Uno de las sagas más largas y exitosas de la historia del cine es británica. Las películas de James Bond son basadas en las novelas de Ian Fleming y desde 1962 ha tenido adaptaciones audiovisuales: algunas muy fieles a los libros, otras completamente alejadas de ellos. Sean Connery, George Lazenby, Roger Moore, Timothy Dalton, Pierce Brosnan y Daniel Craig son los hombres que se han metido en la piel del Agente 007 y que han llevado en su espalda el peso de mantener viva la millonaria franquicia. De la misma manera hay varios artistas de primer nivel que han participado en las canciones originales de las películas. Los intérpretes de estos temas originales saben que los fanáticos de la saga son exigentes y que esperan que la música los logre emocionar tanto o más que la película. No time to die será la próxima película del agente 007 y ya conocemos la canción principal de la cinta protagonizada nuevamente por Daniel Craig. El tema es interpretado por la ganadora más reciente de 5 premios Grammy Billie Eilish, producida por su colaborador y hermano Finneas. El track es una balada de cuatro minutos donde se habla de traición y desesperación. La película estrenará en abril de este año. De las canciones que acompañan las películas se espera un nivel alto de dramatismo, nostalgia y un poder interpretativo gigante. Además, se espera que tenga muchos vientos, cambios repentinos de tempo y una orquesta filarmónica que la respalde. Hagamos un repaso por otras canciones elegidas para ser los temas oficiales de las cintas de James Bond Skyfall - Adele, ganadora del Óscar en 2013 Writings on the wall – Sam Smith, ganadora del Óscar en 2016 GoldenEye – Tina Turner (1995) The living daylights – A-ha (1987) Tomorrow never die – Sheryl Crow (1997) Diamonds are forever – Shirley Bassey (1917) Another Way to Die – Alicia Keys, Jack White (2008) Die another day – Madonna (2002) Recomendado: Química, éxito y música, una charla con Lana Condor & Noah Centineo #LaMúsicaNosUne
Juanes denunció en sus redes sociales que su canción A Dios le pido fue usada por el grupo político de derecha Vox para hacer campaña política en España. Así usó Vox la canción del antioqueño: Juanes añadió: "me reservo ejercer todos los derechos que las leyes me otorgan para que se respete la integridad de mi canción". Si bien para muchos artistas es un honor que usen su música en eventos o piezas publicitarias, el problema viene cuando no hay mucha coherencia ideológica con el político o organización que echa mano de sus canciones. Aquí otros ejemplos: Pharrell Williams El cantante anunció en 2018 que podría demandar al Presidente de EEUU, Donald Trump, por usar su canción Happy en un acto celebrado horas después del tiroteo que acabó con la vida de once personas en una sinagoga de Pittsburgh (Pensilvania). “El día del asesinato de once personas a manos de un ‘nacionalista’ loco, utilizaste su canción Happy en un evento político en Indiana. No hubo nada ‘Feliz’ sobre la tragedia infligida a nuestro país y no se concedió ningún permiso para el uso de esta canción con este propósito”. Adele En 2016, Trump usó las canciones Skyfall y Rolling in the Deep de la británica en varios de sus actos políticos. Un vocero de la artista afirmó “Adele no ha dado su autorización para el uso de su música en ninguna campaña política”. Trump afirmó en Twitter que gracias a él, había obtenido "más publicidad por esa canción que en diez años”. Al reclamo de Adele, también se unieron en su momento R.E.M (It's the End of the World as We Know It ), Aerosmith (Dream On), y Elton John (Rocket Man, Tiny Dancer). Foo Fighters En las elecciones de 2008, Dave Grohl, líder de la banda, apoyó a Barack Obama. Sin embargo, la campaña de su entonces rival John McCain usó la canción My Hero para su publicidad. MGMT En Francia, el partido del entonces presidente Nicolas Sarkozy usó la canción Kids de la banda estadounidense. Los integrantes del grupo recibieron una indemnización cercana a los 40.000 dólares y la donaron a un grupo de protección a los derechos de los artistas. Rolling Stones Al presidente Trump le encantaba usar las canciones del grupo como Start me Up y You Can Always Get What You Want en sus eventos de campaña. La banda emitió un comunicado afirmando que no le había dado permiso para ello al entonces candidato republicano. Queen La icónica banda británica emitió un comunicado rechazando el uso de su canción We Are The Champions en una convención republicana. Brian May, guitarrista de la banda, declaró a medios que Trump jamás pidió autorización para el uso de la canción, y de haberlo hecho, el grupo se habría negado. Survivor La campaña del precandidato republicano Mike Huckabee tuvo que pagarle a la banda Survivor cerca de 25.000 dólares por el uso no autorizado de su canción Eye of the Tiger, de la película Rocky III. Eminem El Partido Nacional de Nueva Zelanda uso sin autorización la canción Lose Yourself como parte de su publicidad. Eminem recibió una indemnización de cerca de 300.000 dólares por el incidente. Van Halen Mientras el cantante de la banda, Sammy Hagar, se mostró muy complacido por que el candidato John McCain usara su canción Right Now en sus eventos, sus compañeros de banda Eddie y Alex Van Halen emitieron un comunicado en el que afirmaron que no habían autorizado el uso de su música. Oasis El ejército británico usó la canción Morning Glory como parte de un video de reclutamiento. La banda se mostró en desacuerdo, argumentando que está en contra de la guerra y el militarismo. Silversun Pickups El candidato republicano Mitt Romney usó Panic Switch, de la banda alternativa Silversun Pickups como parte de uno de sus eventos de campaña. La banda se pronunció al respecto y aunque la campaña de Romney afirmó que tenían derecho a usar el sencillo, no volvió a sonar en ninguno de sus eventos.
