Cales y Mr Hyde estrenó este año Erection un Ep de cinco canciones, que les tomó casi dos años, junto a grandes leyendas de Ibiza como Cesar de Melero y Mr Claude, llamados los padres del sonido Ibicenco. Este Ep incluye un remix de Cales, Real Hot Remix, una versión con sonidos Deep, baterías muy house y líneas de bajo muy sugerentes. Ahora llega con Musa Paradisiaca, su debut como cantante. ¿Quién está detrás? Cales & Mr Hyde, DJ, productor, compositor y cantante, está detrás de Musa Paradisíaca, su nuevo sencillo. Carlos Andrés García Jiménez, o simplemente Cales & Mr Hyde, lleva varios años explorando sonidos, como el de su nuevo sencillo, fuerte influencia del lounge, vinculados a su esencia electrónica y house music, pero inspirados en el Jazz, y fusiones de Bossa y Cumbia. “Una mezcla entre mar y cordillera, que es al final en gran parte de lo que me encuentro hecho, y de lo que La Musa que me ha inspirado también se compone, y me habla para la creación de este sencillo” – Cales. ¿De qué se trata? En la Grecia Antigua, las musas son las Diosas que inspiran la literatura, la ciencia y las artes: los seres humanos recibimos la inspiración en préstamo por parte de las Musas, lo que nos permite crear. Este sencillo no es la excepción: Una Musa (Paradisíaca), es la razón e inspiración del mismo. Musa Paradisíaca, es también el nombre científico de la planta de plátano (platanera o banano), un fruto exótico Latinoamericano, de belleza y sabor únicos. Es entonces, la belleza y particularidad de su ser, lo que inspira la canción, cada línea de la letra y la producción: una composición de nu-jazz latino, con sabores lounge, condimentada con una mezcla de ritmos y melodías entre la cumbia y los sonidos del Brasil, que suena como una mezcla entre el mar y la cordillera. ¿A qué suena? Con fuertes influencias electrónicas, pero un sonido más lounge, más chillout. Un sonido con raíces fuertes del jazz fusión y melodías de cumbia. ¿Cuándo recomienda escucharla? Musa Paradisíaca es perfecta para sentirse inspirado. Es la canción perfecta para escuchar en momentos que queremos sentirnos bien y tranquilos, para reconciliarse con las cosas buenas y particulares de la vida. También para sentirse abrigado, inspirado y protegido por una energía positiva, particular de buenas vibras, amor y sabiduría. La Musa me cobijó, y espero que a todos los que escuchan, ahora también su Musa los visite a través de esta canción, un homenaje a ella y lo particular, a lo único y a lo bello.
1001tracklist, la plataforma global más importante de sesiones en vivo y creadora del primer premio global 101 productores dentro del ADE. Después de realizar dos exitosas ediciones de su festival digital regresa con un line up de lujo entre los que se encuentran Afro Bros, Dubdogz, Mariana Bo, Vini Vici y muchos más. Los días 25, 26 y 27 de junio están marcados para que la prestigiada marca europea traiga de vuelta el festival hasta la comodidad de la casa. Más de 35 artistas mundiales, este es el último capítulo de su serie de eventos, que han servido de encuentro para todos los fanáticos de la música electrónica del mundo. El jueves 25, los sonidos del Mainstage se apoderan de la mano de LAMMER, Joel Corry y Ofenbach, entregando vibras house, para los amantes de sonidos más fuertes, VOLAC, Matroda, HUGEL y BIJOU serán un deleite para los fanáticos del bass house. Afro Bros nos darán una sesión al ritmo de su característico moombahton, mientras que Shift K3Y y Florian Picasso siguen dando muestra de su talento con sus masivas colaboraciones con Becky Hill y Timmy Trumpet respectivamente. Going Deeper es un duo obligado pues son de los artistas más solicitados por los seguidores de 1001tracklists, mientras que AAZAR brindará su sonido fuerte que lo ha posicionado en la escena global. Subiendo la intensidad, Vini Vici traerán su ritmo Psy Trance con una energía explosiva que no se pueden perderte. Los DJ’s norteamericanos Henry Fong, KANDY y PAZ cierran el día 1 con shows los cuales prometen nueva música exclusiva para este festival. El viernes 26 es un día muy especial, será el primer takeover por parte de la escena latina en un evento de música electrónica internacional. Empezando con Fer Almeida, Leandro Da Silva y Cato Anaya, que son grandes representantes de estos ritmos vibrantes. Mientras los mexicanos Broz Rodriguez y Erick T nos darán una muestra del dance latino, el cual han dejado plasmado dentro de sus lanzamientos y estarán presentando nueva música de su sello XDM Records. El duo Tom & Collins ofrecerá una sesión con su característico sonido tech-house y sus más recientes éxitos firmados recientemente en la disquera de Gorgon City, Realm Records. Representando a Brazil, los artistas globales Dubdogz, Felguk, FTampa, KVSH y Liu entregarán una muestra del conocido Brazilian Bass. Moska, uno de los artistas colombianos más importantes del dance global, y pieza clave del sello de Tiesto, Musical Freedom, ha preparado un show con nueva música asegurada. Siguiendo con la alineación representativa de Colombia, el dúo F4ST prometen un espectáculo muy interactivo con vocales en vivo y sonidos insignes de la cultura latina. Y para terminar este takeover latino, Mariana Bo presentará vibras provenientes del Mainstage como lo ha demostrado en sus apariciones como headliner en grandes festivales y Le Twins darán un show único para el festival. El sábado 27, el legendario Judge Jules y su icónico concepto Judgement tomarán control de la plataforma. Su concepto Judgement Sundays ha crecido para convertirse en una de las fiestas más reconocidos y longevas de Ibiza. El residente del legendario club Space Jonathan Ulysses se une entregando el sonido característico de la isla que nunca descansa, el misterioso duo Wh0 hará acto de presencia, así como el mágico Kissy Sell Out. Un acto muy especial es la presentación de la la legendaria DJ británica Lisa Lashes, y, por último, pero no menos importante, el creador del hit ‘Pump it Up’, Endor. Todos los sets serán transmitidos por Facebook, Twitch y YouTube. Haciendo el evento especial y único en el mundo es el poder observar en tiempo real el tracklist de todas las sesiones en tiempo real por medio de la plataforma 1001tracklist. Más información aquí. Line Up Completo (en orden alfabético): AAZAR, Afro Bros, BIJOU, Broz Rodriguez, Cato Anaya, Dubdogz, Endor, Erick T, F4ST, Felguk, Fer Almeida, Florian Picasso, FTampa, Going Deeper, Henry Fong, HUGEL, Joel Corry, Jonathan Ulysses, Judge Jules, KANDY, Kissy Sell Out, KVSH, LAMMER, Le Twins, Leandro Da Silva, Lisa Lashes, Liu, Mariana Bo, Matroda, Moska, Ofenbach, PAZ, Shift K3Y, Tom & Collins, Vini Vici, VOLAC, WH0.
Cales & Mr. Hyde es Dj, productor, y asesor en Music Business, con varias personalidades musicales que lo controlan: el house music y su sonido funky, rico e infeccioso, rítmicamente influenciado por los sonidos del deep house y la energía del tech. Su propuesta es una amalgama de elementos entre la oscuridad y la luz, tanto en sus Dj sets, como en sus creaciones como productor y compositor. Este año sus tres producciones La Esperanza, Erectión y Faiya, junto a AbrasivePig, Cesar de Melero, Mr. Claude, y Jorge Jaramillo, demuestran su buen momento. Carlos Andrés García es un abogado que se apasionó tanto por la tornamesa que decidió dedicarse por completo a la música. No viene de una familia de músicos, pero su abuelo era un coleccionista de vinilos, que fueron el primer contacto de Carlos con la música. Es un guitarrista frustrado, pero a cambio de eso, toca muy bien el piano. Cales y Mr. Hyde nació en Bogotá en el 2006, por curiosidad, y por buscar un canal para expresarse con música. El nombre está basado en el extraño caso de Dr. Jeckyll and Mr. Hyde, la novela de Robert Louis Stevenson, que ha inspirado obras de teatro y adaptaciones cinematográficas, y que habla acerca del trastorno de identidad, personas con una o más personalidades. Algo que caracteriza la música de Cales es su variedad de sonidos, que lo ha llevado por el mundo y a vivir experiencias como tocar con el famoso Club el Divino de Ibiza, en una gira que incluyó a Bogotá. Después se radicó por algún tiempo en Miami y estudió Music Business y Producción. Tuvo varias residencias en lugares como Do Not Sit on the Furniture, Haven Lounge y en fechas especiales en clubes de la ciudad. Fue invitado también al Groove Fest de República Dominicana. Sus grandes influencias son tan variadas como su sonido va desde la música andina colombiana, la salsa, hasta el rock clásico de bandas como The Doors, Led Zeppelin, Hendrix, Janis Joplin entre otros; el funk y el disco con artistas como Jamiroquai, Cerrone, Barry White, James Brown, Al Green, Bill Whithers y más; el house music y figuras: Frankie Knuckles, Harry Romero, Joeski, Oliver Dollar, Phil Weeks, entre otros. Actualmente divide sus días entre la Dirección de su Sello Disquero, ‘Dualism’ (Fundado en Miami en 2013), en el estudio trabajando en producciones que han sido ampliamente apoyadas por artistas como Carl Cox; como Co-Fundador y Director de Vinyl Box Music Center, Centro de Entretenimiento definido como ‘La Casa de los Amantes de la Música en Bogotá’; como asesor y asistente en Music Business de diversos artistas, y en variados clubes y pistas de baile donde actúa como invitado o residente. El 2020 llegó con música, tres producciones que destacan la nueva era del Dj y productor colombiano, La Esperanza, Erection y Faiya. La Esperanza contiene dos canciones que, junto al productor AbrasivePig, se unen para mezclar el techno y experimental, con el sonido housero, funky y groovy de Cales. Esta canción tiene dos versiones en modo de Acid y Deep Techno. Erection es un Ep de cinco canciones, que les tomó casi dos años, junto a grandes leyendas de Ibiza como Cesar de Melero y Mr Claude, llamados los padres del sonido Ibicenco. Este Ep incluye un remix de Cales, Real Hot Remix, una versión con sonidos Deep, baterías muy house y líneas de bajo muy sugerentes. Faiya será su próximo lanzamiento que verá la luz el 10 de julio en todas las plataformas, por ahora solo está disponible en la plataforma Traxsource. El él trabajó junto a una leyenda de New York: Jorge Jaramillo, uno de los integrantes de Who Da Funk (y creador de Shiny Disco Balls, un clásico de la música electrónica). Incluye 2 remixes: el primero, el Future Funk Mix, una infusión de house music, con breaks y una visión del funk futurista, y luego el Deep Dub Mix, versión Deep y melódica creada a partir del sample principal. Cales & Mr. Hyde hace parte de la fiesta digital del Orgullo LGBTI: Una noche para ser libres que se realizará el viernes 26 de junio por medio de la plataforma Zoom. *** El link de Zoom de la fiesta será liberado el jueves 25 de junio en todas las redes de Shock, Theatron, Jägermeister Colombia, Mesa LGBT y Cámara de comercio LGBT. (Son 500 cupos y se aceptarán por orden de llegada). *Todos los participantes pueden ingresar con video al zoom. *Jägermeister Colombia elegirá los 4 mejores performances de la noche. *Todos los participantes deberán aceptar las normas de convivencia y los términos y condiciones de la fiesta antes de ingresar. Organizan: Shock y Jägermeister, en alianza con Theatron, Mesa LGBT y Cámara de comercio LGBT.
