Bituin se une a la celebración del Día de Jazz con un concierto presencial en el Teatro Estudio del Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo el 30 de abril. Este encuentro con el público también servirá para estrenar su nuevo EP Divina Cosecha y escuchar las canciones clásicas de su repertorio.El cuarteto bogotano integrado por las hermanas Valentina y Juanita Añez en las voces y los hermanos Santiago y Daniel de Mendoza en la batería y el contrabajo, llevan una década interpretando canciones latinoamericanas con influencias del jazz, el folklore y la música contemporánea.Bituin ha publicado tres producciones discográficas con las que han logrado subirse a varios escenarios en festivales y auditorios, sesenta conciertos en Festivales de jazz y World Music, auditorios y ciclos en diferentes ciudades de Colombia, Sao Paulo, Barcelona y Berlín.En sus primeros álbumes, Entre tu pueblo y mi pueblo (2014) y Paisaje Abierto (2011), Bituin mezcló lo melódico y lírico del cancionero popular de Latinoamérica con el riesgo, el amor por la disonancia y el espíritu vanguardista de las músicas experimentales. Para confirmar que transita rigurosamente por un camino desprevenido, en el 2018 la banda lanzó un tercer álbum, Lluvia en el maizal, que, si bien incluye viejas canciones de otros países del Cono Sur, consta principalmente de obras de compositores actuales de Colombia.En el 2020, Bituin exploró repertorio sudamericano con sonidos y letras que engrandecen las virtudes de la naturaleza, de los seres humanos, su espiritualidad y fraternidad. Virtudes que conmemoran lo que ha sido considerado sagrado para culturas ancestrales de América Latina.Divina Cosecha, incluye cinco canciones con sonidos y letras que hacen un homenaje a lo que ancestralmente ha sido sagrado para América del Sur. Del free jazz a la canción, del trap acústico a la balada, de la fraternidad a la cosecha. Para conseguir las entradas ingrese aquí.
El año pasado La Rebe Caribe grabó un concierto en el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo, un show con canciones que harán parte de su primera placa discográfica. Este concierto se podrá disfrutar por Teatro Digital.Bogotá Calipso y Reggae es un evento que reúne los ritmos musicales de San Andrés Providencia y Santa Catalina, se realiza cada año en el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo. Este concierto es el encuentro de artistas destacados del archipiélago.Cerrando la programación de Teatro Digital, la agrupación La Rebe Caribe llega en la franja Lo Nuestro, del 25 de marzo al 1 de abril. Bajo la dirección de John de la Hoz, baterista y director de la agrupación, La Rebe Caribe presenta una marcada tendencia a la fusión, principalmente con aires caribeños como calipso, soca, compas y zouk.La Rebe Caribe se ha convertido en una de las agrupaciones favoritas del carnaval de la isla de Providencia y, en sus conciertos, presenta una sonoridad única y clásica de esta región del Caribe. Bogotá Calipso y Reggae se realiza con aliados como la Fundación San Andrés Music, ONG que propicia escenarios y condiciones sostenibles para la protección y cuidado de la cultura raizal. Además, trabaja por ampliar las oportunidades de creación, circulación y goce de la música y cultura de manera local, regional, nacional e internacional.Desde el 2012, ha producido siete versiones consecutivas del Mercado Insular de Expresiones Culturales (Minec), tres versiones del San Andrés Music Tour y varios proyectos de creación audiovisual como San Andrés Music Vol 1 y Vol 2 y One Shot.La programación de Teatro Digital está dividida en cuatro franjas: Lo nuestro, con presentaciones de los grandes referentes de las músicas colombianas; Grandes espectáculos, que destaca los montajes de gran magnitud que han pasado por la programación del Teatro Mayor; Armonía Sura, que agrupa los grandes conciertos de las orquestas de música clásica más importantes del mundo, y Ventana de América, compuesta por espectáculos de la red de teatros de Ola Ópera Latinoamérica.Adicionalmente, el Teatro Mayor continuará con sus campañas de contenidos digitales de la Teatropedia, un programa de responsabilidad social en alianza con Sura que ofrece contenidos pedagógicos a través de diversas piezas, y la franja #15MINBienestar, en la que los bailarines de la Compañía de Danza del Teatro Mayor ofrecen clases virtuales diarias.
Este concierto de cámara protagonizado por Sergei Sichkov y Luis Martín Niño, solistas de la Orquesta Filarmónica de Bogotá, llega a Teatro Digital con dos de las sonatas más importantes de Beethoven.En 1796, Ludwig Van Beethoven compuso la Sonata n.° 1 para piano y violín y se la dedicó a Antonio Salieri, reconocido músico influyente de Viena en esa época y quien fue también su maestro.Con esta pieza comienza el concierto protagonizado por el pianista ruso Sergei Sichkov y el violinista colombiano Luis Martín Niño. Este recital, que unirá tres generaciones de música de cámara y se podrá ver del 18 al 25 de marzo a través de Teatro Digital, continuará con la Sonata n° 5 ‘La primavera’, también de Beethoven.Estos dos músicos que protagonizan el recital son además solistas de la Orquesta Filarmónica de Bogotá. Luis Martín Niño, concertino principal de la Filarmónica, es considerado como uno de los mejores violinistas de Colombia, y el pianista ruso Sergei Sichkov es reconocido por su extensa investigación sobre las interpretaciones de las obras para piano de Rachmaninov y por participar en el primer festival de piano en homenaje a este compositor en 1993.También hace parte del programa el compositor ruso Alfred Schnittke, quién enfocó su carrera en la composición de música para cine. Su legado reúne más de 60 obras y se caracterizó por mezclar estilos de diferentes épocas. Suite in old style es una muestra de su lenguaje musical y hace parte del programa de este recital.El programa concluye con la Sonata n° 1 para violín y piano Op. 75 del francés Camille Saint-Saëns, quien en 1870 fue uno de los encargados de liderar el renacimiento de la música francesa.La programación de Teatro Digital está dividida en cuatro franjas: Lo nuestro, con presentaciones de los grandes referentes de las músicas colombianas; Grandes espectáculos, que destaca los montajes de gran magnitud que han pasado por la programación del Teatro Mayor; Armonía Sura, que agrupa los grandes conciertos de las orquestas de música clásica más importantes del mundo, y Ventana de América, compuesta por espectáculos de la red de teatros de Ola Ópera Latinoamérica.