Ya sabemos que Adele es una mente maestra para crear canciones que taladren el corazón, más si hay una tusa de por medio; pero no sabíamos que también podía usar sus genialidades para hacer fiestas de cumpleaños épicas. La cantante decidió celebrar sus 30 años con una fiesta temática de Titanic y realmente lo hizo muy bien. En las pocas fotos que publicó en su Instagram no solo sale vestida como la gran Rose DeWitt Bukater, sino que logró ambientar la situación como si estuvieran en el barco. ¡Sucios 30! No estoy seguro de lo que voy a hacer en los próximos 30 años, ya que hasta ahora he sido bendecida más allá de las palabras en mi vida. Gracias a todos por estar conmigo durante los últimos 11 años. A mi familia y amigos por entretener a mi súper fiesta de la película Titanic. Anoche fue la mejor noche de mi vida. PD: Childish Gambino, ¿cómo demonios tienes tiempo para ofrecernos tanta grandeza en tantas plataformas? Te adoro.
La cantante de las tusas paró todo y le dio cantaleta a una asistente a su concierto en Verona. Además de todos sus atributos artísticos, Axl Rose (líder de Guns N’ Roses) se hizo famoso gracias a los múltiples peleas que tuvo con sus fanáticos en plenos conciertos. Cada vez que veía una cámara prendida, no dudaba en tirarse del escenario y caerle encima al espectador que tuviera el rec encendido. Parece que Adele le está siguiendo los pasos al rockero y aunque no le cayó encima a un fanático, la británica si regañó a un espectador que la estaba grabando en su pasado concierto en Verona. Después de parar el show, le dijo: "¿Puedes dejar de grabar con esa cámara de video? Porque estoy aquí en directo y puedes disfrutar el concierto en la vida real, mejor que a través de tu cámara”. Aunque es entendible la queja de Adele, en estos días de cámaras, smartphones y toda clase de dispositivos, le aconsejamos que la coja suave porque la situación no va a cambiar, todo lo contrario. Foto: Gettyimage
Podrá ser muy Adele, podrá ser muy lanzado en exclusiva durante la entrega de los Premios Billboard, pero la verdad es que el nuevo video de Adele, Send My Love (To Your New Lover) se queda muy corto ante lo que uno espera de la que tal vez es la artista más importante del pop actualmente. Sobre todo si se tiene en cuenta que su anterior pieza, Hello, fue dirigida por uno de los directores cinematográficos más importantes de la actualidad. Sin embargo, a final de cuentas, Adele es Adele y todo lo que toca es oro.
A pesar de tanta saturación de entrega de premios musicales, los Billboard se la han arreglado para mantenerse vigentes e importantes gracias a que lograron estrenar en exclusiva, durante la ceremonia, el nuevo video de Adele y asegurarse la presencia de estrellas como Rihanna, Kesha o Gwen Stefani. Vean la ceremonia en vivo y en directo desde Las Vegas.
Glastonbury anunció su cartel completo para la edición 2016. A los nombres ya anunciados de Adele, Coldplay y Muse, se sumaron los de otros pesos pesados como el de los reintegrados LCD Soundsystem, Beck, Disclosure, New Order y las leyendas de Earth Wind and Fire.Como ya nos acostumbraron en este festival el nivel musical es estratosférico. En esta nueva edición estarán, además de los citados, The Last Shadow Puppets (con Alex Turner, de Arctic Monkeys), Ellie Goulding, Laura Mvula, Savages, The 1975, Sigur Rós, Skepta, Band Of Horses, Daughter, Fatboy Slim, Bring Me The Horizon, Richard Hawley, CHVRCHES, Underworld, James Blake, Floating Points, M83, Kurt Vile.Y la lista continúa con Wolf Alice, The Lumineers, Kamasi Washington, Explosions In The Sky, Mac DeMarco, Bat For Lashes, Unknown Mortal Orchestra, Madness, Mercury Rev, Years & Years, Santi Gold, Little Simz, Vince Staples, Two Door Cinema Club, Jake Bugg, St. Etienne... Entre los más veteranos, Art Garfunkel, Earth, Wind & Fire y Cindy Lauper.Así como figuras del jazz, como los de Gregory Porter y Kamasi Washington, y llama también la atención la incorporación de The Syrian National Orchestra, formada por músicos huidos de la guerra que se libra en su país y cuya propuesta se basa en la música tradicional de su tierra pero añadiendo cierto espíritu experimental.Glastonbury 2016 se celebrará del 22 al 26 de junio, en Wohrty Farm, Pilton, Somerset (a 45 kilómetros de Bristol, Reino Unido).