El dúo argentino comienza el año presentando dos canciones incluidas en Momoto, su primer EP del 2020., las canciones son inspiradas en dos especies endémicas de la selva Tepozteca. El Momotus mexicanus y la Plestiodon brevirostris (una elegante lagartija conocida comúnmente como Salamanquesa). México es un país que ha inspirado mucho el trabajo de Klik & Frik, precisamente estrenan nueva música a través de la plataforma mexicana Onda Mundial, el colectivo de Dj y artistas de la escena electrónica latinoamericana, que reúne los sonidos de diferentes rincones de América Latina. Ellos tienen clara la definición de estás dos canciones, Momoto cuenta con elementos introspectivos y una progresión casi cinematográfica, un paisaje sonoro por el cual se pasea un curioso pájaro matutino. Y Salamanquesa, nos transporta al sonido de las orquestas cumbieras de los años 50, entrecruzando los clarinetes del virtuoso músico mexicano Chirimoyo con sintetizadores que nos sumergen en un mood nostálgico y festivo a la vez.
Mutation es un EP elaborado por Jüllz, Random, Dvh y Zentinele, artistas y estudiantes de DNA Music records, quienes se unieron para hacer cuatro tracks de melodías progresivas acompañadas de bajos futuristas, perfectas para perderse en un viaje de exploración de sentidos junto con una explosión de sonidos para enaltecer sensaciones de felicidad, dinamismo y melancolía Es una invitación a la transformación progresiva de la energía con el característico four on the floor (un patrón rítmico utilizado fundamentalmente en la música electrónica de baile y en la música disco, caracterizado por un ritmo constante, consistente en un golpe de bombo por cada negra de un compás de 4/4) junto a melodías alegres, perfectas para un mal día, para combatir a mercurio retrógrado o cualquier mala vibra que necesite desaparecer. Este EP incita a la renovación y transformación, a dejar morir lo que antes se era y abrir la puerta a un cambio energético y a una manera distinta de pensar. Mutation está integrado por cuatro canciones: Dreams, Let’s go, Back in time y Follow me, con las que de manera gradual se cambia e intensifica en los estados de ánimo. Cada track se hizo pensando en una sensación humana. Dreams: Emotividad. Representa el estado natural del ser humano, la sensibilidad y capacidad de empatía con lo que le sucede a los demás, y al proceso propio. Es una canción con líneas melódicas de acentos y pausas en combinación con frecuencias graves. Let’s Go: Alegría. Canción con sonidos vintage que Invita a cambiar el chip a través de una progresión de acordes en el círculo armónico. Back in time: Introspección. Volver a la propia consciencia, adquirir conocimiento a partir de la reflexión sobre lo que fuimos, nuestrosorígenes. Follow Me: Euforia. Produce un estado intenso de satisfacción y bienestar por medio de leads potentes, bajos resonantes y pads atmosféricos. Vea también: Con ustedes: Las apuestas musicales Shock 2020
“Óyeme bebé, yo te tengo que decir, es que hay algo en tu piel que me provoca”. Así suena y repite la letra de Me provocas, la última canción de Fumaratto, que ha provocado más de 100 millones de reproducciones en plataformas de streaming y, junto a Baila conmigo de DJ Dayvi, se han convertido en los nuevos himnos de fiestas caseras, discotecas y emisoras. Ambas son las embajadoras de la guaracha, un género que baila entre amor y odio, entre repulsión y placer culposo, entre vergüenza y bailar a escondidas, entre burlas y éxitos. Un esquema musical subvalorado, pero no directamente por su contenido sino por su estética. Un chiste que se tomaron muy en serio y que se convirtió en el género de exportación nacional del 2019. Por: Johana Arroyave / @JohanaArroyave A finales 2016 el famoso prostíbulo El Castillo se vanagloriaba por tener una de las mejores fiestas electrónicas de la ciudad. Cada noche de domingo los DJ colombianos de tribal house Daniel Parranda, NewFest, Alex Hard e Isaías Palacios encabezaban los carteles de unas fiestas que empezaron a gestar, lento pero seguro, uno de los movimientos más polémicos de la electrónica, y que este 2019 estalló del todo, primero como un chiste o un meme, y luego como un fenómeno comercial global con su semilla en Colombia: la guaracha. La viralidad digital ha sido un bastión clave de este boom. Fue difícil no haber recibido u oído a inicios del 2017 la enigmática nota de voz sensual de una anónima paisa que decía “amor, yo quiero una fiestica pues así... ¡qué rico! Esos videos que suben, mera fiesta, full farra. Take tarake take. ¡Guaro, perico, popper, tusi, sexo!”. Lo viral se volvió noticia, la noticia se volvió chiste, el chiste se volvió dicho, y la nota de voz se convirtió en un pegajoso himno cuando algún anónimo la superpuso a un sample de tribal house, o lo que hoy en día conocemos como guaracha, acompañado de un video pirata con imágenes aficionadas de una fiesta llena de viejas con cuerpos voluptuosos. En paralelo al Take Tarake Take, en ese mismo 2017, la guaracha vio uno de sus picos más altos gracias a que Sax to me, del DJ paisa Fumaratto –uno de los reyes del género, de los primeros en ser programados en La Mega de Medellín, y encargado de abrir en Colombia los toques del español Dani Masi, precursor del tribal en Europa–, retumbó en reconocidas discotecas de Medellín como Dublin, PVC o Icono Club. Así como le pasó al vallenato, a la champeta, al reggaetón, o a la curiosamente etiquetada música “popular”, lo de la guaracha ha sido un proceso de ascenso, aceptación e inclusión social. Inicialmente este subgénero de la electrónica fue asociado a fiestas de prostíbulo, prepagos y narcos, desdeñada por otros DJ de electrónica por ser “mal hecha” y de “mal gusto”, y este año se coló en el crossover popular y comercial, tanto que sus sonidos se colaron en las emisoras juveniles, La Mega y Oxígeno, quienes les abrieron las puertas y en horario prime time. Gradualmente el desprecio permeó el humor digital (celebridades digitales como Las Cardachians se hicieron famosas por institucionalizar y recopilar la burla hacia la cultura guarachera) facilitando que este género fuera un gusto culposo, ahora un gusto a secas y quién sabe si en unos meses sea el ritmo obligado en fiestas nacionales como pasa con el reggaetón o la salsa. Es así como hoy podemos hablar de fenómenos virales como Baila conmigo del manizalita DJ Dayvi (que ha punteado el listado de Viral Latino de Spotify durante tres meses; ha sido remezclada por Jennifer Lopez y Willy William; fue usada por el FC Barcelona en el video para una campaña de experiencias y entretenimiento) o Me provocas del medellinense Fumaratto. La guaracha, la electrónica, ya infestó canciones de Monsieur Periné (Bailar contigo) o Carla Morrison (Disfruto), colando con inesperados remixes a estas bandas en discotecas de todo el mundo (y dejándoles ingresos extra). El movimiento subterráneo ya está saliendo a la superficie con todas sus fuerzas y destapando sus cartas.NOSOTROS NO LLEGAMOS A LA GUARACHA, LA GUARACHA LLEGÓ A NOSOTROS La palabra “guaracha” tiene raíces más profundas que abarcan más allá del tribal house colombiano, y comienzan con la forma en la que se denominaba a las canciones bailables cubanas. Según el cubano Esteban Pichardo y Tapia, autor del Diccionario provincial casi razonado de vozes y frases cubanas, la palabra denominaba a una canción bailable de origen isleño desde finales del siglo XVIII, tocada y cantada primero en el Teatro Musical Cubano, luego en los salones de danza de baja categoría social y por último en los burdeles de La Habana. Aunque la cubana y la colombiana son diametralmente opuestas, ambas conviven en la connotación de desprecio y la mirada por encima del hombro a sus sonidos. Lo que Colombia y el mundo están conociendo de la mano de gigantescos hits virales que sin anuncio se apoderaron de los listados comerciales, es la versión apócrifa de la electrónica de club; un licuado entre house y música folclórica como la cumbia, la samba, la salsa y hasta el country y que tiene de primos lejanos a la cumbia digital, el breakbeat, el moombahton, el kuduro o hasta el funk carioca. Y si bien se puede atribuir su génesis a exponentes internacionales como los estadounidenses Danny Tenaglia, Roger Sánchez y los españoles Darío Núñez y Dani Masi, también hay que entender la guaracha como resultado de la masificación de internet y la tecnología que ha permitido que la música electrónica se cree de manera empírica y casera, muy lejos de lo que manda la academia o “el buen gusto”. El circuito de la guaracha no había necesitado el respaldo de los andamiajes industriales de la música. Alejadas de Spotify o YouTube hasta hace poco menos de un año, las canciones estaban regadas por Soundcloud y se daban a conocer por el voz a voz. Gran parte del impulso, y del estigma, vino de videos donde la guaracha era la banda sonora de videos aficionados y caseros que atestiguaban remates o fiestas piscineras donde el DJ de turno estaba rodeado de una cohorte de mujeres voluptuosas en vestidos de baño bailando el mismo paso sutil e imperceptiblemente coordinado. Por supuesto, la hostilidad de las redes acompañaba esos videos de comentarios en YouTube como “qué mano de prepagos”, “qué asco de música”, “se creen divinos bailando así” o “pura música de putas”, pero más allá del juicio moral se revelaba el fortalecimiento de unos sonidos pegajosos, pegachentos, algo predecibles, pero a fin de cuentas muy bailables. Era cuestión de tiempo para que este fenómeno “subterráneo” llegara a oídos de los dueños del negocio. Los ejecutivos más jóvenes de Sony Music fueron quienes identificaron el consumo recurrente de las canciones y las pusieron sobre la mesa para que, en septiembre, la disquera firmara los dos tracks que más puntearon: Me provocas y Baila conmigo. Según Alejandro Jiménez, presidente de la discográfica, “la guaracha nos funciona en todos los sentidos. Investigando las cifras más a fondo nos dimos cuenta de que ya no solo tenía nivel de escucha aquí. La compartimos con colegas en otros países y se generó mucho interés porque, según decían ellos, esta música tenía una autenticidad muy grande; era un género musical que podía aportarle a la electrónica global”. Es decir que, así como ritmos folclóricos autóctonos como el bunde, el bullerengue, el bambuco, la cumbia o el vallenato han representado la riqueza sonora colombiana en el mundo, hay que estar preparados pues