Para calentar el ambiente del concierto del 28 de marzo, Edson Velandia y Altibajo Latin Son hacen una nueva versión de Ella me dejó todo corrido. En el pasado Festival de la Tiga, Velandia y la Tigra y Altibajo Latin Son compartieron cartel y desde entonces se enamoraron de la idea de seguir colaborando. Así se les ocurrió la idea de traer ese idilio a la capital y por eso el próximo 28 de marzo en Latino Power los bogotanos podrán gozar, bailar, reír y llorar con este viaje. Para calentar el ambiente estos dos pesos pesados se pusieron en la tarea de hacer una versión de ‘Ella me dejó todo corrido’. Además vea nuestra charla con Edson sobre el significado de ser colombiano aquí. Le pedimos a Edson que nos hablara de esta versión, que hace parte de su disco Egippto, reqien rasqa pa Cielito E.V: Esta canción originalmente es de Velandia y la tigra, del año 2011, y está grabada solo con guitarra, percusión y teclado, un formato muy escueto y una rasqa muy cruda. Pa esta nueva versión había que encontrar una fórmula de baile pal tema, pues Altibajo es un grupo de son y salsa, y la temática de despecho cómico le viene muy bien al baile, por ahí fue que agarramos la nota. ¿Por qué escogieron precisamente "Ella me dejó todo corrido"? ¿Algún motivo especial o fue al azar la cosa? E.V :Yo propuse ese tema porque me imaginaba que se podía jugar un poco a la manera de la timba, que a veces va hablada, como rapeada. Pensé que la canción permitía algo así. No exactamente una timba, Altibajo propuso un songo. A mí se me antoja un poco a lo salsa choque, que igual, son viajes que vienen de una misma herencia; y en las partes más rápidas le pusimos un remedo de merengue y mozambique, yo no sé qué más le metieron José y Johnatan, los percusionistas. De todas maneras, sabíamos que la canción es una especie de caricatura, del despecho, de la traición, del desamor, del duelo, etc. De lo que sea, pero es una broma triste, o una tristeza cómica, algo así. Había que aprovechar los vientos pa reventar la canción, y las cuerdas pa darle un viaje bien bailable. Nosotros estábamos listos para hacer algo que nos provocara risas. De todas maneras, venimos celebrando desde Enero cuando nos topamos en el festival. No podía salir otra cosa. Introduzcanos por favor al universo de Altibajo Latin son E.V: Bueno, Altibajo, ya tiene una escena enorme. El año pasado tuvieron tremendo éxito en Salsa al parque. Y este año se fajaron en el Festival de la tigra y en el Sancocho Fest. Son un grupo con una trayectoria larguísima en Bucaramanga, a pesar de ser todos tan jóvenes. Ellos han logrado madurar un sonido y una propuesta para los bailadores en una ciudad donde el público salsero es conocedor y es grande a pesar de que no hay tantos lugares para la salsa como uno quisiera. Aquí en la Búcara ha habido mucha traición de orquestas, pero no habíamos tenido en mucho tiempo un grupo de son y salsa con tanta madurez y seriedad como Altibajo; estoy seguro que en poco tiempo van a estar girando por el mundo entero. ¿Le quedó sonando? AQUÍ, toda la información del concierto
En la versión 2018 del Festival Centro nos reunimos con el ninja de Piedecuesta, Edson Velandia. Mientras preparaba su presentación con su proyecto Velandia y la tigra hablamos sobre uno de los temas de los que más hinchamos el pecho en estas tierras disímiles, agrestes y con tanto historial conflictivo: la colombianidad. ¿Nacimos sintiéndonos colombianos? ¿Es el aire que respiramos el que nos vuelve proclives al conflicto, a la cumbia, al baile, a la comedia? (Escuche acá lo nuevo de Edson Velandia, que se unió a Altibajo Latin Son para ponernos a gozar) Velandia, como representante ilustre de la reinvención de la música popular, como santandereano por el acta de nacimiento y como cantautor prodigio nos contestó lo que significa ser colombiano. (Vea también: ‘Edson Velandia y Acid Yesit: una charla sobre cumbia, arte y oportunismo’)
Los bobitos es el tercer track del Karateka (uno de los mejor discos del 2016 en nuestro top de final de año, lea aquí nuestra reseña). Ahí está feliz el bobo porque la boba lo quiere, así arranca la canción, que puede ser la historia de cualquiera de nosotros cuando estamos enamorados; así chorreando las babas, sorbiendo mocos y produciendo mucho melao cuando se chupan la gente. El video, o mejor celu clip porque fue grabado con el aparato móvil del mismísimo Edson, fue producido durante el cumpleaños de Sandy, una de las actrices. En el celu clip las lenguas de los bobitos en cuestión se llevan el papel estelar, las baboseadas son la trama central y el desenlace queda para la manoseada imaginación. Una producción echa en casa y a mucha lengua, perdón, a mucho orgullo.