Adele fue la protagonista absoluta de los premios Brit celebrados este miércolesen Londres en los que se coronó como la reina de la música británica al ganar cuatro premios, entre ellos el más preciado, el de mejor álbum, por su trabajo "25".Fotos: GettyImages.La intérprete de temas como "Someone Like You" se llevó también a su casa el galardón a mejor solista femenina del Reino Unido, mejor canción por "Hello" y el premio que reconoce su éxito global.De todas las categorías en las que estuvo nominada, la única que se le escapó fue la de mejor vídeo, que ganaron los jóvenes One Direction por "Drag Me Down".Los otros vencedores de la noche fueron Coldplay, que se alzó con el trofeo a mejor banda, y James Bay, quien recogió el Brit a mejor solista masculino con sus característicos tejanos y sombrero de ala ancha.La británica de 27 años se llevó el primer premio de la noche, mejor solista femenina, y tras recibirlo no le tembló la voz para mostrarle su apoyo a la intérprete Kesha y dedicarle la estatuilla.Adele se solidarizó con la cantante de "Tik Tok", después de que la justicia le denegara romper su contrato con Sony y así dejar de trabajar con el productor Dr. Luke, a quien denunció por acoso sexual.La rubia volvió a subir al escenario del macroestadio del O2 para recibir su premio a mejor canción por "Hello", no sin que antes el canadiense Justin Bieber le diera un beso en la mejilla que causó furor en las redes sociales."No me esperaba esto para nada con todas las canciones que tengo. Esto se está yendo de las manos", comentó con una gran sonrisa.La gala comenzó con una explosión de colores y fuego gracias a la banda Coldplay, que hizo que todo el público coreara "Hymn For The Weekend" mientras el O2 se inundaba de una lluvia de pétalos de flores.Los británicos marcaron un doble récord al convertirse en la primera formación del Reino Unido que gana cuatro veces el premio a mejor grupo y en la banda más laureada de la historia de los Brit, ya que desde hoy cuentan en su estantería con nueve estatuillas."Nos gustaría dedicar este premio a todos los jóvenes músicos que se encuentran en campos de refugiados de todo el mundo", remarcó el vocalista de la banda, Chris Martin.
Puro freestyle, el encanto de la improvisación. Estos son los versos de Wiz Khalifa y su versión marihuanera de 'Hello' de Adele que realizó para la emisora Power 106 en Los Ángeles.Resulta que el artista fue invitado por Mister Cap, el conductor del programa, quién le preguntó si podía convertir en rap cualquier tema que escuchara.Khalifa aceptó el reto sin inmutarse y con la pista detrás dejó este legado, en el que básicamente solo habló de fumar marihuana y del dinero que produce. “Roll one up and lets get high. I am trying to get fried”.La canción mutó y ahora se llama 'Hella Os'. Una versión más para una de las canciones más populares de los últimos tiempos.
Adele, Kendrick Lamar, The Weeknd y Little Big Town son los primeros artistas anunciados por la Academia de la Grabación para actuar en la 58 edición de los Grammy.La británica Adele regresará al escenario de los Grammy tras una ausencia de cuatro años e interpretará un tema de su nuevo álbum, llamado "25".Además habrá un homenaje para Lionel Richie durante la ceremonia. Richie recibirá el premio a la Persona del Año el 13 de febrero, dos días antes de la celebración de la gran gala de la música, que discurrirá en el Staples Center, de Los Ángeles (California).El rapero LL Cool J será el maestro de ceremonias por quinto año consecutivo.Kendrick Lamar y Taylor Swift parten como los grandes favoritos con 11 nominaciones cada uno. Ambos podrían ganar juntos y compartir premio en la categoría de mejor dúo por la canción "Bad Blood".Como alternativa se presenta The Weeknd, el artista canadiense de R&B que arrasó el año pasado en las listas de éxitos con el tema "Can't Feel My Face" y que será candidato a siete Grammy incluyendo mejor grabación y mejor álbum ("Beauty Behind the Madness"). EFE
Juancho López: no soy rockero, soy rocanrolero es el documental que narra la vida de esta figura emblemática del rock colombiano, conocido por ser “el rockero más viejo de Colombia”. (Documental compelto más abajo)El equipo de Radiónica Medellín hizo una investigación de las rutinas, conciertos y sueños de Juancho, así como en la historia de la emblemática banda Los Yetis, clave en los inicios del rock colombiano. Después de años de trabajo, han logrado concretar una visión clara para plasmar esta crónica visual.El documental ofrece una mirada íntima a la vida cotidiana, la soledad y la nostalgia que rodea la vida de Juancho López, reconocido como el "Abuelo del rock colombiano" por su contribución fundamental al inicio del género en el país.“Ningún rockero colombiano debería perderse este documental, básicamente porque es la semilla, nuestra raíz, el inicio de nuestro rock, la forma en la que nosotros nos concebimos como rockeros colombianos", opina Diego Londoño, director del documental. "Pero no solo los rockeros, ninguna persona debería perderse las experiencias, la visión y la vida de este hombre que por supuesto ha transversalizado la cultura musical rockera de Colombia”, agrega. Los Yetis: banda pionera del rock colombiano Los Yetis nacen como trío vocal en 1965, fundadores son: el cantante y guitarrista Juan Nicolas Estela y los hermanos Juancho e Iván Darío López. En febrero del 66, invitados por la compañía discográfica Discos Fuentes, Los Yetis participan en la grabación de un long play: 14 impactos juveniles!, que tuvo gran éxito. Por eso el sello les pide grabar su primer LP, simplemente llamado Los Yetis. Tras su disco debut, llegaron Los Yetis Vol. 2, en 1967 y Olvídate, de 1968. El grupo se disolvió a finales de los 60, y en 2003se reúne de nuevo hasta 2005 con la participación de Darío Marín, Pedro Pablo Arias,Victor Hugo Acevedo, Jhon Cano, Juan Nicolás Estela y Juancho López, estos últimos, miembros fundadores del grupo.