Burning Caravan estrenará su cuarto álbum Más allá del Mundo en el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo. Serán tres shows presenciales del 21 al 23 de mayo. Ha pasado más de un año desde la última vez que la banda se presentó en vivo, por eso para ellos, este encuentro con el público los tiene muy emocionados. Tres noches para escuchar en vivo por primera vez las nuevas canciones del álbum y los clásicos de su repertorio en un gran performance musical, acompañado de toda la magia estética y visual que caracteriza a la Burning.El 26 de marzo la Burning Caravan estrenará el videoclip de Respuestas perdidas, el primer sencillo del álbum Más allá del Mundo. “El álbum es un viaje intergaláctico, pero también un encuentro con uno mismo. Un disco que mantiene la esencia sonora de la banda, pero que a la vez navega por nuevos ritmos y géneros, manteniendo esa multiculturalidad que los hace únicos”. Afirman. La Burning está conformada por Javier Ojeda, compositor, guitarrista y productor musical, Francisco Martí, vocalista y director artístico; Diana Osorio, pianista y acordeonista; Olivier Lestriez, bajista y contrabajista, Mario Romero, baterista y Pablo Muñoz en el saxofón. Para Más Allá del Mundo además cuenta con la producción del ingeniero de sonido Uriel Dorfman, una pieza clave del engranaje sonoro de grandes artistas argentinos y latinoamericanos como Gustavo Cerati o los Fabulosos Cádillacs y vuelven a trabajar con "el legendario" Mario Breuer en la ingeniería de mezcla, parte fundamental de cada disco de la agrupación.Su música, influenciada por el rock, el jazz, la música gitana y latinoamericana, se expresa en una puesta en escena teatral y festiva, que invita a disfrutar y bailar al ritmo de sus melodías. Con el lanzamiento de Más Allá del Mundo compuesto por ocho canciones, Burning Caravan explora nuevos universos sonoros y diferentes idiomas, presentando un álbum ecléctico y de la más virtuosa interpretación musical. “Se nota los nueve años que llevamos juntos y en los cuales no hemos parado de crear, de hacer música, en este disco usamos menos notas, pero están mejor ubicadas, gracias a esa síntesis que te da el tiempo y el crear en equipo” afirma Francisco Martí vocalista de la agrupación. “Este es el mejor trabajo que ha hecho Burning Caravan, el más potente, contundente y maduro” cocluye Javier Ojeda, guitarrista y productor musicalLas presentaciones en el Teatro Mayor seguirán las medidas del protocolo de bioseguridad del escenario, que garantizan el bienestar de todos los asistentes. Consigas sus entradas aquí.
Puerto Candelaria continúa celebrando dos décadas de música y de mezclar sonidos que han llegado a todos los rincones del mundo con su cumbia rebelde. El año pasado y cumpliendo todos los protocolos de bioseguridad hicieron este show de celebración en el Teatro Mayor que se podrá ver del 11 al 18 de marzo en Teatro Digital.En este show hicieron un recorrido musical abordando diferentes etapas, desde su álbum Kolombian Jazz del 2002 hasta los sonidos ilógicos y cinematográficos de sus últimos tiempos, con álbumes como Cinema trópico y Yo me llamo Cumbia.Desde sus inicios, Puerto Candelaria se ha caracterizado por ser una innovadora y explosiva propuesta, que desde hace dos décadas es pieza fundamental en el movimiento que redefinió la industria musical en Latinoamérica. Además, es uno de los máximos representantes internacionales de la nueva música colombiana, con centenares de conciertos en los festivales, mercados culturales y muestras artísticas más importantes de Europa, Asia, Norte y Suramérica.Bajo la dirección de Juancho Valencia, Puerto Candelaria propone un audaz viaje sonoro por la cumbia, rock, ska, chucu chucu, world music y sus géneros propios: jazz a lo colombiano y cumbia underground.Los personajes de la banda han evolucionado en forma de poemas, canciones, fonogramas, danzas y escenarios. Su primer álbum, Kolombian Jazz (2002) transmitió melodías que jugaban con los ritmos colombianos en lenguaje de jazz.Más tarde, con Llegó la Banda (2005), jugó con el desparpajo del chucu chucu, y luego llegaron Vuelta Canela (2010), Cumbia Rebelde (2011), con éxitos como Upa beat y Balkánica, y los cantos desgarradores de Amor y Deudas (2014).En el 2019, Puerto Candelaria lanzo Cinema Trópico, una especie de cartelera cinematográfica y tropical, y Yo Me Llamo Cumbia, en el que sonaron exitosas cumbias orquestadas con las que alcanzó el Grammy Latino.El año pasado, y como respuesta al reto que supuso la pandemia, el grupo creó The Secret Of The Shadow, un álbum secreto en que los sonidos de estos creadores de melodías vuelven al jazz con clásicos de otro tiempo y nuevas creaciones.La programación de Teatro Digital está dividida en cuatro franjas: Lo nuestro, con presentaciones de los grandes referentes de las músicas colombianas; Grandes espectáculos, que destaca los montajes de gran magnitud que han pasado por la programación del Teatro Mayor; Armonía Sura, que agrupa los grandes conciertos de las orquestas de música clásica más importantes del mundo, y Ventana de América, compuesta por espectáculos de la red de teatros de Ola Ópera Latinoamérica.Adicionalmente, el Teatro Mayor continuará con sus campañas de contenidos digitales de la Teatropedia, un programa de responsabilidad social en alianza con Sura que ofrece contenidos pedagógicos a través de diversas piezas, y la franja #15MINBienestar, en la que los bailarines de la Compañía de Danza del Teatro Mayor ofrecen clases virtuales diarias.
La Compañía Nacional de Ópera de Pekín de China, presenta La leyenda de la serpiente blanca, una de las obras más famosas de la compañía, con esta puesta en escena han recorrido el mundo, la obra que se presentó en el Teatro Mayor en el marco de la celebración del 41 aniversario de las relaciones diplomáticas entre Colombia y China llega a Teatro Digital. Basada en una célebre leyenda china, esta producción tiene como protagonista a Bai Suzhen, la ‘Dama Blanca’, un espíritu de serpiente que lleva miles de años viviendo en la montaña Emei, hasta que conoce al joven Xu Xian.La dinastía Han existió del 206 a.C. al 220 d.C. tiempo que en la historia china es considerado como una edad dorada. Su legado cultural aún prevalece a través de los mitos y leyendas que se conocen gracias a los personajes mitológicos, hechos o leyendas que se encuentran en los textos de historia, filosofía y poesía china.Estos textos se transformaron en obras gracias a agrupaciones como la Compañía Nacional de Ópera de Pekín de China, que han puesto en escena más de 500 obras tradicionales de la Ópera de Pekín. La agrupación nació en 1955 y ha reunido a los más reputados dramaturgos, directores, compositores y escenógrafos de China.La leyenda de la serpiente blanca es una de las piezas más famosas de esta compañía y se ha presentado en países como Inglaterra, Japón, Francia, Rusia e Italia. Siguiendo el estilo de la de Ópera de Pekín, declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, la producción combina canto, artes marciales y la actuación teatral.La programación de Teatro Digital está dividida en cuatro franjas: Lo nuestro, con presentaciones de los grandes referentes de las músicas colombianas; Grandes espectáculos, que destaca los montajes de gran magnitud que han pasado por la programación del Teatro Mayor; Armonía Sura, que agrupa los grandes conciertos de las orquestas de música clásica más importantes del mundo, y Ventana de América, compuesta por espectáculos de la red de teatros de Ola Ópera Latinoamérica.Adicionalmente, el Teatro Mayor continuará con sus campañas de contenidos digitales de la Teatropedia, un programa de responsabilidad social en alianza con Sura que ofrece contenidos pedagógicos a través de diversas piezas, y la franja #15MINBienestar, en la que los bailarines de la Compañía de Danza del Teatro Mayor ofrecen clases virtuales diarias.
