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La sociedad de la nieve y cómo hacer una película respetuosa sobre la tragedia

'La sociedad de la nieve', dirigida por Juan Antonio Bayona, se estrenó en Netflix y cuenta la historia real del accidente aéreo ocurrido en los Andes en 1972. Acá indagamos qué la hace tan buena.

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Recreación de una foto real en 'La sociedad de la nieve'
// Netflix

'La sociedad de la nieve' cuenta la historia del accidente aéreo del vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya, ocurrido en los Andes en 1972.

El film, que narra los 72 días en la montaña de los 16 sobrevivientes, ha sido elogiado por su respeto a las víctimas y sus familiares.

Tanto el director, Juan Antonio Bayona, como su equipo de producción, se tomaron el tiempo necesario para conocer a los sobrevivientes y ganarse su confianza. Grabaron más de 100 horas de entrevistas con los sobrevivientes.

No es la primera producción audiovisual que se hace al respecto, sin embargo, sí es la primera que reconstruyó la historia de la mano de las personas que estuvieron involucradas en ella.

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Fue una producción desafiante, pues nadie creía que una película en español y sin actores reconocidos tuviera el éxito que tuvo.

La película, estrenada en Netflix, se ha destacado porque crea un relato conmovedor y honesto. No evita los detalles más crudos de la tragedia, pero los trata con sensibilidad y respeto.

Uno de los momentos más difíciles, y más importantes, es la narración de la decisión de los supervivientes de comer la carne de sus compañeros fallecidos.

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Bayona trata este tema con delicadeza y, sin juzgarlos, les permite contar su historia y explicar sus motivaciones.

Hay un dilema moral y ético que ellos mismos contemplaron antes y durante la decisión. La película muestra el dilema sin dar una opinión al respecto.

"No hay amor más grande que el que da la vida por sus amigos"

Con esa frase escrita en un papel se enciende el motor central de la historia. Gracias a sus amigos, literalmente, ellos pudieron sobrevivir.

La película está llena de referencias religiosas que en ningún momento se sienten forzadas y que, en cambio, le dan ritmo a la narración.

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La frase, sobre la que giran todas las decisiones tomadas por ellos, es versículo del evangelio de San Juan 15:13-17.

Como ninguna decisión es fortuita en la narración, por ejemplo, en la escena que ocurre en una iglesia nos explican en menos de un minuto lo que pasará cuando el padre dice:

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"Tú eres mi hijo amado, dijo. Después de esto el Espíritu llevó a Jesús al desierto. Allí estuvo durante cuarenta días y cuarenta noches, siendo puesto a prueba por Satanás (...) Si eres el Hijo De Dios, que esas piedras se conviertan en panes para comer. Pero Jesús respondió << no sólo de pan vive el hombre, coman todos porque este es mi cuerpo.>>. (...) Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección, ven Señor Jesús"

Bayona hace un ejercicio que no se había visto antes en las producciones acerca de este accidente.

A diferencia de '¡Viven!', la película de 1993 dirigida por Frank Marshall y protagonizada por Ethan Hawke, 'La sociedad de la nieve' se centra en ellos como grupo.

Desde la narración colectiva presente en todo el documental hasta las decisiones desde dirección de cámara en las que, casi siempre, aparecen varios personajes en los planos.

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No es una historia clásica con "un protagonista" y un solo punto de vista.

La película estadounidense hace un hincapié innecesario en situaciones para generar morbo y se dio una "licencia creativa" para omitir o agregar cosas descuidando detalles emocionales clave.

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De hecho, esta es la primera película sobre el accidente que usa los nombres reales; tanto 'Viven' (1993) como la adaptación mexicana 'Supervivientes de los Andes' (1978) usan la historia pero con diferentes nombres.

En el largometraje de Bayona, en cambio, hay un giro que combina los géneros narrativos del cine y que fue fundamental: las familias de las víctimas fueron agregadas de manera orgánica.

Por ejemplo, Gustavo Zerbino, uno de los personajes que estudiaba medicina, fue recolectando pertenencias de los fallecidos y no quiso subirse al avión que los rescató hasta que aceptaron que podría llevarlas de regreso a su hogar.

Aunque en la película no lo muestran, Zerbino entregó cada una de las pertenencias a los familiares de sus amigos fallecidos.

“Marcelo quedó atrapado, deja de tener frío porque deja de sentir, y dejar de sentir es un alivio”

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Las decisiones estéticas duran las casi tres horas bailando al mismo ritmo que la narración.

Tener siempre la voz pausada, melancólica y reflexiva de Numa Turcatti junto a las 28 piezas musicales originales creadas por Michael Giancchino, la curaduría de la ropa y la dirección de arte hacen que la película no necesite recurrir a lugares comunes para causar las emociones que espera.

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En cuanto a la dirección de fotografía, a cargo de Pedro Luque, representó cada momento mediante composiciones pensadas para cada etapa de los 72 días.

De cada fotografía que logró rescatarse del accidente hay una escena prácticamente idéntica.

Además del reto de grabar en nieve con drones, Luque utilizó ángulos contrapicados y lentes gran angulares para enfatizar en los sentimientos, principalmente de desesperación y confusión, de quienes estuvieron allí.

La atención al detalle es una decisión estética y Bayona lo supo aprovechar: las escenas de Numa en su casa se rodaron en la casa real de él en Uruguay, el rosario de Carlitos es el original, los sobrevivientes hacen diferentes cameos en el documental, el rodaje fue en orden cronológico y los actores fueron adelgazando más de 20 kilos para el final del rodaje, entre otras cosas.

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Bayona habló con las víctimas y las familias de los sobrevivientes durante los casi dos años de rodaje para verificar cada detalle.

'La sociedad de la nieve' es la muestra de cómo hacer un documental de tragedia de forma respetuosa y de cómo la línea entre amarillismo y fidelidad a la historia puede ser gris, pero nunca invisible.

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