es muy probable que en el 2020 la guaracha sea nuestra nueva gran embajadora cultural. Y todo eso a pesar del desprecio. GUARACHA, LA MÚSICA DE LO PROHIBIDO Uno de los primeros prejuicios que hay frente a la guaracha es que es música para traquetos y prostíbulos. Entendible si se recuerda en qué lugares se gestaron sus primeras fiestas o que David Sarria Ortiz, presidente ejecutivo del festival Black and White, fue capturado en 2015 bajo cargos de narcotráfico y fue pedido en extradición por Argentina. El Black and White, un festín de EDM, tribal, house o techno que se hacía cada enero desde el 2002 en el lago Calima en Cali, fue uno de los primeros eventos en poner a tocar a artistas de tribal house como el puertorriqueño Robbie Rivera, el holandés Don Diablo, o los colombianos Ángel Rodriguez, Iván Miranda y Marco Cardona. Entendible también si relacionamos a famosas modelos webcam paisas como Alejandra Mejía y Meloody quienes han usado pistas de guaracha en sus shows y en sus videos de baile para atraer a sus clientes. Según Meloody, “este ritmo me permite bailar de manera sensual, pero al mismo tiempo alegre y con los bajos de las canciones puedo hacer movimientos con partes del cuerpo que hace de una que los usuarios tipeen”. Pero ojo que eso es hilar muy fino y olvidar que otros sonidos, de maneras más solapadas y escondidas, también tienen un historial de toques privados para narcos, paracos y otros nombres no tan santos. “Nosotros como artistas no tenemos la culpa. Estamos donde nos contratan, no podemos hacer un casting al empresario ni le vamos a pedir una biografía”, explica la DJ Marcela Reyes. Para DJ Dayvi esto no es ningún secreto, pero aclara que “hay quienes hacemos las cosas bien y no nos préstamos para este tipo de situaciones”. Incluso también habría que recordar que si la cosa es de alusión a las drogas, Snoop Dogg es un estandarte de la marihuana, Jim Morrison o Depeche Mode le hicieron himnos a la heroína, o no hace mucho J Balvin, Bad Bunny y Jhay Cortez hablaron de 512 (Percocet) en No me conoce. Y entonces, ¿de verdad de dónde viene el desprecio? En voz baja y sin querer admitirlo públicamente, muchos productores y DJ de otros géneros de la electrónica consideran que la guaracha es mala producción musical: un sampleo de una trompeta que se repite y pistas que no son originales sino bajadas de internet. Pero el español Dani Masi concuerda en que, si bien la calidad no es la mejor, está calando duro en Europa: “en Colombia son muy estrictos con la meticulosidad de la producción. Sin embargo, con más dedicación, estos exponentes van a hacer un trabajo mucho más riguroso. Por ahora aquí en España vinieron a traer sonidos que refrescan, hacen bailar y por lo mismo son tan queridos en este espacio, es una propuesta novedosa que deberían valorar más en Colombia”. El criterio de música “mal hecha” es complejo y termina en valoraciones subjetivas, muchas veces mediadas por criterios heredados. Dayvi recibe a diario críticas por el camino musical que escogió, pero él cree que “no existe la música mal hecha, existe la música y eso hacemos nosotros. La envidia es muy grande y en vez de darnos la espalda como artistas deberíamos apoyarnos y así lograr consolidar sonidos que representen a Colombia ante el mundo”. Sin embargo, la discusión puede ir un poco más allá pues hay Dj, que prefieren omitir su nombre para no crear polémica, y explican que el género ya no hace parte de la escena electrónica: “ la guaracha está mucho más cerca de la música crossover y popular latina que de pertenecer a un subgénero de la electrónica. Esto es mejor aún para sus exponentes porque allí es donde están las masas”. UN PLACER CULPOSO Con el ascenso que la guaracha está teniendo internacionalmente, hay que preguntarse si ese será el punto de quiebre para que localmente se masifique y se termine de aceptar. Nada raro si recordamos lo que pasó en su momento con el vallenato, la cumbia o el reggaetón, que tuvieron que tener validadores externos para posicionarse con fuerza en el gusto masivo. Para el sociólogo Daniel Aguilar esto sucede porque “somos un país que no admite que somos pobres. El género musical que se consideró como el menos legítimo y más inculto fue el reggaetón. ¿Y qué ha pasado? Ahora lo consume gente en absolutamente todas las clases sociales. Todavía existe esa falsa creencia de que hay una música para oídos más selectos y no es que odiemos algo, es que solo aprobamos los sonidos cuando algunos los meten en espacios en donde se legitiman, o sea la radio, clubes, o puntea internacionalmente”. Para Alejandro Jiménez en este país tendemos a ser muy colonialistas en nuestra cultura y socialmente hemos estigmatizado la música según las clases sociales: “muchos se criaron bajo el estigma que ciertas cosas eran corronchas porque no era música sofisticada, que lo que había que escuchar era rock. En el caso de la guaracha es un poquito extremo, las mezclas puede que no suenen a altos niveles, pero esas mismas características hacen que en otras latitudes, que son de donde estamos copiando música, lo sientan como un refrescante de sus propias posibilidades artísticas”. De cualquier manera, hay un fantasma permanente e indeleble con este género: el clasismo. Por ejemplo, en el 2017 el portal Las 2 Orillas publicó un escueto informe sobre la movida titulado Pepas, bikinis y guaracha, el furor de las fiestas guisas en Colombia con un repaso ligeramente juzgón del estado de la escena en ese año, y del que llama la atención el uso de un poderoso y pesado adjetivo: “guisa”. Lo “guiso”, las “guisas”, es la forma en la que las protagonistas de videoclips y sus bailes han sido reiterativamente etiquetadas, pero también ha sido una pesada herramienta para reforzar el clasismo, sostener el rechazo hacia la diferencia, o estructurar que hay quienes están dentro del “buen gusto” y otros que no. Básicamente, una dictadura social determinada desde la moda, la apariencia física, que ignora procesos históricos que se han vivido en Colombia como el machismo, la opresión de grupos conservadores o el narcotráfico. Asociar la guaracha con lo “guiso” es una cómoda simplificación para reducir a todos sus fanáticos y productores en putas y traquetos, desconocer el poder de los gustos populares y perpetuar a esos poderes censuradores que han intentado prohibir y tapar todo aquello que no esté dentro de “la norma”. Hay que entender la guaracha como resultado de la masificación de internet y la tecnología que ha permitido que la música electrónica se cree de manera empírica y casera, muy lejos de que le agrade a todo el mundo. Pero más allá del gusto, que finalmente es personal y caprichoso, todo el boom de este género sirve para que pensemos de dónde viene y cómo formamos nuestros gustos; para preguntarnos una vez más sobre el lugar de la superioridad moral que nos permite juzgar a otro por lo que oye y lo pone feliz, sobre todo si es algo que no ha sido avalado por la academia. A la hora del té hay mucha tibieza en los argumentos para decir que la guaracha son sonidos que denigran a Colombia. Un estigma, un estereotipo y una superioridad moral que nos demuestra que en este país seguimos validando y aprobando que se sigan creando brechas sociales en lugar de reparar las ya existentes. La historia reciente del reggaetón parece repetirse, y si vemos su evolución y que nadie lo veía más allá de una moda pasajera, es predecible que en unos meses la guaracha esté metida hasta en la sopa y consolidada en todo tipo de espacios sociales, por lo pronto ya suena a cantaros en Europa y en Estados Unidos; en Bogotá ya se coló en emisoras juveniles y sus Dj que antes cobraban por toque dos millones de pesos se dan el lujo, como Fumaratto, de cobrar por un set de una hora 10 millones. Pero si no nos cree, solo revise las cifras de reproducciones en plataformas, las cuales superaron hace rato los 100 millones. Y ustedes, ¿ya saben bailar guaracha? Vea también: Las 55 mejores canciones colombianas del 2019 según Shock
Los Frikstailers tienen una conexión cósmica con todas las galaxias interplanetarias de la música. Su sonido no se parece a nada que exista, siempre están creando algo diferente y experimentando con lo electrónico y sonidos latinoamericanos y de todo el mundo. Durante cuatro años trabajaron en muchas canciones que reunieron en su nueva placa discográfica Extrasolar, donde no solo hacen un viaje sonoro, sino que encontraron alianzas con otros artistas para darle cuerpo al álbum. Doce canciones que conservan ese diálogo con el público que han mantenido durante muchos años en una era donde la música va a toda velocidad. Rafa Caivano y Lisandro Sona han piloteado sus proyectos desde diferentes lugares: hoy Rafa vive en Portugal y Lisandro en México, siempre han trabajado de esta forma, incluso cuando estaban en la misma ciudad solo se juntaban a producir cuando ya tenían casi listo el track. La creatividad y la musa de la inspiración la mantienen moviéndose por el cosmos. A Colombia llegaron a presentar por primera vez en vivo su nuevo álbum. Bogotá y Bucaramanga tuvieron la fortuna de caer bajo los efectos sonoros de Frikstailers. Hablamos con ellos sobre este viaje extrasolar y del futuro de la música electrónica. Han explorado muchas sonoridades ¿Cómo encuentran sonidos nuevos? El asunto era ¿Cómo íbamos a hacer para seguir teniendo una identidad propia y no caer en fórmulas en las que a veces es tan fácil caer? El disco fue una lucha con eso durante todo ese tiempo. Somos de componer mucha música y somos muy selectivos en eso, y hay justamente mucha información. Cada vez que veíamos que algo caía en un lugar medianamente común quedaba descartado, buscamos eso, hacerle honor al nombre de “friki” y que siempre tuviera esa chispa. Tratamos de hacer cosas que no habíamos hecho antes. Por ejemplo, en la canción con La Yegros, hay un ritmo angoleño que se llama Kizomba que es muy popular en Angola y Portugal, suena en todas las emisoras de radio, es meloso y hay algo en el germen rítmico que nos parece interesante, por eso decidimos probar algo en ese camino que podría estar emparentado con el reggaetón de alguna forma. Sin embargo, tiene otros acentos, y cuando lo metes con una cantante como La Yegros, que tiene un acento del noreste argentino, sur de Brasil, algo litoral, tiene una identidad muy específica y queda bien particular. A nosotros nos gusta mucho, cada vez que la ponemos en un dj set es un