El año pasado la artista canadiense lanzó su disco homónimo, el cual no tuvo mucho impacto. Esta vez la artista decidió promocionar su nuevo sencillo Hello Kitty con un video. Sin embargo, la canción no solo ha sido repudiada por la crítica musical (La revista "Billboard" la calificó como "una verguenza en cualquier idioma" ) sino que tras el estreno del clip la artista fue acusada de racista en las redes sociales gracias a la forma como retrata el mundo asiático.
Lo nuevo de la ex skate girl no se parece en nada a sus primeros hits que iban más por la onda del rock californiano, ahora la vemos metiéndose en el mundo dubstep a lo Skrillex. Aunque ella sí parece estar bastante satisfecha con su resultado, según sus declaraciones para la revista Digital Spy: "Es una cosa muy divertida que nunca he hecho antes. Es el único en el disco que suena así. La canción es coqueta y algo sexual, aunque también trata sobre mi amor a Hello Kitty"
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