“Mi nombre es Pabla Flores Gonzáles, hija de Eulalia Gonzáles Bello, 'La Yaya', cantadora de bullerengue”. Con esta frase se presenta la Maestra Pabla. El legado de su madre conforma cada pedazo lo que ella es hoy y es imprescindible a la hora de introducirse como cantadora.Pabla camina bajo el sol de las calles de María La Baja, su lugar de nacimiento, y solo hay que verla para saber que este es el lugar al que pertenece: su piel se le mantiene intacta, sin una gota de sudor, a pesar de que el sol nos tiene a 31 grados y lleva puesto un saco verde de manga corta que combina con su turbante y su falda.Cuando era bebé, cuenta, 'La Yaya' le calmaba las pataletas con un arrullo al ritmo del bullerengue, así que la música la acompañó siempre, pero antes de retomar ese legado se enamoró del campo.Durante 12 años Pabla trabajó como campesina cultivando maíz, yuca, ñame, plátano, melón y sandía. Luego comenzó a vender pescado en las calles y, cuando tuvo a sus dos hijos, le tocó migrar a Venezuela para trabajar como empleada doméstica. "Yo me enamoro más de la naturaleza que de la ciudad. Si mis compañeros hacían zanjas, yo hacia la zanja; si iban a cortar monte, yo agarraba machete y garabato y a cortar monte; si iban a tumbar una cerca de alambre, yo no le temía al alambre, me montaba en mi burro o mi caballo y me iba pal' monte”, dice. Cuando la Maestra canta estira las manos hacia el cielo. En ellas ve la estela de cada uno de sus trabajos. Siente el dolor de su cadera como consecuencia del exceso de fuerza en los cultivos y recuerda las calles caminadas con baldes de pescado que debía vender antes de que se acabara el día.Empieza su canto intempestivamente frente a la escuela Rafael Uribe Uribe. Al escucharla, todos los vecinos de la cuadra se asoman. Su voz es tan potente que parece invitar incluso a los de la cuadra de al lado. Desde el más pequeño, que apenas está aprendiendo a andar, hasta la mayor que se levanta de su mecedora, se ponen de pie para seguir el ritmo de su arrullo.Pabla Flores nació un 18 de marzo de 1955 y, a pesar de las vueltas que la vida le ha dado, de haber ido en busca de trabajo a Barranquilla, Cartagena y Venezuela, siempre vuelve al lugar que mejor la define: María La Baja, un corregimiento del caribe colombiano, a dos horas y media de Cartagena; el sitio donde se crió junto a sus ocho hermanos. De nueve hijos que tuvo 'La Yaya', sólo una se dedicó al bullerengue.“Así mija, así es que se canta el bullerengue”La historia del bullerengue se remonta a la migración de africanos a la Costa Caribe del país, principalmente a San Basilio de Palenque. Es una tradición ancestral, de carácter oral, mediante la cual las comunidades conservan su historia. El canto es ejecutado, principalmente, por mujeres mayores que van acompañadas de tamboleros que hacen sus instrumentos a mano.La Yaya supo que Pabla tendría la voz que se necesita para entonar un bullerengue desde que, despistada, la encontraba cantando baladas y rancheras por toda la casa. “Nosotras las mujeres lo hacemos con más lamento que los hombres”, afirma la Maestra Pabla antes de entonar un bullerengue improvisado para comprobarlo. El 'lamento' es el sentimiento que se le pone a la canción, la capacidad de entonar con más expresividad, pues, como asegura, "las mujeres tenemos más coqueteo a la hora del canto".Las mujeres de su familia sabían cómo identificar una buena cantadora de bullerengue: "si es respondona, va a ser buena cantadora". Así 'La Yaya' supo que su hija iba a ser la encargada de mantener con vida su legado. Pabla Flores siempre sabía qué responder.A sus 50 años la maestra decidió formar su agrupación 'Pal' lareo Pabla', conformada por 20 músicos en tarima.Yaya le decía, Yaya le decía Alla Pabla Flores, que cuando muriera cuando ella muriera, Pabla cantaría Pal' lereo pabla, pa la cuña Yaya Pal' lereo pabla, pa la cuña Yaya Ya se murió Eulalia, si acajio 'La Yaya' pero quedó Pabla Hoy