reventador de pistas ¿A quiénes más sumaron en este viaje? Nos animamos a trabajar con vocalistas, no lo habíamos hecho. Con Mateo Kingman fue como un experimento: agarramos algo del mainstream, como un ritmo de twerk y algo muy terrenal se transformó en espiritual. Habíamos grabado unas gaitas aquí en Colombia y quedó como un pequeño loop que está al comienzo de la canción y va entrando de vez en cuando, las gaitas le daban como un viaje. Cuando se lo pasamos a Mateo, él lo llevó directo a la Amazonía y a los Andes. La canción tenía pasajes muy marcados, él logró hacer que no se desperdiciara ni un milímetro de poesía. Para nosotros es uno de los vocalistas favoritos de América Latina y un gran representante de la identidad latinoamericana. El contacto con Aterciopelados fue por Instagram, ellos empezaron a seguirnos y a darnos likes. Nos pidieron que colaboráramos produciendo una canción del disco Claroscura, Manifiesto colibrí, empezamos a dialogar y fue una relación muy bonita desde el comienzo, porque para nosotros Aterciopelados es una banda mítica latina. Cuando era un niño recuerdo acompañar a mi hermano mientras estudiaba medicina con la radio puesta, y escuchábamos y repetíamos las canciones. Poder hacer algo con ellos ahora, de una forma tan orgánica, es un sueño, una cosa muy bonita (Rafa). Después de esta colaboración dijimos “¿Qué tal si hacemos otra para nuestro disco y les mandamos un par de instrumentales? “Ellos eligieron uno, y Andrea encontró toda la inspiración para esta canción que es sobre Sarita Colonia, la santa pagana del Perú, una santa no reconocida de la iglesia que se tiró al mar para liberarse de una violación y a la cual se le atribuyen muchos milagros. Andrea fue la que encontró el camino en la historia. La canción tenía algo en lo instrumental que era crudo, una cumbia villera dramática, con una violencia en los sintetizadores, ella supo para dónde llevarlo. Quedamos re felices, porque Andrea tiene la capacidad de manejar mucha información, está atenta y conserva esa esencia que la hace única y la aporta en cada colaboración. ¿Dónde encuentran inspiración? Siempre estuvimos vinculados con lo paranormal. Nuestra musa es extrasolar, no está en este sistema, de alguna manera en vez de poner la inspiración acá la ponemos donde se pueda. Es una capa más de la música, puede haber algo rítmico, armónico, es esa capa. Tratamos de que haya muchas capas que aparezcan según el estado en el que te encuentres, es un tipo de música que la escuchas en cualquier situación y se percibe de diferentes formas. Siempre decimos que es música electrónica tropical terrestre, ese es como el núcleo conceptual. Desde ahí se pueden tirar puntos hacia distintos lugares, desde que empezamos con el proyecto no hemos tenido límites en cuanto a género. Por ejemplo Afrotrip una de las canciones del disco, explora un tipo de sonido de ritmo o velocidad que no es normal de nosotros, es la canción más rápida que hemos hecho y aun así está inspirada en afro house de Sudáfrica. El afro house cae en fórmulas muy rápido: hay 18 mil canciones iguales y el tempo es muy rápido, eso está bueno, pero se nota que ellos necesitan esa energía, esa velocidad. Pero en Sudamérica nos da la sensación que estamos más abajo porque nos gusta encontrar que pasa en cada acento en la música a la hora de escucharlo, hacerlo y bailarlo, me parece que hay algo en la cintura que culturalmente está entre lo que pasa entre beat y beat. Es bastante lento para lo que es afro house pero bastante rápido para nuestro álbum. Foto Cortesía Marino Submarino ¿Cómo se percibe la electrónica latina desde afuera? Desde afuera la electrónica latinoamericana y específicamente la sudamericana está en un foco de atención de muchos melómanos, coleccionistas, djs y promotores. Están surgiendo improntas que nunca antes se habían escuchado, hay una creatividad y una madurez que con el tiempo han evolucionado. Cuando empezó la movida de ZZK, que arrancamos poquitos artistas ahí y con el paso de estos años fueron apareciendo más, muchos se quedaron en el camino y muchos demostraron que tenían algo muy especial para proponer. En Colombia particularmente estoy fanatizado con El Cerrero, es como un guerrero de la música Me encanta la gente que hace muchas cosas en la industria, encontró la forma de hacer música en medio de ese caos de trabajo que venía haciendo, es súper sólido, fue hermoso verlo en el Estéreo Beach. (Rafa) Hay fiesta, pero hay algo más para decir, ¿Quieren comunicar algo? Cuando empezó Frikstailers andábamos en los veintitantos, había mucha energía y no le dábamos lugar a la contemplación. Con el tiempo, uno se va poniendo más contemplativo, más crítico y más consciente hacia dónde va lo que uno está haciendo. Te focalizas más sobre tus intenciones de lo que quieres hacer y luego aportas vocalistas que también tienen su madurez. Los vocalistas traen esto que pueden hacer una bajada de concepto a palabras que es muy útil para llegar a gente que le cuesta la abstracción de lo instrumental. ¿Qué representa ‘Extrasolar’ para ustedes? El gran valor de Extrasolar es proponer en un momento en el cual la electrónica latinoamericana tiene propuestas interesantes pero está cayendo en fórmulas y este disco es muy de anti fórmula. Es un disco que tiene canciones que se pueden escuchar durante mucho tiempo, es atemporal, trabajamos más en las canciones que en buscar el sonido de moda, aunque están esos elementos, hay mucha propuesta en la búsqueda de la atemporalidad, en un momento donde todo es muy instantáneo y tiene que entrarte urgente. Los artistas van cada vez a lo que está sonando. Por ejemplo, quieren hacer trap, en youtube hay tutoriales, entonces se hace la fórmula fácil. Igual son interesantes los fenómenos musicales, somos productores y a lo que nos dedicamos es a descubrir nuevos truquitos, nuestro trabajo es no caer en las fórmulas, queremos hacer una cosa que sea nuestra. Entiendo que hay gente a la que algo le funciona y repite por ese camino, pero a nosotros nunca nos salió. Cuando lo intentábamos lo llamábamos el hermano tonto de la canción, el hermano bobo. No nos gusta tener copias de canciones nuestras que funcionaron bien, si logras imitar los ingredientes otra vez no sale fresca. ¿Cómo ven el futuro musical de Frikstailers? Por ahora arrancamos otro proyecto, estamos en paralelo, armando EPs, colaboraciones con otros sellos. Con Klik and Frik estamos haciendo shows por separado, nos vamos articulando, la idea es hacer giras híbridas en el futuro de los dos proyectos, tocar en un escenario Klik y en otro Frikstailers, eso lo hicimos en Costa Rica en un Festival. La idea del futuro es hacer giras híbridas. Tocar en el sitio más oscuro con Klik y en un escenario para todo el público con Frikstailers. El pasado 31 de mayo los acompañamos a su show en Marino Submarino, la noche lluviosa capitalina tenía algo especial en la atmósfera, sin duda el lugar estaba impregnado de la presencia Frik, el público cumplió la cita y después de la media noche sus beats y su sonido electrónico tropical, no dejó a nadie inmóvil, por primera vez sonaban en vivo las canciones de su nuevo álbum y algunos hits que son infaltables en sus toques, su paso por Colombia hace parte de la gira que los tiene tocando en diferentes partes del mundo. Fotos Cortesía Marino Submarino Track by track de Extrasolar Intro Orbital Se nota que hay mucha influencia de nuestra época de Boards of Canada. Tiene sonidos con muchas desafinaciones, es una intro típica para hipnotizarte, pero que no te da tiempo porque dura un minuto y cinco segundos, como que te quisiera hipnotizar y no. Tiene ciertas cosas que son como homenaje a México por todo lo que el país azteca nos ha influenciado. Un poema náhual al final. Cosmic Adress Retoma cierta parte de lo que veníamos haciendo antes, que es pegar patadas en la cara. Es un tema muy techno con influencia cumbiera en lo rítmico, pero en realidad no se sabe qué es. Tiene los arpegios que son como texturas y al final se interponen unos con otros y en la mitad se vuelve como synth pop. Brinca Era una canción que estaba entre un ritmo twerk (algo terrenal) y algo espiritual que venía desde la voz y las letras de Mateo. No por nada es uno de los singles del disco, decidimos hacer videoclip porque tiene una identidad muy especial y tiene la capacidad de llegar a muchas generaciones. Bungalow Es un dembow, otra parte que venimos tratando desde los primeros discos, esa impronta acid de los Sintes 303 de Roland. Nos gustó siempre jugar un poco con eso, es muy difícil hacer un reggaetón sin que se sienta que estás copiándole algo a los millones de reggaetones que existen, tenía un desafío muy difícil que era encontrar una identidad propia de lo instrumental, dentro de algo que recae mucho sobre las voces. No por nada el reggaetón no se escucha como un género instrumental, la gente no lo quiere así, en un dj set de reggaetón no hay nada instrumental, todas son de letra, queríamos una que tuviera algo específico que tuviera un corazoncito que sí le permitiera caer en lo instrumental. Por eso incluimos sintetizadores vocales para sopesar eso de alguna manera, en las bajadas de la canción entramos a hacer melodías de voces, coritos que están atrás dando vueltas, pero que no dicen nada. Telotihuan El dancehall es uno de nuestros fuertes desde siempre llevado a algo muy tecno al mismo tiempo, es una canción que empezó siendo muy agresiva que se volvió muy amistosa y espacial, jugamos con las vocales. Experimentamos con el micro sampling y armamos otras oraciones que formaron otra identidad. La canción se llama Telotihuan porque rompiendo voces la canción lo dice, y sonaba como un pueblo de México que no existe. Heridas Es una kizomba. Es como si Angola se uniera al litoral argentino y se fundara una nación que no existe, gracias a La Yegros que encontró la letra, nos la envió por teléfono y no dijo: ¿qué les parece? La respuesta fue inmediata, hay que grabarla ya. Se fue a un estudio en Francia la grabó y nos la mandó. La Murga de los gatos Súper ácida, es la canción más abstracta del disco, juega con ritmos más complejos, más trabados, travesea con los tresillos. Hay algo en el medio que suena como murga de batucada y los sintetizadores son ácidos, pero maúllan. Es como un techo de una casa lleno de gatos. Persecuta Este track tiene mucha fuerza, le pusimos persecuta porque tiene algo en la melodía y en el ritmo que empuja