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La catarsis emocional de Carolina Amaya en su obra

La artista nos muestra “Extrapolaciones y suspensiones: experimentos de pensamiento y pintura en la Galería Estudio 74”.

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Carolina Amaya es de las mejores artistas visuales que tenemos en el país. Tiene títulos de carrera, especialización y hasta master en Bogotá, Buenos Aires y Berlin, trabajó en Sancho BBDO como directora creativa y ese conocimiento le sirvió para aplicarlo en sus propias estrategias digitales de mercadeo. Desde sus 15 años decidió que quería ser artista y aunque no fue su primera carrera, tomó la decisión de hacer realidad su sueño y hoy con 36 años confirmó que fue lo mejor que pudo haber hecho.

Fotos: Juan Zarama Perini // @juanzperini

“Ahora estoy dedicada a hacer gran formato, muralismo y arte de instalación, ahora quiero empezar a explorar con la luz. Todo en mi obra es como una recopilación de muchas cosas, siempre ando con mis maletas y mis bolsas de recortes por los aeropuertos, ya estoy acostumbrada a la pregunta “¿y esas bolsas de basura?” Me toca responder: “es parte de mi obra, y no lo puedo botar, es algo muy personal y va con el proceso de artista que tengo”.

Sus grandes influencias son, El Bosco, Remedios Varo, Leonora Carrington, André Breton, William Blake, Ritori, el filósofo George Bataille, el maestro Armando Villegas. “Tuve la oportunidad de trabajar durante tres años con el maestro Villegas, fui a su casa porque un amigo iba a hacerle un video, cuando él me conoció me dijo que si me interesaría tomar unas clases yo le dije: “maestro no tengo como pagarle” y me respondió que la única forma de pagarle era con mi disciplina.  Durante tres años todos los sábados iba de 10 de la mañana a 3 de la tarde. Renuncie los viernes a todo, a la rumba, a los novios… De pronto no tuvo una influencia visual, pero si conceptualmente y lo entendí gracias a él, cuando le pregunté ¿qué es el arte conceptual? Me puso una silla y una butaca y me dijo: “Carolina es el tiempo lo que vale”. Por eso en mi obra hay en muchas partes la palabra tiempo, porque el tiempo termina siendo una herramienta en el arte, toda mi instalación habla sobre él, y el ser humano porque somos memorias.

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Carolina escogió cuatro obras para narrarnos la evolución que sucede en sus creaciones pero sobre todo la cercanía que tienen con su vida personal y profesional.

From the inside

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“Fue curioso porque estaba recién llegada a Berlín y en mi maleta llevaba 23 obras de la primera fase creativa, compré un overol blanco en Bogotá para estrenar allá y estar toda super lady. Llegué allá y mi estudio tenía casi 7 por 5 metros y yo llevaba los cuadros formato 50 x 50. Como a los 15 días saqué uno de los lienzos y empecé a pintar, pintaba super puesto sin ensuciar el overol, hasta que un día entraron mis dos directores alemanes a decirme “tenemos que hablar contigo”, me dijeron, “Caro por qué tu overol está tan blanco” y pensé “estoy actuando como una idiota con esos lienzos tan chiquitos y el overol súper limpio”. Ese día fue duro primero vomité y lloré frente a ese mural, no sabía lo que estaba haciendo. Esta historia siempre la voy a tener presente porque en esa catarsis, mi director me dijo “usa tu espacio, mira todo lo que tienes escrito. Arma ese collage en una gran instalación”. Cuando empecé fue desprender una cantidad de cosas como mujer y como ser humano. Entender hacia donde iba, reforzar mis convicciones porque no soy una mujer de compromisos soy una mujer de convicciones y hasta que yo no logro las cosas no me rindo. Armé toda la instalación y mis directores se sorprendieron, cuando la gente la veía no entendía nada y yo les decía “no estoy haciendo arte para que la gente la entienda”. Solo quiero ser un reflejo y que la gente entienda todo lo que hay detrás: hay mensajes a las mujeres en sentido a su liberación emocional, a perder los miedos, a saber que en la vida nada es seguro, nada es estable y si quieres cumplir algo tienes que salir de la zona de confort; y eso fue lo que hice, alejarme de mi familia, de mis amigos y ahora toda mi energía está aquí.

Algo importante del mural es que planteo todas mis obsesiones y mis torturas. Tengo muy poco pelo por el tumor que tuve y una de mis obsesiones es esa. A partir de eso todo está construido a con muchos trazos de los órganos sexuales. Todo esto en referencia a la enfermedad que tuve y la relación que he tenido con los hombres pues han sido muy fuertes y feas; y esto hace parte de un pasado, siento que esta pieza es como un eje, es como un árbol y me hace entender que si no cambias los pensamientos, los patrones de vida que tengas en las raíces, probablemente los frutos no van a salir nada bien “.