La pelea Kendrick Lamar vs. Drake empezó hace casi una década. Se dijeron muchas cosas el uno al otro, pero en esa correspondencia de canciones entre los dos raperos salieron dos “argumentos” acusatorios que me generaron más ruido que los demás. Drake dijo que Kendrick era un abusador físico con su esposa, Whitney, en la canción ‘Family Matters’:"When you put your hands on your girlIs it self-defense 'cause she bigger than you?"Kendrick acusó a Drake (una noticia ya vieja) por buscar, cortejar y “amigarse” con menores de edad."Say, Drake, I hear you like 'em youngYou better not ever go to cell block one"No vamos a discutir cuál acusación puede ser más cierta que la otra o cuál aproximación fue peor. Ambas fueron desastrosas.No he visto a la industria, ni a los manes de mis redes sociales, tan preocupados por la violencia de género tanto como cuando dos hombres decidieron usarla para punzarse el uno al otro.Tampoco conocía ese afán por castigar la paternidad ausente. En Colombia se estima que el 40% de hogares se sostienen solo por una mujer, según cifras del DANE del 2022. Y ese número no causa tanto revuelo en línea.Traigo a Colombia y a los hombres a mi alrededor a colación, porque fue ese cinismo el que inspiró y le dio forma a este texto.Santiago Cembrano lo dice muy bien en su artículo: “aunque el rap es el campo en el que el dolor se vuelve entretenimiento, no se trata de que esos versos sean parte de un coro pegadizo.”Y si bien fue el beef de Kendrick y Drake el que agitó esto lo suficiente para empezar a cuestionarnos las formas de algo tan “tradicional” del hip hop como las tiraderas, el cuento va mucho más allá.La deuda la tiene toda la industria. Me parece interesante, por mantenerlo en términos amables, que las personas que estamos en la industria, o los que consumimos música sistemáticamente, le asignemos una cualidad transformadora a la música. Algunos, dicen, que la música les cambia la vida o la forma de ver el mundo.Pero esa responsabilidad que ponemos en la música, y en quienes la hacen, es una camiseta que se puede quitar o poner a nuestro antojo.¿Cuáles son los límites de la corrección política en el arte? Quién sabe, quizá no existen o deberían existir. Entendemos a la música como algo que puede transformarnos y, por eso, a veces, se le pide corrección política.Pero esto va más allá de lo que se le puede pedir o lo que no.No hay que confundir este reclamo con una “necesidad” de corrección política en el arte. Eso es otra conversación mucho más grande.Pero a mí, como mujer y como víctima, me hace ruido la atención fervorosa que recibieron las palabras de Kendrick y Drake: más que mostrar indignación por la(s) posible(s) mujer(es) violentada(s), la audiencia sintió emoción por los egos masculinos que fueron lastimados en el proceso.A los hombres les parece más urgente prestar atención a la violencia cuando se entrega en una cajita de entretenimiento entre estrellas del pop, no cuando le pasa a las mujeres que tienen al lado. O cuando las víctimas son las mujeres cuya música consumen.Hay streamers que reaccionan a gritos porque le “sacaron los trapitos” al otro, no porque detrás de esas barras, que los hacen alucinar de la emoción, puedan haber mujeres abusadas o violentadas; hay medios investigando a fondo lo que puede ser uno de los mejores diss de la historia del hip hop, pero no las acusaciones que, de ser ciertas, deberían tener consecuencias legales.Y ahí está la deuda: acusaciones de pedofilia y violencia intrafamiliar que se quedan en versos de canciones de rap, artistas con denuncias que siguen llenando estadios y mientras tanto mujeres artistas, como Megan Thee Stallion, que tienen que convencer al mundo que lo que pasó fue verdad.La violencia contra las mujeres indigna, o llama la atención, siempre y cuando entretenga. La espectacularización, más que gestionar esa violencia de cara a la reparación, la instrumentaliza para la monetización.Entonces, mientras la mayoría de casos quedan archivados porque se vencen los términos, mientras a las mujeres se les pide ser “la víctima perfecta” y tener todo tipo de pruebas, Twitter se enciende por un par de barras y nos condiciona, nuevamente, a ser únicamente cifras en aumento.