A estas alturas el compositor Edson Velandia ya suma unos diez discos, además de sus múltiples proyectos y colaboraciones en formatos varios. Su repertorio artístico es bien conocido para la nueva ola de la música local. Sobre todo, gracias a las placas que grabó con Cabuya, con su banda Velandia y La Tigra, y a sus álbumes en solitario El Karateka y el clásico Once rasqas, que por cierto acabó de cumplir diez años. También son más que recordados su proyecto coprológico-teatral La Bacinilla de Peltre, la publicación de El cancionero rasqa y su reciente participación en la banda sonora de la película Pariente. Pero por estos días, el hijo célebre de Piedecuesta (Santander), el montañero prolífico, el tipo de la voz quebrada y las letras viscerales, anduvo montado en un bus más experimental junto a cinco músicos del altiplano nariñense, Acid Yesit. La Acid Yesit, banda liderada por Yesit Ipuján, es una agrupación oriunda de la ciudad de Pasto, Nariño. Para definir su estilo “certeramente”, podríamos decir que son freejazz campesino con un poco de merengue-gore y punk-noise. O que a veces no lo son. En todo caso, son un proyecto muy bien logrado que terminó por despertar el interés del santandereano y que desencadenó un nuevo amorío musical en el promiscuo y prolijo prontuario de colaboraciones de Edson Velandia. Juntos, publicaron un track de psicodelia para dedicar titulado Cuando pienso en free y además se embarcaron en una mini gira que ensambló los dos proyectos para recorrer las ciudades de Popayán, Medellín, Pasto y Bogotá. Antes de que terminaran esa gira, en el camerino de uno de los escenarios más alcahuetes con el despeluque alternativo, Latino Power, en Chapinero, sentamos a conversar a los protagonistas de este mano a mano: Edson Velandia y Yesit Ipuján. Todo para que hablarán, básicamente, de lo que se les diera la gana. El resultado fue una conversación sobre el origen campesino de sus composiciones, la necesidad (o no) de la transgresión en el arte y las raíces, a veces inventadas, como instrumento para comercializar la cumbia. Velandia: ...Llevamos una semana trabajando, cuatro días de concierto y cuatro días de ensayo, y esta es la hora que yo no sé cuál es el apellido de Yesit… Yesit: Jajaja, no es cierto marica. Es Jaime Yesit Ipuján. V: ¿Es un apellido indígena? ¿De dónde salió ese apellido? Y: Ese apellido es de un pueblo muy pequeño que se llama Guachavés. Y, según dicen las lenguas, que no sabemos cuáles son, es endémico. O sea, desaparece con la próxima generación. V: O sea que podemos decir que eres un espécimen en vía de extinción. Y: Y yo que no quería tener hijos pero ya perdí esperanzas. V: Te tocó. Ojalá con una mujer del mismo apellido... Pero bueno, yo soy Edson Augusto, ¿eso tampoco lo sabías? Y: ¿No era Agustín? V: Agustín pero de cariño.... ¿Ipuján es un apellido de una comunidad indígena? Y: Creo que es de los Pastos. Estoy seguro de la región de donde vienen mis papás, pero no estoy seguro de qué comunidad viene el apellido. V: Porque ya te he escuchado decir en varias entrevistas que la música de Acid Yesit está relacionada principalmente con la música campesina, con la música popular, con la música indígena. ¿En qué sentido? Y: Para mí, es como en el sabor. Es lo que uno tiene por la intuición de haber escuchado tanta música popular y tanta música tradicional. Son cosas que se le pegan a uno. Uno de chino escucha hartísimas cosas. Más adelante, ya uno escoge lo que no es y lo que sí, pero yo creo que por más rapero, metalero, jazzero o lo que quieras ser, hay algo muy tuyo, de la región donde vives, del contexto de donde naces. Y de ese contexto campesino de donde vienen mis papás fluye mucha energía y mucha música que a mí me trama mucho. Todos somos de ascendencia rural, y tenemos pegado algo de eso. Por eso digo que es más campesino y no tan urbano. O sea, es urbano, pero estamos metidos en un contexto que también es campesino V: Claro, no necesariamente las referencias, las influencias o la herencia que uno tenga tienen que evidenciarse en las estructuras o en las armonías o en las escalas. Ni siquiera en los ritmos. Tiene que ver con una cosa más profunda, más mística, más trascendental, más telúrica también. Es lo que tú dices: es el sabor o la intención con la que se hace; el clima, la atmósfera. Fotos: Marlon Ballén (Ghatto Diafragma) Y: ¿Y sabes? Lo chistoso es que cuando con vos hacíamos la música era como una forma de intentar hablar con una persona que tiene tu acento, con otra forma de ser. Porque entre nosotros pues vamos ahí medio puteandonos, medio haciendo las cosas. Pero llega otra persona y de alguna u otra forma hay que encajarla. Después nos damos cuenta que vos, por ejemplo, con tu música, sos como más bien rural. No estamos tan lejos. De hecho, me pareció muy bacano que hay muchas cosas que vos piensas, haces y tienes que se parecen mucho a las nuestras, sin necesidad de habernos conocido antes. Y en el Once Rasqas a mí me parece que vos tocas así, con esos riffs bien campesinos, como bien "a lo más que nunca", le decimos nosotros. A veces tú oyes así la música en muchos lados, no solo en el campo: más intuitiva, como más de parchar. V: Es que se le sale a uno el seis octavos, el sancocho. Yo cuando estoy trabajando también como que ahí encuentro las llaves. Cuando estoy tratando de armar la canción y viene contaminada de todo lo que uno vive día a día y se siembra bien uno en un pedazo a dónde uno no sabe bien a dónde va a coger, hacía dónde va a ir…o, cómo entiendo esta idea, como la descubro, como discernir qué significa esta idea y de dónde me viene. Casi que al hacer un psicoanálisis de una idea. La respuesta siempre viene en un toque que es muy campesino, muy amarrado al campesino andino, que es de donde somos nosotros. Porque no somos campesinos de la rivera ni de la playa. Somos campesinos de los andes, eso tiene un color y, sobre todo, un clima, digo yo. Por eso la cumbia es una al nivel del mar y otra en los páramos, porque no se puede bailar igual. Al nivel del mar siempre hay que bailar con los brazos abiertos. Arriba hay que bailarla agarraito. Y: Sí claro, lo andino siempre es como muy amarrado. Por ejemplo, los chicheros, no se explaya tanto, son más tropicales, como que dicen que tampoco no seamos tan groseros ni tan fatales, sino que guardemos un poco de cordura. V: