa ambivalencia entre adicciones, robos y la redención que buscaba desesperadamente la plasmó en sus discos. Nada le llegó fácil, ni en el rap. Luego de que apareciera en la sección de “Unsigned Hype” de la revista The Source en el 91, fue firmado por Ruffhouse, pero no duró más que un par de sencillos. Tuvo que esperar varios años para su segunda oportunidad, que llegó con Def Jam, luego de una racha de colaboraciones que demostró su potencia y carisma, así como su habilidad por prender el fuego desde la primera oración que escupía en el micrófono. Ma$e, The Lox, Mic Geronimo y LL Cool J fueron algunos de los artistas que lo invitaron a sus tracks, que mejoraron inmensamente con su presencia.En mayo del 98 lanzó It’s Dark and Hell Is Hot, una compilación hardcore de relatos callejeros y lamentos profundos propulsados por una producción tan enérgica como su voz, de la que se hizo cargo, principalmente, Dame Grease. La portada roja sangre y el título ya indicaban hacia dónde iba a tirar el trabajo. Así lo confirmó, por ejemplo, “Damien”, un track sobre la toma de decisiones entre tentaciones y plegarias, sobre la guerra contra sí mismo y su entorno. Un tema con la energía de una tractomula como “Ruff Ryders’ Anthem” (ubicua en barberías y playlists de ejercicio, e himno del sello que representaba y lideraba) explicaba su situación “Todo lo que conozco es dolor/Todo lo que siento es lluvia/¿Cómo me mantengo?”. Aún hoy el álbum mantiene ese vigor y esa complejidad, que invita a pensar dos veces antes de juzgar a las personas como buenas o malas.Tras el éxito de su primer disco, Lyor Cohen, ejecutivo de Def Jam, le hizo una propuesta que no pudo rechazar: se llevaría un millón de dólares si le entregaba a la disquera un álbum nuevo en un mes. Lo hizo, y en diciembre del 98 DMX publicó Flesh of My Flesh, Blood of My Blood. En la portada, DMX seguía cubierto de sangre, como si acabara de salir del averno o de asesinar lentamente a más de un humano. Muerte en las calles, pesadillas y sufrimiento de por vida fueron las temáticas del disco, junto con la siempre presente aspiración espiritual de salvación. Así completó uno de los años más exitosos, a nivel comercial y según la crítica, de la historia del rap.A pesar del éxito sin precedentes de su primer año, su trabajo más vendido llegó en 1999 con ...And Then There Was X, propulsado por sencillos como “Party Up” y “What’s My Name”, en la que empieza afirmando que no es una buena persona. Junto con su exploración cinematográfica de esa época (protagonizó Belly de Hype Williams y apareció en varias películas más), su fama y reconocimiento estaban en sus niveles más altos. Y el dolor nunca se fue, como lo consignó en el título de su siguiente disco The Great Depression (2001). Con Grand Champ (2003), cerró su racha dorada de cinco trabajos en el número uno y se retiró por unos años. Volvió con Year of the Dog … Again (2006) y luego Undisputed (2012), pero no pudo recobrar la atención masiva del inicio. El panorama del rap de esos años era cambiante y en transición y, si le creemos al refrán, no le puedes enseñar trucos nuevos a un perro viejo.La energía oscura y violenta de sus canciones no era solo un tema artístico. Ya como súper estrella fue arrestado por distintos cargos de armas, robo, drogas, violencia y violencia animal. En 2018 fue sentenciado a un año de cárcel por evasión fiscal. Y nunca pudo librarse de la adicción y el abuso de sustancias, a pesar de varios intentos de rehabilitación y sobriedad. Cuando salió de la cárcel, volvió a firmar con Def Jam. No alcanzó a vivir para publicar su nuevo álbum, que incluiría colaboraciones de Bono, Pop Smoke y Griselda. La lucha que planteó en “Slippin’”, uno de sus sencillos icónicos, no acabó. Su determinación por vencer frente a los obstáculos tampoco: “Me estoy resbalando, me estoy cayendo, no puedo pararme / Me estoy resbalando, me estoy cayendo, tengo que pararme / Ponerme de pie para destruir esta mierda”.Su música y su vida fueron contradictorias. Un balance de su carrera muestra que era explosivo, arrogante, introspectivo y sagaz, muchas veces todo a la