Florence and the Machine: el poder de la música en vivo

Fotos: Daniel Álvarez (Instagram: @daniel.alvarez9) y Alejandra Mar (Instagram: @alejandra.mar)

Cuando Björk vino a Colombia por allá en el 2007, quedó inmortalizada como uno de los actos en vivo épicos en el país. En su momento la presentación de la islandesa impactó no solo por lo vanguardista y trasgresora de su propuesta o por su desgarradora voz, sino por su puesta en escena: un montaje que, más allá de la deslumbrante Reactable, traía una orquesta femenina que reunía vientos y coros. Lo de Florence and the Machine hoy en el Estéreo Picnic permitió revivir algo de esas ambiciosas puestas en escena. Sin la misma dosis experimental, pero con una robusta propuesta musical, esta banda inglesa de pop ornamentado sorprendió a fanáticos y otros curiosos que se pararon a ver a una de las cabezas de cartel. Al frente estaba la peliroja Florence Welch, un híbrido entre un hada de cuento y una popstar enérgica, que no se atenuó por la altura bogotana y corrió de lado a lado de la tarima, cantó hasta el tono más alto y animó al público. Detrás suyo se organizó un sólido ensamble que incluía arpa, trompetas, percusión y coristas. Un toque que celebró el acto de ver música en vivo.