y va haciendo ciertas pausas que pareciera que se trata de una persecución. En Argentina persecuta se le dice a paranoia cuando alguien te está persiguiendo, al mismo tiempo nos suena a percusión. El Mito Al principio se iba a llamar Sarita Colonia y a mí (Rafa) me pareció que estaba bueno que se llamara El Mito porque la frase que dice al principio: Tumbe el mito fálico. Me parece que es muy central en la identidad de la canción, es un himno feminista, que tiene toda esa fuerza que le puso Andrea, que era una cumbia villera áspera. Ella logró orientarla hacia un lugar de una canción de protesta muy actual que tiene mucho que ver con lo que está pasando en América Latina, está muy fuera de control el machismo, los homicidios, todos los niveles de machismo y no sobra nunca una canción que hable de eso, pero no podemos hacerlo nosotros, porque podemos apoyar una causa, pero no podemos embanderarnos de una causa que es de las mujeres. Es Andrea la que lo está diciendo, algo que nosotros agradecemos mucho porque tomó su causa y la hizo parte de nuestro disco. Extrasolar Empezó siendo como un instrumental que veníamos armando, un beat de hip hop con cumbia y tenía unos momentos donde entraban acordes que lo volvían muy soul. Tenía varias secciones que flotaban entre lo soul full, el hip hop y la cumbia. La canción tenía como una flauta que a Lisandro le sonaba extrasolar y durante una semana tenía ese sonido y me puse a escribir, justamente hablamos de esta musa que está en el sistema y se comunica con nosotros y me salió como inmediato, una historia de amor un poco abstracta con un ser de otro lugar como que se conectan, pero no se pueden tocar, salió muy orgánico. Lo más especial de Extrasolar es que Lisandro se animó a cantar, siempre habíamos grabado voces deformándolas, pero nunca habíamos hecho una canción con la voz protagonista. “el ingeniero me dice, no te asustes acabo de poner la voz al frente, casi me muero cuando me escuché fue fuerte” Lisandro. Afrotrip Es un afro house rebajado para caderas latinoamericanas. Last Chance Desde los primeros discos incluimos una canción que en vez de pegarte mucho en la cintura te pegue un poco en el corazón. Es la canción más emo del disco, cuando pensamos en un vocalista, empezamos a buscar y nos topamos con Marrón. Es un mexicano que vive en Brooklyn hace mucho tiempo. Él la llevó a algo indie pop y un híbrido re loco, muy pop. Para nosotros encontrar una forma de hacer pop que nos guste es muy difícil y salió. Es la que despide el disco y te deja con una sensación linda, después de castigarte por tantos lugares.
Nacida en la Isla de Reunión (territorio francés de ultramar cerca de la costa africana de Madagascar), Morgane Ji tiene una trayectoria corta, pero destacada como la portadora de un mensaje de empoderamiento y persistencia a través de un sonido que mezcla lo electrónico y lo orgánico. Su disco Woman Soldier, le ha permitido llevar su música a varios escenarios europeos y africanos. Los elogios van y vienen. En Londres, París, Madrid, Praga, Moscú y otras ciudades, el cartel de sold-out aparece a lo largo de sus presentaciones. Por: José “Pepe” Plata / @owai Woman Soldier nos muestra la visión de una mujer que tiene raíces ancestrales; pero también la de una mujer que recoge lo que el mundo actual ofrece como posibilidades creativas con la electrónica. Luego de las presentaciones del 2018, el año comenzó con dos conciertos en Siberia la semana pasada. Diez mil kilómetros después, tras adaptarse a la altura de Bogotá, Morgane tuvo tiempo para hablar con Shock y dar a conocer su propuesta que para algunos puede ser música del mundo; pero que definitivamente es más que eso. Esta semana Colombia la recibe con dos presentaciones exclusivas (14 de marzo Manizales - Teatro 8 de Junio de la Universidad de Caldas Sede Central y 15 de marzo Bogotá: - Auditorio Mario Laserna, Universidad de los Andes) de lo que puede ser una de las grandes sorpresas y descubrimientos musicales para este 2019. Con ustedes, Morgane Ji. Quisiéramos conocer sus orígenes musicales en la Isla de Reunión. ¿Cuáles fueron los motivos que la hicieron tomar un camino artístico? Desde muy niña tuve inquietudes artísticas que pasaron por la pintura y la música. Fue un tiempo en el que probé muchas cosas y en el que vi muchas posibilidades en combinar las artes como expresión y trabajo. De la Isla de Reunión hasta llegar a Europa hay un gran camino en el que hay música, arte, video y más. ¿Cuánto tiempo lleva entonces este proceso? Es uno que lleva un buen tiempo y que además culmina en este gran proceso que es el disco Woman Soldier. En él hay historias que no son solo musicales; son procesos que han sido además recibidos en escenarios de Europa y África. Y es algo que nos ha permitido ir a Alemania, Rusia, España, República Checa y ahora estar aquí en Colombia. Y es claro que si bien el proyecto nació en Francia y se dio a conocer en esos escenarios, ahora ha tenido una gran repercusión internacional que no se puede pasar por alto. ¿Cree usted que la ha dado a un instrumento como el banjo un nuevo espacio en la música? No puedo hacer esa presunción, pero si aprecio mucho el banjo como instrumento con el cual tanto en vivo como en estudio tengo un toque especial. Con él puedo usar efectos como la distorsión y obtener sonidos increíbles. Con él puedo tener un sonido rock, pero también tener un sonido básico. Es algo que no encuentro en otros instrumentos. Usted tiene un disco llamado Woman Soldier en el cual hay canciones en inglés, francés y creole. Pero hay un mensaje fuerte de empoderamiento femenino en el disco en sí. ¿Nos puede describir el sentido de este disco como obra artística y como obra humana? Sí, en efecto el disco tiene una alta dosis de empoderamiento. Creo firmemente que las mujeres tienen que recuperar su lugar en el mundo. Y es cierto que estas luchas y reclamos están mediatizados, pero aún así es en necesario reconocer la labor silenciosa de millones de mujeres que día a día dedican sus vidas a actividades como la educación. Hay una gran furia dentro de la sociedad; una que busca darle a la mujer un lugar mucho más fuerte que el de ser la madre. Y es que actualmente se busca que la mujer esté en un mundo donde la justicia y los valores humanos estén en conjunto con la empatía. Para Morgane, Europa y sus escenarios es un camino ya recorrido. Pero esta es la primera vez que viene a escenarios latinoamericanos. ¿Cuáles son las expectativas de estas presentaciones y este público en el continente? Es de verdad un asunto increíble y mágico el de poder estar acá. Tuve que hacer varios cambios de aviones; pero llegué por fin. Eso supera la espera y los asuntos de los cambios de horario. La semana pasada estuve haciendo presentaciones en Rusia; pero cada vez que llego a un lugar nuevo o que no conozco, mi expectativa es grande. Ya estando acá encuentro cosas similares con mi país, y eso que es al otro lado del mundo. A cada país al que voy, trato de verdad de sacarle lo mejor que pueda. Y este no será la excepción. Su música une elementos orgánicos, pero también elementos electrónicos. ¿Cómo decidió usted esa mezcla o cómo logra ese equilibrio? En principio el sonido orgánico me llamó la atención. Porque es parte de ese roce con las cosas. Como cuando uno pasa la hoja de un libro o toca algo; esos sonidos son hechos por ese contacto. Son naturales. Con eso comencé yo. Por su parte, lo electrónico viene ya con unos límites; pero uno puede modificarlos y adaptarlos. A mi esa combinación entre lo natural y lo electrónico me llama mucho la atención cuando hago las presentaciones en vivo. Es que además creo que hacer esa mezcla entre lo orgánico y lo electrónico me parece algo que sale de bien si se combina bien. Los críticos suelen categorizar la música y en su caso dicen que es “world music” (música del mundo). ¿Cómo se siente ante eso? Las etiquetas tienden a simplificar y en efecto categorizar para catalogar. Por lo general, todo resulta de dónde lo escuchan a uno. Si uno escucha música tradicional rusa eso lo definen como world music; pero uno siente que es mucho más que eso. En occidente entonces hay música como la mía donde hay inglés, francés y creole; pero ahí es entonces donde uno siente que esa etiqueta no sirve; es algo más que lo tradicional. Esto podría ser catalogado como progressive world music porque va en constante evolución. La industria musical está en constante cambio y evolución. Pero las condiciones de la mujer dentro de la industria no son las mejores y es evidente que hay que hacer cambios. ¿Qué sugerencia tiene usted frente a esto, viendo además su compromiso musical y humano con un disco como Woman Soldier? Creo que se deben generar planes de inclusión más grandes e impactantes. Tiene que haber compromisos con los proyectos musicales femeninos. Tiene además que respetarle la independencia de la mujer y la creatividad. Viajar sin duda es una gran inspiración para los artistas. ¿Cuáles cree que son sus influencias o inspiraciones luego de haber hecho presentaciones en escenarios de Europa y África? La energía es diferente en cada país y en cada escenario. Eso me queda muy claro. Estando acá en Bogotá, me pregunto cómo va a reaccionar el público que me vea. Hay lugares en los que la gente es muy expresiva. Pero hay otros donde son más calmados; pero no significa que sean apáticos. Hay gente que se engancha con las cosas que no conocen. O por ejemplo en Francia, la gente en principio se ve calmada; luego tienen momentos de euforia grandes. A cada país al que voy me interesa de verdad conocer los detalles de su gente. En todo caso, hay que tener un compromiso corporal pleno. Saber reaccionar, saber leer esos mensajes del público y sus emociones, es clave. ¿Le gustan las colaboraciones con otros artistas o prefiere la independencia? En mi disco sí tuve colaboraciones de otros artistas. Me gustan. Por ejemplo el montaje con la Filarmónica de Luxemburgo es uno de esos ejemplos. Fueron más de cien artistas en escena. Fue además en una jornada de prevención contra la violencia sexual y la violencia contra las mujeres. Esta colaboración evolucionó y espero de verdad que vengan otras en próximos trabajos. Finalmente, si bien esta es la primera presentación en América Latina, vendrán otras próximamente? De verdad que las espero. Tengo estas dos acá y luego vienen otras en Europa. Pero claro que quiero volver, pero todavía no sé cuándo.