Pero el frio también influye ¿no? A 3.000 metros de altura no vas a bailar mapalé… Y: Jajaja, eso es mierda. V: Pero a propósito de que tocamos cumbia, como para hablar de todo, ¿no te fastidia un poco ese boom de la cumbia? Y: ¿Fastidiar dices? V: Como que esa moda de repente me parece un poco snob, u oportunista. De repente salir con un montón de cumbia y hacer parecer como que esto es una renovación, cuando en verdad la cumbia nunca se ha dejado de tocar. Y: Oportunista en el sentido de que hay gente que hace un proyecto de cumbia solo para decir salgamos a tocar y hagamos discos que nos figuren, eso sí, pero yo creo que la cumbia siempre está en movimiento y están siempre añadiéndole cosas y modificándola, pero sigue siendo la misma. La intención en muchos lugares ha variado dependiendo de la gente que la concibe. Por ejemplo, en el Perú... V: Yo crecí bailando eso, porque en mi barrio se baila eso todavía. Y: Marica, es asperísima. La tecnocumbia llegó a Pasto y estalló allá. Es brutal. Tanto, que la gente ya cree que la tecnocumbia es como parte del pastuso. Y en las fiestas de pueblo es así. Creo que es una forma muy bacana de acogernos entre latinoamericanos, nosotros somos como ecuatorianos también. Yo por ejemplo escucho el Grupo Néctar y no me parece snob. Pero acá en Colombia sí ha habido gente que como que la forza. ¿Sabes en qué sentido? Que forza las raíces de la cumbia y se aprovechan de eso para coger vuelo. Eso sí me parece como cagada. V: Yo sinceramente siento que toda mi música tiene que ver con la cumbia. Porque yo crecí en un gettho de cumbia peruana. Bucaramanga, Piedecuesta, es ghetto de cumbia. Mi barrio todavía es de tradición cumbiera, pero peruana. Y: ¿Cómo llegó esa música allá? V: ¿Cómo llegó? No sé. Llegaron casetes de Los Mirlos, de Pintura Roja, todos esos grupos. Y allá hay grandes bailarines de cumbia. La moda es la misma desde que yo era niño; hoy en día ellos se visten igual. Es realmente un ghetto. Yo siento que a mí también me suena la cumbia en la cabeza. Una experiencia linda es que cuando tocamos en Bolivia una señora no nos quiso pasar en un restaurante porque dijo que esperaba que tocáramos cumbia, porque éramos colombianos. Yo le dije que lo que nosotros tocamos todo es cumbia, lo que pasa es que la cumbia ha cambiado mucho. Y de verdad lo sentía sincero, porque a mí me suenan a cumbia mis canciones cuando las estoy inventando. Pero lo que me parece incómodo es que uno se abandere de la cumbia como si eso fuera el sombrero vueltiao. Es como mirarnos exóticamente nosotros. Igual es respetable, porque de todas maneras hay un gran movimiento que afuera es fuerte. Y: Es que abanderarse de las raíces de lo que sea es creer mucho que uno tiene que mostrar algo propio sin sentirlo. Yo por ejemplo creo que lo propio, para mí, no es la música indígena. O sea, a mí me parece áspera, es muy brutal y valiosa, pero yo no me abandero de eso. Yo me abandero de lo que realmente siento que es la música popular. Por ejemplo, yo siempre digo que a mí me marcaron tanto los 14 cañonazos que creo que es, en parte, el 60% de mis influencias musicales y de lo que me llama. Mis raíces, por así decirlo, son esas: la música popular de los 70, 80, 90. Incluyendo lo que se conocía como el merengue house, el trance; eso yo lo tomo como mis raíces. No necesariamente es lo antropológico, por decirlo así. V: Sí, lo antropológico, que es como mirarse uno mismo, a su propia cultura, con exotismo. Aceptar por ejemplo términos como que nosotros somos música del mundo. Esa es una de las cosas más patéticas y más colonialistas que puede haber: aceptar que uno pertenece a eso. Porque es aceptar que la música de los ingleses es de otro mundo y la de nosotros es terrenal. Es volver a los términos religiosos: el cielo y la tierra. El cielo son los ingleses y los demás somos mundanos, casi que en el infierno estamos. Y: Y más chistoso o, como decimos nosotros, más taque, es que yo por ejemplo así con esta cara que tengo, puedo ir por el mundo diciendo que yo soy de ascendencia indígena. Me pongo unas plumas y ya. Pero no, eso a mí no me soya. Abanderarme de que soy indígena y que toco quena y que tengo un grupo con quena y música electrónica es algo que no va pa’ ningún lado. De pronto vendiendo eso puede parecer exótico, pero pues no es lo que yo siento. Me soya más lo que yo de chino escuché, o lo que escucharon mis papás. Me parece más áspero eso que abanderarme de algo que puede ser un hit de un momento. *** Y: Hay mucha gente que dice que la escena aquí en Colombia, para el rock, está abriéndose, que hay más espacio en los medios, etc. Pero al fin de cuentas es una pantomima que nos quieren hacer pillar que esto se está moviendo. En realidad los que los mueven son las personas que hacen el oficio. Por ejemplo, hay mucha gente que cree que Acid Yesit tiene patrocinadores o gente detrás haciéndole las vueltas, pero ya te habrás dado cuenta que somos nosotros en asocio con CEEERO producciones. Es bacano por la gente que hace este oficio, sin intenciones de ser famoso ni esas huevonadas. O sea, vos te has venido guerreando tu carrera, no creo que lo tuyo sea una vaina de decir "Yo soy Edson Velandia, soy músico y voy a llegar a la cima y voy a ser famoso y voy a tener una mansión en Piedecuesta con dos Ferrari". No se trata de eso. Vos te has tomado tu tiempo, has creado tu obra y hoy ves los frutos, pero ¿cómo te has guerreado eso para no caer en el pensamiento de “tengo que vender” si de alguna forma tenemos que comer, que vivir, que pagar cuentas? ¿Cuál es tu estrategia mental para no bajar la guardia marica? Fotos: Marlon Ballén (Ghatto Diafragma) V: No lo sé. Yo creo que tiene que ver con dos cosas. Una, hacerlo orgánico: hacerlo día a día como me provoca, como me nace; hacer exactamente lo que me nace hacer. Y la otra, es que no negocio con la felicidad de vivir cerca de los míos y dedicarles tiempo, eso no está en mis planes cambiarlo, no estoy dispuesto a sacrificar eso para lograr una carrera. No creo en eso. Me fascina el arte y me obsesiona lograr hacer arte. Si me muero y siento que logré crear una obra de arte eso es suficiente. Se puede hacer plata con arte también, pero hay que tener un gran nivel de intuición comercial y de negocios que yo de pronto no tengo. Pero voy en ese camino todo el tiempo. Pensando que cada