El picó no solo trasciende barreras con sus ondas sonoras. La herencia cultural se transmite casi que en el ADN. Generación tras generación, round tras round de tandas musicales, para esta familia la movida picotera es un asunto que se recibe de los ancestros, se aprende y se porta con orgullo y sabor.
Esta es la historia de una familia que en cada rama de su árbol genealógico ha logrado convertir ese sabor caribe que llevan en las venas en un instrumento para la regeneración de su cultura musical y en el legado para sus hijos.
Abuelos, padres e hijos bailan y la rompen con el volumen a toda en su picó.
Bienvenidos al cuarto capítulo del Picó, la máquina musical del caribe.
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