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Cimafunk: “la música le llega a la gente independientemente del género”

El cantante cubano estrenó el primer sencillo de su próximo álbum, ‘Funk Aspirin’ junto a la leyenda del funk George Clinton.

CimaFunk y George Clinton
CimaFunk y George Clinton
// Cortesia Queen Street Talent

Cimafunk tenía shows y presentaciones planeadas para el 2020, todo se aplazó por la pandemia, pero ese tiempo lo dedicó por completo para producir su nueva placa discográfica, que se estrenará en octubre.

El primer sencillo de este álbum lo grabó junto a una de sus grandes influencias musicales, George Clinton. No solo cumplió un sueño, sino que unió dos generaciones del funk. Este álbum lo hizo junto al productor Jack Splash, ganador de varios Grammy por su trabajo con Kendrick Lamar, Alicia Keys, John Legend, Goodie Mob, Valerie June, Tank & the Bangas, entre otros.

Hablamos con Cimafunk desde el aeropuerto internacional de Ciudad de México, acerca de este nuevo sencillo, y de cómo logró que su música saliera de Cuba para el mundo.

¿Qué planes afectó este tiempo?

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Teníamos planeadas grandes conciertos-, Lollapalooza, el Festival de Jazz en Los Ángeles, varias cosas que se aplazaron por el covid, pero me puse a producir todo el año el LP y canciones para otros artistas.

Logramos concretar el disco nuevo con Jack Splash. No nos conocemos, hemos estado trabajando durante un año haciendo este disco, todo el tiempo ha sido por llamadas, redes sociales, audios y hablamos como si fuéramos amigos de toda la vida. Ha sido súper loco y sabroso, todo este tiempo ha sido nuevo para todos.

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¿Cómo ha sido ese ejercicio de grabar a distancia?

Este álbum es esencialmente funk, pero tratamos de darle un sonido actual, que se sienta la necesidad de coger la calle y tocar, eso está en este álbum, a eso suena, ‘yo lo que quiero es salir y bailar’. Todo el proceso de creación fue bastante libre, hacía la parte de la música o la mayor parte de ella, le ponía textos, algunas melodías y se lo enviaba a músicos en Cuba les marcaba las líneas de bajo, de trompeta, le ponía metales, percusiones, yo no estaba en Cuba, era un triángulo, Los Ángeles, Francia, Cuba y así fue pasando. Eso hizo que la música tuviera un tiempo para madurar, porque estaba en tantas manos y empezamos a sentir que era algo nuestro, tanto para los músicos míos, como para amigos que grabaron el disco. Trabajamos con mucho cariño, no lo hicimos por los parámetros establecidos.

Trabajaron junto a George Clinton ¿qué fue lo mejor de este encuentro?

Lo que pasa con él es que soy fanático no solo de la música sino el concepto que representa, de disfrute de vida, del "groove". Que él aparezca en el estudio a las 11 de la mañana hasta las 6 de la tarde, grabe en media hora y el resto de tiempo no sentemos a hablar de música, de la vida y de otros tiempos, lo disfruté mucho.

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George es un fanático de la música afrocubana, él es un maestro de los tiempos, todo lo empezó en los tiempos exactos. Escoger cuales pistas quedaban en la canción fue muy difícil, todas quedaron bien, la canción está ahí y a la gente le gusta cantidades, fue un sueño cumplido.

¿Cómo es para usted hacer música en Cuba?

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En mi caso personal todo fue de mucho trabajo, mucho sacrificio, nunca estuve dolido, sufrido, por tener que hacer otras cosas, yo realmente no soy de escuela, yo decidí hacer música y cuando decidí que quería vivir de eso, primero tuve que dejar mi carrera de medicina y mudarme a la capital. Ahí con lógica de la vida, estés donde estés, si te vas a la capital de tu país, donde todo es más caro, sin los recursos necesarios, tienes que hacer otras cosas para poder sobrevivir, simplemente lo estuve haciendo por varios años.

Funk Aspirin
Portada Funk Aspirin
// Cortesía artista

¿En qué momento llega esa oportunidad de hacer música?

Un día decidí buscar a un conocido, una persona de mi barrio natal que era famosa en Cuba. Toqué la puerta de su casa y le dije: “necesito ayuda, hermano, estoy aquí, tengo unas canciones”. Literalmente me dijo: “estoy almorzando, vuelve en 15 minutos”. Volví, le toqué algunas canciones y dijo: “cantas bien, tienes talento, haz coros conmigo". Hice coros en un concierto que trasmitieron en vivo, en el teatro más grande de la Habana, a partir de ese momento, todo cambió.

Pero fue en ese preciso momento donde me decidí a parar lo que estaba haciendo y a enfocarme en lo que quería hacer. Me dije " yo vine aquí para esto, no vine aquí para trabajar todo el día y por la noche irme con los amigos a tomar, enfiestar o no sé qué más", que está rico también, pero hay un momento donde necesitaba organizarme y lo hice.

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Todo empezó a funcionar, hice coros ahí, empecé a hacer coros en otro lado, me empezaron a llamar para grabar canciones y ahí fui cogiendo experiencia, y esa experiencia me ayudó primero a formar una banda de covers. Después viajé en un crucero, y ahí fue cuando decidí grabar mi primer disco.

¿Y cómo grabó el primer disco?

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Hice el disco en mi casa, con lo más básico de producción musical, el micrófono de grabar, trompetas, la consola de sonido, con la cama atrás y la computadora adelante, al final siempre es complicado pero nunca viví eso con dolor, al contrario, fue súper mágico, lo disfruté, fue emocionante. De pronto descubrí que podía hacer música, puedo hacer una canción yo solo, de arriba a abajo, y eso es poderoso.

¿Cuál fue la respuesta del público?

Si la música esta rica vas a tener un público, porque hay público para todo, igual que en Colombia, hay un legado musical que la gente tiene incorporado. Si haces pop y lo haces bien, vas a tener un público, porque la gente sigue ahí, si haces rock and roll y lo haces puro killer la gente va a seguir ahí. Yo estaba haciendo eso que tampoco era funk, era una fusión, no tenía como tal un género en el 2018 y al final la gente decidió que le gustaba y ya.

¿Cómo se mantiene el público?

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Al final la música que llega a la gente independientemente del género, le llega por otro tipo de sensores, cuando le toca eso ahí, la gente no se cuestiona que género es. En Cuba siempre es así, yo toco para cualquiera, como decimos nosotros, la gente de los repartos, la gente del centro, la gente que estudia en la universidad, gente que es más filosófica, cualquiera de esos al final, el ‘cuchito’ ese del club, eso no te deja, no sueltas.

Una lección que aprendió

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Los shows no son solo por la economía, sino por las emociones internas, llega un momento que lo necesitas, este año me di cuenta de eso, es increíble la necesidad que siente uno de subirse al escenario. También la necesidad de compartir, de interactuar con la gente, eso viene en este nuevo álbum, busca que la gente se relaje, se conecte con las canciones y las comparta.

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