Alicia en el País de las Pesadillas se estrena en los cines del país este 16 de mayo. Esta es una versión tenebrosa y retorcida de las aventuras de Alicia en el País de las Maravillas que lleva al público por un viaje inolvidable hacia lo más profundo de la oscuridad.Después de la trágica pérdida de sus padres, Alicia se ve obligada a mudarse con su tía Beth Crimisy a Wonderland, la imponente mansión familiar. Sin embargo, lo que comienza como una aparente escapatoria se convierte rápidamente en una pesadilla surrealista, cuando Alicia comienza a presenciar eventos cada vez más perturbadores y a encontrarse con figuras misteriosas que la arrastran hacia un mundo habitado por criaturas terroríficas y pesadillas insondables.Alicia en el País de las Pesadillas es una apuesta del director británico Richard John Taylor, conocido por trabajos previos que exploran los rincones más oscuros de la psique humana. En esta ocasión, Taylor se sumerge en el clásico de Lewis Carroll para ofrecer una experiencia que desafía los límites de la imaginación y sumerge al espectador en un mundo paralelo lleno de pesadillas y criaturas terroríficas.Esta adaptación cinematográfica no solo rinde homenaje al legado literario de Carroll, sino que también se une a una creciente tendencia de reinterpretaciones oscuras de cuentos clásicos.En un mundo donde las fronteras entre la realidad y la fantasía se desdibujan, Alicia en el País de las Pesadillas ofrece una visión perturbadora y visceral de un clásico atemporal.Alicia en el país de las maravillas: inspiración para terror Esta no es la primera adaptación de Alicia en tono de terror. En 2010 se estrenó Alice in Murderland. En esta historia, Alice Lewis, de veinte años, cumple 21 y está molesta por ello. Sus hermanas quieren animarla y deciden celebrar una fiesta de cumpleaños con temática de Alicia en el país de las maravillas en casa de Charlene Glass. Alice sabe que en el sótano de esa casa, su madre, Ann Lewis, fue brutalmente asesinada a machetazos por un asesino enmascarado 20 años antes. Las niñas establecieron la regla de que no se permitirán teléfonos celulares ni niños.Alice or the Last Escapade se estrenó en 1977 y está vagamente inspirada en la novela.
La 'Bichota' terminó su gira por Sudamérica con un último show en Brasil, sin embargo, la cantante paisa no llenó en São Paulo. Karol G estuvo en el país carioca el pasado diez de mayo y tras lo ocurrido compartió un mensaje en sus redes sociales.Aunque Karol G se ha convertido en una de las artistas más importantes a nivel mundial, y un referente en su género, no logró cerrar esta fase del tour con la asistencia que esperaba. Luego de su concierto en Brasil la artista detrás de canciones como 'Amargura' y 'TQG' hizo una reflexión en su cuenta de Instagram.“Es increíble como un día podemos tener un show de 60 mil personas y al otro uno de 13 mil y sentirse igual de lindo, igual de grande, igual de especial. La vida me sigue enseñando que nunca estamos en la cima de nada … por eso es mejor recordar de dónde vienes que creerte mucho en donde estas y así poder empezar de cero en cada lugar que sea necesario. Siempre hay un nuevo reto, nuevos desafíos, nuevos sueños por cumplir", se puede leer en su post.Así mismo habló del recorrido que ha hecho desde hace varios años para lograr que su música suene en otros países: "Hace 5 años estuve haciendo promoción de mi música en este pais y entendí que tenía que ir por partes , paso a paso, enfocarme primero en unos países, después en otros y así poder llevar mi mensaje a mi ritmo, sin afán, con mi música, en mi esencia y en los tiempos de Dios.", agregó.Finalmente, agradeció a las personas que fueron a verla en Sao Pablo y al país que, en sus palabras, la recibió y la hizo sentir especial. Este show fue el primer concierto oficial de Karol G en Brasil y el último de la gira por Latinoamérica de 'Mañana Será Bonito Tour'.La cantante regresará a tierras cariocas en septiembre para presentarse en Rock in Rio, un de los festivales más importantes del país.**Si son fanáticos de la bichoca les recomendamos leer: Karol G y las referencias en 'MAÑANA SERÁ BONITO' (Bichota Season), su último álbum.
