En Colombia, aunque el barco parezca hundirse, la música no para. Por eso en Shock tomamos por agüero de principio de año, en detrimento del uso del calzón amarillo para atraer la prosperidad, apostarle a la abundancia de la nueva música colombiana. Este 2020, celebrando la nueva década y los 25 años de Shock, seleccionamos 25 proyectos que están por dar un salto de calidad. Les preguntamos por sus propósitos y su visión del futuro. Nik Salazar es una de nuestras 25 Apuestas Shock.
Por Alfred Lord // @AlfredLord
Desde su infancia Nik estuvo involucrado en el mundo artístico. Teatro, actuación, música. En la actuación se destacó su participación en Chica Vampiro, en el 2013. Pero hoy la música ocupa todo su tiempo y dedicación. Para lograr todo lo que se ha propuesto, cuenta, va paso a paso, preparándose, porque es consciente de que lograr un buen nivel de aprendizaje es una tarea que nunca termina. Tomó clases de canto y piano en Los Ángeles y se ha rodeado de grandes productores que han interpretado muy bien sus intereses musicales.
Sus sonidos son una mezcla de pop con ritmos urbanos. Su gran influencia viene del pop anglo de finales de los 90 y principios del 2000 donde artistas como Backstreet Boys, Michael Jackson, Phil Collins entre otros, alimentaron su gusto musical. Es consiente que la música cambia todo el tiempo y que cada vez hay menos reglas y más fusiones, porque la música es universal y los géneros ya no dividen.
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En su discografía ya tiene 20 canciones. Su primer EP homónimo tiene dos canciones producidas por Mauricio Rengifo, Nena, y No sabes tratar un corazón; el segundo, All Yours, tiene canciones en español e inglés. Este ejercicio de escribir en inglés lo acercó a la música de sus ídolos, pero quería hacer algo que tuviera más sabor latino y regresó al país para hacer música con sonidos urbanos.
Éxtasis fue la canción con la que dio el giro de la balada romántica al pop, pero el sonido que lo define llegó con 5 letras, su carta de presentación. Un viaje que viene de la mano de un buen ejercicio de producción y composición. Los productores aliados para conseguir este sonido fueron los Rudeboyz, Slow y Alenoise.
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La mayoría de sus letras son de amor y desamor, pero también de temas universales como la unión y la solidaridad entre todos, por eso para el mundial de Brasil 2014 hizo We are one, canción que participó en el concurso oficial que buscaba la canción del mundial, quedó entre las cinco finalistas, su nombre cruzó fronteras y esta participación le representó reconocimiento. Tuparami es el primer feat junto a Dragón Rojo. Su más reciente lanzamiento, Negrita, fue compuesta por Alenoise y Nik, y producida por MasterWaves. En el 2020 vienen nuevas colaboraciones y giras que llevarán la música de Nik Salazar.
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