A finales del 2019 y en medio de un momento de pura efervescencia dentro de la escena local, Armenia llegó casi por sorpresa y supo hacerse su espacio con su celebrado disco debut homónimo. 10 canciones emocionales y divertidas en clave de pop alternativo que marcarían el inicio de uno de los ascensos más vertiginosos dentro de la música independiente colombiana en los últimos tiempos.Basados en Bogotá, la banda está compuesta por Ricardo Laverde (teclados), Daniel Moreno (bajo) Daniel Cardona (batería) y Juan Antonio Toro, vocalista, guitarrista y líder, que la bautizó así en honor a la ciudad donde pasó gran parte de su infancia y de donde vienen sus padres. “Todavía somos una banda pequeña y emergente pero hemos logrado tener oportunidades increíbles trabajando duro en esto, que es lo que mejor sabemos hacer”, comenta Toro.Justamente esa sensibilidad pop y un trabajo juicioso en materia de lanzamientos les ha permitido llegar a eventos como el Festival Estéreo Picnic 2020 (pospuesto), Sofar, Día de Rock 3.0 y TRANSMISIÓN de Páramo Presenta. Desde el lanzamiento de su disco debut, Armenia ha presentado otras canciones como Oropel, Ay Corazón y más recientemente El Tiempo, todas demostrando la versatilidad de Toro como compositor y consolidando una fanaticada fiel desde la radio y las plataformas digitales de audio.Para Armenia, la pandemia trajo consigo la oportunidad de acompañar a diario a sus seguidores desde las redes sociales, donde no solo ofrecieron presentaciones virtuales sino también espacios de conversación durante el encierro. “Esa pequeña comunidad que hicimos con los Lives se formó para que la gente se sintiera un poco mejor”, dice Toro, para quien el show en el Teatro Mayor será esa oportunidad de lujo para el reencuentro con los que han estado con Armenia desde el principio.Con este show la banda despide oficialmente su disco debut y le da la bienvenida a Grita -su segundo larga duración que verá la luz durante este 2021- con una presentación cargada de colores y pensada para todo el público desde el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo el próximo domingo 21 de marzo a las 5:00 p.m. Será con el debido distanciamiento en un teatro que solo llenará la capacidad al 30%. La música no se puede detener, por eso: acá pueden comprar sus entradas desde $15.000.
El Teatro Mayor presenta Escenario radial, un espacio de radioteatro, la primera obra será La mandrágora, de Nicolás Maquiavelo, Cada miércoles de marzo, se lanzará una nueva pieza, que se dividirá en episodios diarios, siguiendo con Relaciones peligrosas, de Pierre Choderlos de Laclos; En el camino real, de Antón Chéjov, y El inspector, de Nikolái Gogol. Las cuatro producciones fueron creadas por el Teatro Libre, adaptadas para radioteatro por Patricia Jaramillo y dirigidas por Ricardo Camacho. En las décadas de 1950 y de 1960, en Colombia se popularizó el formato de radioteatro, un género de lectura dramática que a partir de las voces de sus intérpretes y de efectos sonoros hacía vivir en la imaginación de los oyentes grandes historias de la literatura y de la dramaturgia.El Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo lanza Escenario radial, una plataforma de radioteatro que presentará una selección de los títulos más representativos del repertorio universal de este género. El estreno estará a cargo del Teatro Libre, con una serie de obras que se publicarán los miércoles de cada semana.El miércoles 3 de marzo, se estrenará la primera producción: La mandrágora, de Nicolás Maquiavelo, el escritor italiano célebre por su tratado El príncipe. Esta es una de las piezas más destacadas de su producción dramática y recoge su mirada satírica sobre la sociedad de su época. Todas las piezas de Escenario radial se dividirán en capítulos, que se estrenarán diariamente.La programación continuará con Relaciones peligrosas (10 de marzo), inspirada en la famosa novela epistolar del francés Pierre Choderlos de Laclos, y En el camino real (17 de marzo), la primera obra de teatro que escribió Antón Chéjov.El 24 de marzo, coincidiendo con la celebración del Día Internacional del Teatro (27 de marzo), se estrenará El inspector, el clásico del escritor ruso Nikolái Gogol. Esta comedia satírica, que está dividida en cinco episodios, se centra en los habitantes y dirigentes de un pequeño pueblo a quienes les llega la noticia de que recibirán la visita de un inspector de San Petersburgo.Las producciones fueron adaptadas para el formato de radioteatro por Patricia Jaramillo y dirigidas por Ricardo Camacho. Fundado en 1973, el Teatro Libre es uno de los grupos más importantes de la escena nacional y desde su nacimiento ha montado cerca de 100 obras y espectáculos, de autores colombianos como Esteban Navajas, Jairo Aníbal Niño, Piedad Bonnett y el nobel de literatura Gabriel García Márquez, y también de grandes nombres de la dramaturgia universal.
