La cantautora costarricense Debi Nov a es una especialista en contar historias que sacuden las vísceras y que reflejan momentos vitales universales. Desde que empezó a lanzar su música alrededor de 2004 ha decidido estrenar sus proyectos con calma.
Entre el 2010 y el 2020 lanzó cuatro álbumes de estudio y ha recibido cuatro nominaciones a los Latin Grammy y una a los Grammy. Esta última en 2021 por su más reciente placa, 3:33 (2020), álbum que en la premiación latina se llevó el premio a Mejor álbum cantautor.
En sus canciones Debi fusiona los modelos de composición de los ritmos tradicionales como la bachata, el bolero y la bossa nova con una paleta de sonidos más actuales producidos de la mano de recursos del synthpop, la electrónica y el R&B moderno.
“No soy de sopas porque siempre tomo sopa cuando estoy enferma”. Debi Nova
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Come como pajarito antes de cantar. Pica por aquí y pica por allá si hay nueces o uvas. Como a Mafalda, no le gusta la sopa a menos que esté enferma. Tiene la lengua sensible para el té. Eso sí, es una freak con las medidas del ritual sagrado de tomar el té. Es de las que deja las boronas del cereal en la caja para que otro se las coma.
Sobre Los Placeres No Culposos
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Los humanos somos una especie omnívora con preferencias y aversiones dietéticas muy particulares. O, mejor dicho: con muchas mañas. Nuestro consumo no depende simplemente de nuestra capacidad biológica para digerir. Antes de alimentar el estómago vacío la comida alimenta la mente colectiva, dicen los antropólogos.
Por eso a algunos les genera placer echarle limón al huevo frito (¿qué?) y a otros calibrar la esponjosidad de un postre (con los dedos).
Para la muestra, les preguntamos a cinco artistas de diferentes orígenes y género musical por sus fijaciones gastronómicas: Juliana Velásquez, Elsa Carvajal (Elsa y Elmar), Cráneo, Willy Rodríguez (de Cultura Profética) y Debi Nova. Comer siempre es un placer, por raras que parezcan sus mañas.