cosa que hago tenga una profundidad estética y social. Que lo que haga sea responsable con el público. Hay una esencia que no es solamente mía, sino que es colectiva. Y el arte de uno, aunque sea muy personal, tiene que ver con una comunidad y en la medida en que uno lo hace con pasión, eso contribuye también a la cultura general. Yo siento que ese es el papel de la música y el arte: hacer parte de una comunidad y crear ritual. En eso yo confío plenamente y me fascino, por ejemplo, con las obras de arte de los petroglifos, esas obras anónimas que no sabemos quién hizo y que seguramente muchos los hicieron sin ninguna intención estética, sino más bien ceremonial. Hoy en día las adoramos y las tenemos como grandes obras de arte de la antigüedad y no sabemos quién las hizo, pero existen. El nombre se pierde y la obra queda. Y: Una vez había un músico bien reconocido en la escena andina y yo estaba tocando una zampoña, aprendiendo. Me dijo que le cachara la idea y no pude. Ese man dijo algo así como "yo necesito es un músico". Y en ese momento yo creía que la música era como una especie de don o algo afortunado que le pasa a la gente. Pero ahora ya sé que hay una intuición que se pierde porque nos forzan a creer que nosotros tenemos tareas determinadas para hacer en la vida, y no es así marica. En el caso de la música, que rico haber compartido con vos ese momento de ensamblar, de hacer vainas. Incluso de hablar mierda. De eso se trata, de hablar de lo que uno hace y no olvidar esa intuición de cagarla, de saber que las cosas no están ahí como tan fijas, como la gente cree que a uno le fluyen las ideas. Pero la magia está en seguir haciendo las cosas con la seguridad de que uno sabe que es una pasión simplemente, no algo que uno vaya a tener la certeza de que va a ser un éxito. V: El éxito es hacerlo. A mí me parece un gran éxito que tengas una hoja en blanco y luego tengas una obra. Pa’ mí eso es un milagro, magia. Figurativamente la hoja en blanco. No tienes nada y luego tienes algo, y luego eso ya no es tuyo sino que es de los demás también. Esa es la magia de la creatividad. Aunque yo también confío que uno no debe casarse con paradigmas ni apropiarse de obligaciones sociales y culturales, ni comerse el cuento de que uno pertenece a un dogma, yo sí creo que cada cosa que uno hace tiene un fin ceremonial, un impacto. Y es una transgresión a la realidad y, justamente, a los paradigmas que enquistan a la sociedad y la vuelven una masa. Hay música de masas pero la de nosotros no es de masas, está en otro plano: en una onda que desestructura y transgrede las estructuras. Y yo no concibo un arte que no transgreda, el arte si no transgrede no es arte, es decoración. Y: Yo tengo otra concepción de lo que vos dices de las masas. Hay algo muy áspero y es que hay cosas que llegan a las masas y son tan buenas y tan concretas que también es arte. Por ejemplo, la música popular es de masas, pero a mi modo de ver no es la música la que está creando el paradigma, es más bien la gente la que forma el paradigma en torno a la música. Es como decir que la música de despecho hace beber a la gente. Pues marica, la gente bebe indiferentemente de la música. V: Esa música es fruto de esa idiosincrasia. Yo no desprecio la música de masas porque la bailo, la aprecio y la adoro y me la sé. Pero a lo que me refiero es a que de todo lo que se oye masivamente, lo que logra transgredir se acerca al arte. No todo lo que oyen las masas transgrede, pero de pronto aparece un Kaleth Morales que transgrede la forma y eso se acerca al arte porque realmente genera una reestructura. Incluso dentro de las masas. Y: Sí, es como la salsa, que iba en un tren y de pronto llega Fruko y taz. V: Ponte a pensar cuántos músicos como Beethoven hubo en su momento. ¿Pero cuántos Beethoven quedan hoy? Uno solo. Como él había miles en Europa, que hacían música como esa. Pero quien realmente se apasionó e hizo unas transgresiones y unas reestructuraciones fue ese man. A eso me refiero: el encanto de la creatividad es justamente hacer rupturas, transgredir el status quo, el confort, sacarlo a uno del confort, incomodar... Y: Acá hay cosas como la palabra arte que a mí, por ejemplo, no me sollan tanto. Es como un poco snob también. Yo por ejemplo ahora considero que lo mío es un oficio, como una persona que hace zapatos, como un escritor, como un dibujante. La música en sí misma llega, no tiene un puente por así decirlo. Como la gente que cree que la gente que oye música clásica es la más intelectual y estudiada, etc., a veces la palabra arte retoma todos esos prejuicios. Pero los paradigmas son de las personas, no de la música ni del oficio ni del arte en general. Yo creo que, por ejemplo, cosas como las que tú haces son brutales y las escucha el universitario y también el señor que está en la tienda. Es algo que no tiene un nicho ni un modo de ser. No es algo ni tan intelectual ni tan popular. Yo por ejemplo no tengo nada en contra del reggaetón ni de las baladas o Julio Iglesias. Bacano sería que algún día escuchemos música indiferentemente del gusto. Porque el gusto de alguna forma define eso, y el gusto depende de las influencias. Bacano que la gente quiera apreciar la música primero y luego que ya generara algo de gustos en torno a lo que escucha. A mí no me molesta en realidad ningún tipo de música. V: Claro, y nos nutrimos de todo. No creemos en el mal gusto. Yo tampoco mitifico la palabra arte. Para mí sencillamente es como una intención. Es como el deporte, una cosa es el deporte por recreación y otra por vocación y competencia. Son dos cosas distintas. Si haces música por ganarte unos pesos no más o por pasarla bien, o si realmente es tu pasión y tu ciencia y tu laboratorio y te metes en la cabeza un plan científico realmente de vida o muerte. Pa´ mí si uno no arriesga la vida en lo que hace tiene muy poco sentido hacerlo. Realmente pone uno en riesgo todo su capital, su integridad, la salud de su familia, el amor de los suyos cuando se mete en esto... Y: Es que no funcionan a medias las cosas. No tienen la garra. Cuando uno concreta una idea, salió, pero ahí está el convencimiento de uno. Pero si uno empieza a dudar de lo que uno entrega, de lo que uno propone, pues no le está entregando todo a la gente, y no solo a la gente, sino a uno mismo. V: Es lo mismo, porque uno es la gente.