canta su hija, hoy canta su hija como ella queríaJhonny, como ella lo llama, fue un músico del corregimiento que quedó impresionado con su voz y compuso una canción en su honor antes de fallecer de cáncer en el 2020. Esta canción le dio el nombre a la agrupación que en 2021 quedó en segundo lugar a 'Mejor Grupo de Bullerengue' en el XXXIII Festival de Bullerengue de Necoclí.El "Lereo" es un adorno a la hora de cantar. Una forma de entonar que sólo la Maestra Pabla ha utilizado en el bullerengue.La primera escuela de bullerengue en Colombia "Aquí las fiestas, los rituales, los entierros, todo era con bullerengue. Antes no existía el 'picó'", afirma la maestra. María La Baja ha forjado su identidad en este ritmo y, para mantener la base de sus tradiciones, Pabla Flores, junto a su tambolero principal, Gregorio Pedroza, la Gobernación de Bolívar y la Corporación Buen Vivir, armaron la primera escuela de bullerengue del país: La Escuela de Formación Integral Eulalia Gonzáles.El objetivo de los maestros y de la Institución Educativa Rafael Uribe Uribe, que prestó sus instalaciones para las clases, es que el bullerengue sea transmitido como forma de educación. Por medio de la estructura de la etnoeducación esperan enseñar a las generaciones más jóvenes.En 2020 la escuela arrancó como un proyecto de Naciones Unidas en el que se organizaron, a lo largo del año, veinte semilleros con los cuales dotaron de instrumentos diferentes comunidades de los corregimientos de María La Baja y San José de Playón. En 2021 dictaron un diplomado internacional virtual de bullerengue en el que se inscribieron 100 personas, 60% personas de otros países.En 2022 recibieron el reconocimiento y registro por parte del Ministerio de Cultura con el cual empezó el trabajo de la mano de la Institución Educativa Rafael Uribe Uribe para formalizar el proceso pedagógico.El 20 de febrero de 2023 la escuela comenzó a funcionar formalmente con 50 niños inscritos en formación permanente. Hoy la maestra separa sus tardes para dictar clases de canto, interpretación y composición de bullerengue a niños desde los 6 a los 16. Mientras tanto, en su tiempo libre, continúa componiendo, junto a su agrupación, nueva música con la que se presentará en festivales durante 2023. Para Pabla Flores el bullerengue se convirtió en su camino de vida; para los niños que la escuchan, una nueva forma de conmemorar la tradición y para María La Baja, la voz con la que mantiene viva su historia.¡La música nos une!
Terminó Estéreo Picnic 2023 y así como muchos se regaron en elogios por el cartel y los artistas del festival, 2 aspectos fueron criticados del evento: los trancones y la seguridad. Usuarios en redes sociales reportaron robos dentro y a la salida del festival. Durante el desarrollo del Estéreo Picnic, las autoridades incautaron 50 celulares robados, según un informe de El Espectador. Las autoridades reportaron la detención de cuatro personas por hurto y falsedad en documento público. Se estima que los dispositivos móviles están avaluados en más de $60.000.000.Un miembro del equipo de objetos perdidos del festival nos contó que recibió decenas de reportes de celulares perdidos, principalmente el día 3 del festival. Para él, los escenarios con gran aglomeración de personas son más propensos a que existan robos. Así como los escenarios más concurridos, la salida del evento, donde mayor cantidad de personas hay, también fue un espacio recurrente para robos, según varios usuarios. "El tema de la inseguridad en la salida del Estéreo Picnic es tremendo. Los agentes de la Policía están de adorno, cuellos de botella impresionantes, robos y atracos y ellos como si nada. Queda uno a su propia suerte. No se despeguen de su grupo nunca.", escribió un asistente en Twitter. Igualmente se reportó que unas 50 personas lograron romper la valla del festival para colarse, incluso haciendo daño al personal logísico. Algunos de ellos se cayeron al lago.