Durante la última década hemos vivido el boom de las colaboraciones, dúos y B2B en la escena de los beats, por eso hemos formulado nuestro propio top 5 de las mejores de toda la historia. Los back to back, más conocidos como B2B, son una práctica común en el ambiente de los beats en el mundo y se trata de un espacio en el que dos djs combinan sus temas desde una sola mesa. El arte de hacerlos va mucho más allá de una simple comercialización, se trata de una fusión de estilos, influencias, técnicas y experiencias que confluyen en un resultado majestuoso. Para que un B2B sea un éxito total es importante que entre los artistas exista amistad, química y afinidad, cualidades que les permiten inspirarse, combinarse e incluso retarse en sus propias propuestas para llegar a un resultado memorable. Existen pocas alianzas que han marcado historia en la escena electrónica con sus mezclas convertidas casi en hazañas musicales. A continuación, presentamos el top 5 de las más memorables: Sasha & John Digweed ¡Legendarios! Así son Sasha & John Digweed, quienes más que ser un B2B, se han convertido en una de las combinaciones más dinámicas, potentes, progresivas y explosivas de la escena del dance y el house en el mundo. Desde finales de la década de 1990 este dúo ha cautivado con sus melodías cargadas de sintetizador, impecables y llenas de energía, esa misma que contagian al público con cada set en vivo, en los que demuestran que definitivamente son un complemento de sonidos y experiencia. Este dúo continúa siendo inspiración para la nueva generación de Dj’s y artistas, manteniéndose vigentes con su propuesta, esa que solo lleva a trabajar bajo loops innovadores que amplían los límites musicales. Su legado siempre será trabajar bajo la exploración de sonidos y gracias a eso han marcado ya historia en la industria electrónica a nivel mundial. Set en vivo en el Ultra Music Festival de 2017: Carl Cox & Nic Fanciulli Estas dos eminencias del techno demostraron la gran capacidad que tienen para sintonizar sus propuestas, durante la fiesta de clausura de Space Ibiza, antes de que el club cerrara definitivamente. Carl Cox, residente durante más de trece años en el club y Nic Fanciulli, dedicado completamente a los proyectos que tiene bajo el sello de Saved Records, fueron los encargados de interpretar uno de los cierres más recordados de los últimos tiempos. En Space Ibiza durante 2016: Sven Väth B2B Solomun Solomun no es ese tipo de dj que suela hacer B2B debido a la exigencia que ejerce sobre su propio trabajo, sin embargo, Sven Vath es su ídolo desde la infancia y ha sido el encargado de sucumbir sus propias pretensiones. Durante 2015 este dúo dio inicio a una serie de performance en las noches de los clubes de temporada en Ibiza. Estas presentaciones son icónicas, aunque independientemente cada uno haga otras colaboraciones, lo que es seguro es que de ninguna otra forma han llegado al sonido que logran juntos. En Cocoon Amnesia Ibiza: Seth Troxler & The Martinez Brothers Resultado de las influencias traídas a nuevas generaciones, Seth y este dueto de hermanos llevaron su amistad a otro nivel bajo el sello Tiskegee, haciendo colaboraciones que posteriormente llevarían al escenario. Tres amigos que transportan directamente a un mundo salvaje con lo mejor del Deep House y el Tech House. Kappa Futur Festival 2017: TINI & Bill Patrick Al afirmar que los mejores B2B debían ser entre amigos donde existiera química y afinidad, se habla literalmente de este par, quienes se ajustan tanto dentro como fuera de la música. Su parentesco ha hecho que sus mezclas y arreglos sean completamente memorables, llegando a hacer sets de 31 horas seguidas. En Maratin Sunwaves de 31 horas:
Dj Mag vuelve a publicar su lista anual de los mejores DJ del mundo y, para sorpresa de pocos, Martin Garrix sigue coronando el chart. El neerlandés de 22 años lleva tres años consecutivos siendo el rey del EDM, superando a artistas con mayor trayectoria como Hardwell, Skrillex, Afrojack, Tiesto, Diplo y Calvin Harris. Recomendado: Estos son los DJs que más billete han facturado en 2018 Varios votantes de Dj Mag eligieron a Garrix por varios factores; los beats que utiliza y la magia que transmite en vivo cuando está frente a los decks. Cada presentación del joven Dj es contundente, increíble e inolvidable y su puesta en escena supera todo tipo de expectativa dentro de la industria electrónica. Eso lo hemos comprobado en shows anteriores del neerlandés en el país, como en el Estéreo Picnic de hace unos años. Nuestro país será testigo de esto durante los próximos 10 y 11 de noviembre en Bogotá y Medellín, siendo la primera vez que hace un tour en Colombia para brindar espectáculos exclusivos a su cargo, asegurando noches explosivas, llenas de luces, efectos visuales, buena vibra y cargadas con los más grandes sets que caracterizan a este productor. Sin duda Martin Garrix está pasando por el mejor momento de su carrera, no solo por el posicionamiento en la industria, sino además por el nivel de producción y lanzamiento de tracks que ha tenido, incluso durante la última semana, entregando cinco temas inéditos, el último de ellos Waiting for tomorrow, en colaboración con Pierce Fulton y el cantante de Linkin Park, Mike Shinoda. En su portafolio figuran grandes colaboraciones con artistas como David Guetta, Dua Lipa, Bebe Rexa y Usher. Temas como In The Name Of Love, There For You, Scared To Be Lonely y por supuesto Animals, son ícono de la música electrónica y referentes de la escena en general, lo cual atrae nuevas generaciones, hace que estas se fijen en la cultura de los beats y logra que depositen en ella y en la industria, todo su interés. Quedan pocos días para asegurar la entrada al concierto del año, un evento que está próximo a agotarse y que será la excusa perfecta para quedarse el puente en Bogotá. Las boletas las puede asegurar en Colboletos o escribiendo por Whatsapp al número 3023035393. Recomendado: Martin Garrix no se acaba, se transforma. Hablamos con el crack del EDM
Juancho López: no soy rockero, soy rocanrolero es el documental que narra la vida de esta figura emblemática del rock colombiano, conocido por ser “el rockero más viejo de Colombia”. (Documental compelto más abajo)El equipo de Radiónica Medellín hizo una investigación de las rutinas, conciertos y sueños de Juancho, así como en la historia de la emblemática banda Los Yetis, clave en los inicios del rock colombiano. Después de años de trabajo, han logrado concretar una visión clara para plasmar esta crónica visual.El documental ofrece una mirada íntima a la vida cotidiana, la soledad y la nostalgia que rodea la vida de Juancho López, reconocido como el "Abuelo del rock colombiano" por su contribución fundamental al inicio del género en el país.“Ningún rockero colombiano debería perderse este documental, básicamente porque es la semilla, nuestra raíz, el inicio de nuestro rock, la forma en la que nosotros nos concebimos como rockeros colombianos", opina Diego Londoño, director del documental. "Pero no solo los rockeros, ninguna persona debería perderse las experiencias, la visión y la vida de este hombre que por supuesto ha transversalizado la cultura musical rockera de Colombia”, agrega. Los Yetis: banda pionera del rock colombiano Los Yetis nacen como trío vocal en 1965, fundadores son: el cantante y guitarrista Juan Nicolas Estela y los hermanos Juancho e Iván Darío López. En febrero del 66, invitados por la compañía discográfica Discos Fuentes, Los Yetis participan en la grabación de un long play: 14 impactos juveniles!, que tuvo gran éxito. Por eso el sello les pide grabar su primer LP, simplemente llamado Los Yetis. Tras su disco debut, llegaron Los Yetis Vol. 2, en 1967 y Olvídate, de 1968. El grupo se disolvió a finales de los 60, y en 2003se reúne de nuevo hasta 2005 con la participación de Darío Marín, Pedro Pablo Arias,Victor Hugo Acevedo, Jhon Cano, Juan Nicolás Estela y Juancho López, estos últimos, miembros fundadores del grupo.
La pelea Kendrick Lamar vs. Drake empezó hace casi una década. Se dijeron muchas cosas el uno al otro, pero en esa correspondencia de canciones entre los dos raperos salieron dos “argumentos” acusatorios que me generaron más ruido que los demás. Drake dijo que Kendrick era un abusador físico con su esposa, Whitney, en la canción ‘Family Matters’:"When you put your hands on your girlIs it self-defense 'cause she bigger than you?"Kendrick acusó a Drake (una noticia ya vieja) por buscar, cortejar y “amigarse” con menores de edad."Say, Drake, I hear you like 'em youngYou better not ever go to cell block one"No vamos a discutir cuál acusación puede ser más cierta que la otra o cuál aproximación fue peor. Ambas fueron desastrosas.No he visto a la industria, ni a los manes de mis redes sociales, tan preocupados por la violencia de género tanto como cuando dos hombres decidieron usarla para punzarse el uno al otro.Tampoco conocía ese afán por castigar la paternidad ausente. En Colombia se estima que el 40% de hogares se sostienen solo por una mujer, según cifras del DANE del 2022. Y ese número no causa tanto revuelo en línea.Traigo a Colombia y a los hombres a mi alrededor a colación, porque fue ese cinismo el que inspiró y le dio forma a este texto.Santiago Cembrano lo dice muy bien en su artículo: “aunque el rap es el campo en el que el dolor se vuelve entretenimiento, no se trata de que esos versos sean parte de un coro pegadizo.”Y si bien fue el beef de Kendrick y Drake el que agitó esto lo suficiente para empezar a cuestionarnos las formas de algo tan “tradicional” del hip hop como las tiraderas, el cuento va mucho más allá.La deuda la tiene toda la industria. Me parece interesante, por mantenerlo en términos amables, que las personas que estamos en la industria, o los que consumimos música sistemáticamente, le asignemos una cualidad transformadora a la música. Algunos, dicen, que la música les cambia la vida o la forma de ver el mundo.Pero esa responsabilidad que ponemos en la música, y en quienes la hacen, es una camiseta que se puede quitar o poner a nuestro antojo.¿Cuáles son los límites de la corrección política en el arte? Quién sabe, quizá no existen o deberían existir. Entendemos a la música como algo que puede transformarnos y, por eso, a veces, se le pide corrección política.Pero esto va más allá de lo que se le puede pedir o lo que no.No hay que confundir este reclamo con una “necesidad” de corrección política en el arte. Eso es otra conversación mucho más grande.Pero a mí, como mujer y como víctima, me hace ruido la atención fervorosa que recibieron las palabras de Kendrick y Drake: más que mostrar indignación por la(s) posible(s) mujer(es) violentada(s), la audiencia sintió emoción por los egos masculinos que fueron lastimados en el proceso.A los hombres les parece más urgente prestar atención a la violencia cuando se entrega en una cajita de entretenimiento entre estrellas del pop, no cuando le pasa a las mujeres que tienen al lado. O cuando las víctimas son las mujeres cuya música consumen.Hay streamers que reaccionan a gritos porque le “sacaron los trapitos” al otro, no porque detrás de esas barras, que los hacen alucinar de la emoción, puedan haber mujeres abusadas o violentadas; hay medios investigando a fondo lo que puede ser uno de los mejores diss de la historia del hip hop, pero no las acusaciones que, de ser ciertas, deberían tener consecuencias legales.Y ahí está la deuda: acusaciones de pedofilia y violencia intrafamiliar que se quedan en versos de canciones de rap, artistas con denuncias que siguen llenando estadios y mientras tanto mujeres artistas, como Megan Thee Stallion, que tienen que convencer al mundo que lo que pasó fue verdad.La violencia contra las mujeres indigna, o llama la atención, siempre y cuando entretenga. La espectacularización, más que gestionar esa violencia de cara a la reparación, la instrumentaliza para la monetización.Entonces, mientras la mayoría de casos quedan archivados porque se vencen los términos, mientras a las mujeres se les pide ser “la víctima perfecta” y tener todo tipo de pruebas, Twitter se enciende por un par de barras y nos condiciona, nuevamente, a ser únicamente cifras en aumento.