Con el estreno de la película Pariente pudimos darnos cuenta del estrecho lazo entre la musicalización de Edson Velandia y el espíritu de la historia, uno de los grandes aciertos de la misma. En medio de este western criollo se atrevieron incluso a crear un diálogo en el que debaten sobre qué tanto la música ha sembrado su parte para el arraigo de la violencia en el país o si simplemente la llevamos en nuestras venas. Ahora llega el turno de darle rienda suelta a la banda sonora y como parte de ella al lanzamiento del videoclip de la canción Bye Bye, que según el director de la película Iván Gaona, tiene el ADN de la misma. “Esta canción resume el espíritu romántico de la película y el universo de Willington, el personaje protagónico. Con Edson Velandia nos sentamos a escuchar muchas referencias de canciones de música romántica de Iberoamérica, para construir así una linea congruente con el personaje, en contraste con la música ranchera que hace parte del contexto del sur Santander”, cuenta Gaona, quien también detalla cómo “escuchamos música de Sandro, Basilio, Camilo Sesto, Juan gabriel, Leonardo Fabio, José José, Miguel Gallardo, Raphael, Sabu', Roberto Carlos, etc, y de toda esta música, la genialidad de Velandia dio luz a esta y otras canciones que hacen parte de la banda sonora de la película”. Para los que no conocen la historia, Pariente pone en escena un relato de amor y desamor en un contexto donde los fantasmas de la violencia están vivos, y sus personajes entablan una lucha feroz en defensa de sus propios intereses y en algún sentido de su comunidad. Pariente cuenta la historia de Mariana, el eterno amor de Willington, que alista su matrimonio con René, el primo de su exnovio. Mientras Willington intenta recuperarla, el rumor de un ladrón en las veredas y una serie de muertes violentas que recuerdan viejas épocas de miedo, pondrán en peligro a la nueva familia de Mariana. El videoclip fue producido por La Banda del Carro Rojo Producciones, con apoyo de HD Cinema Colombia, en su estudio, producido por Diana Pérez Mejía. En el video sale Edson Velandia y Leidy Herrera, la actriz que hace el papel de Mariana en la película. Este martes Shock lo presenta en exclusiva, en sus dos versiones: una normal y otra extendida que incluye una escena borrada de la película. 1. Versión extendida 2. Versión normal
Pariente es la cinta del director Iván D. Gaona y la productora Diana Pérez Mejía, los genios detrás de La Banda del carro rojo producciones, que estrenan su opera prima rodada en el municipio santandereano de Güepsa y sus alrededores y cuenta la historia de Mariana, el eterno amor de Willington, que alista su matrimonio con René, el primo de su exnovio. Mientras Willington intenta recuperarla, el rumor de un ladrón en las veredas y una serie de muertes violentas que recuerdan viejas épocas de miedo, pondrán en peligro a la nueva familia de Mariana. Para contar esta historia de amores y desamores el encargado de ponerle música con poder santandereano es Edson Velandia que escribió La Circunstancia especialmente para la banda sonora de Pariente. Estos hijos de Santander, director y musico se unen para esta cinta que se estrena el 13 de octubre y además participará en el Festival de Cine de Varsovia, el más importante de Europa OrientalSe ha hablado del talento de los actores naturales que protagonizan la cinta Pariente, así como de su historia y del municipio de Güepsa que inspiró la película. Sin embargo vale la pena dejar de lado un poco la puesta en escena para seguir hablando de esa otra protagonista: la banda sonora, compuesta y producida por Edson. Son 11 canciones originales, más fragmentos musicales que conforman la música incidental usada para acompañar las escenas de acción y suspenso. Edson, conoce el proyecto desde que nació, gracias a la amistad que lo une con el director y con la productora, ha trabajado con la dupla de cineastas desde su mismo proyecto de grado y en todos los cortos que precedieron a la película. Explica que para la creación de la música se inspiró en dos líneas narrativas:“En Willington, quien además de ser volquetero es D.J., amante de las baladas setenteras y ochenteras que siempre pone en su camión y en las fiestas donde lo contratan para poner la música. Esa es la primera línea, la del triángulo amoroso entre Willington, Mariana y René. La segunda es la que tiene que ver con la historia paramilitar y ese ‘fantasma’ oscuro de fondo”, cuenta Edson. Es así como a lo largo de la película las baladas y hasta algo de música mexicana sirven de hilo conductor no sólo para las escenas que tienen que ver con el amor sino también las de acción y suspenso. Es tal el protagonismo de la música que incluso aporta un toque de humor negro a los diálogos. Hay una canción que incluso tiene su propia historia dentro de la trama: La Circunstancia. Se trata de un tema compuesto especialmente para dos de los protagonistas, quienes tuvieron que aprender la letra. “Tiene un elemento narrativo, pues se supone que esa canción, que es más bien tradicional y folclórica, fue éxito de un grupo musical que apenas si la dejó grabada en un casete que es una joya para Willington”. Pariente viene a sumarse a la lista de películas y cortometrajes en las que Edson Velandia ha colaborado con su talento, aunque sin duda esta es la única donde es verdaderamente pariente de la producción.
Después de ponerse de ruana el Teatro Colón por dos noches y con una ópera que arrancó aplausos; el santandereano lanzará su nuevo álbum en solitario con un peculiar doblete de guitarristas en el Teatro Colsubsidio. Por @chuckygarcia En una esquina del cuadrilátero, en la noche del próximo 12 de mayo estará él, vestido de El Karateka, su nuevo disco, y en la otra el neoyorquino Marc Ribot, una figura de talla internacional a la que no se le puede poner etiquetas porque lo suyo justamente ha sido romperlas. Tiene más de 20 discos grabados de cuanta cosa uno se imagine (y todos buenos, interesantes o fantásticos), ha formado bandas junto a otros genios como John Zorn y como si fuera poco figura como músico de sesión en discos de Tom Waits, Tricky y Elvis Costello. Por eso el combate pinta lindo. Literalmente, en todo caso, este par de señores no se van a subir juntos al escenario, aunque existe la probabilidad de que en algún momento del show en el Teatro Colsubsidio Roberto Arias Pérez de Bogotá se junten para hacer algo a cuatro manos. Pero será un enfrentamiento entre dos creadores que a representan dos universos musicales distintos, aunque con más cosas en común de las que uno se imagina a priori. Edson Velandia agarró el micro cosmos oral, musical y cotidiano de Piedecuesta y lo expandió como antes no había pasado (tanto con su banda Velandia y La Tigra como con sus óperas y demás demencias, incluida su música infantil y para cine); y Marc Ribot le dio continuidad a toda esa gran tradición de free jazz, noise y música de vanguardia de la siempre adelantada a su tiempo ciudad de Nueva York. La razón para que Velandia invitará a Ribot a tocar en el lanzamiento de su nuevo álbum en solitario no es otro que sumarle a esta única función otro loco por la guitarra como él, otro músico aventurero que no se embarca en todo caso en cualesquier proyecto sino que todo lo que hace lo escoge muy bien. Y claro, la idea del mano a mano funciona muy bien tratándose del lanzamiento de “El Karateka”, que para terminar convertido en disco de estudio le tomó cuatro años y un cambio de plan. Editado por su propio sello Cinechichera y con la producción musical de Edson Velandia y Benjamín Calais, “El Karateka” originalmente fue creado para ser tocado en vivo solamente y las 15 canciones que finalmente fueron incluidas eran parte de un repertorio a guitarra y voz que Edson Velandia tocó en más de 40 conciertos que dio en Colombia y otros países como Argentina y Uruguay. “Intenté grabar el disco tres veces en estos cuatro años, pero fueron intentos fallidos”, como bien lo recuerda. “Decidí por eso mejor no grabar las canciones nunca, pero el repertorio siguió creciendo y en cambio de dejarlas inéditas me metí a un estudio y allí pude concretar por fin el cierre de este largo proceso”. El álbum lleva por nombre el titulo de una de las canciones que hacen parte del mismo, un tema que según apunta Edson es un manifiesto de principios de combate de alguien que se hace llamar así: “El Karateka”. También autoproclamado como el “Ninja” y alguien que durante un buen tiempo fue conocido por usar una cabeza de burro en escena, Velandia siempre se las trae y esta vez con Marc Ribot no será la excepción. Hay que ir a verlo.
