En 2020 la cultura quedó enjaulada en las pantallas. Los planes de la industria musical se fueron al traste, pero como siempre, a pesar de la emergencia y el futuro incierto, lanzamos nuestra selección anual de artistas emergentes para meterle nueva música a las playlist. Estas son las Apuestas Shock 2021: 12 artistas que probablemente no conocían y que recomendamos para salir, por lo menos, del encierro algorítmico. Con ustedes, Chambimbe.
Por Paula Ricciulli
El Chambimbe es una planta con una pulpa pegajosa y una semilla negra. También es el nombre de la propuesta del DJ Ronal Balanta, que mezcla música del Pacífico con sonidos electrónicos.
“Lo que quería significar con Chambimbe es que, así como la semilla, todos tenemos una esencia afro en el fondo”. Su propósito es llevar las músicas tradicionales a otros escenarios.
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La música de Chambimbe une la música caucana y del Pacífico, con house o techno.
Ronal es oriundo de Santander de Quilichao, una región caracterizada por el mestizaje afro e indígena. Tras participar en diferentes agrupaciones de varios géneros y dirigir al conocido grupo Son Balanta, decidió consolidar una propuesta solista que da un nuevo aire a los sonidos tradicionales de su región, con instrumentos como violines caucanos y marimba de chonta.
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Respirar (2018) fue el primer disco de Chambimbe, que le mostró al mundo los sonidos ancestrales de su región. Fue un homenaje a la música del Cauca que lo ha acompañado desde niño. En 2020 lanzó su EP titulado Elemental, con cada canción representando un elemento de la naturaleza.
Así se presentó Chambimbe ante nuestro cuestionario
Chambimbe en una frase
Música campesina moderna.
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El cuento de Chambimbe
Había una vez, en un municipio lejano del Norte del Cauca, donde nacen montañas, donde nacen valles, donde hay negros, indígenas y mestizos nace un niño que desde muy temprana edad empezó a tocar todos los instrumentos de su región. Él decide convocar a otros músicos con todo lo que ha aprendido. Se nutre de la salsa, de la chirimía y de muchos estilos. Este niño crece y decide darle una visión distinta a su territorio para las personas conozcan su riqueza. Los músicos quieren aprender más de eso y llevar a todo el mundo lo rico de su región, siempre con problemas, pero se cumplen la misión y los sueños. La perseverancia y el amor propio y por el lugar donde vives serán suficientes para alcanzar lo que quieres.
El género de Chambimbe
“Chontabeat”, por la marimba de chonta, por ser el instrumento que representa al negro.
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El line-up de las influencias de su vida
Palmeras (una agrupación de violines caucanos), Niche, Guayacán, Ray Barreto, las bandas de pueblo, las papayeras, Nicola Cruz, Pernett, Chancha Vía Circuito, Colin Benders.
¿Va a cambiar algo después de la pandemia?
Los músicos vimos lo vulnerables que somos. Es una industria que siempre ha estado dependiendo de elementos externos y la pandemia demostró lo sensible que es la industria. Todos vivíamos un cuento de hadas con las redes sociales y con la “fama”, pero al final todos tenemos problemas financieros. Debe ser un despertar para preguntarnos qué pasa con esta industria, y qué vamos a hacer para seguir impactando.
Debemos ser menos orgullosos con lo que hacemos y dejar de pensar que es para un determinado grupo de personas y poder llevar esta música a otros públicos. Es importante la formación de públicos porque en unos años no vamos a tener quién nos escuche.
¿Qué lo cambió de la cuarentena a la hora de hacer música?
Fue muy difícil manejar la incertidumbre de no saber qué va a pasar con tu trabajo. Venía trabajando varios meses en un nuevo álbum, pero decidí parar, pues en la situación actual es difícil que se vea el regreso de la inversión que estás haciendo.
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¿Qué canción lo salvó durante las cuarentenas?
Hay una canción que no tiene que ver con mi género que se llama La crisis. Es una canción de Roberto Linares y la adopté porque da un mensaje de esperanza y de gozarse la adversidad.
¿Qué canción le dedicaría al COVID?
Esa canción que dice ¿Por qué me pegas? Tiene mucho sentimiento y definitivamente ha sido una paliza muy tremenda.