Laüra Bonsai y Felinna Vallejo conforman Las Ninyas del Corro, una de las formaciones más interesantes de la nueva escuela del rap español. Nuestro colaborador Santiago Cembrano las visitó en su barrio para hablar con ellas y contarnos la historia de su álbum, Bitches in Business. ***—Es como ver follar a tus padres.El sol se derrama con placidez sobre la Plaça de la Vila, en Sant Adrià de Besòs: la periferia de Barcelona. Son las 7 de la tarde de un viernes de abril. En las terrazas no cabe nadie y el saltarín infantil está lleno: las risas y los gritos de júbilo llenan el aire. Una mujer antigua esquiva el partido de fútbol improvisado que atraviesa la plaza y se sienta con su esposo, que la espera en un banco, bajo la sombra de un árbol robusto. Él pone su mano sobre la rodilla de ella y observan a los vecinos que pasan.Laüra Bonsai es de aquí, de Sant Adrià. La rapera de 28 años está en casa, pero, entre sorbos de Cola-Cola, narra una experiencia extraña:—Es como ver follar a tus padres. Así es conocer la industria musical por dentro: "¡Buah! ¿Qué estoy viendo? ¿Cómo funciona esto?" Por eso queríamos explicarles a los demás que estar donde estamos no es lo que parece.Felinna Vallejo tiene 25 años y es de Bon Pastor, un barrio aledaño que se conecta con Sant Adrià a través de un puente, uno como el que está en el logo de Las Ninyas del Corro, el grupo que ambas conforman. Se presentaron como guerreras de ceño fruncido con Onna Bugeisha en 2021 y así construyeron una habitación propia con los códigos noventeros. Giraron por conciertos y festivales de toda España y así conocieron de contratos y adelantos, horarios y rutinas, el negocio que se escondía tras el sueño de la música. Bitches in Business de Las Ninyas del CorroDe esa experiencia, Las Ninyas del Corro hicieron su segundo álbum, Bitches in Business, publicado en marzo de 2024. Tres años después de su debut, agrietan la solemnidad con la que entraron a la cancha. Ahora se ríen más, y cuando escucha a su compañera, Felinna ríe de nuevo:—Cuando empezamos éramos dos chavalillas, había que imponer respeto. Ahora lo tomamos de otra forma, nos hemos dado cuenta de que podemos vacilar. Nos hemos atrevido, sin miedo de explorar. Me he sentido mucho más libre para decir lo que me de la gana sin censurar nada.Y tan libre. A las baterías violentas que Esse Delgado, productor del grupo y del disco, dispone en 'Las Meninas' Felinna les añade un guiño burlón que rompe el corset estricto. Luego de celebrar que ya no la agobian los kilos de más ni algunos rastros de acné, hace lo que en el debut habría sido inimaginable: "Me suda todo el coño, ni la acabo", rapea de salida, con la misma seguridad que la de Sabrina Ionescu cuando asiste sin mirar. Es un gesto de chulería que sintetiza el cambio de atmósfera entre ambos discos.—Antes estábamos más enfadadas. Pero no estábamos enfadadas, sino que entrabas así o no había manera de entrar —me explica Laüra—. Ahora hemos soltado, le hemos quitado importancia a muchas cosas. Nos hemos relajado.Los primeros temas que hicieron con la intención de crear un nuevo álbum rondaron el drumless, pero pensaron que podía aburrir al público de sus conciertos.—Nosotros hacemos todo el tiempo lo que queremos, pero también hay que pensar en lo que funciona. Vivimos esa dualidad todo el rato —explica Felinna, y yo pienso que esas consideraciones son las que hacen parte de un negocio.Un camp para hacer música en Vallirana, en el bajo Llobregat, las desconectó de las distracciones de la ciudad y puso los cimientos de lo que venía. Les gustó tanto el formato que lo repitieron en Tarragona y, luego, en Castellón, en el verano de 2023. Esse Delgado también ama el drumless; Sunday Truce, su colaboración con el madrileño Franco Carter, se sintoniza con texturas góspel y soul que se repiten sin prisa. Sin embargo, Bitches in Business, además del boom bap con el que empezaron, es hogar del repiqueteo de hi-hats y la energía ágil del trap, trap&B y sonidos que conversan con referentes contemporáneos como Kendrick Lamar, Tyler, The Creator, Pusha T, Travis Scott y Beyoncé. También caben el canto y los coros pegadizos, como en “Nasty Girl”, una canción que les enseñó que podían expresar su mensaje sin dejar de divertirse, sin quitarle naturalidad al proceso y el resultado.—Que tu madre te diga que le mola un tema tuyo, como 'Punto de partida', muestra que con los temas más melódicos Bitches in Busines ha podido llegar a más gente. Nuestros amigos lo están escuchando porque les gusta, y no porque somos sus amigas, como en Onna Bugeisha: eso mola —sentencia Laüra—. Incluso a nosotras un disco entero de boom bap nos aburre.