Así fue el cierre del SOMA 2016 con Foals y Claptone

Fotos: Alejandra Mar

A Foals parece gustarle venir a Colombia. Con la del SOMA 2016 sumó cinco presentaciones en estas tierras. Vino por primera vez en 2011 acompañando a los Red Hot Chili Peppers y desde ese entonces no han pasado más de dos años sin tenerlos de vuelta. La banda de Oxford pasó por el Estéreo Picnic 2013, por el el Breakfest en Medellín, hizo un show en el Royal Center para promocionar su disco What Went Down en 2015 y ahora, un año después, volvió al cierre de uno de los circuitos sonoros más refrescantes para la música en la capital: el SOMA, el mismo escenario que durante los últimos años nos ha puesto al frente a una selección de nuevos clásicos como Tame Impala, Metronomy o Thievery Corporation. Esta vez Foals volvió a un espacio sin las limitaciones técnicas que tenía el Royal Center, Chamorro City Hall. Y a pesar de ser la quinta vez que vienen no les ha faltado público.

A la escena local parece gustarle que venga Foals. Desde que los ingleses empezaron a coger fuerza en el mapa mundial de la música no han perdido impulso. Solo basta que Yannis Philippakis se pare en el escenario para que empiece a parecer poseído por el poder de su guitarra y la gente se contagie de sus saltos. En la tarima del SOMA volvieron a demostrar porque son músicos viscerales, y porque su show ha sido premiado como uno de los mejores actos en vivo del mundo.

A la presentación de Foals la antecedió una corta dosis del garaje rock de The Kitsch y una tremenda descarga del productor enmascarado Claptone. Este último, oriundo de Berlín, lleva también varios días por Colombia repartiendo sets del house más fino con su enigmática careta dorada. Pasó por Cali, Medellín y vino a bajar el telón de esta nueva edición de la plataforma sonora más vanguardista de la escena local.