Saltburn prometía ser todo lo que no fue. Con Jacob Elordi (Felix Catton) y Barry Keoghan (Oliver Quick) como protagonistas, esta película parecía tener los elementos necesarios para ser una película que pusiera a hablar a todo el mundo.
Y sí, pero no.
Las redes sociales se llenaron de edits de los personajes de Jacob y Barry, cuya química es, quizá, de las pocas cosas llamativas por protagonizar las escenas más “controversiales”.
Pero en el guión, son las diferencias de clase el esqueleto que, se supone, mantiene andando por dos horas y media a Saltburn.
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El problema es que intenta tanto ser disruptiva que al final termina siendo nada.
La dirección de fotografía fue impecable. El trabajo de Linus Sandgren, director de fotografía de ‘La La Land’ y ‘Babylon’, hace que uno por momento olvide que no hay nada más allá del placer visual.
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Si bien el arte es fundamental y suele ser un trampolín narrativo, en Saltburn funciona más como una cortina de humo para tapar por momentos que lo que vemos es sólo lo que hay.
Las escenas de sexo pretenden ser transgresivas, pero fueron puestas de manera tan descuidada que se quedan en un lugar cómodo, casi mediocre, respecto a la trama central.
La película habla de la idealización, la obsesión y la envidia e intenta, sin mucho éxito, hacer una crítica al exceso. Da vueltas sobre lugares comunes para llegar al final más facilista: explicar todo al final.
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Nada en Saltburn es sútil y esto no es necesariamente bueno.
Todo está puesto de forma tan burda que pierde orden y coherencia.
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Fennell convierte a Felix en un objeto de deseo y a Oliver en el ente deseante, pero esa relación de poder se queda en lo obvio que muestra la película desde el comienzo: belleza y plata.
No explora lo problemático del lujo, ni ahonda en las motivaciones de Oliver para hacer lo que hizo. Hace una recreación caricaturizada de ambas clases sociales con excelentes tomas y una maravillosa corrección de color.
El guión no deja tampoco que logr ser suspenso psicológico satírico, sino que, más bien, la convierte en un drama adolescente salido de wattpad (con una pequeña obsesión por los fluidos).
La frivolidad que intenta criticar durante más de dos horas termina siendo la misma en la que se desarrolla la película.
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Quizá Saltburn no pretendía decir mucho o hacer una (auto) crítica, quizá pretendía entretener y, digamos, que eso logró.
Es innecesariamente larga y, así mismo, corta de reseñar.
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¿Dónde ver Saltburn?
Si lo que quieren es pasar el rato, Saltburn se encuentra disponible sin pagos adicionales para los suscriptores del servicio de Prime Video.
¿Cómo grabaron Saltburn?
La película se grabó en formato 4:3, lo que da una sensación de cercanía al espectador. Como si estuviera allí, espiando.
La mansión de Felix y su familia es el castillo de Drayton House en Northamptonshire, Inglaterra. Saltburn es la primera película en utilizar el castillo para un rodaje.
Al ser ambientada en el 2006-2007, el diseño de vestuario estuvo enfocado en chaquetas ostentosas y mucha joyería.
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