Bogoshorts Sessions reabrió el telón del 2016 la semana pasada con las proyecciones de dos de los protagonistas de la pasada entrega de premios a lo mejor de lo mejor de los cortos: los ganadores de la Santa Cecilia Sara y The fantastic love of beeboy and flowergirl. Ahora el turno es para la proyección de una joyita musical que nos dejó el año viejo, el mejor video musical para Shock y Bogoshorts del 2015: Pensar y pensar, de las Áñez con Edson Velandia. Este videoclip basado en una película antigua rodada por un grupo de cineastas desconocidos en los años 30’s. Para reconstruirla se usaron las partes menos dañadas por el trato del tiempo y el resultado fue este, parte película antigua, parte historia de amor de una tragedia entre dos hermanas con un caballero que nunca existió.El corto que acompañará la noche del martes 26 de enero será una pieza del director argentino Marcelo Mitnik, titulado En las nubes. La diferencia entre cómo pensamos que debería funcionar una historia de amor y cómo funciona en realidad es el meollo cómico de En las nubes, una exploración de los desacuerdos culturales sobre la intimidad, el amor y las propuestas matrimoniales en la era dorada de YouTube.Si usted estuvo el martes 12 de enero en Bogoshorts Sessions busquese acá.
Por: Jenny Cifuentes @Jenny_Cifu El acordeonero Carmelo Torres vive en San Jacinto. Tiene 65 años, desde los 5 se enamoró del fuelle y a los 17 años compró su primer instrumento. Es conocido por su estilo, herencia de la tradición de Andrés Landero, insignia en Colombia y el mundo de la cumbia con acordeón. A él lo conoció finalizando los 60, en ese entonces Torres tocaba vallenato. Fueron amigos, compañeros de parranda, y entre parranda y parranda, Carmelo se impregnó de la cumbia de Landero. Su camino musical ha sido largo. Durante un tiempo tocó con Los Gaiteros de San Jacinto. También fue acordeonero de Adolfo Pacheco. “La Biblia del Acordeón” - como algunos lo llaman - nacido en Plato Magdalena, convencido de la cumbia, incluso oficia de maestro de niños buscando preservar el género. Estuvo nominado en los Premios Shock 2014 a Mejor Disco de Folclor por su trabajo Vivo Parrandeando. En octubre de ese año, realizó una grabación con el proyecto Los Toscos, quienes además convocaron a varios músicos de la escena nacional para este trabajo. El resultado de sus sesiones es el disco Carmelo Torres y Los Toscos publicado en CD, y dos sencillos en vinilo 7″, uno bajo el sello Neoyorkino, Names You Can Trust y otro con el sello bogotano Miscelaneus Discográfica. Hablamos con Pedro Ojeda, percusionista del disco.“Yo ya había conocido a Carmelo Torres en un viaje que hice a San Jacinto y a El Salado. Me quedé en su casa. En ese entonces él estaba grabando el disco Vivo Parrandeando en los estudios que había puesto FairTunes en El salado. El álbum lo estaba haciendo con Sonidos Enraizados, que es el sello de Urián Sarmiento (Curupira) y Lucía Ibáñez. En esos días también conocí a los músicos de Carmelo. Uno de ellos es hijo de Andrés Landero. Toca el alegre y un instrumento que es como una congüita. Esa conga que se escucha en los discos de Landero que es muy particular y a mi parecer, muy característico del sonido de Landero. "Hicimos otra improvisación de la cual salió la versión de La Camisola, un corte de Toño Fernández popularizado por Los Gaiteros de San Jacinto. Me parece que quedó como una guaracha al estilo Lisandro o Aníbal Velásquez".Tiempo después, el contrabajista Santiago Botero, Benjamin Calais, músico y programador de Matik Matik y el guitarrista Kike Mendoza, integrantes de un proyecto que se llama Los Toscos en el que colaboran con diferentes artistas y que registraron su primer trabajo con el saxofonista de free jazz neoyorquino Tony Malaby, tenían en mente hacer una colaboración con Carmelo Torres. A través de Urián Sarmiento que tenía el contacto directo con Torres empezaron a hacer su gestión para grabar el disco. Nos llamaron a Mario Galeano (Ondatrópica, Frente Cumbiero) a Juan David Castaño (La Revuelta) y a mí, y así se armó el combo para la grabación. Primero hicimos unos toques en Matik Matik, en los que Carmelo llevaba sus temas. Él maneja un repertorio muy amplio de cumbias y algunos cortes de Adolfo Pacheco. Como tocó en el grupo de Lisandro Meza, interpreta temas de ese estilo. Maneja paseos, merengues, puyas. Basados en esos primeros toques realizados en Matik, se escogieron las canciones para el disco. Luego en el estudio, en un día grabamos las nueve canciones que conforman el álbum. En bloque, todos tocando al tiempo, con mucha improvisación. En el disco hay dos canciones que son totalmente improvisadas y con mucho viaje clásico: El Chacho, una cumbia de creación colectiva, y otra que es un merengue llamado Merengue Impro.Hicimos otra improvisación de la cual salió la versión de La Camisola, un corte de Toño Fernández popularizado por Los Gaiteros de San Jacinto. Me parece que quedó como una guaracha al estilo Lisandro o Aníbal Velásquez. En el trabajo hay temas de Adolfo Pacheco como Mi Machete, Teófilo el Gaitero o la cumbia En tu Puerto Soñé. Grabamos una canción de Landero: La Negra Tulia. El álbum incluye además el tema La Antropología, una colaboración con Edson Velandia que fue también una improvisación. Edson no estuvo en el estudio con nosotros. Él tenía esa letra y sobre lo que habíamos armado, grabó la voz. Además del disco, se publicó un sencillo en vinilo 7″ con el sello Names You Can Trust que trae La Camisola y Mi Machete, y el otro vinilo estará saliendo en estos días. El trabajo se puede conseguir en Matik Matik y en RPM”. Teófilo el Gaitero
Al parecer Facebook censuró el video de la Ópera rasqa de Edson Velandia, que será presentada el 6 y 7 de noviembre en el Teatro Colón. La bacinilla de peltre es el nombre de este montaje musical que fue premiado con la Beca Mincultura de Creación Dramatúrgica 2012.Según dice el autor del Cancionero rasqa, nadie soporta que esta obra vaya a estar en el Teatro Colón. “Facebook prohibió el video de la ópera, nadie lo soporta, ese cuento de chichi, popo, ¿esa porquería para qué? Todavía creen que Mozart y Beethoven eran unos erúidos, ¡qué va! Putos alcohólicos…ni el procurador”. De todos modos acá lo puede ver: Sigan ustedes a la ópera rasqa de Edson Velandia en Bogotá