Con Billie Eilish cerró Estéreo Picnic 2023, la edición con más artistas hasta ahora en la historia del festival. Tokischa, Polo & Pan, Kali Uchis, Elsa y Elmar, Villano Antillano, Morat, complementaron un cartel ambicioso y variado. Más de 170.000 personas vieron a más de 100 artistas diferentes a lo largo de los 4 días del festival. El contraste musical, desafiante y punzante de Billie Eilish en el escenario, se hizo notar en cada rincón del Estéreo Picnic. Con solo 21 años de edad, ya se convirtió en una de las artistas más jóvenes en pisar el escenario del festival, uno lleno de expectativas y emociones luego de la dolorosa cancelación obligada de su show en 2020 por la razón que ya sabemos.De esquina a esquina, Billie navegó por las canciones que la han catapulado en la élite de la música y el entretenimiento. Junto a su hermano Finneas en los teclados, guitarra y bajo, y Andrew Marshall en la batería, el trío brindó un concierto que desde ya pasó a ser uno de los mejores del festival en su edición 2023.Si la carrera de Lil Nas X nos ha enseñado algo es que la provocación es la clave del éxito y esa lección la aplicó en su show. Grandes animales, coreografías intrincadas y cambios de vestuario nos transportaron a un universo desvergonzado y extravagante en donde todos pueden ser tan auténticos y confiados como él.Elsa y Elmar regresó a Colombia luego de una gira por Suramérica y aunque aceptó que tenía miedo, nos entregó un show que así como ella lo dice ‘Es para lloribailar”. Durante su presentación la artista envió un mensaje de apoyo a las artistas mujeres colombianas 🇨🇴 y fue celestina de una pedida de mano.Elsa incluyó en su set list varias canciones de su álbum ‘Ya no somos los mismo’ y otros éxitos como ‘Ojos noche’ que nos pusieron a todes a cantar e incluso, a sacar los pasos prohibidos
Antes muertos que yendo al Estéreo Picnic 2023 sin estilo. El frío, la lluvia y el lodo no son obstáculos cuando de crear un look festivalero se trata. Durante cuatro días miles de asistentes llegaron al campo de golf de Briceño para ver en tarima a sus artistas favoritos con la mejor pinta puesta. Nuestras cámaras exploraron desde el primer al último día los looks más originales y lo que encontramos fue creatividad por montón. Desde chaquetas hasta pantalones, pasando por accesorios como gorras y capas, el brillo ha sido una constante en los looks más creativos de esta edición del FEP. Además, las gafas de sol han sido otro complemento clave, con diseños de todo tipo y colores que han dado un toque especial a cada pinta. Además, hemos visto que el frío y la lluvia no han sido una excusa para lucir espectaculares. Abrigos, chaquetas, pañuelos y bufandas han sido los aliados perfectos para combatir las bajas temperaturas, y los sombreros y gorros han dado un toque diferente a cada look.Las botas a prueba de lodo, también fueron una prenda imprescindible para este tipo de eventos al aire libre. Y es que aunque el clima complique un poco las cosas, los asistentes han demostrado que están preparados y han lucido botas de todos los colores y estilos, desde las más sencillas hasta las más llamativas.En resumen, la variedad fue la regla. Looks inspirados en los 90 con pantalones cargo y zapatillas deportivas, pintas más bohemias con ruanas y sombreros e infaltables como las camisetas con diseños de bandas, todas estuvieron presentes. Esta galería de looks son una muestra de que el estilo y la creatividad en temporada de festival no tienen límites, además que la moda y la música van de la mano. Aplausos a todos los asistentes que dedicaron tiempo y esfuerzo a sus looks ¡La rompieron!
