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¿Por qué las redes sociales se empecinan en quitarnos el derecho a ignorar?

Instagram ahora avisa la última hora de conexión. Parece que entre los mandamientos de Facebook está escrito sobre piedra: ‘No ignorarás al prójimo’.

615262_Foto. Gettyimages
Foto. Gettyimages

Hace unos días Instagram estrenó una nueva función. Aunque bueno, más que funcional, para los usuarios puede resultar disfuncional. Se trata del aviso de la famosa última conexión. Una comunicación que ya había sido incluida en las otras plataformas del dueño de nuestros algoritmos sociales, Mark Zuckerberg: Facebook Messenger y Whatsapp. Desde luego, a mucha gente le resultó molesto: a los ignoradores por ser expuestos y a los ignorados por hacerlos caer en cuenta de su escaza importancia para el otro.

Aunque se puede quitar fácilmente, el aviso aparece ahora en las conversaciones de los mensajes directos de Instagram. Se puede ver la última hora de conexión y si el otro usuario está activo siempre y cuando tengamos una conversación iniciada. ¿Le hacía falta esa “novedad” a Instagram?

Recientemente Zuckerberg anunció una novedad importante en el algoritmo de Facebook. Según parece quiere que la red social que lo hizo famoso vuelva a ser utilizada por las familias, amigos y conocidos. Es decir, que el feed vuelva a ser el muro en el que se exhiben los logros sociales ante los demás. Aunque se ha dicho que el cambio responde a la solicitud de muchos usuarios, parece que es un indicio de que el creador de Facebook tiene una idea muy clara de cómo quiere que interactuemos, y que basta con que haga unas cuantas movidas para modificar nuestras relaciones.

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¿Será entonces que Zuckerberg tenga un trauma con alguna ignorada o friendzoneada del pasado? Puede ser, pero sin tener modo alguno para corroborarlo, parece ser más significativo pensar que cada que se utiliza este aviso los usuarios se ven obligados a permanecer durante más tiempo en la plataforma y las interacciones son más satisfactorias. Es este el otro punto al que Zuckerberg nos ha querido tener acostumbrados desde su plataforma principal, Facebook. Pues es bien sabido que en esta red social se privilegian los contenidos positivos. La ausencia del botón no me gusta es tal vez la prueba más certera de ello. Aunque recientemente incluyeron las reacciones Sad y Angry (triste o enfadado), su utilización coincide con un rápido cambio en el algoritmo para que se dejen de privilegiar las reacciones por encima de los comentarios y los compartidos.

Así las cosas, más que hacernos ganar una que otra pelea de pareja, lo que Facebook quiere es inmiscuirse de forma directa en la forma en que interactuamos con los demás. Problemático o no, suena muy oscuro que una empresa tenga tanto poder sobre nuestras relaciones.

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