***Bitches in Business de giraLas bocas se abren hacia lo alto en la primera fila de la Sala Apolo, y Felinna las bendice con un chorro de ron para que la fiesta siga. Es el 11 de mayo: inicio de la gira de Bitches in Business. Cientos de personas saltan y saltan y saltan y saltan con 'The Wave', un corte electrónico, impetuoso, y las sílabas se deslizan con habilidad de la boca de Laüra al micrófono. Quizás como resultado de conocer la industria por dentro, Laüra juega a la defensiva en varios momentos de Bitches in Business, como si se anticipara al rechazo de una escena que les recriminaría el nuevo estilo, que eran mejores antes.—Pensábamos que la gente del rap nos iba a odiar. Con el primero nadie te conoce, eres nueva. Toda la gente siempre nos ha dicho que el segundo disco es el más difícil. Era como Buah, este disco puede pasar desapercibido. Eso lo primero. Y lo segundo es que siempre te van a decir que molabas más antes: me pasó con Natos y Waor, los escuchaba antes. Pero es verdad que predijimos eso y no ha sido así. A la gente le ha gustado más de lo que pensábamos —me explica Laüra en Sant Adrià.Las Ninyas del Corro avanzan por caminos que C. Tangana, Recycled J y demás artistas que oxigenaron el rap español ayudaron a pavimentar. Del primero Laüra dice que es como un héroe, al infiltrar el pop para luego diversificarlo más allá de Alejandro Sanz y compañía. Desde Rosalía hasta Dellafuente, insiste, en el espectro de lo urbano están las claves de lo más interesante de la música en España. Por otro lado, Recycled era tildado de “maricón”, recuerda ella, por sus melodías y sus sentimientos: era un blandito, y por eso fue decisivo para que el paradigma cambiara y se abriera.De reivindicar lo más puro que salió de una Nueva York gélida a finales del siglo XX, Las Ninyas del Corro pasaron a celebrar a los que retaron, expandieron y reinterpretaron esa herencia en España. Bitches in Business es un álbum que dialoga con todas las posibilidades que han surgido en la última década, así como con sus artífices. Pero. Hay un gran pero.—Por suerte, tú preguntas por raperas de España y nuestro nombre se va a decir. Eso para nosotras es mucho, pero sigue faltando mucho, también. El caso de las mujeres siempre es más exigente y difícil —me dice Laüra, con voz cansada—. Todavía no es suficiente.—Solo hay pibes, yo estoy hasta el coño —la secunda Felinna, y lo repite, esta vez con mayor énfasis en cada palabra, masticando cada una, para que quede claro—. Solo. Hay. Pibes. Madre mía.Las Ninyas del Corro en la sala ApoloLa sala Apolo está llena, agitada. Laüra propone que, como no las invitan a nada, que las lleven a dirigir una sesión de cardio. Sigue cayendo ron como agua bendita, y ya no sé si es sudor esa humedad en la cara de una mujer que canta cada tema como si la hubiera escrito ella. Casi la mitad somos hombres, casi todos con la mano arriba con cada barra. Las Ninyas se refieren al público como “vosotras” y celebran lo guapas que están todas hoy. El punto de vista cambia y las mujeres, que suelen corear versos de manes para manes, quedan en el centro. La diferencia se nota. En el escenario, Laüra y Felinna no solo rapean con precisión y temple, sino que despliegan coreografías, codo a codo con dos bailarinas, que elevan cada tema. El punto de vista cambia, insisto, y yo lo agradezco tanto. Una bebé se eleva en los hombros de su padre y toda la sala le canta el feliz cumpleaños a la mamá de Felinna. Barbas salpimentadas conviven con la juventud. No cabe nadie más acá. Y cuando llega el momento de “Bagaje”, un break amenazante, Laüra cambia de óptica. Pasa a las barreras generacionales: "La vieja escuela desconsidera a la nueva, la nueva desprestigia a la nueva, qué pena".—Aprendimos mucho trabajando con LaBlackie. Ella vino, escribió y se tiró la letra de golpe. Envidio esa frescura —me había dicho Laüra esa vez en su barrio.Hay que ser exigente, pero también tener el coño de decir "Me gusta como queda y así lo tiro, porque me da igual". Eso es muy difícil que nos pase. Entonces sí, es una pena que los de antes no valoren a los nuevos, porque tienen mucho qué aprender de ellos.La canción se llama 'Deena, Snooki & Jwoww', un corrientazo que me estremece entero. Laüra y Felinna rapean juntas la estrofa de LaBlackie. El final, lo saben todas las presentes, va a estallar, y abren un círculo que se funde en una masa de carne y huesos: frenesí.—Rosalía no cantaría lo que canta si no hubiera estudiado el flamenco. Para transformarlo lo ha respetado. Se trata de respetar no solo a los que había antes que tú, sino a la música que estás haciendo —continúa el ensayo de Laüra—. Por eso también me apena que los nuevos no valoren a los que estaban. Estar informado es básico. No digo que el que está empezando tenga que saber todo, pero yo sí valoro que alguien investigue. Por eso me he sentido muy orgullosa y privilegiada cuando Elio Toffana nos invitó a su disco. La Laüra de hace diez años habría matado por una colabo con él, con Kase.O, con el Tote, con la Mala. Y ahora, cuando todo parece más fácil, sin importancia, agradezco que pase. Por respeto a mi historia y a mi trayectoria, ¿cómo no lo voy a hacer?