vez. En sus canciones hay amor, miedo, rabia, alegría, tristeza, energía y violencia. Siempre fue auténtico, y el éxito masivo nunca implicó ponerse bozal que acallara sus ladridos o evitara que sus mordidas desgarraran. Esto se hacía presente en sus presentaciones en vivo, legendarias por su poderío y dinamismo: se conectaba con el público como con pura fuerza de voluntad. La imagen de una multitud de miles en Woodstock del 99, pogueando mientras X rapea con un overol rojo, una mirada determinada y un paso alegre, hace parte de las memorias del álbum familiar del hip hop.En “24 Hours To Live”, de Ma$e, DMX consideró cómo sería el final de su existencia. Lo hizo con violencia, remordimiento y esperanza: “He estado viviendo con una maldición, y ahora todo va a acabar / Pero antes de que me vaya, saluda a mi pequeño amigo / Pero tengo que hacerlo bien, reconciliarme con mi madre / Tratar de explicarle a mi hijo, decirle a mi mujer que la amo”. Era 1997. De cierta forma, en la ferocidad de su rap parece haber escondida una certeza de que estaba viviendo tiempo prestado. Quizás por eso, a pesar del dolor, se acercó a la vida con tanta alegría: tras su muerte han surgido videos de él bailando en la calle, en una boda de albaneses y con canciones de Michael Jackson. Que no se olvide su lado más alegre y jovial.Su búsqueda vital fue la de la tranquilidad. ¿La alcanzó? le dijo a su colega Noreaga en un episodio de Drink Champs: “Si me muriera ya, mi último pensamiento sería que viví una buena vida”. Al final, todos los perros van al cielo.
Mucho se habla del impacto que ha tenido la cultura japonesa en Latinoamérica. Desde el anime, pasando por la arquitectura hasta las actuales vtubers, pero ¿les sorprendería saber que hubo un grupo salsero japonés que saltó al estrellato? Esta es la historia de La Orquesta de la Luz.Por Juan Camilo Ospina DeazaPara hablar de la relación entre la música latina y Japón es necesario hacer un sobrevuelo por el magnetismo cultural y los flujos migratorios que conectaron a las faldas del Monte Fuji con los senderos que conducen a Monserrate. Por ejemplo, fueron las letras las que atrajeron a los primeros inmigrantes japoneses. Más específicamente: las descripciones que hizo Jorge Isaacs en su novela María (1867) de la hacienda El Paraíso y sus alrededores, en pleno Valle del Cauca.La historia está bien documentada. Fueron esas imágenes las que cautivaron tanto la curiosidad de un grupo de migrantes que terminó por convertirse en la primera colonia nipona en territorio colombiano, en la década de 1920. Uno de ellos, el jardinero Tomohiro Kawaguchi, es, de hecho, el primer migrante japonés en Colombia de quien se conoce su nombre y oficio.Fue entre 1929 y 1935 que tres grupos de japoneses que venían con la intención de establecerse en el Cauca ingresaron por Buenaventura. Eran en total 159 personas, la mitad de las cuales tenía menos de 14 años. Mientras que en 1984 la población de latinoamericanos residentes en Japón sólo llegaba a 4260 personas, en 1990 aumentó a 72.673 y en 1995 se había triplicado a 223.812. Estas migraciones fueron estimuladas por Japón, pues acababan de abrir sus fronteras para que sus nacionales pudieran irse del país y les resultaba estratégico para el fortalecimiento de las relaciones internacionales y los negocios.Ya en la isla se pueden encontrar muchos artistas que han sido cautivados por los ritmos latinos. El tango, por ejemplo, llegó durante el periodo conocido como Democracia Taisho (1912-30) con la llegada de marineros argentinos a las costas niponas.Para la apropiación del tango fueron fundamentales la Orquesta Típica de Tokyo y la famosa cantante Ranko Fujisawa. Como explica el historiador Hosokawa: “los ritmos sudamericanos fueron percibidos como muestra de la pasión latinoamericana”.La rumba (de origen cubano) entró a Japón gracias al hit El Manicero, de Moisés Simons. Uno de los temas más populares entre europeos y estadounidenses que tenían negocios con los japoneses. El cine Hollywoodense fue, desde luego, otro de los vehículos para que los japoneses escucharan a los músicos cubanos.Sin embargo, al hablar de la música latina en Japón no podemos olvidar a Los Turpiales, una banda de latinos migrantes en Japón, compuesta por un argentino, un colombiano y un brasileño.Ellos comenzaron a tocar boleros al estilo puertorriqueño, mexicano y canciones populares brasileñas en parques de la ciudad y estaciones de tren. A medida que su repertorio se hizo popular, fueron invitados a actuar en lugares formales y desarrollaron una pequeña base de fans.