Luego de casi un año sin música en vivo por culpa de la pandemia, el 14 de febrero de 2021 volvimos. Shock y el Teatro Mayor presentaron en vivo en Bogotá (presencialmente y sin encerrarnos en un carro), el primer concierto de la franja Shock Presenta. Y no podríamos haber tenido un mejor regreso.La Muchacha cantora manizalita, concretó un show emotivo por partida doble, pues no solo era el regreso general del público a los conciertos, sino que su música tocó fibras.El Teatro Mayor abrió sus puertas al 30% de su capacidad total (1.300 personas) para un evento que agotó la boletería en cuatro días.La Muchacha ha sabido conectar, una tras otra, canciones viscerales e intensas. Desde su trabajo debut en 2018, Polen, ha desencajado el formato clásico de guitarra y voz, familiar al de la canción protesta, para imprimirle también exploraciones con el folclor que van acompañadas de su curiosidad con otros géneros como el rap o el reggaetón.El año pasado estrenó una serie de colaboraciones con el productor Santiago Navas, entre las que se destaca el poderoso himno antiacoso como No me toques mal y su álbum Canciones Crudas, un compendio de sentidos cantos a los ríos, los amigos y al territorio.Nada más al abrirse el telón, con un formato sencillo, en el que la luz apuntaba a su voz y su guitarra, la sombra de La Muchacha imponía su calidez y una sensibilidad por el país generada a punta de ingenio. Además, presentó el material de su próximo disco: ‘Más canciones crudas’, que verá la luz a final de marzo de 2021.Fue un recital lleno de historias crudas y dolorosas sobre la vida y la muerte en Colombia; una demostración del ingenio de una de las cantautoras más prolíficas del país, que invitó también al escenario a dos voces tremendas: Briela Ojeda y Gato e monte. Acá les mostramos cómo fue el recorrido.
Valeriano Lanchas fue el primer colombiano en cantar en una de las mecas de la lírica mundial, la Metropolitan Opera House de Nueva York. Su voz ha cautivado al público que ha presenciado sus presentaciones junto a Los Angeles Hilharmonic, The Philadelphia Orchestra, la Orquesta Filarmónica de Bogotá y la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia, entre muchas otras. Teatro Digital presenta un recital con lo mejor de la canción francesa junto al pianista Juan David Mora.Su nombre ha sobresalido junto al de grandes intérpretes como Luciano Pavarotti, Juan Pons, Juan Diego Flórez, Martha Senn, Anna Netrebko y Olga Borodina. En el 2020, durante la pandemia, el bajo barítono protagonizó la ópera Gianni Schicchi de Giacomo Puccini, coproducción de la Ópera de Colombia y del Teatro Mayor, y también presentó un recital lírico centrado en la canción francesa junto al pianista Juan David Mora.Este encuentro que hizo homenaje a la canción francesa, llega a Teatro Digital, desde jueves 25 de febrero. El concierto planteará un recorrido por este género creado para voz y piano que se popularizó a mediados del siglo XIX.Juan David Mora realizó sus estudios de pregrado y maestría en piano en la Universidad EAFIT y obtuvo su título de Doctorado en Interpretación piano en la Université de Montréal. Además, ha participado en cursos y festivales en Canadá y Francia, donde ha recibido orientación de Jeff Cohen, Dalton Baldwin, Christian Ivaldi, Gabriel Tacchino, Francis Perron, David Lutz y François Le Roux.El repertorio del recital comienza con el ciclo de canciones Les nuits d’été (Las noches de verano) de Berlioz, para el que el compositor se inspiró en poemas de su amigo Théophile Gautier. La presentación continúa con Chanson triste, Extase y La vie antérieure de Duparc y finalizará con Cinq mélodies populaires grecques de Ravel, que se estrenaron entre 1904 y 1906.Este recital fue parte de un piloto de presentaciones con público que el Teatro Mayor realizó siguiendo su protocolo de bioseguridad.La programación de Teatro Digital está dividida en cuatro franjas: Lo nuestro, con presentaciones de los grandes referentes de las músicas colombianas; Grandes espectáculos, que destaca los montajes de gran magnitud que han pasado por la programación del Teatro Mayor; Armonía Sura, que agrupa los grandes conciertos de las orquestas de música clásica más importantes del mundo, y Ventana de América, compuesta por espectáculos de la red de teatros de Ola Ópera Latinoamérica.Adicionalmente, el Teatro Mayor continuará con sus campañas de contenidos digitales de la Teatropedia, un programa de responsabilidad social en alianza con Sura que ofrece contenidos pedagógicos a través de diversas piezas, y la franja #15MINBienestar, en la que los bailarines de la Compañía de Danza del Teatro Mayor ofrecen clases virtuales diarias.
Disney tiene una larga lista de personajes que transitan muy bien por la fantasía, princesas, hadas, seres mitológicos y héroes. Pero sus villanos son legendarios, los antagonistas perfectos, algunos tienen club de fans y logran despertar más admiración y devoción que los buenos de la película.Maléfica en La bella durmiente, La Reina Malvada en Blanca nieves y los siete enanitos, El capitán Garfio en Peter Pan, Shan Yu en Mulán, Úrsula en La Sirenita, entre muchos más, que demuestran que para completar historias fantásticas se necesita luchar contra la maldadCruella de Vil en 101 dálmatas hace que la vida de perros sea otra cosa. Amante de las pieles y de la vida glamorosa, su personaje se desarrolla en una época más real. Glenn Close le dio vida al personaje en 1996, cuando llevaron el live action al cine. Emma Stone, será Cruella , una de las películas más esperadas del 2021.El personaje de Cruella de Vil se lo debemos a la escritora Dodie Smith, actriz fracasada, que dedicó gran parte de su vida a escribir obras de teatro y novelas, su novela 101 dálmatas fue adaptada por Disney en 1961.101 dálmatas está basado en episodios reales que vivió la escritora, tenía un perro llamado Pongo, el padre dálmata que apareció en la película en 1961. Dos años antes de escribir la novela tuvo cachorros en su casa. La película animada consiguió la admiración de la escritora por el resultado que Disney logró con su historia.Marc Davis es el encargado de crear el personaje de Cruella de Vil para la película animada. En sus manos nacieron personajes como Blancanieves y los siete enanitos (1937), Cenicienta (1950), Alicia (en el país de las maravillas, 1951), Tiker Bell de Peter Pan (1953) y Maléfica de La bella durmiente (1959). El personaje de Cruella de Vil fue un reto para el diseñador, quería que fuera más real y moderno."Tenía varios modelos parciales en mente cuando dibujé a Cruella, incluida una mujer que conocí que era simplemente un monstruo: era alta y delgada y hablaba constantemente. Quería que el personaje se moviera como alguien que no te gustaría. Cruella es mala pero ridícula, loca y egoísta. Ella nunca se detiene a pensar. No imagino que asesinar perros haya estado nunca en su mente, todo lo que vio fueron los abrigos de piel que quería hacer con ellos" afirmó Marc Davis en una entrevista en Los Angeles Times.Marc Davis no estaba trabajando de cero el personaje de Cruella de Vil, siguió y mejoró las ilustraciones de las gemelas Janet y Anne Grahame Johnstone que ya habían creado para la novela de Dodie Smith. Davis invitó a la actriz Mary Wickers para que le diera voz a Cruella, de esa forma probó el personaje y terminó de construirla.La voz de Cruella de Vil en la película animada la hizo la actriz Betty Lou Gerson "En la primera sesión de grabación, me dijeron que viera qué se me ocurría. No quería que Cruella fuera totalmente aterradora como Maléfica, así que la interpreté con un toque de humor en mi voz. Muchos de los villanos de Disney son realmente aterradores, pero creo que Cruella es más cómica que malvada” afirmó la actriz en una entrevista para Los Ángeles Times.Cruella de Vil es un personaje que se ha movido muy bien en diferentes décadas. En 1996, 101 dálmatas con Glenn Close, la actriz vuelve a protagonizar en el 2000, 102 dálmatas. En 2015 Disney Channel hace una película para televisión Descendientes, protagonizada por la actriz Wendy Raquel Robinson, se convirtió en la primera afroamericana en darle vida a Cruella. El 28 de mayo de este 2021, terminará la espera para comprobar si Emma Stone hará honores al personaje de Cruella. La película se desarrolla en los 70 en Londres y contará un poco la vida de la villana en su juventud, antes de convertirse en enemiga de los dálmatas.