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From The Inside Bocetos

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Estos bocetos nacen a partir de todas muchas historias en donde muchos seres que finalmente se convierten en organismos sexuales. No importa si es un hombre o una mujer, un pene o una vagina, es un todo porque yo me cuestiono qué tanto tengo de hombre y qué tanto tengo de mujer. El ser humano no es único, todos tenemos un desarrollo masculino y femenino, estos dibujos son ese resultado. En estos bocetos planteo el nacimiento de la vida, mediante los genitales, el placer como si fuera una generación nueva, hay un segundo dibujo final que es un tótem que resume de lo que estamos hablando, qué tanto tengo de hombre y que tanto tengo de mujer y todos los símbolos pertenecen a un término erótico, post pornográfico sin tener que mostrar algo sexual tan literal y tan aburrido.

Suspensión y tiempo

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A partir de toda esa búsqueda que tuve empecé a trabajar con otros materiales, me estoy cuestionando, qué pasa con la pintura, no es solamente usar acrílicos, oleos, otras cosas, sino que básicamente la pintura viene a través de la luz, que es la que hace que percibamos un color que realmente no existe, todo es gris. Simplemente es una percepción que tenemos de la luz y de cómo cae sobre los objetos. Yo empecé a indagar sobre el tema  y John, mi curador, me estuvo guiando con todos esos mecanismos que tenemos de comunicación, el cable representa las formas en las que nos comunicamos hoy en día, hacía dónde vamos y la luz responde al color infinitamente. Esta es la nueva etapa del trabajo, lo más seguro es que deje la instalación y siga por el camino del color y de la luz que es bastante fuerte, la gente se ha conectado mucho porque la luz conecta. Hay un libro muy bonito que se llama Los cuatro acuerdos de Miguel Ruiz y me dejó marcada la afirmación de que los seres humanos somos luz y venimos de la luz y de las estrellas; eso es algo que me inspiró un montón para este trabajo en y algo que quiero seguir explorando, las figuras en neón representan una enumeración de lo que pueda ser el tiempo que es muy relativo y para unos es lento o rápido es innato y depende de un inicio y un final.

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From de inside pintura

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Las pinturas vienen a partir del mural y de todas las cosas que saqué del sufrimiento que viví en mis relaciones y mi sexualidad. Las cinco pinturas representan mujeres que están en su búsqueda emocional, en su libertad emocional, vaginas enormes y la aplicación de los pelos, cada una, pinturas pastudas, llenas de materia porque así es el cuerpo, pura materia. También hay una ambigüedad reflectiva ante la sociedad y lo que se convierte en una crítica hacia la mujer, hacia lo que hacemos. Debo aclarar que soy cero feminista y que amo al hombre, pero no soporto la forma como actuamos algunas chicas en las relaciones.

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Una charla con John Angel, el curador de la exposición.

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“A partir de diferentes discusiones y diálogos surgieron inquietudes que luego se potenciaron en posibles formas de desarrollar la exposición, porque desde un principio Carolina tenía la intención de desarrollar un montaje de la forma convencional, tener obras bidimensionales en un montaje clásico y restringido. La idea era explorar otro tipo de posibilidades con el mismo espacio, con diferentes piezas y elementos visuales que hacen de una manera orgánica que la arquitectura y la naturaleza del edificio se integren con la pieza”.

De esta manera se continuaba con el planteamiento que surgió en el montaje en Berlín. “Ya acá en Bogotá luego de haber explorado las diferentes dimensiones que había en su obra comenzamos a ver cuáles se desprendían para el proyecto”.

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¿Cómo fue la selección de las obras?

No seleccionamos ninguna, fue al revés, comenzaron a aparecer las piezas a partir de las conversaciones, una cosa que a Carolina le interesaba y que lo vi desde el comienzo fue el potencial de la pintura, quería que se empezara a desprender del lienzo y hacer algo más escultórico y es ahí cuando aparecen las pinturas con el cordón neón que implica pintar el lienzo y además del cordón una luz neón.  Ella fue descubriendo en sus talleres y sus apuntes qué podía utilizar realmente y así poco a poco durante seis meses apareció lo que necesitábamos.

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¿Por qué es importante exponer?

Es la posibilidad de materializar esos procesos que quedan un poco en el boceto o en la expectativa de proyecto, cuando un artista tiene la posibilidad de poner en escena sus obras y luego en el dominio público todo deja de ser una ilusión y un deseo y pasa al plano material. Un artista necesita de la interacción del público para que emerja el dialogo.

¿Cómo curador cuales son esos tres factores importantes que busca?

Hay tres cosas importantes: poder materializar un proyecto, desplegarlo en el espacio y comenzar a desarrollar más estrategias de cómo utilizar materiales en pro de esas e ideas para tener el feedback de esos diferentes públicos, desde un criticas flotantes hasta las más especializadas.

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