Por: Antonio 'Rolo' Alarcón / @elroleins
Foto: Andrés Alvarado / @alvarado_foto
Patrimonio cultural inmaterial de la humanidad fue declarado este corregimiento escondido en medio del departamento de Bolívar y en donde conviven cerca de cuatro mil hijos de la cultura y tradición africana. Calles sin pavimentar, un acueducto a medio andar, un sistema eléctrico que puede fallar hasta en medio de un partido de la selección Colombia y una conexión a internet que más parece un mito en la región, son algunas de las realidades a la que los palenqueros se enfrentan todos los días. Sin embargo, a diferencia de lo que podría pasar en cualquier lugar del país y el mundo en estas condiciones, en sus rostros permanece intacto el dibujo de una sonrisa y un saludo amable para quien hasta allí llega.
San Basilio es una prueba viva de la tradición afrodescendiente y aunque su legado parece fisurarse entre generaciones, aún hay quienes protegen y recuperan su historia a través de un elemento fundamental para su cultura como la música, siendo ella quien transversaliza el sentir y pensar del palenquero.
En San Basilio se celebra la vida con música. Se habla, canta y baila al son de bullerengue sentado, chalupa, chalusonga, son palenquero y son de negros. La música, en resumidas cuentas, podría ser el lenguaje palenquero por excelencia, por esa razón, el ejercicio se ha convertido en proteger este legado pasando conocimientos de generación en generación. Tarea a la que se han dado personajes como el maestro Rafaél Cassiani, quien tomó la batuta del Sexteto Tabalá a muy corta edad -recibiéndola de su tío, maestro y fundador del sexteto por el año 40- y se ha mantenido en pie hasta hoy día llevando su voz a lugares como Argentina, Panamá, Estados Unidos, Canadá y Europa. Para el maestro Cassiani esto no es suficiente, por eso se ha encargado de compartir sus historias y experiencias con nuevos intérpretes como Kombilesa Mi, un colectivo de hip hop que entre castellano y palenquero narra la cotidianidad de su región; lo bonito de una tierra ancestral. Y como ellos todos, porque en Palenque lo que sobra es talento. Desde los más chicos hasta los entrados en años lo único que destilan es sabor.
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Fue a este surreal paraíso -donde las noticias son narradas a pregones por un hermoso viejo de barbas blancas llamado Panamá- que #LaMeraVuelta llegó para compartir experiencias y alegrías con los de la casa. Desde la casa de la cultura, en donde se encuentra el único estudio de grabación del lugar, charlamos, aprendimos y entendimos de Palenque y sus música gracias a la perspectiva de jóvenes como Gabriel Marimón y Luis Hender Martinez, cabezas del colectivo Kombilesa Mi –mis amigos, en castellano- y líderes sociales y culturales palenqueros. Y del estudio a la calle con Baracus. Montándose junto al picó del Isleño Jr. los Peligrosos prendieron una fiesta llena de alegría con la que San Basilio extendió sus brazos para abrazarlos y hacerlos sentir como en su propio hogar recargando de energía a todos los que hacemos parte de esta aventura.
Las siguientes parada de #LaMeraVuelta
29 de diciembre: Cartagena
30 de diciembre: Barranquilla
31 de diciembre: Taganga
1 de enero: Rioacha
2 de enero: Cabo de la Vela
3 de enero: Punta Gallinas
6 de enero: Valledupar
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