Dicen que perro que ladra no muerde, pero el refrán jamás aplicó para DMX. El rapero de Yonkers, Nueva York —que murió el 9 de abril de 2021, a sus 50 años, luego de pasar sus últimos días inconsciente tras un paro cardiaco—siempre tuvo los colmillos afilados listos para el ataque y un ladrido potente (y melódico) que, junto con sus barras llenas de dolor y lucha, lo encumbró como una leyenda del hip hop y, en un momento, el MC más grande del mundo: su récord de cinco álbumes seguidos que debutaron en el número uno en ventas sigue imbatido en el rap, y probablemente así se mantendrá por siempre.Por Santiago Cembrano | @scembranoParadójicamente, lo que diferenció a DMX desde su debut It’s Dark and Hell It’s Hot (1998) fue lo oscuro y agresivo de su música, a través de la cual buscó exorcizar los problemas que lo atormentaron hasta las últimas. Mientras que, en el panorama confuso tras las muertes de 2Pac y Biggie, Diddy y Bad Boy hacían canciones extravagantes sobre los placeres de la vida millonaria a partir de reconocibles samples ochenteros, las de DMX eran de cómo te iba a robar. Y, a la vez, mucho más que eso: había un delicado balance entre lo sagrado y lo profano. Junto con la violencia había espiritualidad cristiana, lucha por ser mejor y una vulnerabilidad dolorosa.¿Cómo la antítesis de lo comercial logró vender más que lo fabricado para vender? La respuesta está en la honestidad evidente en cada línea que ladraba, con la que estableció una conexión potente con cada uno de sus millones de oyentes, tan potente como la energía que inyectaba en cada canción, como si se aferrara al micrófono y a la vida con las mismas ganas. Tras el halo amenazante de cada track estaba el alma de alguien que desde que nació había conocido el día a día como una pendiente inclinada que le dificultaba cada paso. Y esa alma era casi palpable en su icónico registro, endurecido por su bronquitis asmática y la violencia que recibió y emitió a partes iguales.Bautizado por sus padres como Earl Simmons, desde niño se hizo amigo de los perros callejeros, con los que pasaba la mayoría de su tiempo. Era un niño desobediente y rebelde, y se entendía mejor con ellos —animales con la guardia alta, pero nobles y cariñosos— que con los humanos. Su padre se fue y su madre y los novios de ella solían golpearlo. Su infancia y adolescencia las pasó en hogares colectivos o en centros de detención juvenil. Como contó en su autobiografía E.A.R.L.: The Autobiography of DMX, robar se volvió su forma de comer y sobrevivir: “Me dedicaba a asaltar. Robaba tres veces al día: antes del colegio, luego del colegio y por la noche”. En esta misión no necesitaba arma, lo acompañaba su perro. Y su perro también le hacía los ad-libs en las batallas de rap con las que demostró su talento en su barrio a finales de los 80.Antes de rapear, hacía beatbox. Su nombre artístico lo tomó de la máquina de percusión Oberheim DMX. Su guía era el también rapero Ready Ron, que lo acogió bajo su ala como un hermano menor. Cuando tenía 14, recibió un blunt que Ready Ron le pasó. Fumó, pensaba que era marihuana. También tenía crack, y así empezó una adicción que lo persiguió y atormentó por décadas. “Las drogas eran un síntoma de un problema más grande. Hubo cosas que viví en mi niñez que simplemente bloqueé, pero solo puedes bloquear hasta cierto punto antes de quedarte sin espacio. Realmente no tenía a nadie con quien hablar de eso. Muchas veces hablar de tus problemas es visto como un signo de debilidad, cuando realmente es lo más valiente que puedes hacer”, dijo en el podcast de Talib Kweli, People’s Party.Nada le llegó fácil, un Sísifo en Yonkers empujando la piedra una y otra vez cuesta arriba. Nunca se rindió, con el rap como salida de esas arenas movedizas. Esa ambivalencia entre adicciones, robos y la redención que buscaba desesperadamente la plasmó en sus discos. Nada le llegó fácil, ni en el rap. Luego de que apareciera en la sección de “Unsigned Hype” de la revista The Source en el 91, fue firmado por Ruffhouse, pero no duró más que un par de sencillos. Tuvo que esperar varios años para su segunda oportunidad, que llegó con Def Jam, luego de una racha de colaboraciones que demostró su potencia y carisma, así como su habilidad por prender el fuego desde la primera oración que escupía en el micrófono. Ma$e, The Lox, Mic Geronimo y LL Cool J fueron algunos de los artistas que lo invitaron a sus tracks, que mejoraron inmensamente con su presencia.En mayo del 98 lanzó It’s Dark and Hell Is Hot, una compilación hardcore de relatos callejeros y lamentos profundos propulsados por una producción tan enérgica como su voz, de la que se hizo cargo, principalmente, Dame Grease. La portada roja sangre y el título ya indicaban hacia dónde iba a tirar el trabajo. Así lo confirmó, por ejemplo, “Damien”, un track sobre la toma de decisiones entre tentaciones y plegarias, sobre la guerra contra sí mismo y su entorno. Un tema con la energía de una tractomula como “Ruff Ryders’ Anthem” (ubicua en barberías y playlists de ejercicio, e himno del sello que representaba y lideraba) explicaba su situación “Todo lo que conozco es dolor/Todo lo que siento es lluvia/¿Cómo me mantengo?”