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El Colectivo Jaguar fue recibido en Leticia con una ceremonia de esperanza

El Colectivo Jaguar aterrizó en Leticia y fue recibido en la maloca con una ceremonia de danza y esperanza

"Venimos aquí a entregar un pedacito de nuestro corazón y de nuestras ganas de sanar". Rubén Albarrán, líder de Café Tacuba y miembro de Colectivo Jaguar.

Por: Mariangela Rubbini Q. @bilirubbini
desde Leticia (Amazonas)

Fotos: Alejandra Mar @Alejandra_Mar_

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Un vuelo de la compañía Lan Chile, que salió de Bogotá a las 9:07 de la mañana del viernes 6 de marzo, llevaba entre sus pasajeros, a Manu Chao, Roco Pachukote de la Maldita Vecindad, Moyenei Valdés, Rubén Alborrán de Café Tacuba y los Doctor Krápula, así como también a algunos periodistas, amigos y colaboradores de este proyecto colectivo que hoy ruge con todas sus fuerzas por los derechos de la Amazonía. No hubo tíquetes en primera clase para nadie ni consideraciones especiales. En Leticia, de hecho, Manu se hospeda en un hostal que está ubicado a no más de tres cuadras de la Maloca que fue construida dentro de Leticia como centro de conocimiento y encuentro para los indígenas que viven en la ciudad, muchos de ellos desplazados y víctimas de la violencia.

La noche del viernes, los artistas representantes del Colectivo Jaguar y quienes viajamos con ellos para documentar todo lo que sucederá en el transcurso de este fin de semana en el Amazonas, fuimos invitados por algunos líderes de las comunidades indígenas de la región a celebrar esta unión de fuerzas y el trabajo colaborativo que se está dando entre algunas instituciones gubernamentales, realmente interesadas en la situación de peligro a la que se enfrenta hoy la Amazonía (como la Unidad de Víctimas), el colectivo y los líderes de las comunidades indígenas. A las 6 de la tarde fuimos llegando todos a la Maloca. Justo a la entrada, las mujeres nos esperaban con Casabe y Cahuana de Asaí con almidón.
"Hemos sido víctimas de engaño tras engaño de parte del Gobierno, y aunque no nos sentimos vencidos, sí nos sentimos cansados. Pero con la ayuda de ustedes no vamos a permitir que nos sigan engañando", fueron las primeras palabras de los abuelos dirigiéndose a los representantes del Colectivo que respondieron a la invitación. Rubén Alborrán de Cafeta fue el primero en llegar al lugar. Iba descalzo.

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Colgados en las paredes de la Maloca,vimos varios carteles que fueron pintados a mano por algunas mujeres de las comunidades. En ellos se leían mensajes y textos como: "No a la violación sistemática de los derechos humanos, y en especial a la de los derechos culturales, sociales, ambientales y económicos", "No a la trata de personas ni al tráfico en la triple frontera", "No a la comercialización y privatización del agua porque nuestros recursos hídricos los consideramos un derecho monetario público del bien común", "No a cualquier tipo de violencia contra las mujeres, contra los hombres y los jóvenes", "No a la visión de desarrollo basada en la muerte. Sí a una visión que respete la vida y la solidaridad de los pueblos indígenas", "Las mujeres nos sentimos orgullosas de reconocernos y ser dueñas, cuidadoras y defensoras guardianas de los recursos naturales de nuestra Cuenca Amazónica. Somos constructoras de paz en permanente convivencia y armonía con la Madre Tierra y divulgadoras de nuestras culturas ancestrales", "No a la explotación maderera y minera. No a mega proyectos en territorio amazónico".

Uno a uno se fueron sentando para escuchar la palabra de los abuelos, Roco, Moyenei, Chucho Merchán, los Krápula. Todos, menos Manu Chao, quién sin embargo, sí estará presente en el encuentro/rueda de prensa que se hará el sábado 7 de marzo en horas de la mañana para la lectura del manifiesto que resume todas las peticiones para que se respeten los derechos de la Amazonía.  Alrededor del ritual del mambeo, en el que los abuelos comparten su conocimiento, ellos se refirieron con alegría y mucha ilusión a este maravilloso encuentro entre los artistas y las comunidades. Sus sabias palabras quedaron registradas para el documental que el Colectivo está rodando de la mano del director Christian Schmidt y de la productora audiovisual Locomotora.

