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Maligno: más que una simple película de asesinos y fantasmas

Crítica de la más reciente película del director James Wan.

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Maligno, la más reciente cinta de James Wan.
Foto: Warner.

James Wan es uno de los directores más interesantes de las últimas décadas. En 2004, el filme con el que debutó en Hollywood dio pie a una de las más populares franquicias de terror y cambió el género durante mucho tiempo. Hablamos de Saw: el Juego del miedo. Ahora, el director regresa al género del horror con Maligno (Malignant).

Por: Julián Ramírez // @Sir_Laguna

Durante la siguiente década, sus películas Insidious: la noche del demonio y la popular El Conjuro se alejaron de la sangre y la violencia para volver a las historias de fantasmas y posesiones demoníacas. Fueron un éxito absoluto que, igual que el film del asesino Jigsaw, marcaron el rumbo de las películas de terror durante años. Incluso lo llamaron para encargarse de grandes superproducciones, dotando a Rápidos y Furiosos 7 y Aquaman de acción intensa y mucho sentido del humor, aceptando que incluso sus elementos más ridículos o absurdos pueden ser fuente de goce para las audiencias.

El director regresa al género de horror con Maligno, un filme cuyo tráiler nos confundió bastante. Si no lo han visto, denle una mirada antes de seguir leyendo.

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El personaje principal de la película es Maddison ‘Maddy’ Lake (interpretada por Annabelle Wallis, que también protagonizó la primera Annabelle). Tras una invasión a su hogar en la que muere su esposo y pierde su embarazo, comienza a tener visiones de asesinatos cometidos por una figura oscura. De acuerdo al tráiler, el asesino es Gabriel, nada menos y nada más que el ‘amigo imaginario’ de infancia de Maddy.

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Tras ver el tráiler podemos asumir de inmediato que Gabriel es un fantasma o demonio que, por alguna razón, Maddy podía ver cuando era niña. Este no es un mal concepto para una historia de terror, pero no es uno muy original. Nos extrañó que un director tan prestigioso como Wan decidiera volver al terror con una película que corría el riesgo de ser genérica. ¡Este señor reinventó esta clase de filmes en los años dos mil y dos mil diez! ¿Acaso no piensa hacer lo mismo para estos años veinte?

Estábamos equivocados. Muy equivocados. Maligno no es la película que el tráiler insinúa que es. Es algo muy, muy diferente.

De hecho, los primeros minutos de esta cinta nos pueden hacer pensar que entramos a la sala de cine equivocada. Estos se desarrollan en lo que parece ser un hospital mental y muestra a un grupo de doctores y guardias de seguridad tratando de controlar lo que parece ser un monstruo con fuerza sobrehumana. ¿Qué tiene que ver esto con el amigo imaginario asesino del tráiler? La iluminación, uso de la cámara y malas actuaciones de esta sección la hacen sentir como una parodia de las películas de monstruos de bajo presupuesto de los años setenta.

El tono cambia de inmediato durante la siguiente hora de película. Tenemos a una protagonista atrapada en una relación abusiva, una triste historia de abortos espontáneos y un terrible trauma del pasado. A pesar de la habilidad de Wan con la cámara, Maligno no resalta mucho. Parece una película con un asesino ‘slasher’ como las de toda la vida, con una investigación policial detrás.

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Pero los cinéfilos más dedicados notarán algo especial en ella. La iluminación de algunas escenas en rojo vivo, el asesino misterioso con comportamiento inusual, sus guantes negros y la conexión sobrenatural que tiene con la protagonista son elementos comunes de un subgénero muy específico: el ‘giallo’.

Por si nunca han oído hablar de eso, el ‘giallo’ fue un tipo de películas italianas muy populares durante los años sesenta y setenta. Eran ‘thrillers’ y misterios de asesinatos con mucha sangre, violencia y desnudos que se consideran inspiradores de los ‘slashers’ americanos. A veces con asesinos deformes, enfermedades extrañas o capacidades sobrenaturales. Entre las películas más famosas del género se encuentran 6 donne per l'assassino (Blood and Black Lace), L'uccello dalle piume di cristallo (The Bird with the Crystal Plumage), Una lucertola con la pelle di donna (Lizard in a Woman’s Skin) y Profondo Rosso (Deep Red). Entre sus directores más representativos están Mario Bava, Sergio Martino, Dario Argento y Lucio Fulci.

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Esto no es coincidencia. Unas de las imágenes promocionales de la película está claramente inspirada en el estilo de los afiches de los clásicos italianos.

Durante más de la mitad de la película pensamos que su cinematografía, estilo y bizarro asesino eran un buen homenaje al ‘giallo’. Eso la hacía destacar un poco, pero su trama seguía siendo un misterio de asesinato —y posiblemente de fantasmas— común y corriente... hasta que algo cambia.

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¡Tranquilos! No pensamos hacer ‘spoilers’ aquí. Solo vamos a decir que no debimos dudar de James Wan. El último acto de Maligno cambia por completo nuestra interpretación de la película. Incluso nos hace pensar de nuevo en el significado de su título. Podemos decir que se desata por completo, las revelaciones y el festival de sangre y violencia en que se transforma hace que valga la pena un comienzo que algunos pueden considerar algo aburrido para los estándares del cine de terror. De repente, nos tiene con los ojos completamente abiertos, incapaces de creer lo que estamos viendo.

Resulta difícil determinar si esta es una buena película o no. Más de la mitad del metraje nos cuenta una historia algo genérica de asesinos y fantasmas que —a pesar de lo bien hecha que está, lo intrigante que es ver los extraños movimientos del asesino y sus referencias a un subgénero olvidado del cine— no recomendaríamos en circunstancias normales. Sus actuaciones mediocres tampoco se salvan. Pero es que su final de verdad lo cambia todo. Cosas que pensamos que eran “huecos en la trama” cobran sentido, aunque se abren nuevos huecos, y la trama toma un tono mucho más macabro.

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No son raras las películas que dependen por completo de un giro en la trama para resultar especiales. M. Night Shyamalan ha basado toda su carrera en esto y creemos que Saw, aunque buena, no hubiera tenido tanto impacto sin su sorpresa final. Algunos críticos consideran que poner toda la narrativa a depender de una revelación sorpresa es “tramposo y efectista”. Algo de razón tienen, pero no podemos ignorar lo efectivo que esto puede ser. Puede que Maligno no funcione sin sus giros, pero toda la trama está creada en base a ellos. Eso tiene mérito.

No sabemos si Maligno tendrá una influencia tan fuerte sobre el género como la que tuvieron Saw y El Conjuro, pero sí sabemos que es algo muy especial. Si son fanáticos del horror, merecen experimentar sus sorpresas.

A la hora de escribir esta nota, la película todavía se encontraba en los cines de Colombia. En un futuro debería estar disponible en el servicio de ‘streaming’ HBO Max.

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