. Aún hoy el álbum mantiene ese vigor y esa complejidad, que invita a pensar dos veces antes de juzgar a las personas como buenas o malas.Tras el éxito de su primer disco, Lyor Cohen, ejecutivo de Def Jam, le hizo una propuesta que no pudo rechazar: se llevaría un millón de dólares si le entregaba a la disquera un álbum nuevo en un mes. Lo hizo, y en diciembre del 98 DMX publicó Flesh of My Flesh, Blood of My Blood. En la portada, DMX seguía cubierto de sangre, como si acabara de salir del averno o de asesinar lentamente a más de un humano. Muerte en las calles, pesadillas y sufrimiento de por vida fueron las temáticas del disco, junto con la siempre presente aspiración espiritual de salvación. Así completó uno de los años más exitosos, a nivel comercial y según la crítica, de la historia del rap.A pesar del éxito sin precedentes de su primer año, su trabajo más vendido llegó en 1999 con ...And Then There Was X, propulsado por sencillos como “Party Up” y “What’s My Name”, en la que empieza afirmando que no es una buena persona. Junto con su exploración cinematográfica de esa época (protagonizó Belly de Hype Williams y apareció en varias películas más), su fama y reconocimiento estaban en sus niveles más altos. Y el dolor nunca se fue, como lo consignó en el título de su siguiente disco The Great Depression (2001). Con Grand Champ (2003), cerró su racha dorada de cinco trabajos en el número uno y se retiró por unos años. Volvió con Year of the Dog … Again (2006) y luego Undisputed (2012), pero no pudo recobrar la atención masiva del inicio. El panorama del rap de esos años era cambiante y en transición y, si le creemos al refrán, no le puedes enseñar trucos nuevos a un perro viejo.La energía oscura y violenta de sus canciones no era solo un tema artístico. Ya como súper estrella fue arrestado por distintos cargos de armas, robo, drogas, violencia y violencia animal. En 2018 fue sentenciado a un año de cárcel por evasión fiscal. Y nunca pudo librarse de la adicción y el abuso de sustancias, a pesar de varios intentos de rehabilitación y sobriedad. Cuando salió de la cárcel, volvió a firmar con Def Jam. No alcanzó a vivir para publicar su nuevo álbum, que incluiría colaboraciones de Bono, Pop Smoke y Griselda. La lucha que planteó en “Slippin’”, uno de sus sencillos icónicos, no acabó. Su determinación por vencer frente a los obstáculos tampoco: “Me estoy resbalando, me estoy cayendo, no puedo pararme / Me estoy resbalando, me estoy cayendo, tengo que pararme / Ponerme de pie para destruir esta mierda”.Su música y su vida fueron contradictorias. Un balance de su carrera muestra que era explosivo, arrogante, introspectivo y sagaz, muchas veces todo a la vez. En sus canciones hay amor, miedo, rabia, alegría, tristeza, energía y violencia. Siempre fue auténtico, y el éxito masivo nunca implicó ponerse bozal que acallara sus ladridos o evitara que sus mordidas desgarraran. Esto se hacía presente en sus presentaciones en vivo, legendarias por su poderío y dinamismo: se conectaba con el público como con pura fuerza de voluntad. La imagen de una multitud de miles en Woodstock del 99, pogueando mientras X rapea con un overol rojo, una mirada determinada y un paso alegre, hace parte de las memorias del álbum familiar del hip hop.En “24 Hours To Live”, de Ma$e, DMX consideró cómo sería el final de su existencia. Lo hizo con violencia, remordimiento y esperanza: “He estado viviendo con una maldición, y ahora todo va a acabar / Pero antes de que me vaya, saluda a mi pequeño amigo / Pero tengo que hacerlo bien, reconciliarme con mi madre / Tratar de explicarle a mi hijo, decirle a mi mujer que la amo”. Era 1997. De cierta forma, en la ferocidad de su rap parece haber escondida una certeza de que estaba viviendo tiempo prestado. Quizás por eso, a pesar del dolor, se acercó a la vida con tanta alegría: tras su muerte han surgido videos de él bailando en la calle, en una boda de albaneses y con canciones de Michael Jackson. Que no se olvide su lado más alegre y jovial.Su búsqueda vital fue la de la tranquilidad. ¿La alcanzó? le dijo a su colega Noreaga en un episodio de Drink Champs: “Si me muriera ya, mi último pensamiento sería que viví una buena vida”. Al final, todos los perros van al cielo.
Mucho se habla del impacto que ha tenido la cultura japonesa en Latinoamérica. Desde el anime, pasando por la arquitectura hasta las actuales vtubers, pero ¿les sorprendería saber que hubo un grupo salsero japonés que saltó al estrellato? Esta es la historia de La Orquesta de la Luz.Por Juan Camilo Ospina DeazaPara hablar de la relación entre la música latina y Japón es necesario hacer un sobrevuelo por el magnetismo cultural y los flujos migratorios que conectaron a las faldas del Monte Fuji con los senderos que conducen a Monserrate. Por ejemplo, fueron las letras las que atrajeron a los primeros inmigrantes japoneses. Más específicamente: las descripciones que hizo Jorge Isaacs en su novela María (1867) de la hacienda El Paraíso y sus alrededores, en pleno Valle del Cauca.La historia está bien documentada. Fueron esas imágenes las que cautivaron tanto la curiosidad de un grupo de migrantes que terminó por convertirse en la primera colonia nipona en territorio colombiano, en la década de 1920. Uno de ellos, el jardinero Tomohiro Kawaguchi, es, de hecho, el primer migrante japonés en Colombia de quien se conoce su nombre y oficio.Fue entre 1929 y 1935 que tres grupos de japoneses que venían con la intención de establecerse en el Cauca ingresaron por Buenaventura. Eran en total 159 personas, la mitad de las cuales tenía menos de 14 años. Mientras que en 1984 la población de latinoamericanos residentes en Japón sólo llegaba a 4260 personas, en 1990 aumentó a 72.673 y en 1995 se había triplicado a 223.812. Estas migraciones fueron estimuladas por Japón, pues acababan de abrir sus fronteras para que sus nacionales pudieran irse del país y les resultaba estratégico para el fortalecimiento de las relaciones internacionales y los negocios.Ya en la isla se pueden encontrar muchos artistas que han sido cautivados por los ritmos latinos. El tango, por ejemplo, llegó durante el periodo conocido como Democracia Taisho (1912-30) con la llegada de marineros argentinos a las costas niponas.Para la apropiación del tango fueron fundamentales la Orquesta Típica de Tokyo y la famosa cantante Ranko Fujisawa. Como explica el historiador Hosokawa: “los ritmos sudamericanos fueron percibidos como muestra de la pasión latinoamericana”.La rumba (de origen cubano) entró a Japón gracias al hit El Manicero, de Moisés Simons. Uno de los temas más populares entre europeos y estadounidenses que tenían negocios con los japoneses. El cine Hollywoodense fue, desde luego, otro de los vehículos para que los japoneses escucharan a los músicos cubanos.Sin embargo, al hablar de la música latina en Japón no podemos olvidar a Los Turpiales, una banda de latinos migrantes en Japón, compuesta por un argentino, un colombiano y un brasileño.Ellos comenzaron a tocar boleros al estilo puertorriqueño, mexicano y canciones populares brasileñas en parques de la ciudad y estaciones de tren. A medida que su repertorio se hizo popular, fueron invitados a actuar en lugares formales y desarrollaron una pequeña base de fans.