Ya sospechábamos que la tercera fecha del Festival Estéreo Picnic 2023 tenía el potencial para ser una de las mayores fiestas de la historia del evento. ¿La razón? Buena parte de los shows prometidos compartían una característica: eran artistas definitivamente revolucionarios.La idea de lograr verlos —a Chemical Brothers, a Wu-Tang Clan, a Moderat, a Bizarrap y a tantos más— traía la épica de un recuerdo indeleble implícita.Pero nada es certeza para nosotros, el público del Picnic: después de todo, por el festival hemos visto hasta sueños de infancia desmoronarse ante decenas de cancelaciones esporádicas, pandemias e incluso la muerte súbita a horas de que lo anhelado se realice. Quizás esa incertidumbre fue potenciadora de la emoción eléctrica que se apoderó del día.En todo caso, incrédulos o confiados, indudablemente nos equivocamos. Aunque se respiraba emoción por la fecha, solo un puñado de los asistentes puede decir que se esperaba algo del porte de lo ocurrido en Briceño el sábado 25 de marzo. Probablemente es aún más ínfimo el grupo de personas que se atrevería a decir que ha presenciado una seguidilla de shows tan impresionante en los 13 años que han transcurrido del festival pago más grande de Colombia. El día inició nublado. A la amenaza de lluvia se sumó el anuncio de cancelación del show de Kali Uchis del domingo. Luego, su retractación, el inicio de las primeras bandas y la llegada de los amigos alejaron el susto de que algo pudiera salir mal en el día.Miles se decidían a no dejar esa posibilidad al azar educándose y testeando sustancias en Échele Cabeza, o comprando trayectos de bus, agua, comida, zapatones o capas al ritmo de enormes artistas locales como Flor de Jamaica, Felipe Orjuela y la nueva estudiantina electrónica, Junior Zamora o Santiago Navas.Mientras algunos ya cabeceaban con el latin club de la fiesta del TraTraTrax Sound Sistema, liderado por Verraco, Dawer x Damper corrían el telón de su presentación llena de dramatismo escénico y Alci Acosta caminaba lentamente, como en pasillo de honor, a tomarse el escenario Adidas entre vitoreos y aplausos.Los primeros rones se abrieron para pedir un trago en la copa rota con celular en mano para grabarle un video a mamá que está en casa. En el recuerdo quedará también la invitación a Catalina García de Monsieur Periné al escenario, o cuando “Checo” Acosta, hijo de Alci, tomó la vocería por un momento y le cantó a las canas de su mítico padre mientras este tocaba el piano.Ese gesto de reconocimiento entre generaciones fue el punto máximo de una seguidilla de shows diurnos cargados de invitados que dan cuenta de que la música nacional es y ha sido siempre un bioma rico, diverso y en constante diálogo interno. Y aunque renunciamos pronto al sol, eso significó entregarnos de lleno a la noche. L’Imperatrice nos hizo bailar con su nu-disco y, ya en un punto avanzado de su set, la cantante Flore Benguigui advirtió que lo que estábamos próximos a escuchar era música que nos haría mover. En otro lugar, “NRS in Da Area” hacía recordar los hits de la No Rules Clan cabecear a un público sediento de boom bap que calentaba para otros shows de la noche.En adelante, no tengo idea de dónde estuvimos, pero no fue propiamente este mundo. Desde la irrupción enérgica de Trueno vivimos shows decididamente entregados a su público, con sonidos originales y una audiencia que en respuesta bailaba y gritaba con pasión, confiados en que estábamos en buenas manos. Cada hora que pasaba, cada movimiento entre escenarios, se sentía como la elección de una atracción de un parque de diversiones, y reunirnos en tierra firme con nuestros parches para tomar agua antes del ritual era como ponerse el cinturón antes de una montaña rusa.Justamente fue el argentino quien puso sobre la mesa la confianza que tuvo en que su público iba a tener esas ganas y compromiso de acompañarlo incluso cuando fuera más allá del freestyle que lo hizo famoso. La