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Comandante Cobra: cumplir los sueños de la adolescencia

Hablamos con una banda representante del ska core de Medellín.

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Foto por May López

Esta banda paisa es la representante del ska core en el Festival Altavoz 2020. Conversamos con Boris Vásquez, su bajista, quien reseñó los tropiezos y los logros conseguidos en once años de trayectoria.

Por William Martínez

¿Qué detonó el surgimiento de Comandante Cobra?
Todos los miembros de la banda nos conocimos en conciertos locales. La escena neo punk en Medellín se construyó por medio del voz a voz. Como venían a tocar muy pocas bandas internacionales, el parche de nosotros era ver bandas como I.R.A., Grito, Código Rojo, Nueve Once, entre otras. Somos el hijo bastardo de esa escena, porque no tocamos el género que ellos tocan, pero hacemos parte de ella.

Yo hago parte de la segunda oleada de la banda, pero la historia que me contaron sobre la conformación del grupo es la siguiente. El vocalista Juan Pablo Lalinde y el baterista Esteban Rodríguez son primos y compartían un círculo de amigos, entre ellos integrantes de otras bandas. Nuestro baterista era muy amigo de nuestro anterior trompetista y querían hacer una banda diferente. Ellos querían tocar hardcore con melodía, pero que esa melodía no estuviera marcada por la voz ni por las guitarras. Así se los ocurrió la idea de integrar instrumentos de viento y nació Comandante Cobra.

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¿Por qué en una década de trayectoria solo han grabado un larga duración?
La verdad es que, al principio, Comandante Cobra era un parche de amigos. Por eso, cuando algún integrante se ha tenido que ir por un viaje o por trabajo, lo hemos esperado para continuar. Antes de entrar a la banda yo fui a muchos conciertos donde ellos tocaban sin haber grabado, y así duraron varios años. Cuando yo entré, grabamos el primer EP (Que empiece la acción, 2012), que contó con la producción de Rogelio, vocalista de Tom Sawyer y guitarrista de Mojiganga. Gracias a ese EP tocamos muchísimo. Nos invitaron de varias ciudades y ganamos las eliminatorias del Festival Altavoz compitiendo con nuestros ídolos. Esa es una de las razones principales para demorarnos en grabar el primer larga duración. Somos parte del fenómeno clásico por el cual conocimos muchas bandas: a través del voz a voz. Yo conocí a Código Rojo, por ejemplo, porque me invitaron a un concierto de ellos, y tampoco habían grabado.

Vos sabés que para tener una banda en Colombia hay que sacrificar muchísimas vainas. No siempre te pagan cuando viajás, no siempre te pagan cuando tocás. A pesar de tener miembros con cierto reconocimiento por diferentes proyectos, seguíamos siendo una banda emergente. Entonces nos dedicamos a tocar en la escena que nosotros ya conocíamos. No había dinero para sostener una grabación. También hemos tenido varios cambios de integrantes, lo que ha demorado el proceso. Hasta que no conseguimos la alineación ideal no nos lanzamos a grabar los temas que desde hace rato habíamos compuesto.

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Comandante cobra
Foto de Factor Mostaza

¿Cómo era la escena punk rock paisa a principios del 2000 y cómo es ahora?
Cuando yo empecé a ir a conciertos los aforos mínimos eran de 3.500 personas. Bandas que nunca habían grabado llenaban parqueaderos de discotecas. La verdad no sé qué se hizo tanta gente. Para muchos, esto era simplemente una fase. Recuerdo que la escena era muy unida. Había muy pocos espacios para tocar y debíamos unirnos para construirlos. Yo iba a un concierto y tocaban I.R.A., Grito, Código Rojo y Mojiganga: todas de géneros distintos y no importaba. El parche era más contracultural. Eso se ha perdido porque ahora solo hay parches de punk o de hardcore. Se produjo una división. Muchos definieron su gusto y optaron solo por un género. Más o menos en 2004, los líderes de la escena tuvieron que buscar un trabajo porque la música no les daba para vivir y paralelamente hubo un cambio cultural: lo urbano se popularizó más que el rock. En 2010, sin embargo, hubo una explosión de nuevas bandas que revivió la escena: Antised, Bankrrota, En Contra de Todo, entre otras.

Comandante Cobra nació para cumplir sueños a través de la música. ¿Qué sueños han cumplido?
Logramos tocar en la tarima internacional del Festival Altavoz siendo una banda emergente. Ese fue uno de los primeros sueños cumplidos. También conocimos y trabajamos con las personas que fueron nuestros ídolos. En nuestro primer EP, participó Rogelio de Tom Sawyer, y en nuestro larga duración colaboraron Manzano (Grito), Mónica y Viola (I.R.A.), Regino (Johnie All Stars), entre otros. También se han cumplido sueños individuales. En mi caso, viajar para tocar y las puertas que se han abierto. El año pasado, por ejemplo, fui el bajista de Nadie en su gira. En el caso del baterista, también toca con Johnie All Stars y con Tom Sawyer cuando vuelve a aparecer. Nuestra próxima meta es tocar en el extranjero.

Para muchos músicos emergentes, es frustrante sacar de su propio bolsillo para pagar ensayos, comprar equipos y grabar sin que eso se vea reflejado en un avance en la carrera de la banda. ¿Qué opinan sobre este estado de cosas?
Esa discusión ha salido a flote en momentos de rabia. Sin embargo, creo que lo que nos permite seguir es que la mayoría de los integrantes trabajamos en el campo musical. El guitarrista y el baterista tienen su estudio y su ensayadero, los vientistas trabajan como músicos de sesión, yo toco en otras bandas y así. Pero lo más importante es nosotros no hacemos música con el afán de que pase algo. Si hay plata, nos encanta. Si no hay plata, no nos importa. Hacemos esto por nosotros. Nos encanta tocar.

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Comandante Cobra
Foto de Rozo Gráfico

Comandante Cobra ha tocado en Bogotá y en Armenia, pero sobre todo en lugares de Antioquia: Medellín, Rionegro, Envigado, Guatapé. ¿Por qué ha sido difícil trascender fronteras?
Sobre todo por falta de plata y por el trabajo. Es complicado pedir permisos cada tanto. Pero también pasa que no nos llaman de ningún otro lado. Cuando hemos viajado, ha sido porque bandas hermanas nos ayudan a gestionar los toques.

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¿Podemos hablar hoy de una escena ska punk en Medellín?
En Medellín, el ska mueve mucho, pero no tanto cuando se mezcla con otros géneros. La mayoría de bandas suelen hacer un ska más tradicional, de primera o segunda ola. Nosotros no hacemos parte de esa escena, sino de la escena punk rock. Creo que tenemos que volver a la idea de que no importa el género, importa la banda. Debemos dejar de ser tan puritanos con los géneros. Lo que nos debe unir es el mensaje.

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