Álvaro Ríos, el cantante colombiano de Los Turpiales, fue invitado a cantar con los Tokyo Cuban Boys, un grupo que tocaba música cubana desde la década de 1940. Roberto Pino, otro miembro de la banda de Argentina, se convirtió en DJ en una estación de radio de Tokio y, eventualmente, produjo un programa de radio latino, especializándose en lo que él llamó "música tropical bailable”. Sobre la salsa ya veremos el impacto de La Orquesta del Sol y La Orquesta de la Luz.En épocas recientes, las colaboraciones musicales entre Japón y Latinoamérica se han intensificado. Desde Martha Cecilia Yokoi (que ha dedicado su vida en este país a la misión de divulgar la cultura colombiana a través de su grupo musical Fiesta Esmeralda), pasando por el Minyo Cumbiero (el proyecto del Frente Cumbiero con Minyo Crusaders) o el junte entre el músico experimental ibaguereño Julián Mayorga con el japonés Ryota Miyake, Flash Amazonas, hasta artistas japoneses que tocan ritmos latinos y afrocaribeños como Ska Flames, Nahki (Reggae), Lisa Ono (bossa nova), Lucia Shiomitsu (Paraguayan harp) y Ranko Fujisawa (tango). Y ni qué decir de las influencias japonesas en Colombia. Se puede rastrear un círculo de nicho de J-rock de bandas colombianas como Kira, Damask, Soryu, Eikon Klaein, RAION, Neko Machine, Ragnarok, Invaders Must Die (IMD) y Merlotte.Los miembros de las bandas colombianas de J-rock aman la cultura japonesa, a pesar de no conocer del todo el idioma. Su repertorio es, en su mayoría, en español y en inglés, pero cuando acuden al japonés lo hacen usando el rōmaji, un sistema que convierte los sonidos japoneses al alfabeto romano.La salsa en JapónEntre tantas idas y vueltas la salsa (que bien sabemos ha anidado particularmente en Nueva York, Puerto Rico, Cuba y Colombia) ha sido, sin duda, la escena latina más extendida en Japón. Hoy hay una movida que conjuga bares, escuelas de baile y eventos.Desde principios de los 90, de hecho, también se establecieron festivales de música latina en Japón con salsa y merengue, como el Festival de Baile Latino o el Día anual de la Salsa (sannmarusan) en Tokio; y el Festival Latino de la Isla de la Salsa en Fukuoka.Además de los festivales, la productora Japonicus de Shogo introdujo la cumbia en la escena alternativa con sus propias noches: Rebel Fiesta Party, Pachamama y Clandestino. Esto propició también el desarrollo de una escena cumbia local con bandas como DF7B, Rojo Regalo, Tequila Cokes, Copa Salvo, Real Thing, Mexican Club Band, Los Oxxos Sexos e incluso tiendas de discos locales como Discos Papkin.La Orquesta del Sol (OS) y La Orquesta de la Luz (OL)En cualquier caso, no hay duda en que dos nombres resuenan sobre los demás en este panorama. El primero de ellos es el de La Orquesta del Sol, que tal vez no hubiera existido si no es porque Tito Puente y la Fania All Stars recorrieran Japón desde los 60.Gracias a estas visitas "Pecker" Hashida creó en 1978 la Orquesta del Sol, el primer grupo de salsa japonés.El segundo de ellos es la La Orquesta de la Luz, formada por Nora Suzuki (también cantante de La Orquesta del Sol) a mediados de los 80.Cerca de 1987, Suzuki ahorró y viajó sola a Nueva York para buscar managers que pudieran financiar un tour para la Orquesta de la Luz en esa ciudad. Esta decisión, según Nora, marcó la diferencia entre La Luz y la Orquesta del Sol, que no se hizo tan famosa fuera de Japón.En esta visita logró contactarse con Richie Bonilla, famoso por lanzar las carreras de Willie Colón y Héctor Lavoe. Así describió el encuentro Nora a BBC Mundo:"Escuchó el casete, le enseñé las fotos de La Luz y entendió que éramos una orquesta japonesa que tocaba salsa. Primero no lo podía creer. Estaba muy sorprendido (…) Le dije que tocar nuestra salsa en Nueva York era nuestro sueño y me prometió que organizaría presentaciones de la Orquesta en vivo".Aunque la banda de la Luz gustó mucho, Bonilla les puso una condición: el grupo debía pagarse sus pasajes a Nueva York. Ellos tuvieron que ahorrar US$2.000 por cada uno, en lo que tardaron más de dos años.Solo tuvieron que aterrizar en Nueva York y llenaron todas las plazas en las que tocaron. Cuenta Bonilla que "Cuando vinieron, la salsa estaba por el piso, a causa del merengue. Pero cuando La Luz apareció en escena, todo el mundo quería verlos”. Este éxito les aseguro la posibilidad de grabar su primer disco. "Entonces Ralphie dijo 'que alguien los grabe en Japón y yo los distribuyo'", cuenta Bonilla.A esta tarea mandaron a Sergio George, quien afirmaba que “la comunicación fue completamente en inglés o en japones, nada de español, en español solamente era ella cantando, pura fonética, no sabía lo que decía”.La grabación fue un reto ya que ¡en Japón no existían lugares donde se pudiera grabar salsa! El disco salió en Japón con el sello BMG Víctor y RMM lo distribuyó en América Latina en 1990.El álbum encabezó la lista Billboard de música latina durante 11 semanas. George produjo otros dos álbumes de La Luz en Japón: Salsa no tiene frontera y Somos diferentes. En 1993 La Luz recibió la Medalla de la Paz de Naciones Unidas. La primera mitad de los 90, Bonilla organizaba tres tours, de cinco semanas al año, por varias ciudades de Estados Unidos, Europa, y países de América Latina y el Caribe como Perú, México, Puerto Rico, Colombia, Venezuela, Panamá, Ecuador, Chile, Costa Rica, Guyana Francesa, Martinica, Aruba, Curacao, Saint Marteen. Pero volvieron a juntarse en 2002 y desde entonces siguen actuando juntos en Japón y otros países.En 2019 lanzaron un álbum para celebrar su aniversario número 35, Gracias Salseros, y desde 2015 tienen un plan para "latinizar Japón". Apenas unos meses después de lanzar su primer disco, la Orquesta De La Luz tocó en uno de los escenarios más importantes del mundo: el Madison Square Garden, en Nueva York.En el