sinergia entre artista y público permite la apertura a una propuesta estética que rompa paradigmas, y los shows que vinieron son muestra de lo que un artista puede lograr si confía en su visión y en que el amor que pone de su parte, de ser honesto, será reconocido.Bizarrap lo sabe, y se agrega un componente adicional a la comprensión sobre lo que se necesita para realizar una visión propia y exitosa si se tiene en cuenta que su llegada a puestos altos de festivales del mundo tiene todo que ver con su perseverancia e insistencia en el potencial de las sesiones de estudio que lo catapultaron al estrellato mundial.Como público uno agradece su show por diferente a una recopilación de hits, pues está mucho más cercano al EDM que lo enamoró de la producción musical que al rap o al reggaeton.En medio de la sorpresa y el baile suscitado por los drops agresivos y los samples chopeados, surge la pregunta por lo que podría ser para la música del portador de las ya icónicas gorra y gafas si se dedicara de lleno en su música de estudio, y no solo para las secciones enérgicas de sus sesiones, a explorar la producción electrónica, con rapeos encima y pensada para bailar al estilo baltimore club, superando las mallas de seguridad que le suponen el perreo y las apariciones de los artistas más grandes de la región en su música. Su voz trémula de lágrimas al cierre muestran, al fin y al cabo, que es ese sonido que tocó el que más lo inspira.Es que la renuncia a la comodidad es lo que construye a las leyendas y las separa de los hits temporales. La música decidida a ser una expresión del alma es una sustancia radioactiva que genera reacciones en cadena y ha creado mundo enteros. Uno de ellos es Shaolin: el mismo lugar donde RZA sentó a sus secuaces secuaces hace décadas para pedirles un año de sus vidas dedicado no al hustlin’ de Staten Island, sino a su objetivo de crear a los Avengers del rap.Sus miembros escribieron leyendas que, puestas en situación de concierto, son reforzadas por una bandota, samples de películas de kung-fu, rap chatarrero clásico y la siempre extraña contraposición de que las máximas autoridades de un lugar inviten a prender un bareto en vez de ser quienes persiguen su uso. Desde el día, los miles de camisetas alusivas a la Wu-Tang anunciaban el viaje, y finalmente estuvimos en esa Nueva York de los noventas, Ol’ Dirty Bastard vivió entre nosotros y la ausencia de Method Man fue suplida por un público que si bien no cantó todo, se entregó a la misa de hits como C.R.E.A.M., Bring Da Ruckus, Tearz y hasta covers de Nirvana.Aunque sin tanta calle y épica, pasamos luego al que para muchos ha sido el mejor show de sus vidas. Ed Simmons y Tom Rowlands asumieron sus puestos a la luz de una silueta facial azul que hablaba y se aceleraba, y desde que liberaron la furia de sus block rockinin’ beats abordamos un paseo por el inconsciente sin poder resistirnos a bailar.Durante Chemical Brothers, todas las líneas divisorias se difuminan: cuesta trabajo entender si los robots de 5 metros que cuelgan sobre el escenario realmente lo hacen, si la pantalla es 3D, si hay cientos de pelotas gigantes que brincan sobre el público o si los ogros y representaciones de Vishnú gritando van a salir de la pantalla, como sus rayos laser, a comernos.Su carrera es eso, al fin y al cabo: difuminar. Fueron ellos quienes se decidieron a tomar el garage, drum n bass, jungle y demás armas del underground inglés de los noventas y ponerla sen manos de los grandes del sonido rock de Manchester y Londrés para crear la electrónica de arena. Su show nos permitió también recorrer esa historia a galope de caballos de madera e hipnotizantes manos de robot.Un ensueño de los sintetizadores tranquilos de Wide Open y Escape Velocity es de golpe Eve of Destruction, un juego de luces es de golpe una pesadilla y después un bajo sin piedad alguna. Miles de personas gritando “Got A Keep on Getting Me High” no pueden estar