Álvaro Ríos, el cantante colombiano de Los Turpiales, fue invitado a cantar con los Tokyo Cuban Boys, un grupo que tocaba música cubana desde la década de 1940. Roberto Pino, otro miembro de la banda de Argentina, se convirtió en DJ en una estación de radio de Tokio y, eventualmente, produjo un programa de radio latino, especializándose en lo que él llamó "música tropical bailable”. Sobre la salsa ya veremos el impacto de La Orquesta del Sol y La Orquesta de la Luz.En épocas recientes, las colaboraciones musicales entre Japón y Latinoamérica se han intensificado. Desde Martha Cecilia Yokoi (que ha dedicado su vida en este país a la misión de divulgar la cultura colombiana a través de su grupo musical Fiesta Esmeralda), pasando por el Minyo Cumbiero (el proyecto del Frente Cumbiero con Minyo Crusaders) o el junte entre el músico experimental ibaguereño Julián Mayorga con el japonés Ryota Miyake, Flash Amazonas, hasta artistas japoneses que tocan ritmos latinos y afrocaribeños como Ska Flames, Nahki (Reggae), Lisa Ono (bossa nova), Lucia Shiomitsu (Paraguayan harp) y Ranko Fujisawa (tango). Y ni qué decir de las influencias japonesas en Colombia. Se puede rastrear un círculo de nicho de J-rock de bandas colombianas como Kira, Damask, Soryu, Eikon Klaein, RAION, Neko Machine, Ragnarok, Invaders Must Die (IMD) y Merlotte.Los miembros de las bandas colombianas de J-rock aman la cultura japonesa, a pesar de no conocer del todo el idioma. Su repertorio es, en su mayoría, en español y en inglés, pero cuando acuden al japonés lo hacen usando el rōmaji, un sistema que convierte los sonidos japoneses al alfabeto romano.La salsa en JapónEntre tantas idas y vueltas la salsa (que bien sabemos ha anidado particularmente en Nueva York, Puerto Rico, Cuba y Colombia) ha sido, sin duda, la escena latina más extendida en Japón. Hoy hay una movida que conjuga bares, escuelas de baile y eventos.Desde principios de los 90, de hecho, también se establecieron festivales de música latina en Japón con salsa y merengue, como el Festival de Baile Latino o el Día anual de la Salsa (sannmarusan) en Tokio; y el Festival Latino de la Isla de la Salsa en Fukuoka.Además de los festivales, la productora Japonicus de Shogo introdujo la cumbia en la escena alternativa con sus propias noches: Rebel Fiesta Party, Pachamama y Clandestino. Esto propició también el desarrollo de una escena cumbia local con bandas como DF7B, Rojo Regalo, Tequila Cokes, Copa Salvo, Real Thing, Mexican Club Band, Los Oxxos Sexos e incluso tiendas de discos locales como Discos Papkin.La Orquesta del Sol (OS) y La Orquesta de la Luz (OL)En cualquier caso, no hay duda en que dos nombres resuenan sobre los demás en este panorama. El primero de ellos es el de La Orquesta del Sol, que tal vez no hubiera existido si no es porque Tito Puente y la Fania All Stars recorrieran Japón desde los 60.Gracias a estas visitas "Pecker" Hashida creó en 1978 la Orquesta del Sol, el primer grupo de salsa japonés.El segundo de ellos es la La Orquesta de la Luz, formada por Nora Suzuki (también cantante de La Orquesta del Sol) a mediados de los 80.Cerca de 1987, Suzuki ahorró y viajó sola a Nueva York para buscar managers que pudieran financiar un tour para la Orquesta de la Luz en esa ciudad. Esta decisión, según Nora, marcó la diferencia entre La Luz y la Orquesta del Sol, que no se hizo tan famosa fuera de Japón.En esta visita logró contactarse con Richie Bonilla, famoso por lanzar las carreras de Willie Colón y Héctor Lavoe. Así describió el encuentro Nora a BBC Mundo:"Escuchó el casete, le enseñé las fotos de La Luz y entendió que éramos una orquesta japonesa que tocaba salsa. Primero no