concierto, ocurrido en 1991, no solo cantaron el que ya era su gran éxito, Salsa caliente del Japón, sino que compartieron micrófonos con dos leyendas del género: Oscar D'León, el faraón de la salsa, y Tito Puente, "el rey de los timbales".A La Luz no le llegaron críticas por su música como se puede pensar hubiera ocurrido hoy, cuando más se discute sobre la apropiación cultural. Sin embargo, su experiencia pone en evidencia algunas de las tensiones internas de la salsa. Un género profundamente narrativo, que cuenta historias de amor, vivencias cotidianas, luchas de opresión y, como explica la analista Luisa Fernanda Coy, profundamente relacionado con la identidad latinoamericana.Esta tensión la vivieron tan a flor de piel que los nombres de sus hits discuten esa relación entre ritmo y tierra de nacimiento: Salsa no tiene frontera y Salsa caliente del Japón. Esta última se puede interpretar como una carta de presentación del grupo en la que se cuenta la historia de la Orquesta de la Luz y afirman que “no importa de dónde sean, ellos tienen ritmo y corazón”.Frente a este panorama uno podría preguntarse ¿Cómo puede un no-latino cantar salsa? ¿pueden los japoneses ser “verdaderos” salseros?”. Tal vez esta pregunta no es tan inocua cuando se tiene en cuenta el orgullo con el que los “locales” se burlan de aquellos que intentan bailar salsa y no tienen el “swing”, o como se plantea desde algunos sectores “es que eso se lleva en la sangre”.Desde otro ángulo, el analista Shuhei Hosokawa afirma: “OL, en cambio, despolitiza y deserotiza la salsa con el propósito de la recepción internacional”. Para Hosokawa, La Orquesta de la Luz se desmarca de las características propiamente étnicas de la salsa y esto se ve reflejado en su distanciamiento de la llamada “salsa romántica”; es decir, salsa con letras sensuales y arreglos de influencia bolero. En cualquier caso, el aparato industrial de apropiación ha sido dispar en ambas vías. Mientras los productos culturales japoneses se han convertido en objetos de consumo masivo en Latinoamérica, no ocurrió lo mismo en la dirección opuesta, a pesar de intentos como el de La Orquesta de la Luz.
Aquí estamos, como de costumbre, con nuevos temitas, pero queremos recordarles que tenemos un especial completo con reseñas de discos colombianos (álbumes de estudio y EP) para que conozcan y se empapen de la diversidad musical del país. También pueden echarle un ojo a los mejores temas y álbumes nacionales del 2020 en este especial. En esta oportunidad les presentamos Lenguajes iguales de Lady Arias.Lenguajes iguales -Lady Arias.¿Quién está detrás? Lady Arias ha soñado desde pequeña con vivir de la música, entiende que tiene una voz armónica, pero con el paso de los años ha pulido su forma de componer. Este tema es, de cierta forma, su debut en la industria colombiana. Fue participante del concurso de tv Factor X y ahora quiere demostrar que su impacto tiene más duración que el reality.¿De qué trata? En Lenguajes Iguales la cantautora utiliza todas sus armas para retratar el contacto mágico y enérgico de la sexualidad. Ella lo describe como “una canción para oídos sexualmente sensibles, mentes abiertas y cuerpos comunicativos”.¿A qué suena? La cantante nacida en Yopal lleva esta canción sus influencias musicales. Un poco de soul, otra pizca de R&B y cierta dosis de pop latino.¿Sobre el video qué? Se rodó en Yopal, capital de Casanare, y ciudad donde nació la artista. Fue dirigido por David Puentes en colaboración con Lady Arias. Una pieza audiovisual donde se abordó el concepto de resonancia límbica y la conexión que se genera a través de los sentidos, el alma, el cuerpo y la mente, esa que va más allá del género, la raza, el color de piel o la identidad sexual.¿Cuándo escucharla? Pronto Yopal va a estar en la mira de todos por el talento de Lady, su voz, interpretación y concepto artístico. Vamos a estar atentos a esta llanera.Para ver | Colectivos de mujeres que cambian el panorama de la música.¡La música nos une!
Aquí estamos, como de costumbre, con nuevos temitas, pero queremos recordarles que tenemos un especial completo con reseñas de discos colombianos (álbumes de estudio y EP) para que conozcan y se empapen de la diversidad musical del país. También pueden echarle un ojo a los mejores temas y álbumes nacionales del 2020 en este especial. En esta oportunidad les presentamos Uno de Ali A.k.a Mind.Uno - Ali A.k.a Mind¿Quién está detrás? Ali Rey Montoya en Bogotá y ha recorrido la ciudad de esquina a esquina. A los dos años se fue a vivir a una plaza cercana, Soacha, donde estudió sus primeros años de colegio y jugó fútbol. Colgó los guayos y empezó a rodar en skate. Luego el rap lo encontró, lo rescató de una depresión y empezó a grabar canciones. Hoy por hoy es uno de los rostros más conocidos del género en colombiano.¿De qué trata? Ali se presenta esta vez como un guerrero que guarda cicatrices de grandes batallas. Es el inicio de una aventura y el ocaso de una rutina, es la combinación del mundo de ALI y su alter ego Manjit, la fusión del amor, la paz, la salud, la gratitud y la fe, todos estos elementos propios de su ideología y su universo creativo.¿A qué suena? Para este track, Ali convocó al ganador de Latin Grammy Kiko Castro, en conjunto con T-Chord en el beat, JBeat en el master y la mezcla y los scratches por DJ J.L.P, en la producción ejecutiva Maind Pro. Una calidad muy alta, con aliados estratégicos.¿Sobre el video qué? El director Santiago Diaz Vence junto a Pivote Cine y Luis Celedón, fueron los encargados de darle vida al visual de la canción. Cuenta con la participación especial de Alejandro Riaño y allí interpreta al director de un comercial, un tema que se integra con el resto de la narrativa para contar una historia con tinte cinematográfico.¿Cuándo escucharlo? Esta obra que transita por lugares profundos del alma y la mente. Es ideal para escuchar muy temprano, en esos momentos donde la mente está más despejada y menos ocupada.Para ver | Ali A.K.A. Mind, Nanpa Básico y LosPetitFellas hablan sobre el rap latino - Videogalería Shock¡La música nos une!