equivocadas, y hay que hacer caso y bailar.Los que salimos de allí a Ryan Castro, pasmados como estábamos y cuestionándonos si alguna vez viviríamos sensaciones tan intensas, nos encontramos con un cantante del ghetto que también está decidido a probar guaracha o merengue, de ser necesario, para cumplir su propósito de hacer perrear. Gritar con miles más Wasa Wasa y Jordan con el frontman que no hace tanto luchaba por la atención de los pasajeros de un bus tiene que ser de las pocas cosas capaces de elevar más la farra después de eso.Y aunque algunos creímos que otra de ellas sería Fumaratto, muchos nos encontramos lastimosamente con la antítesis, con la anticipación decepcionada. Luego de una larga fila para entrar al Club Budweiser, empezaron las trompetas y una voz femenina seductora como las que transformaron la guaracha por siempre anunció “esto es Fumaratto Ferroso”, pero nos encontramos ante un set principalmente techno, con descansos para una salsa, un vallenato, David Guetta y hasta Seven Nation Army, que antecedieron los escasos minutos de zapateo anticipado.Quisiera preguntarle a Daniel por qué esa decisión. ¿Venía en la línea del anuncio del Club Budweiser de inspirar cada día de su sonido en lo que está sonando en algunas de las discotecas clave de Bogotá y Medellín? ¿Fue quizás, como con Bizarrap, la decisión consciente de volver a sus raíces en el techno, pero solo por una noche? ¿No confió en que aguantáramos que se fuera hasta las últimas consecuencias con el trasfondo de su nombre, con su sonido? ¿O la guaracha funciona como arma secreta y el set como espacio para borrar fronteras de géneros musicales que regionalismo y clasismo insisten en sostener fuera del FEP?Del otro lado, Moderat, el super grupo que unió a Apparat y Modeselektor, rugía. Nos recordaba, como la Wu, lo que puede surgir de apostar por lo propio y por la admiración a la obra de nuestros iguales y nos elevaba por última vez en la noche.Mientras se apagaban las luces y logística empujaba al cuello de botella de la tortuosa y embarrada salida, dimos los últimos pasos de baile. Algunos, bajo el efecto de ver a la Wu Tang y Chemical Brothers la misma noche, seguían esperando a sus amigos en los arcos de “Un Mundo Distinto”, haciendo el chiste de que se sentían como Drake y Josh al bajar del demonizador. Y por unos instantes, afuera del enigmático Club Budweiser escucharon y bailaron ya cansados con el retumbar de “Me provocas” mientras la noche se disipaba.Es una lástima que los pocos que consumen irresponsablemente, la colapsada logística para la salida y las malas condiciones de seguridad, generaran un aterrizaje forzoso para muchos. Pero la tercera fecha del Estéreo Picnic alteró mi química, así como sus artistas se decidieron a alterar el mundo por completo y a crear nuevos de ser necesario.
El consumo de sustancias en festivales como Estéreo Picnic 2023 es una realidad y aunque no esté permitido su ingreso, hay un espacio donde pueden ser testeadas y quien se acerque puede recibir información sobre la dosificación y los efectos que producen.Échele Cabeza es un proyecto que busca generar y difundir información sobre Sustancias Psicoactivas para la reducción de riesgos y daños. La iniciativa busca fortalecer la capacidad de decisión y respuesta de la población joven vulnerable y no vulnerable frente al consumo, así como la generación de prácticas de autocuidado. En lugar de buscar la prohibición, busca brindar información para un consumo seguro y responsable. ¿Es una contradicción prohibir la droga dentro y testearla?Sobre esto, Julián Quintero, director de Échele cabeza, afirmó: "Es una muestra de hay un cambio de paradigma. Antes solamente había requisas, ni siquiera estábamos nosotros. Hoy en día hay segurdades, requisas y salud pública. Yo creo que también la gente tiene que tener muy claros sus derechos. Nadie, ni siqueira la policía, puede quitarle a una persona la dosis mínima".