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A 25 años de El Rey León, las 5 escenas que marcaron nuestra infancia

"¡Hakuna Matata!"

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DISNEY

Decir que El Rey León fue estrenada en 1994, suena a algo de otra era. Si se piensa desde términos más amplios, 20 años no es tanto tiempo. Pero si se piensa en los cambios vividos en ese tiempo, queda la sensación que fue un momento en que las cosas en general eran más simples.

Por Edgar Medrano 

Hakuna-Matata es el lema de toda una generación. Hasta servía como respuesta en una conversación casual. Así de grande fue el impacto de esta película en la cultura popular. Aunque esta sea una de las escenas más recodadas, principalmente por la compañía del simpático dúo Timón y Pumba en la canción, no significa que esta sea la única.

El Rey León dura una hora y media de y sube y baja: no se podía esperar otra cosa estando inspirada en Hamlet. Nos pone a reír sabiendo que a los dos minutos después, las lágrimas están al borde de los ojos. Aquí algunas de sus escenas más memorables: 

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El círculo de la vida 

El sol rompe el horizonte. Cubre de luz lo que hay a su alcance, la vida despierta, la vida se crea. Un cántico los llama, los convoca. La vida tiene muchas formas, muchos colores, infinidad de maneras de presentarse. Manadas, plumas, cascadas rebosantes de agua, montañas, la niebla, cuellos largos, ocho patas. Todos caminan, al mismo sitio se reúnen. Únicamente para presentar el nuevo heredero del reino, celebran el nacimiento de una vida más. Nació Simba, hijo de Mufasa. Rey de las Praderas.

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Hakuna Matata

Una forma de ser, nada que temer. Sin preocuparse es como hay que vivir. A eso se resume, una vida sin ataduras ni responsabilidades. Para Simba se convierte en una manera fácil de olvidar sus problemas y vivir en el presente. Sin comprender que dejó a su madre y a su mejor amiga atrás, teniendo a Scar como rey; además de tirar al traste las enseñanzas de su padre. Sin dejar de lado la falta de interés en sus responsabilidades como heredero del reino. Simba crece con esta filosofía, junto a Timón y Pumba, hasta que la misma vida de demuestra que no todo puede ser Hakuna Matata. Hasta entonces disfrutemos la canción, es de las más divertidas que se han hecho en una película animada de Disney.

La visión de Simba

El pasado y responsabilidades de Simba lo alcanzan. No puede huir más, tiene que enfrentarlas. Eso lo llena de miedos. En consecuencia, Mufasa se revela ante él. Cuestionándole en lo que se ha convertido, para que así recuerde quien es y tome las riendas de su vida otra vez. Enfrentar el pasado puede ser difícil y doloroso, pero es la única manera de avanzar. Para no quedarse estancado, Simba decide regresar al reino y dar cara a las responsabilidades a las que tiene llamado, para así también honrar a su padre.

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El ciclo de la vida vuelve 

El reinado de terror de Scar ha terminado, vuelve la prosperidad, regresa la luz. La Pradera tiene dos nuevos amigos. El reino animal es invocado de nuevo, todos atienden al llamado para reunirse otra vez. La vida vuelve a manifestarse en todo su esplendor, hay un motivo de celebración. Desde ese día, una nueva vida los acompaña, Simba y Nala han tenido un hijo, el nuevo heredero al reino. De esta manera, el ciclo de la vida vuelve a iniciar.

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La muerte de Mufasa 

La crueldad de esta escena es infinita, motivo de trauma para muchos espectadores. La frialdad de Scar (Tío de Simba y hermano de Mufasa) es descomunal. Primero, deja expuesto a su sobrino a la estampida que provocan las hienas. Segundo, finge preocupación pos Simba, para que Mufasa vaya en su auxilio. Tercero, después de que Mufasa salva a Simba, intenta trepar por las rocas, donde Scar lo lanza de nuevo a la estampida. Cuarto, Scar culpa a Simba de la muerte de Mufasa, haciéndolo huir lejos de La Pradera. El plan resulta a la perfección. Scar saca del camino al rey y a su heredero. Ahora es el rey, sin nadie en el camino para disputarlo. Por ahora.

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