El guardia de seguridad del rapero canadiense se encuentra en el hospital con heridas graves luego de un tiroteo afuera de la casa de Drake en The Bridle Path. Los equipos de emergencia fueron llamados a Park Lane Circle cerca de Bayview Avenue y Lawrence Avenue East poco después de las dos de la mañana del martes. La víctima sufrió heridas graves, sin embargo, los medios canadienses afirmaron que no ponen en peligro su vida y permanece en el hospital para monitoreo.El policía de turno Paul Krawczyk confirmó que el guardia de seguridad estaba afuera de la residencia de Drake en la puerta cuando alguien en un vehículo pasó y abrió fuego. Hasta el momento, no se han puesto a disposición descripciones de sospechosos ni de vehículos.Se desconoce si Drake estaba en casa en ese momento, pero se sabe que los miembros de su equipo están cooperando con la investigación. La policía de Toronto también ha recopilado pruebas en vídeo del tiroteo que revisarán.El artista se encuentra actualmente en el centro de una disputa pública con el rapero Kendrick Lamar. Los dos han estado intercambiando canciones casi a diario, y ambos raperos han lanzado una serie de pistas dirigidas el uno al otro. En el sencillo más reciente de Lamar, titulado 'Not Like Us', comparte una imagen de Google Maps de la mansión Bridle Path de Drake como portada. Drake respondió con la canción 'THE HEART PART 6', que subió a YouTube. El oficial Krawczyk no quiso comentar sobre el motivo del tiroteo, pero reconoció que las autoridades considerarían hablar con investigadores estadounidenses como parte de este incidente.**Acá pueden leer nuestro análisis sobre una de las tiraderas más importantes de la historia del rap reciente y los puntos más importantes dentro de la disputa: Kendrick Lamar vs. Drake: análisis del beef en cinco puntos
El BIME Bogotá, que este 2024 se celebrará entre el 8 y el 11 de mayo, reúne a las personas interesadas en la industria de la música para conversar, aprender y, desde luego, para escuchar y conocer nueva música.Como de costumbre, la programación del BIME empieza en la mañana con los eventos del BIME Pro y el BIME Campus.De esta franja les recomendamos asistir a los eventos en los que participa ShockMiércoles 8 de mayo a las 10:55 a.m.: Conversatorio La música como catalizador de la acción colectiva, con Briela Ojeda, Pilar Cabrera y Valentina Alfonso (periodista de Shock)Viernes 10 de mayo a las 10:20 a.m.: Taller Medios de comunicación y artistas: ¿cómo no quedar sepultado en la bandeja de spam? Con Cynthia Flores, co-fundadora de Indie Rocks; Kristel Latecki, fundadora de Piiila; Joan S Luna, Jefe de redacción de Mondo Sonoro y Fabián Páez, editor de Shock. En la tarde y hasta la noche, ocurre el BIME Live. Tiene una programación de conciertos y showcases (conciertos más cortos) para conocer nuevos artistas.¿Dónde es el BIME Pro y el BIME Live?La programación del BIME Pro la encuentran toda en el campus de la Universidad EAN.El BIME Live será un circuito que se repartirá en diferentes lugares alrededor de la Calle 85. Hay eventos en:Sánchez CerveceríaPatronaEguaMad Radio440 Music Hall.El ingreso a los eventos del BIME Live es gratuito, pero con aforo limitado.Esta es la programación del BIME Live 2024:Programación del BIME Live miércoles 8 de mayo de 2024Programación del BIME Live jueves 9 de mayo de 2024Programación del BIME Live viernes 10 de mayo de 2024Programación del BIME Live sábado 11 de mayo de 2024
History estrena el próximo jueves 9 de mayo la segunda temporada de 'El Triángulo de Las Bermudas: Aguas Malditas', documental en la que un equipo investiga una de las zonas más misteriosas del planeta en donde ocurrieron desapariciones inexplicables desde hace siglos.La serie sigue al grupo de detectives submarinos liderado por el explorador submarino y biólogo marino Mike Barnette, quien ha descubierto más de 50 naufragios, incluido el SS Cotopaxi; los investigadores Wayne Abbot y David O'Keefe; el teniente coronel de la Fuerza Aérea de los EE. UU. Jason Harris, una autoridad en accidentes aeronáuticos; y el buzo de naufragios Jimmy Gadomski.Con la ayuda de un mapa único en su tipo y muy específico, que lleva décadas en desarrollo, y que marca la ubicación de naufragios y anomalías submarinas no identificadas a partir del testimonio de pescadores locales, tripulantes de barcos y otros testigos, la serie de History muestra la expedición del equipo en el Triángulo de las Bermudas, semillero de desapariciones enigmáticas que datan de hace siglos. Cada semana el grupo de investigación intenta identificar un naufragio diferente, evaluando en el camino la evidencia detrás de leyendas y teorías científicas como olas rebeldes, burbujas gigantes de metano, remolinos que succionan barcos y zonas muertas que desconciertan equipos y aviones.¿Qué se sabe de la segunda temporada de 'El Triángulo de Las Bermudas: Aguas Malditas'?En el primer episodio de esta segunda temporada el equipo busca un avión de ataque A3 Skywarrior transportado por el portaaviones USS Saratoga que desapareció en 1960. En julio de ese año, el Saratoga entró en las aguas de la región de las Bermudas y experimentó una racha de mala suerte. Durante la misión, ocho hombres de esta embarcación desaparecieron en diferentes y sospechosas tragedias, entre ellas la de los accidentes de dos A3 Skywarrier, aviones capaces de transportar bombas nucleares, que se estrellaron en aguas tan profundas que se consideraron insalvables. Ahora, Mike Barnett y Jimmy Gadomski navegan hacia el objeto submarino conocido localmente como Chang’s Wreck, que se encuentra a 57 millas náuticas de la costa de Florida, justo al norte del Triángulo de las Bermudas, donde ingresó en 1960 el Saratoga. El equipo espera que Chang’s Wreck sea la respuesta a la serie de accidentes aéreos que ocurrieron hace más de 60 años. Mike y Jimmy se sumergen a más de 70 metros de profundidad en la búsqueda de los restos de alguno de estos aviones y, tras un hallazgo, buscan el apoyo de expertos y testigos para lograr identificar las naves.El Triángulo de las Bermudas es el tramo del océano más famoso de la historia, que evoca miedo, un misterio inigualable y una fascinación infinita. Limitadas por Florida, las Bermudas y Puerto Rico, estas aguas se han tragado innumerables barcos y aviones y sus tripulaciones, algunos desapareciendo sin dejar rastro.A principios de marzo de 2022, el equipo se embarcó por primera vez en una serie de inmersiones de exploración para investigar varios objetivos sospechosos de naufragios en la costa de Florida, y uno de esos objetivos estaba fuera del Triángulo de las Bermudas, frente a la costa de Cabo Cañaveral. Inicialmente, el equipo estaba buscando los restos de un avión de rescate Martin PBM Mariner que desapareció sin dejar rastro el 5 de diciembre de 1945, mientras buscaba cinco bombarderos torpederos de la Marina de los EE. UU. en una misión denominada “Vuelo 19” que también había desaparecido ese mismo día. En lugar de restos de aviones de la Segunda Guerra Mundial, el equipo descubrió una estructura de aviación de aspecto moderno. Después de consultar con un experto externo y completar una segunda inmersión en mayo de 2022, el equipo presentó la evidencia completa al astronauta estadounidense retirado Bruce Melnick, quien sospechaba que era una pieza del transbordador espacial Challenger de 1986. Con base en esta información, los productores llamaron la atención de la NASA sobre el descubrimiento y, en agosto de 2022, Mike Ciannilli de la NASA confirmó que se trataba de un remanente significativo del Challenger: una pieza de 6 metros del transbordador espacial de la NASA.
