Está comprobado que a la hora de ir tras nuestro artista favorito no tenemos filtro y las piernas se hacen más fuertes si es necesario correr. Pero ¿qué pasa cuando en realidad no es nuestro artista sino solo alguien vestido como él? Un grupo de chicos en Bogotá quiso hacer el experimento de lo influenciables que podemos llegar a ser cuando vemos a alguien tomarse una foto con un “famoso”, vistieron a un personaje como Bruno Mars, caminaron en el aeropuerto con él y vieron cómo en cuestión de segundos se llenaron de “admiradores” intentando tomarse fotos con la súper estrella.
A pesar de que el parecido con el artista no era tan claro fueron varios los que cayeron en la trampa y de seguro deben estar en este momento presumiendo la selfie. ¿Por qué lo hicieron? ¿En serio son tan poco fans? O ¿solo se dejaron llevar por la multitud que gritaba y se tomaba fotos? Juzguen ustedes.
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