lo podía creer. Estaba muy sorprendido (…) Le dije que tocar nuestra salsa en Nueva York era nuestro sueño y me prometió que organizaría presentaciones de la Orquesta en vivo".Aunque la banda de la Luz gustó mucho, Bonilla les puso una condición: el grupo debía pagarse sus pasajes a Nueva York. Ellos tuvieron que ahorrar US$2.000 por cada uno, en lo que tardaron más de dos años.Solo tuvieron que aterrizar en Nueva York y llenaron todas las plazas en las que tocaron. Cuenta Bonilla que "Cuando vinieron, la salsa estaba por el piso, a causa del merengue. Pero cuando La Luz apareció en escena, todo el mundo quería verlos”. Este éxito les aseguro la posibilidad de grabar su primer disco. "Entonces Ralphie dijo 'que alguien los grabe en Japón y yo los distribuyo'", cuenta Bonilla.A esta tarea mandaron a Sergio George, quien afirmaba que “la comunicación fue completamente en inglés o en japones, nada de español, en español solamente era ella cantando, pura fonética, no sabía lo que decía”.La grabación fue un reto ya que ¡en Japón no existían lugares donde se pudiera grabar salsa! El disco salió en Japón con el sello BMG Víctor y RMM lo distribuyó en América Latina en 1990.El álbum encabezó la lista Billboard de música latina durante 11 semanas. George produjo otros dos álbumes de La Luz en Japón: Salsa no tiene frontera y Somos diferentes. En 1993 La Luz recibió la Medalla de la Paz de Naciones Unidas. La primera mitad de los 90, Bonilla organizaba tres tours, de cinco semanas al año, por varias ciudades de Estados Unidos, Europa, y países de América Latina y el Caribe como Perú, México, Puerto Rico, Colombia, Venezuela, Panamá, Ecuador, Chile, Costa Rica, Guyana Francesa, Martinica, Aruba, Curacao, Saint Marteen. Pero volvieron a juntarse en 2002 y desde entonces siguen actuando juntos en Japón y otros países.En 2019 lanzaron un álbum para celebrar su aniversario número 35, Gracias Salseros, y desde 2015 tienen un plan para "latinizar Japón". Apenas unos meses después de lanzar su primer disco, la Orquesta De La Luz tocó en uno de los escenarios más importantes del mundo: el Madison Square Garden, en Nueva York.En el concierto, ocurrido en 1991, no solo cantaron el que ya era su gran éxito, Salsa caliente del Japón, sino que compartieron micrófonos con dos leyendas del género: Oscar D'León, el faraón de la salsa, y Tito Puente, "el rey de los timbales".A La Luz no le llegaron críticas por su música como se puede pensar hubiera ocurrido hoy, cuando más se discute sobre la apropiación cultural. Sin embargo, su experiencia pone en evidencia algunas de las tensiones internas de la salsa. Un género profundamente narrativo, que cuenta historias de amor, vivencias cotidianas, luchas de opresión y, como explica la analista Luisa Fernanda Coy, profundamente relacionado con la identidad latinoamericana.Esta tensión la vivieron tan a flor de piel que los nombres de sus hits discuten esa relación entre ritmo y tierra de nacimiento: Salsa no tiene frontera y Salsa caliente del Japón. Esta última se puede interpretar como una carta de presentación del grupo en la que se cuenta la historia de la Orquesta de la Luz y afirman que “no importa de dónde sean, ellos tienen ritmo y corazón”.Frente a este panorama uno podría preguntarse ¿Cómo puede un no-latino cantar salsa? ¿pueden los japoneses ser “verdaderos” salseros?”. Tal vez esta pregunta no es tan inocua cuando se tiene en cuenta el orgullo con el que los “locales” se burlan de aquellos que intentan bailar salsa y no tienen el “swing”, o como se plantea desde algunos sectores “es que eso se lleva en la sangre”.Desde otro ángulo, el analista Shuhei Hosokawa afirma: “OL, en cambio, despolitiza y deserotiza la salsa con el propósito de la recepción internacional”. Para Hosokawa, La Orquesta de la Luz se desmarca de las características propiamente étnicas de la salsa y esto se ve reflejado en su distanciamiento de la llamada “salsa romántica”; es decir, salsa con letras sensuales y arreglos de influencia bolero. En cualquier caso, el aparato industrial de apropiación ha sido dispar en ambas vías. Mientras los productos culturales japoneses se han convertido en objetos de consumo masivo en Latinoamérica, no ocurrió lo mismo en la dirección opuesta, a pesar de intentos como el de La Orquesta de la Luz.