Festival Cordillera 2024 anunció a los primeros artistas que estarán en su cartel, dedicado a propuestas en español. Están confirmados Fito Páez, Juan Luis Guerra y 440, Hombres G, Vilma Palma e vampiros, Molotov, Bacilos Bersuit Vergarabat, José Madero, Airbag, Mala Rodríguez, Kinky, Rels B, Maldita vecindad, Miranda!, Babasónicos, León Larregui, Trueno, Bándalos chinos, Él mató a un policía motorizado, Juliana, The Sakatalites, Instituo Mexicano del Sonido, entre otros. La cuota nacional está a cargo de Systema Solar, La derecha, Providencia, Canalón de Timbiquí y Juliana. También, muy grande en el cartel, está Fonseca. La cita será los próximos 14 y 15 de septiembre en el Parque Simón Bolívar de Bogotá. Festival Cordillera fue la primera alianza entre las dos empresas productoras de eventos más grandes del país: Páramo y Ocesa. Fue un indicio temprano en un momento crucial para el panorama de festivales. Identificaron una brecha en el mercado y desarrollaron un concepto sólido que resonó tanto con ellos como con el público.Aunque 60,000 en 2022 personas asistieron, lo más destacado fue la creación de un festival que ofrecía comodidad, organización y atraía a un público específico: aquellos que forjaron su identidad musical cantando en español durante las décadas de los 90 y principios de los 2000. La segunda edición del Cordillera en 2023 cumplió con la misión de crecer: el balance de asistentes fue de 65.000 personas. ¿Qué viene para 2024? Les contamos todo lo que se sabe hasta ahora de este evento esperado por varias generaciones que crecieron con la música en español.¿Dónde se compran las entradas al Festival Cordillera 2024?Ya hubo una primera preventa sin conocerse el cartel del evento, a través de eticket.
Popular al parque y Vallenato al parque son los nuevos festivales al parque que anunció Idartes para 2024, además del regreso de Joropo al parque y Gospel al parque. Desde junio y hasta noviembre, en Bogotá habrá al menos un festival al Parque distinto cada mes. “Para esta celebración de la música, la diversidad y la identidad de Colombia en Bogotá tenemos cuatro propósitos fundamentales: promover confianza ciudadana a través del encuentro en el espacio público, fomentar la cultura ciudadana en la capital y la convivencia pacífica, crear espectáculos gratuitos y masivos y convertirse en plataformas de circulación artística”, dice María Claudia Parias, directora de Idartes. Este año, el lema será "Festivales por el agua", pero de acuerdo con Edison Moreno, gerente de Música de Idartes, durante cada evento se busca crear conciencia sobre la importancia de conservar y proteger los recursos hídricos naturales de la ciudad. Por eso, se implementarán iniciativas específicas para eliminar plásticos de un solo uso y fomentar el reciclaje y promover prácticas de consumo responsable de agua.Durante los últimos tres años, los Festivales al Parque han logrado congregar cerca de 670 mil asistentes, de los cuales un 8% proviene de otras ciudades de Colombia y el mundo. Idartes en 2024 esta cifra llegue a los 813 mil participantes. Según informó Idartes, por cada peso invertido en los festivales, se mueve el doble en la economía de la ciudad. ¿Cuándo y dónde serán los festivales al parque en Bogotá 2024?Joropo al parque 14 al 16 de junio. Plaza de Bolívar. El festival tendrá el concepto Cantos de trabajo del Llano, patrimonio Cultural de la Humanidad. Es la tercera edición del festival. Hip hop al parque 13 y 14 de julio. Parque Metropolitano Simón Bolívar. Una cultura, una sola familia es el lema del festival que ya acumula 26 ediciones y se ratifica como uno de los más grandes de Latinoamérica. Vallenato al parque 3 de agosto, Media torta. 4 de agosto, Parque Simón Bolívar. Este evento nace en marzo de este año mediante el Proyecto de Acuerdo No. 029 del Concejo de Bogotá, que crea este evento con el fin de promocionar y preservar el vallenato como género musical representativo del folclor colombiano. Gospel al parque 10 de agosto. Parque Simón Bolívar. El evento será en el marco del Festival de Veranod e Bogotá con artistas destacados en música de adoración. Popular al parque 14 y 15 de septiembre. Parque El Tunal. Según Idartes, el evento surge para aprovechar el auge de la música popular en Bogotá. Colombia al parque 24 y 25 de agosto. Parque de los novios. En sus 22 ediciones ha congregado a varios exponentes folclor nacional y ha sido plataforma de circulación para los artistas emergentes de todas las regiones del país. Jazz al parque 28 y 29 de septiembre. Parque el Country. Un género que trasciende fronteras: fusión entre culturas es el concepto del festival este año que ya completa 22 ediciones. Salsa al parque 5 y 6 de octubre. Parque Simón Bolívar.El otro barrio de la salsa: relación de la música con la ciudad es el concepto para este año. Se mantiene como uno de los festivales al aprque más concurridos. Rock al parque 9 al 11 de noviembre. Parque Simón Bolívar. Subculturas en armonía: una lectura desde la ciudad es el tema del festival gratuito más grande de América Latina