Se dice que en Bogotá se han violado las leyes de la física, las de Dios, las de la naturaleza. Tal vez usted lo ha visto, o tal vez no. Pero hay rumores serios (o no) que indican que hay pájaros que vuelan al revés atravesando nuestro cielo gris y contaminado.
De hecho, testigos informan que esos vuelos contradictorios están vinculados con sucesos desastrosos, con la mala suerte, con destinos poco alentadores, como sucedió con el accidente aéreo ocasionado recientemente en la localidad de Engativá, al occidente de Bogotá.
Hay quienes dicen también que el avistamiento de ese vuelo en reversa es el inicio del fin: el aviso de una catástrofe máxima, una especie de inversión del Big Bang, el Big Crunch. Esta teoría, conocida en el mundo de la física, habla de una gran explosión, de un gran colapso: la implosión del universo como el fin de nuestra existencia.