Aquí estamos, como de costumbre, con nuevos temitas, pero queremos recordarles que tenemos un especial completo con reseñas de discos colombianos (álbumes de estudio y EP) para que conozcan y se empapen de la diversidad musical del país. También pueden echarle un ojo a los mejores temas y álbumes nacionales del 2020 en este especial. En esta oportunidad les presentamos Lenguajes iguales de Lady Arias.Lenguajes iguales -Lady Arias.¿Quién está detrás? Lady Arias ha soñado desde pequeña con vivir de la música, entiende que tiene una voz armónica, pero con el paso de los años ha pulido su forma de componer. Este tema es, de cierta forma, su debut en la industria colombiana. Fue participante del concurso de tv Factor X y ahora quiere demostrar que su impacto tiene más duración que el reality.¿De qué trata? En Lenguajes Iguales la cantautora utiliza todas sus armas para retratar el contacto mágico y enérgico de la sexualidad. Ella lo describe como “una canción para oídos sexualmente sensibles, mentes abiertas y cuerpos comunicativos”.¿A qué suena? La cantante nacida en Yopal lleva esta canción sus influencias musicales. Un poco de soul, otra pizca de R&B y cierta dosis de pop latino.¿Sobre el video qué? Se rodó en Yopal, capital de Casanare, y ciudad donde nació la artista. Fue dirigido por David Puentes en colaboración con Lady Arias. Una pieza audiovisual donde se abordó el concepto de resonancia límbica y la conexión que se genera a través de los sentidos, el alma, el cuerpo y la mente, esa que va más allá del género, la raza, el color de piel o la identidad sexual.¿Cuándo escucharla? Pronto Yopal va a estar en la mira de todos por el talento de Lady, su voz, interpretación y concepto artístico. Vamos a estar atentos a esta llanera.Para ver | Colectivos de mujeres que cambian el panorama de la música.¡La música nos une!
Aquí estamos, como de costumbre, con nuevos temitas, pero queremos recordarles que tenemos un especial completo con reseñas de discos colombianos (álbumes de estudio y EP) para que conozcan y se empapen de la diversidad musical del país. También pueden echarle un ojo a los mejores temas y álbumes nacionales del 2020 en este especial. En esta oportunidad les presentamos Uno de Ali A.k.a Mind.Uno - Ali A.k.a Mind¿Quién está detrás? Ali Rey Montoya en Bogotá y ha recorrido la ciudad de esquina a esquina. A los dos años se fue a vivir a una plaza cercana, Soacha, donde estudió sus primeros años de colegio y jugó fútbol. Colgó los guayos y empezó a rodar en skate. Luego el rap lo encontró, lo rescató de una depresión y empezó a grabar canciones. Hoy por hoy es uno de los rostros más conocidos del género en colombiano.¿De qué trata? Ali se presenta esta vez como un guerrero que guarda cicatrices de grandes batallas. Es el inicio de una aventura y el ocaso de una rutina, es la combinación del mundo de ALI y su alter ego Manjit, la fusión del amor, la paz, la salud, la gratitud y la fe, todos estos elementos propios de su ideología y su universo creativo.¿A qué suena? Para este track, Ali convocó al ganador de Latin Grammy Kiko Castro, en conjunto con T-Chord en el beat, JBeat en el master y la mezcla y los scratches por DJ J.L.P, en la producción ejecutiva Maind Pro. Una calidad muy alta, con aliados estratégicos.¿Sobre el video qué? El director Santiago Diaz Vence junto a Pivote Cine y Luis Celedón, fueron los encargados de darle vida al visual de la canción. Cuenta con la participación especial de Alejandro Riaño y allí interpreta al director de un comercial, un tema que se integra con el resto de la narrativa para contar una historia con tinte cinematográfico.¿Cuándo escucharlo? Esta obra que transita por lugares profundos del alma y la mente. Es ideal para escuchar muy temprano, en esos momentos donde la mente está más despejada y menos ocupada.Para ver | Ali A.K.A. Mind, Nanpa Básico y LosPetitFellas hablan sobre el rap latino - Videogalería Shock¡La música nos une!