—¡Y qué colabo! —tercia Felinna—. Yo lloré cuando el Elio nos la pasó, ya terminada. También es un tema de identidad, de sentirte dentro de la movida. Los que nos sentimos como parte del rap sentimos que es necesario entender de dónde viene.Otra forma de ver Bitches in Business: hay pesos muertos que no hay que cargar más en la mochila, y compromisos que estructuran lo que se ha hecho y lo que viene. El álbum se trata de identificar cuál es cuál.***Las Nunyas del Corro desde el barrio obreroLa pizzería, en una esquina de la Plaça de la Vila, se llama La Font. La mesera saluda a Laüra con confianza y la rapera le responde que quizás este verano deba pedir trabajo ahí, para ajustar las cuentas, llegar a fin de mes. La mesera, sonriente, le responde que qué va, que ella va a ser muy grande y me pregunta si estoy de acuerdo. Yo le digo que sí, que por eso estoy ahí. Laüra no está tan segura.—Joder, es que parece que es un momento guay para mí, pero a veces no me siento así —confiesa."Lo bueno de vivir en San Roque es que nadie roba en San Roque", rapea Laüra en 'Tridente dorado' sobre el barrio de Badalona en el que vive desde hace unos años, a un par de kilómetros de Sant Adría: uno de los más calientes de Cataluña, según titulares alarmistas de medios apocalípticos. Las Ninyas del Corro rapean desde el margen y muestran el revés de una Barcelona que opera como un parque temático de sí misma para los miles de turistas que llegan cada día. La conciencia de clase, una de las banderas que ondearon en Onna Bugeisha, sigue intacta. Se manifiesta, por ejemplo, cuando Laüra rapea, en 'Las Meninas', que en Barcelona o heredas o te las apañas. Ok, el turismo trae riqueza: ¿pero para quién?—No hemos crecido en Barcelona, sino en los barrios obreros que rodean a Barcelona —afirma Felinna.Este margen es tan geográfico como simbólico. En 'Las Meninas' Felinna se aleja tanto del lujo del barrio de Pedralbes como del centro de Barcelona donde solo hay guiris (turistas blancos) con axilas malolientes y pijos vestidos de Nude Project. Y una de las bombas llega cuando dice esto: La catalanidad de Las Ninyas del Corro es otro de los puntos de tensión: si a ella no la reconocen como catalana, me explica Felinna, pues que se jodan: ella tampoco lo llamará pan tumaca, sino pan con tomate. Laüra, por otra parte, reconoce reflejos de su caso en la historia reciente: cuando le dieron el premio Sant Jordi a Estopa, algunos catalanes protestaron porque cantaban en castellano.—Me da rabia ese elitismo, esa línea entre la burguesía y los catalanes de a pie —continúa Felinna—. Hacemos música en castellano, y por eso parece que no somos referentes en Cataluña. Pero somos raperas catalanas.—Se nota mucho el clasismo de la burguesía catalana —insiste Laüra—. Acá nosotras somos purria, escoria, como lo fueron hace tiempo los andaluces que venían aquí y supuestamente les quitaban el trabajo a los catalanes. Nuestras familias vienen de allí. Acá solo importa lo moderno, lo guay, lo fashion. Pero en este conflicto con la cultura, con la lengua, pueden existir distintas identidades además de la que se espera.El título de Bitches in Business salió en la recta final del proceso. Empezaron con una espíritu más tremendista, color azul oscuro, que plasmara su angustia. Al final eligieron un camino para sublimarla, hacerla divertida. El título es un guiño sarcástico a todo lo que han conseguido, a lo que aspiran, a todo lo que les falta y a cómo estas tres dimensiones se confunden. Un guiño que nos dice, ya lo decía Laüra, que las cosas no son lo que parecen.Felinna llegó a la entrevista luego de su primer día en un nuevo trabajo. Es temporal, me explica, para ajustar algunos números. Y Laüra, que rapea sobre cómo devuelve los trajes de diseñador que compra para un solo uso, me muestra sus manos. Sus dedos tienen marcas de pegante: esa mañana tuvo que pegar la etiqueta de un vestido para poder devolverlo.—Gitaneo, es lo que hay —admite.En ese banco de la otra esquina de la plaza todavía están él y ella, recostados en el amor silencioso y seguro que se sedimenta como la arena que cae al fondo del reloj de cristal. Antes de que nos levantemos y caminemos, yo hacia el metro —hacia el centro— y ellas hacia sus casas, acá cerca, Felinna reseña su propio álbum.—Eso es ser bitches in business —dice, entre risas—. Se trata de buscarse la vida.***¿Quieren leer más sobre rap en Español? En el camerino con Ill Pekeño y Ergo Pro