Alicia en el País de las Pesadillas se estrena en los cines del país este 16 de mayo. Esta es una versión tenebrosa y retorcida de las aventuras de Alicia en el País de las Maravillas que lleva al público por un viaje inolvidable hacia lo más profundo de la oscuridad.Después de la trágica pérdida de sus padres, Alicia se ve obligada a mudarse con su tía Beth Crimisy a Wonderland, la imponente mansión familiar. Sin embargo, lo que comienza como una aparente escapatoria se convierte rápidamente en una pesadilla surrealista, cuando Alicia comienza a presenciar eventos cada vez más perturbadores y a encontrarse con figuras misteriosas que la arrastran hacia un mundo habitado por criaturas terroríficas y pesadillas insondables.Alicia en el País de las Pesadillas es una apuesta del director británico Richard John Taylor, conocido por trabajos previos que exploran los rincones más oscuros de la psique humana. En esta ocasión, Taylor se sumerge en el clásico de Lewis Carroll para ofrecer una experiencia que desafía los límites de la imaginación y sumerge al espectador en un mundo paralelo lleno de pesadillas y criaturas terroríficas.Esta adaptación cinematográfica no solo rinde homenaje al legado literario de Carroll, sino que también se une a una creciente tendencia de reinterpretaciones oscuras de cuentos clásicos.En un mundo donde las fronteras entre la realidad y la fantasía se desdibujan, Alicia en el País de las Pesadillas ofrece una visión perturbadora y visceral de un clásico atemporal.Alicia en el país de las maravillas: inspiración para terror Esta no es la primera adaptación de Alicia en tono de terror. En 2010 se estrenó Alice in Murderland. En esta historia, Alice Lewis, de veinte años, cumple 21 y está molesta por ello. Sus hermanas quieren animarla y deciden celebrar una fiesta de cumpleaños con temática de Alicia en el país de las maravillas en casa de Charlene Glass. Alice sabe que en el sótano de esa casa, su madre, Ann Lewis, fue brutalmente asesinada a machetazos por un asesino enmascarado 20 años antes. Las niñas establecieron la regla de que no se permitirán teléfonos celulares ni niños.Alice or the Last Escapade se estrenó en 1977 y está vagamente inspirada en la novela.
La 'Bichota' terminó su gira por Sudamérica con un último show en Brasil, sin embargo, la cantante paisa no llenó en São Paulo. Karol G estuvo en el país carioca el pasado diez de mayo y tras lo ocurrido compartió un mensaje en sus redes sociales.Aunque Karol G se ha convertido en una de las artistas más importantes a nivel mundial, y un referente en su género, no logró cerrar esta fase del tour con la asistencia que esperaba. Luego de su concierto en Brasil la artista detrás de canciones como 'Amargura' y 'TQG' hizo una reflexión en su cuenta de Instagram.“Es increíble como un día podemos tener un show de 60 mil personas y al otro uno de 13 mil y sentirse igual de lindo, igual de grande, igual de especial. La vida me sigue enseñando que nunca estamos en la cima de nada … por eso es mejor recordar de dónde vienes que creerte mucho en donde estas y así poder empezar de cero en cada lugar que sea necesario. Siempre hay un nuevo reto, nuevos desafíos, nuevos sueños por cumplir", se puede leer en su post.Así mismo habló del recorrido que ha hecho desde hace varios años para lograr que su música suene en otros países: "Hace 5 años estuve haciendo promoción de mi música en este pais y entendí que tenía que ir por partes , paso a paso, enfocarme primero en unos países, después en otros y así poder llevar mi mensaje a mi ritmo, sin afán, con mi música, en mi esencia y en los tiempos de Dios.", agregó.Finalmente, agradeció a las personas que fueron a verla en Sao Pablo y al país que, en sus palabras, la recibió y la hizo sentir especial. Este show fue el primer concierto oficial de Karol G en Brasil y el último de la gira por Latinoamérica de 'Mañana Será Bonito Tour'.La cantante regresará a tierras cariocas en septiembre para presentarse en Rock in Rio, un de los festivales más importantes del país.**Si son fanáticos de la bichoca les recomendamos leer: Karol G y las referencias en 'MAÑANA SERÁ BONITO' (Bichota Season), su último álbum.
Laüra Bonsai y Felinna Vallejo conforman Las Ninyas del Corro, una de las formaciones más interesantes de la nueva escuela del rap español. Nuestro colaborador Santiago Cembrano las visitó en su barrio para hablar con ellas y contarnos la historia de su álbum, Bitches in Business. ***—Es como ver follar a tus padres.El sol se derrama con placidez sobre la Plaça de la Vila, en Sant Adrià de Besòs: la periferia de Barcelona. Son las 7 de la tarde de un viernes de abril. En las terrazas no cabe nadie y el saltarín infantil está lleno: las risas y los gritos de júbilo llenan el aire. Una mujer antigua esquiva el partido de fútbol improvisado que atraviesa la plaza y se sienta con su esposo, que la espera en un banco, bajo la sombra de un árbol robusto. Él pone su mano sobre la rodilla de ella y observan a los vecinos que pasan.Laüra Bonsai es de aquí, de Sant Adrià. La rapera de 28 años está en casa, pero, entre sorbos de Cola-Cola, narra una experiencia extraña:—Es como ver follar a tus padres. Así es conocer la industria musical por dentro: "¡Buah! ¿Qué estoy viendo? ¿Cómo funciona esto?" Por eso queríamos explicarles a los demás que estar donde estamos no es lo que parece.Felinna Vallejo tiene 25 años y es de Bon Pastor, un barrio aledaño que se conecta con Sant Adrià a través de un puente, uno como el que está en el logo de Las Ninyas del Corro, el grupo que ambas conforman. Se presentaron como guerreras de ceño fruncido con Onna Bugeisha en 2021 y así construyeron una habitación propia con los códigos noventeros. Giraron por conciertos y festivales de toda España y así conocieron de contratos y adelantos, horarios y rutinas, el negocio que se escondía tras el sueño de la música. Bitches in Business de Las Ninyas del CorroDe esa experiencia, Las Ninyas del Corro hicieron su segundo álbum, Bitches in Business, publicado en marzo de 2024. Tres años después de su debut, agrietan la solemnidad con la que entraron a la cancha. Ahora se ríen más, y cuando escucha a su compañera, Felinna ríe de nuevo:—Cuando empezamos éramos dos chavalillas, había que imponer respeto. Ahora lo tomamos de otra forma, nos hemos dado cuenta de que podemos vacilar. Nos hemos atrevido, sin miedo de explorar. Me he sentido mucho más libre para decir lo que me de la gana sin censurar nada.Y tan libre. A las baterías violentas que Esse Delgado, productor del grupo y del disco, dispone en 'Las Meninas' Felinna les añade un guiño burlón que rompe el corset estricto. Luego de celebrar que ya no la agobian los kilos de más ni algunos rastros de acné, hace lo que en el debut habría sido inimaginable: "Me suda todo el coño, ni la acabo", rapea de salida, con la misma seguridad que la de Sabrina Ionescu cuando asiste sin mirar. Es un gesto de chulería que sintetiza el cambio de atmósfera entre ambos discos.—Antes estábamos más enfadadas. Pero no estábamos enfadadas, sino que entrabas así o no había manera de entrar —me explica Laüra—. Ahora hemos soltado, le hemos quitado importancia a muchas cosas. Nos hemos relajado.Los primeros temas que hicieron con la intención de crear un nuevo álbum rondaron el drumless, pero pensaron que podía aburrir al público de sus conciertos.—Nosotros hacemos todo el tiempo lo que queremos, pero también hay que pensar en lo que funciona. Vivimos esa dualidad todo el rato —explica Felinna, y yo pienso que esas consideraciones son las que hacen parte de un negocio.Un camp para hacer música en Vallirana, en el bajo Llobregat, las desconectó de las distracciones de la ciudad y puso los cimientos de lo que venía. Les gustó tanto el formato que lo repitieron en Tarragona y, luego, en Castellón, en el verano de 2023. Esse Delgado también ama el drumless; Sunday Truce, su colaboración con el madrileño Franco Carter, se sintoniza con texturas góspel y soul que se repiten sin prisa. Sin embargo, Bitches in Business, además del boom bap con el que empezaron, es hogar del repiqueteo de hi-hats y la energía ágil del trap, trap&B y sonidos que conversan con referentes contemporáneos como Kendrick Lamar, Tyler, The Creator, Pusha T, Travis Scott y Beyoncé. También caben el canto y los coros pegadizos, como en “Nasty Girl”, una canción que les enseñó que podían expresar su mensaje sin dejar de divertirse, sin quitarle naturalidad al proceso y el resultado.—Que tu madre te diga que le mola un tema tuyo, como 'Punto de partida', muestra que con los temas más melódicos Bitches in Busines ha podido llegar a más gente. Nuestros amigos lo están escuchando porque les gusta, y no porque somos sus amigas, como en Onna Bugeisha: eso mola —sentencia Laüra—. Incluso a nosotras un disco entero de boom bap nos aburre.***Bitches in Business de giraLas bocas se abren hacia lo alto en la primera fila de la Sala Apolo, y Felinna las bendice con un chorro de ron para que la fiesta siga. Es el 11 de mayo: inicio de la gira de Bitches in Business. Cientos de personas saltan y saltan y saltan y saltan con 'The Wave', un corte electrónico, impetuoso, y las sílabas se deslizan con habilidad de la boca de Laüra al micrófono. Quizás como resultado de conocer la industria por dentro, Laüra juega a la defensiva en varios momentos de Bitches in Business, como si se anticipara al rechazo de una escena que les recriminaría el nuevo estilo, que eran mejores antes.