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Pese a que son muchos, los indígenas desplazados y víctimas de la violencia, los abuelos y sabios de las comunidades no dudan en llamar a este un territorio de amor y de unión. "Ustedes tienen la voluntad de apoyar, y ese para nosotros es un gesto de hermandad muy bonito. Esta es la palabra de los abuelos y ustedes ya son considerados nietos para nosotros. Hemos querido recibirlos en la Maloka, que es el símbolo del Cosmos y que nos acoge a todos sin discriminación social, de color o racial. La protección de la Amazonía es una lucha que hoy atañe no solamente a los pueblos indígenas. Estamos hablando de la conservación de la Madre Tierra y nos parece un gesto muy bonito de hermandad que quieran colaborar. Bienvenidos a esta casa", dijeron mientras compartían su medicina con los artistas.

Entre las 6 de la tarde y las 10 de la noche, el Colectivo recibió el mensaje de líderes y sabios de 16 comunidades indígenas. Con cantos y bailes de hombres, mujeres y niños sobre la abundancia y la relación con el medio ambiente, la flora y la fauna, los abuelos y las abuelas les expresaron su agradecimiento por haberse unido a esta causa por la defensa de derechos de los pueblos indígenas. "Debemos unirnos para decirle no más a la guerra. A esa violencia que ha desplazado a muchos indígenas hacia los cascos urbanos. Esta lucha en conjunto con ustedes es realmente muy valiosa porque estamos convencidos de que por medio del arte también se hace paz y también se hace nación. Este es un llamado a que nos juntemos y a que tengamos ese sentido de pertenencia por la diversidad cultural de nuestros territorios. Luchamos para qué la Amazonía siga siendo pulmón del mundo. Aprendan de nuestros saberes y vayan y difundan a otros este conocimiento".

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Cuando ya se acercaba el final de la velada, fueron pasando al frente, y uno a uno, los artistas del Colectivo Jaguar. En un hermosísimo acto de humildad, agradecimiento y compromiso, cada uno ellos le regaló a los asistentes un emotivo y sentido cántico que nos puso los pelos de punta y que nos contagió de un sentimiento de armonía y felicidad que no puede describirse con palabras. David Jaramillo, uno de los grandes incitadores a que el Colectivo Jaguar cobrara vida y músico de Krápula, no pudo describir ese momento de mejor manera: "Nos sentimos con el corazón repleto de amor y alegría porque nos han permitido entrar a su casa y nos han ofrecido su medicina, su conocimiento y su cariño. Agradecemos esa palabra que resiste y que nos invita a que seamos cada vez más los que hagamos parte de esta lucha".

Y tal y como lo afirmó Roco Pachukote de La Maldita Vecindad, "La vida se agradece cantando, la vida se agradece danzando" la noche terminó con los bailes y cánticos de los abuelos", no sin que antes Rubén Alborrán, concluyera diciendo: "Estamos aquí reunidos para empezar a hablar de las cosas que son realmente importantes. Para qué con el aprendizaje de los abuelos empecemos a caminar derecho. Aunque nosotros no seamos indígenas, nos consideramos indios porque amamos la Madre Tierra. ¡La madrecita! Venimos aquí a entregar un pedacito de nuestros corazón y de nuestras ganas de sanar".

Siga al Colectivo Jaguar en @ColectivoJaguar

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"Hemos sido víctimas de engaño tras engaño de parte del Gobierno, y aunque no nos sentimos vencidos, sí nos sentimos cansados. Pero con la ayuda de ustedes no vamos a permitir que nos sigan engañando". Líder indígena

"La protección de la Amazonía es una lucha que hoy atañe no solamente a los pueblos indígenas. Estamos hablando de la conservación de la Madre Tierra y nos parece un gesto muy bonito de hermandad que quieran colaborar. Bienvenidos a esta casa". Líder indígena

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"Estamos aquí reunidos para empezar a hablar de las cosas que son realmente importantes. Para qué con el aprendizaje de los abuelos empecemos a caminar derecho. Aunque nosotros no seamos indígenas, nos consideramos indios porque amamos la Madre Tierra" Rubén Albarrán (Cafe Tacuba)

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