—Pensábamos que la gente del rap nos iba a odiar. Con el primero nadie te conoce, eres nueva. Toda la gente siempre nos ha dicho que el segundo disco es el más difícil. Era como Buah, este disco puede pasar desapercibido. Eso lo primero. Y lo segundo es que siempre te van a decir que molabas más antes: me pasó con Natos y Waor, los escuchaba antes. Pero es verdad que predijimos eso y no ha sido así. A la gente le ha gustado más de lo que pensábamos —me explica Laüra en Sant Adrià.Las Ninyas del Corro avanzan por caminos que C. Tangana, Recycled J y demás artistas que oxigenaron el rap español ayudaron a pavimentar. Del primero Laüra dice que es como un héroe, al infiltrar el pop para luego diversificarlo más allá de Alejandro Sanz y compañía. Desde Rosalía hasta Dellafuente, insiste, en el espectro de lo urbano están las claves de lo más interesante de la música en España. Por otro lado, Recycled era tildado de “maricón”, recuerda ella, por sus melodías y sus sentimientos: era un blandito, y por eso fue decisivo para que el paradigma cambiara y se abriera.De reivindicar lo más puro que salió de una Nueva York gélida a finales del siglo XX, Las Ninyas del Corro pasaron a celebrar a los que retaron, expandieron y reinterpretaron esa herencia en España. Bitches in Business es un álbum que dialoga con todas las posibilidades que han surgido en la última década, así como con sus artífices. Pero. Hay un gran pero.—Por suerte, tú preguntas por raperas de España y nuestro nombre se va a decir. Eso para nosotras es mucho, pero sigue faltando mucho, también. El caso de las mujeres siempre es más exigente y difícil —me dice Laüra, con voz cansada—. Todavía no es suficiente.—Solo hay pibes, yo estoy hasta el coño —la secunda Felinna, y lo repite, esta vez con mayor énfasis en cada palabra, masticando cada una, para que quede claro—. Solo. Hay. Pibes. Madre mía.Las Ninyas del Corro en la sala ApoloLa sala Apolo está llena, agitada. Laüra propone que, como no las invitan a nada, que las lleven a dirigir una sesión de cardio. Sigue cayendo ron como agua bendita, y ya no sé si es sudor esa humedad en la cara de una mujer que canta cada tema como si la hubiera escrito ella. Casi la mitad somos hombres, casi todos con la mano arriba con cada barra. Las Ninyas se refieren al público como “vosotras” y celebran lo guapas que están todas hoy. El punto de vista cambia y las mujeres, que suelen corear versos de manes para manes, quedan en el centro. La diferencia se nota. En el escenario, Laüra y Felinna no solo rapean con precisión y temple, sino que despliegan coreografías, codo a codo con dos bailarinas, que elevan cada tema. El punto de vista cambia, insisto, y yo lo agradezco tanto. Una bebé se eleva en los hombros de su padre y toda la sala le canta el feliz cumpleaños a la mamá de Felinna. Barbas salpimentadas conviven con la juventud. No cabe nadie más acá. Y cuando llega el momento de “Bagaje”, un break amenazante, Laüra cambia de óptica. Pasa a las barreras generacionales: "La vieja escuela desconsidera a la nueva, la nueva desprestigia a la nueva, qué pena".—Aprendimos mucho trabajando con LaBlackie. Ella vino, escribió y se tiró la letra de golpe. Envidio esa frescura —me había dicho Laüra esa vez en su barrio.Hay que ser exigente, pero también tener el coño de decir "Me gusta como queda y así lo tiro, porque me da igual". Eso es muy difícil que nos pase. Entonces sí, es una pena que los de antes no valoren a los nuevos, porque tienen mucho qué aprender de ellos.La canción se llama 'Deena, Snooki & Jwoww', un corrientazo que me estremece entero. Laüra y Felinna rapean juntas la estrofa de LaBlackie. El final, lo saben todas las presentes, va a estallar, y abren un círculo que se funde en una masa de carne y huesos: frenesí.—Rosalía no cantaría lo que canta si no hubiera estudiado el flamenco. Para transformarlo lo ha respetado. Se trata de respetar no solo a los que había antes que tú, sino a la música que estás haciendo —continúa el ensayo de Laüra—. Por eso también me apena que los nuevos no valoren a los que estaban. Estar informado es básico. No digo que el que está empezando tenga que saber todo, pero yo sí valoro que alguien investigue. Por eso me he sentido muy orgullosa y privilegiada cuando Elio Toffana nos invitó a su disco. La Laüra de hace diez años habría matado por una colabo con él, con Kase.O, con el Tote, con la Mala. Y ahora, cuando todo parece más fácil, sin importancia, agradezco que pase. Por respeto a mi historia y a mi trayectoria, ¿cómo no lo voy a hacer?—¡Y qué colabo! —tercia Felinna—. Yo lloré cuando el Elio nos la pasó, ya terminada. También es un tema de identidad, de sentirte dentro de la movida. Los que nos sentimos como parte del rap sentimos que es necesario entender de dónde viene.Otra forma de ver Bitches in Business: hay pesos muertos que no hay que cargar más en la mochila, y compromisos que estructuran lo que se ha hecho y lo que viene. El álbum se trata de identificar cuál es cuál.***Las Nunyas del Corro desde el barrio obreroLa pizzería, en una esquina de la Plaça de la Vila, se llama La Font. La mesera saluda a Laüra con confianza y la rapera le responde que quizás este verano deba pedir trabajo ahí, para ajustar las cuentas, llegar a fin de mes. La mesera, sonriente, le responde que qué va, que ella va a ser muy grande y me pregunta si estoy de acuerdo. Yo le digo que sí, que por eso estoy ahí. Laüra no está tan segura.—Joder, es que parece que es un momento guay para mí, pero a veces no me siento así —confiesa."Lo bueno de vivir en San Roque es que nadie roba en San Roque", rapea Laüra en 'Tridente dorado' sobre el barrio de Badalona en el que vive desde hace unos años, a un par de kilómetros de Sant Adría: uno de los más calientes de Cataluña, según titulares alarmistas de medios apocalípticos. Las Ninyas del Corro rapean desde el margen y muestran el revés de una Barcelona que opera como un parque temático de sí misma para los miles de turistas que llegan cada día. La conciencia de clase, una de las banderas que ondearon en Onna Bugeisha, sigue intacta. Se manifiesta, por ejemplo, cuando Laüra rapea, en 'Las Meninas', que en Barcelona o heredas o te las apañas. Ok, el turismo trae riqueza: ¿pero para quién?—No hemos crecido en Barcelona, sino en los barrios obreros que rodean a Barcelona —afirma Felinna.Este margen es tan geográfico como simbólico. En 'Las Meninas' Felinna se aleja tanto del lujo del barrio de Pedralbes como del centro de Barcelona donde solo hay guiris (turistas blancos) con axilas malolientes y pijos vestidos de Nude Project. Y una de las bombas llega cuando dice esto: La catalanidad de Las Ninyas del Corro es otro de los puntos de tensión: si a ella no la reconocen como catalana, me explica Felinna, pues que se jodan: ella tampoco lo llamará pan tumaca, sino pan con tomate. Laüra, por otra parte, reconoce reflejos de su caso en la historia reciente: cuando le dieron el premio Sant Jordi a Estopa, algunos catalanes protestaron porque cantaban en castellano.—Me da rabia ese elitismo, esa línea entre la burguesía y los catalanes de a pie —continúa Felinna—. Hacemos música en castellano, y por eso parece que no somos referentes en Cataluña. Pero somos raperas catalanas.—Se nota mucho el clasismo de la burguesía catalana —insiste Laüra—. Acá nosotras somos purria, escoria, como lo fueron hace tiempo los andaluces que venían aquí y supuestamente les quitaban el trabajo a los catalanes. Nuestras familias vienen de allí. Acá solo importa lo moderno, lo guay, lo fashion. Pero en este conflicto con la cultura, con la lengua, pueden existir distintas identidades además de la que se espera.El título de Bitches in Business salió en la recta final del proceso. Empezaron con una espíritu más tremendista, color azul oscuro, que plasmara su angustia. Al final eligieron un camino para sublimarla, hacerla divertida. El título es un guiño sarcástico a todo lo que han conseguido, a lo que aspiran, a todo lo que les falta y a cómo estas tres dimensiones se confunden. Un guiño que nos dice, ya lo decía Laüra, que las cosas no son lo que parecen.Felinna llegó a la entrevista luego de su primer día en un nuevo trabajo. Es temporal, me explica, para ajustar algunos números. Y Laüra, que rapea sobre cómo devuelve los trajes de diseñador que compra para un solo uso, me muestra sus manos. Sus dedos tienen marcas de pegante: esa mañana tuvo que pegar la etiqueta de un vestido para poder devolverlo.—Gitaneo, es lo que hay —admite.En ese banco de la otra esquina de la plaza todavía están él y ella, recostados en el amor silencioso y seguro que se sedimenta como la arena que cae al fondo del reloj de cristal. Antes de que nos levantemos y caminemos, yo hacia el metro —hacia el centro— y ellas hacia sus casas, acá cerca, Felinna reseña su propio álbum.—Eso es ser bitches in business —dice, entre risas—. Se trata de buscarse la vida.***¿Quieren leer más sobre rap en Español? En el camerino con Ill Pekeño y Ergo Pro